ACERCA DE UNA OBRA DE LEON FERRARI

Texto de TICIO ESCOBAR

El crítico literario paraguayo analiza la impronta del artista argentino recientemente fallecido, eregido contra la injusticia, el autoritarismo y la discriminación.

¿Qué sucede cuando la forma(la imagen, palabra) quiere nombrar algo que no tiene nombre, que se encuentra más allá del límite del concepto y la figura?. Quizá fuere esta una de las cuestiones centrales del arte contemporáneo, empecinado en decir más allá de lo que su propio instrumental le habilita. Constituye esta su gran frustración, pero también su secreta posibilidad ante una difícil situación que parece haberle hecho perder sus funciones e incautado sus lugares.

Carta a un general (1963)

"Un general de la dictadura solo cabe intercambiar gritos destrozados"

Desde los primeros años 60, León Ferrari comienza a escribir/dibujar una obra enigmática basada en la errancia oscura de la palabra. Los dibujos/escritos parten de anotaciones y textos, de los manuscritos ansiosos de Ferrari, de estructuras levantadas con alambres retorcidos: una investigación sobre la dimensión caligráfica del lenguaje que termina desfondándose ante el peso de contenidos demasiados. Mediante signos ciegos, hirvientes, exaltados, estos dibujos representan la representación de la escritura escrita. Como todo operativo representacional, este exige un agravio de la imagen: la caligrafía es sacrificada en su apariencia clara, deshecha en sus trazos convencionales. Pero este gesto va más allá de la reflexión que hace el lenguaje sobre si: la cadena de los signos se descentra de su propia lógica y remite ámbitos discursivos que ocurren fuera de los cotos del lenguaje. Se habilita, así, otra escena de representación, basada no en el intento de hacer comparecer una verdad oculta, un previo significado entero, sino en ofrecer pistas de otras verdades a través de su propio juego de deformaciones, sustracciones y borraduras de la palabra. El sentido no puede ser revelado mediante el conjuro de la escritura; esta lo va constituyendo a través de una marcha incierta, interminable, de trazos enredados, de líneas furiosas, velludas, marcas filosas y breves estigmas: una maraña apretada que vela la lectura, que la desplaza rehaciendo una y otra vez su camino ansioso y vano.

La civilización occidental y cristiana (1965)

Pero este gesto que escribe y difiere lo que escribe no responde a un movimiento cumpliendo en circuito cerrado: una tautología negativa que se limita a destejer la trama espinosa de la escritura antes que pueda ella revelar su mensaje. No: esta operación no se resuelve en una pirueta autorreferente; se aventura en pos de inicios que apuntan hacia fuera del círculo hermético del lenguaje. Se sabe que, fuertemente pertrechada en torno a una posición política, la obra de Ferrari se constituye en un documento constante de denuncia contra la injusticia, el autoritarismo y la discriminación. Aunque ocurran paralelamente a la escena de su obra más directamente involucrada en esa denuncia, las escrituras imposibles de Ferrari se encuentran cargadas por la misma energía que mueve su indignado alegato en contra de toda forma de abuso y represión. Por más directas que sean las imágenes que lo expresen, esa radical postura suya de rechazo nunca debe ser leída en forma literal: siempre resta un remanente reacio al símbolo; lo que excede en su demasía el poder de toda forma. Y siempre queda, por eso, abierto un trecho de falta: el lugar desde donde opera la diferencia.

Ferrari en su casa

La Última Cena según un artista que siempre molestó a la Iglesia

LA CARTA BORRADA

Esta discordancia tensa su obra entera, la empuja hasta el límite. Por eso, sus no-palabras se encuentran cargadas de decires soterrados. “Escribo dibujos”, dice Ferrari, “para contar los pensamientos que las palabras no saben contar”. Impulsada a nombrar más de lo que puede, empujada con violencia contra el umbral infranqueable de lo real, aplastada contra él, la escritura se tensa hasta el extremo, se crispa, temblorosa de furia, desvaría. Es la palabra exaltada del poeta, del shaman, del loco; la que no acepta el límite de los símbolos y se empecina en rozar lo inalcanzable. Y hace de ese gesto desesperado el resorte de una búsqueda fecunda: la capaz de asumir el espesor del silencio y la palabra tachada. “Lo ilegible no es lo contrario de lo legible”, escribe Derrida, “es la cuña que le da ocasión o fuerza para volver a empezar”. Obturado el circuito de la palabra, debe buscarse el significado en otro lugar. En 1963, Ferrari titula uno de sus dibujos-escritos de esa serie larga. Logra filtrarse por debajo de la órbita del lenguaje y la descentra; la abre a los vientos sombríos de la historia. Ahora el conflicto se encuentra instalado en el engranaje de la escritura y lo disloca por dentro: desbarata sus códigos, desplaza las palabras, termina por hacer estallar la secuencia de la letra y los alcances del mensaje. La oscuridad –la mancha, el luto- de la palabra tiene así un sentido político: con un general de la dictadura solo cabe intercambiar gritos destrozados; a él solo pueden dirigirse agravios censurados, demandas intraducibles a su lectura cegada. Pero esta contra-escritura también tiene una carga política en cuanto escentifica una disputa en torno al sentido: la insubordinación contra la autoridad del significado establecido; la rebelión contra el poder que escribe el orden inmóvil y borra su contingencia con el codo.

(*) Este texto resume un artículo del autor sobre Ferrari,

escrito para el Museo Blanton, de Austin, USA.

Publicado en fecha: Sábado, 3 de Agosto del 2013

Correo Semanal del diario ULTIMA HORA/ PARAGUAY

OBRA ITAÚ DEL MES DE AGOSTO 2013: "SAINT MICHEL" DE LEÓN FERRARI

León Ferrari (Buenos Aires, 1920 - 2013)

Saint Michel, 1987. Collage y grabado - Colección privada

Hay tiempo de ver. Y está el tiempo de rever. Hay un tiempo para leer. Y hay otro para releer. Rever y releer (para revelar) la Biblia es lo que hacer el artista León Ferrari (…). El empleo de la técnica del collage no es, en este trabajo, gratuito. El collage, que es medio de superposición o yuxtaposición de signos, en este caso, es la respuesta visual a la estructura paralela del texto bíblico, con el cual las neo imágenes creadas por Ferrari dialogan. (…)

Hay tiempo de rasgar. Y hay tiempo para coser. Rasgar el espacio de las imágenes muertas para recoserlas críticamente es lo que hace León Ferrari: sus collages, relacionando sorpresas, intentan abolir la rutina de comunicación para tomar posesión de las “fallas” del discurso y de las imágenes clásicas de la Biblia. (…)

(…) Y así, con pequeñas interferencias casi duchampianas, León va elaborando sus contrasentidos y va creando lo que se podría llamar “collages semánticos” que vuelven a barajar imagen y palabra para instituir esta especie de proverbio visual o visualidad proverbial.

Régis Bonvicino, Colagens Semânticas de León Ferrari en Bíblia,

Ediçoes EXU, Sao Paulo, 1989.

BIOGRAFÍA

Comienza a pintar y dibujar ocasionalmente a partir de 1946. Viajó a Italia donde en 1954 comienza a hacer esculturas de cerámica y en 1955 realizó su primera exhibición individual en Milán. Ese mismo año regresó a Argentina, mientras que en los años 1959 y 1960 realiza tallas en madera y estructuras de alambres. En 1962, durante su segundo viaje a Italia, realiza la primera escritura abstracta, ininteligible, serie que continuó siempre. En 1963 denomina a un conjunto Cartas a un general, y en 1964 Vanni Scheiwiller publicó en Milán Escrito en el Aire, un libro de poesías de Rafael Alberti e ilustrado por León Ferrari. Ese año también ejecuta Cuadro escrito, la descripción escrita de una obra, considerada hoy como uno de los primeros ejemplos del arte conceptual internacional. En el Premio Di Tella de 1965 presenta la ya emblemática obra: La civilización occidental y cristiana. En 1976 se exilió en San Pablo debido a la dictadura militar en Argentina, donde regresó en 1982. En 1995 obtuvo la beca Guggenheim. En 2006 fue invitado especial en la Bienal San Pablo.

En 2007, ganó el León de Oro en la 52º Bienal de Venecia. En 2009 el MoMA exhibió una retrospectiva de su obra que se presentó luego en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, de Madrid.

Fuente: http://www.museodelbarro.org

Obra ITAU del mes de Agosto del 2013

POSTALES DE NUESTRO PARAGUAY ETERNO

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Foto: Mario Valdés/ El heroísmo del Marzo Paraguayo, 1999

 Asunción (Paraguay)