PortalGuarani.com
Inicio El Portal El Paraguay Contáctos Seguinos: Facebook - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani
JUAN PASTORIZA CENTURIÓN

  LOS PASOS DE BAILE DEL NUEVO TIEMPO (Artículo de JUAN PASTORIZA)


LOS PASOS DE BAILE DEL NUEVO TIEMPO (Artículo de JUAN PASTORIZA)

LOS PASOS DE BAILE DEL NUEVO TIEMPO

(EXPERIENCIA DE UN COMUNICADOR

EN EL MUNDO DE LA DANZA.)

Artículo de JUAN PASTORIZA

 

 

LOS PASOS DE BAILE DEL NUEVO TIEMPO

(EXPERIENCIA DE UN COMUNICADOR EN EL MUNDO DE LA DANZA.)

 

Nuestra incursión en el universo de la danza desde el lado de la comunicación social es bastante extensa, fácilmente supera las dos décadas, incluso existe una pre-historia que tiene que ver con la de presentador de numerosos grupos de baile en las folclóricas parrilladas, una época emblemáticas dentro del panorama de la noche asuncena, cuando tuvimos la suerte de convivir con exponentes de baile de “la botella”, algunas de ellas autodidactas y otras muy “for export”, buscando impresionar a una audiencia turística ansiosa por lo exótico, pero difusión de lo nuestro en fin.

Posteriormente llegamos a una amplia etapa festivalera que abarco barrios, ciudades y pueblos de todo el país, donde apreciamos por sobre todo un entusiasmo inigualable, en una juventud decidida a gastar energías en coreografías admirables, aunque en muchos casos también con poca formación académica, lo cual le da un valor agregado por su autenticidad fuera de toda sospecha.

Más tarde transcurrió un segmento que tiene que ver con coberturas en medios de prensa que nos permitió ver la tras tienda, dicho entre comillas de academias varias y también conocer grandes maestras y maestros de la danza paraguaya, algunos ya desaparecidos, que ofrendaron sus vidas a esta noble causa cultural. Aquí vale la pena puntualizar un aspecto por mucho tiempo vigente en el corrillo de los medios de comunicación, de que ciertas academias y profesoras solamente existían para sus famosos festivales de fin de año o cierre de curso, un mito que tal vez continúa hasta nuestros días, por aviesa desinformación, pero también, justificado por un concepto demasiado mercantilista de este tema de la formación de las profesionales de nuestras danzas, cuya filosofía no va más lejos de la preocupación por recaudar, dejando de lado la vocación tan noble de la enseñanza.

Hay otro segmento muy importante en este ya antiguo contacto con la danza y que va por el lado de la difusión sistemática en los medios de comunicación masiva, como la televisión que ha ayudado a meter en las mentes de algunas generaciones el tema de la danza nacional, preservando en gran medida rasgos de nuestra identidad. Otro elemento valioso en esta experiencia con la TV nacional y las danzas ha sido la conversación, a nivel de entrevistas con directoras y exponentes de esta veta artística, que ha servido para humanizarlas ante la opinión pública y borrar remanidos o equivocados conceptos que siempre las han presentado como muñecas de ferias ni más ni menos. O sea, prácticamente las han rescatado como seres pensantes con profundas convicciones.

 Ahora incluso se puede hablar de un tenue romance entre el universo de la danza paraguaya y los medios, que en ciertos momentos las han marginado a un plano muy secundario que rayaba con una aptitud de ignorarlas o condenarlas a un infierno foloclorero o folclorista. Todo eso tal vez impulsado por una visión muy purista de la difusión cultural donde lo popular solo existía en momentos de festejos particulares de una claque social extranjerizante, cuyo caudal económico se dilapidaba en jugosas pagas y difusiones a los de afuera, y mendicidad a lo propio. Una cuestión similar sucede en la música, donde, los laureles tapas y centimetraje promociónales se llevan las estrellas foráneas. Conste que este concepto no es un nacionalismo barato ni mucho menos, sino simplemente poner el dedo en la llaga de una realidad en cierta medida todavía vigente, que deberíamos erradicar como una raíz maligna.

El orbe televisivo tan poco es muy sensible a manifestaciones tan autenticas como nuestras danzas populares, cada emisión es como desangrarse un poco, o remar contra la corriente, lo más lamentable es que se trata de un esfuerzo poco apreciado por un poder empresarial y mercantilista casi despreciativo hacía lo nacional, y muy generosos con otras cosas banales pasatistas propias de un marqueting ávido de ganancias desproporcionadas, al cual inclusive podemos tachar de ignorante y causante de un vaciamiento cultural que muy pronto lamentaremos, cuando tal vez ya sea tarde.

Yendo de nuevo al tema de la difusión y promoción de nuestros bailes, pasando por el tamiz de los medios de comunicación, podemos afirmar, que la asignatura sigue pendiente, que los esfuerzos son muy personales y dispersos, y que los apoyos son cada día más complicados y burocráticos, hablando sin complicaciones los auspicios y las pagas, casi, podía definirse como un universo kafkiano, o sea, es como meterse en un laberinto sin salida lleno de exigencias, mientras tanto los costos son cada día más exorbitante y difícil de cubrir, esto nos da una idea cabal de la cada día más escasa difusión de nuestras danzas populares, ni hablar, de la custodia de su autenticidad, porque lo cultural se ha mezclado con lo estrictamente publicitario, convirtiendo esta tarea en un mercado persa, donde solamente vale aquello que teóricamente vende, producto de un manejo desalmado donde la primera víctima es siempre lo cultural, más aún, las cuestiones nuestras entre las que pasan por supuesto expresiones tan valiosas como la danza.

Claro está, que estas palabras de defensa implacable de las cosas nuestras en los medios o hasta en los eventos que surgen en torno ellas, también tiene su lado crítico, que es como debe ser, porque de lo contrario se estaría gestando un hijo deforme, valga el término, que tampoco es recomendable.

Sería lamentable tan estrecha visión del fenómeno cultural, la crítica objetiva debería también ocupar un espacio fundamental en el trabajo de quienes se encargan de la enseñanza, la creación y difusión de un material tan delicado y sensible como la danza paraguaya. No debería existir de ninguna manera, gurúes intocables, tampoco, posiciones aparentemente indiscutibles, porque todo pasa, por una formación constante y continua, ya que lo cultural no puede consistir en segmentos esparcidos en la historia, sino que, debe responder con propiedad a su respectivo tiempo y cubrir sus reales necesidades. Nos atreveríamos en afirmar que la crítica, es hasta ahora, la invitada ausente o por el contrario la presencia indeseada en el desarrollo cultural que afecta a nuestras danzas en todas sus vertientes.

Aceptemos las opiniones diversas o contrarias, porque las mismas enriquecen toda tarea que afecta a lo cultural, más todavía, un aspecto tan especial como la danza, donde los iluminados o iluminadas son muchos y los eficientes trabajadores son menos.

Por ejemplo, en su gran mayoría hay un desconocimiento o una visión muy superficial de los autores o compositores que sirven de soporte a las coreografías. No hay un profundo conocimiento de causa, y lo que es más, pareciera que eso no importara, lo que, se constituye en un grave pecado cuando se sabe que la música y la danza conviven estrechamente, casi sin excepción, tal vez en algunas muestras muy ocasionales experimentales futuristas o vanguardistas que merecerían otro tratamiento o fundamentaciòn que por ahora no vienen al caso.

Rogaríamos a las maestras y alumnas involucradas de alguna manera en nuestras danzas populares una información certera profunda y hasta apasionada de nuestros creadores, para una labor más integral y válida, de lo contrario siempre se estaría arando en el desierto, y cada día se ira desgastando más las piezas auténticas de este exquisito arte, cuya pérdida o deformación sería fatal. Nuestro sendero de comunicador ligado estrechamente a lo cultural, con énfasis en la danza y en la música, encuadrada en lo popular, nos obliga a recomendar un riguroso tratamiento de lo tradicional, que no debería desvirtuarse bajo ningún concepto ni precio, porque son como hitos culturales irremplazables. La ligereza en su tratamiento o malos enfoques en sus presentaciones debería ser corregido de una forma urgente y perentoria. Esto no significa que no le dejemos espacio creativo a quienes tienen conceptos de proyección del material utilizado, de ninguna manera, porque también aparecen sucesivamente, como es sabido, generaciones dispuestas a aportar lo suyo, por aquello, de que el transcurrir cultural no puede fragmentarse. Pero lo tradicional debe quedar indemne, sin un soplo de viento que lo agite, su pérdida o traición a su espíritu original sería como matar nuestras verdaderas raíces.

Siempre desde nuestra óptica de comunicador incansable y hasta fanático, podemos afirmar que también hay que dar su lugar exacto a lo nuevo, a las propuestas jóvenes y hasta atrevidas porque de lo contrario estaríamos cayendo en una repetición maligna, que también afecta al movimiento cultural, la continuidad es necesaria y lo reiterativo es dañino, esta falencia se nota mucho más en difusión de nuestra música popular donde los privilegiados autores, interpretes y conjuntos se cuentan con los dedos y se cae en una absurda calesita que aleja a espectadores o mercados posibles. Tal vez hasta podríamos decir somos también culpables, por desidia, comodidad y hasta cierta cuota de ignorancia que nos hace temer a lo nuevo y nos empuja a difundir siempre lo mismo, bajo el remanido concepto de que lo popular no se renuevan jamás.

O tal ves, aquí influyan otros intereses para nosotros todavía es nebulosa, es también otras de las asignaturas pendientes que los medios tienen que aprobar ante una comunidad cultural que merece respeto y explicaciones válidas. En este sentido nuestra experiencia de comunicador social nos ha permitido una mirada a otras culturas y en las mismas hemos encontrado que cada cosa tiene su lugar y que el respeto hacia lo suyo es una cuestión de honor, por ejemplo, gracias a los medios, hemos obtenido becas o en todo caso hecho coberturas, que nos permitieron conocer el trabajo de grandes grupos o beber de políticas culturales de instituciones como el Bolshoi de Moscú, el teatro Colón de Buenos Aire, y participar de giras tan enriquecedoras como la del Real Ballet de Londres o las estrategias que utilizan los australianos con respecto a la danzas. Para que ir tan lejos, si los brasileños y chilenos también son dignos espejos en los cuales mirarse para aprender a defender lo que es de uno.

Y uno se pregunta, porque, solamente lo malo se imita de lo que se tiene afuera, por ejemplo, el concepto patriota de lo cultural que no tiene nada que ver con un patrioterismo barato y vacío. Por citar, un solo ejemplo, las infinitas danzas regionales de España, que allí tienen una veneración casi mística. Otros países europeos según nos tocó apreciar en nuestro siempre imprevisible andar periodístico tienen sus danzas como cabecera de cualquier acontecimiento que enfoca por lo menos minimamente lo cultural y lo artístico, también afuera hemos encontrado que lo nuevo es bienvenido por lo tanto nadie se queja con la consabida cantinela de que no existe renovación. Aquí, sin embrago es doloroso decirlo, el baile popular esta recluido en el patio de atrás y aparece solo por conveniencia en el quehacer nacional en general. En realidad nuestro andar con micrófono, cámaras, máquinas de escribir, computadoras y realizador de eventos varios, entorno a la danza nos ha permitido gracias a Dios acumular una importante experiencia que resultaría difícil de sintetizar en una breve reseña, y esperamos continuar recabando vivencias en esta tarea tan sacrificada pero apasionante.

Podemos equivocarnos pero lo recabado de primera mano nos permite afirmar que si bien nuestras danzas populares en gran medida esta maltratada, hay gente muy valiosa que aportan lo suyo y se debe confiar y darle paso a una generación joven que debe tener como guía el respeto, la formación constante y el trabajo consiente en donde el amor hacia lo nuestro debe figurar en primer lugar. Tal vez esta no sea una radiografía completa ni mucho menos, pero es, resultado de testimonios de un comunicador empapado, enamorado de la cultura popular, no todo esta perdido ni mucho menos, pero debemos tomar conciencia de la importancia de estos valores insustituibles que hemos tratado en esta oportunidad. Quedan capítulos por desglosar pero ya habrá tiempo para eso. Las nuevas generaciones constituyen la materia prima de un todo cultural que debe reflejar exactamente nuestra identidad, pero también, deben comprometerse cada vez más con los pasos de baile de un nuevo tiempo, donde ser gestor cultural deje de ser como un pecado que expiar, sino una condición laboral marcada por la dignidad.                                                                                                   

                                                

Artículo de Juan Pastoriza.

Fuente: EL AUTOR

Registro: Setiembre 2010.

Ilustración: Obra de la Serie Galoperas

de LILIANA SEGOVIA.

 

Obra de la Serie Galoperas

de LILIANA SEGOVIA.

 

 

 

 

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)





Bibliotecas Virtuales donde se incluyó el Documento:
LIBROS
LIBROS Y ENSAYOS SOBRE LAS ARTES VISUALES EN
LIBROS,
LIBROS, ENSAYOS y ANTOLOGÍAS DE LITERATURA PA



Leyenda:
Solo en exposición en museos y galerías
Solo en exposición en la web
Colección privada o del Artista
Catalogado en artes visuales o exposiciones realizadas
Venta directa
Obra Robada




Buscador PortalGuarani.com de Artistas y Autores Paraguayos

 

 

Portal Guarani © 2024
Todos los derechos reservados, Asunción - Paraguay
CEO Eduardo Pratt, Desarollador Ing. Gustavo Lezcano, Contenidos Lic.Rosanna López Vera

Logros y Reconocimientos del Portal
- Declarado de Interés Cultural Nacional
- Declarado de Interés Cultural Municipal
- Doble Ganador del WSA