PortalGuarani.com
Inicio El Portal El Paraguay Contáctos Seguinos: Facebook - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani
Adriana González Brun

  PROFUNDAMENTE LEAL A SU INFORTUNIO, 1998 - Instalación de ADRIANA GONZÁLEZ BRUN


PROFUNDAMENTE LEAL A SU INFORTUNIO, 1998 - Instalación de ADRIANA GONZÁLEZ BRUN

PROFUNDAMENTE LEAL A SU INFORTUNIO

Andamios de construcción en madera,

figuras humanas realizadas en vidrio

termomodelado, o metal.

Incorporación de humo ambiental, sonido,

aromas y luces azules y ocres

Instalación de ADRIANA GONZÁLEZ BRUN

5 x15 x 6m.

scappini-lamarca, oficina de arte.

Asunción, Paraguay. 1998

(*) Palabras de José Carlos Rodríguez

 

 

La instalación de Adriana González propone un itinerario, una travesía emprendida a lo largo de un espacio, una marcha quizá. Después de un tiempo en que las propuestas ambientales parecían definitivamente asociadas a un proyecto light y una mirada desencantada, comienzan a aparecer obras orientadas a recuperar una mirada crítica y, aún, un fuerte sentido de compromiso con el destino humano y la coyuntura política. El montaje de Adriana debe ser comprendido en esta dirección. Es una obra abierta a significaciones plurales, evidentemente, pero también una instalación que subraya los contenidos reflexivos y contestatarios. Es una narrativa, en el postmoderno sentido del término: si se quiere, un planteamiento que relata una historia.

La historia que nos cuenta Adriana admite muchas lecturas.

Pero todas ellas pueden ser encaradas en clave de trayecto y según la idea de una travesía dramática y radical, definitiva. Esa figura está guardada en el fondo de nuestra memoria: la antigua cultura guaraní se movía (se mueve) impulsada por la utopía de un lugar, de un no lugar, que requiere una búsqueda permanente y obsesiva. Es una utopía de salvación pero también una admonición, una amenaza casi: toda itinerancia supone el desafío de una adversidad que debe ser superada, el albur de un plazo cumplido y de un trecho consumado

El camino que muestra la obra de Adriana, la gesta que narra su instalación, apunta tanto a la utopía como la fatalidad de la errancia. Los avatares de la búsqueda humana tienen siempre dos destino: apuntan a la redención pero esconden el riesgo de un fracaso, de una condena agazapada en el revés de cada proyecto y de cada historia. Este lado sombrío de la aventura humana es la contracara del triunfo o el triunfo mismo, quizá, en pos de un derrotero que tanto conduce a la perdición de la caída como a la esperanza arcaica de un retorno eterno. La artista toma un concepto de José Carlos Rodríguez, el ciudadano paraguayo "es profundamente leal a su infortunio". Heridos en nuestra espera terca, decepcionados por la opción (para muchos, espuria) que tomó la mayoría de nuestro pueblo, muchos paraguayos nos enfrentamos ahora al otro lado de la utopía; la cara forzada por un destino antiguo, la cara leal a la desventura. Ojalá el adentro de la tierra, en donde se hunden los personajes de Adriana, signifique no sólo foso o trinchera sino resguardo; el reducto desde el cual pueda avizorarse, cerca ya del, la esquiva promesa de un camino nuevo.

TICIO ESCOBAR

 

 

Mas allá de la línea argumental que haya querido establecer, Adriana González Brun nos ha lanzado un desafío. Ha dispuesto una frágil construcción par que la exploremos. Frágil pero peligrosa, invitante y agobiante. Adriana González Brun ha dispuesto fragmentos de su alma en una habitación. Un recinto cerrado para otros menesteres estéticos, concebidos seguramente para obras de superficie. Sin embargo, ella nos ha introducido, de súbito, en un laberinto, en una obra, un mundo a medio construir, o quizá, a punto de ser demolido.

Adriana González Brun ha tenido sin protocolo, en sumergirnos, obligándonos a compartir la pesada carga que siente sobre sus espaldas. Nos ha envuelto en los sueños frustrados de un país de maravilla, sin conejo, sin reina y sin espejos. Nos ha montado en un espacio de cuatro por cinco, de luces tenues y fantasmas precisos, de miedos simulados y portes indiferentes, de armos profundos que emergen de lo abismal de la conciencia.

Adriana González Brun ha trabajado enérgicamente para exteriorizar la experiencia íntima de un país que ama, sueña, odia. Un país que la contempla desde su propia historia, hecha de silencios y traiciones, actos valerosos y verborragias envenenadas.

Vinculada desde niña a la política (una cuestión de familia), ha sentido en carne propia las mutilaciones espirituales de la dictadura. Ha crecido angustiada y esperanzada a la vez, buscando una salid para tanto infortunio. Un infortunio al que -según dicen- el pueblo paraguayo guarda fidelidad absoluta.

Al ver esas grandes vigas a punto de caer, y esos individuos -ciudadanos idiotizados por tantos espasmos, cristalizados en su letargo- uno podría fácilmente caer en la tentación de la amargura. O hacer un diagnóstico sombrío del país a partir del imaginario de sus creadores.

Sin embargo, siempre hay una cara oculta tras las máscaras del infortunio. Un lugar al que debemos llegar atravesando este túnel abierto, pesimista y agorero.

La moneda de la vida tiene dos caras. Y aunque insistentemente hayamos tentado una, hasta marcaría casi como un destino, llegará el momento en que, felizmente, nos sorprenderá la otra.

ADRIANA ALMADA

 

 

 

 

 

 

Wood scaffold, human figures made in glass modeled thermally or whtimetal.

Environmental smoke, sound, fragance and blue and ther lights.

Installation 5x15x6m.

Asunción, Paraguay. 1998

(*) Words by José Carlos Rodríguez



The installation of Adriana González proposes an itinerary, a journey along a space, perhaps a march.  After a period in which environmental proposals seemed to be definitely associated to a light project and to a disillusioned approach, works aiming at recovering a critical focus, and even a strong sense of commitment with human destiny and political circumstances are beginning to appear.  Adriana's work must be understood in this way. Obviously, it is a work open to plural meanings, but it is also an installation that underlines reflective and critical contents. It is a narrative in the post-modern sense of the word, an argument that tells a story. The story told by Adriana can be interpreted in many ways - all in key with a journey, indeed, a dramatic, radical and definitive journey.  This figure lies at the bottom of our memory: the ancient Guarani culture is moved (moves) driven by the utopia of a place, a non-place, that requires an obsessive and permanent search.  It is a utopia of salvation and also a warning, almost a threat: every journey implies the challenge of a misfortune that must be overcome, the venture of a completed time and a consummated act.

 

 

The way shown in Adriana's work, the gesture told in her installation, points both to the utopia

and the fatality of wandering.  The vicissitudes of human pursuits always have two destinies: while aiming at redemption, each project, each story hides the risk of failure, of hidden damnation.  This dark side of human adventure is the other face of triumph or perhaps triumph itself.  In this installation, human beings follow a path that leads both to the loss and the archaic hope of an eternal return.  The artist employs a concept described by Jose Carlos Rodr’guez about Paraguayan citizens being "deeply loyal to their misfortune".  Wounded by our stubborn expectations, disappointed by the choice (spurious, for many) of the majority of our people, many Paraguayans now face the other side of utopia; the face marked by its ancient destiny, a face that is loyal to misfortune. Hopefully the inside of the land, into which Adriana's characters sink, does not only mean ditch or trench but also shelter, from which the wavering promise of a new path can be envisaged.

TICIO ESCOBAR



Beyond the argumentative line that Adriana González Brun may have established, she has set up a challenge for us. She has arranged a fragile construction which we must explore.  Fragile and dangerous, inviting and exhausting. Adriana has put pieces of her soul in a room.  A place intended for other esthetic uses, most probably conceived for bi-dimensional works of art. However, she has introduced us, suddenly, into a labyrinth, into a work, a half-built world, or maybe one about to be demolished.  Adriana has dared to submerge us, without protocol, into her ennui, her annoyance, compelling us to share the heavy burden she is carrying.  She has shrouded us in the frustrated dreams of a wonderland, without rabbits, without queens and without mirrors.  She leaves us helpless, exposed to any collapse in the structure that she has set up in a space of four by five, with dim lights and precise phantoms, pretended fears and indistinct attitudes, the deep aromas that come from the abysm of conscience.

 

 

Adriana works energetically to depict her intimate experience of a country that she loves, dreams and hates. A country that contemplates her from its history made of silences and betrayals, acts of courage and poisoned wordiness.  Since childhood she has been linked to politics (a family matter) and has experienced the spiritual mutilation of the dictatorship in her own flesh. She has grown up anguished and hopeful seeking a way out of so much misfortune.  A misfortune that people say Paraguayans remain absolutely loyal to.

On seeing those beams that about to fall and those people - citizens muddled and hardened by so many spasms and lethargy - one can easily be tempted to become bitter or make a somber diagnosis of the country from the imaginary point of view of its creators. However, there is always a hidden face behind the mask of misfortune.  A place that we must reach traveling through this pessimistic tunnel, full of ill omens. Life is a two-faced coin. And although we have insisted on misfortune, to the point of accepting it almost as fate, fortunately one day the other side will surprise us

ADRIANA ALMADA

 

 

Fuente digital: http://www.adriana-gonzalez-brun.com

(Enlace actualizado a Julio 2015)

 

 

 

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

 

(Hacer click sobre la imagen)

 

 

Como se vería esta obra en tu Sala?

Selecciona un color de la pared:

PROFUNDAMENTE LEAL A SU INFORTUNIO, 1998 - Instalación de ADRIANA GONZÁLEZ BRUN






Bibliotecas Virtuales donde se incluyó el Documento:
EXPOSICIONES
EXPOSICIONES DE ARTE - CATÁLOGOS y RECORRIDOS



Leyenda:
Solo en exposición en museos y galerías
Solo en exposición en la web
Colección privada o del Artista
Catalogado en artes visuales o exposiciones realizadas
Venta directa
Obra Robada




Buscador PortalGuarani.com de Artistas y Autores Paraguayos

 

 

Portal Guarani © 2024
Todos los derechos reservados, Asunción - Paraguay
CEO Eduardo Pratt, Desarollador Ing. Gustavo Lezcano, Contenidos Lic.Rosanna López Vera

Logros y Reconocimientos del Portal
- Declarado de Interés Cultural Nacional
- Declarado de Interés Cultural Municipal
- Doble Ganador del WSA