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MARTÍN DOBRIZHOFFER (+)

  LENGUA DE LOS ABIPONES (Padre MARTÍN DOBRIZHOFFER)


LENGUA DE LOS ABIPONES (Padre MARTÍN DOBRIZHOFFER)

SOBRE LA LENGUA DE LOS ABIPONES

Padre MARTÍN DOBRIZHOFFER

 

Es increíble lo múltiple y variado de las lenguas que existen en Paracuaria. La mayoría se diferencia no sólo en algunos aspectos, sino en sus mismas raíces. No hay nadie de mente sana que acepte que ese sinnúmero de artificios tiene su origen en estos estúpidos bárbaros.

Movido por este pensamiento, creo conveniente mencionar esta variedad y artificios de las lenguas entre los temas que expongo por inspiración del eterno y sapientísimo Númen. Nuestros hombres consagraron su trabajo en forma/162 total a unas catorce lenguas nacionales de Paracuaria, y propagaron hasta muy lejos la religión. No creas que cada estudioso conocía en forma general todas las lenguas; algunos fueron versados en dos o tres porque vivieron un tiempo con varios pueblos. Yo he conocido algunas de éstas porque enseñé siete años a los abipones y once a los guaraníes.

Los pueblos a los que consagramos nuestra tarea y para los que fundamos nuestras colonias fueron los guaraníes, chiquitos, mocobíes, abipones, tobas, malbaláes, vilelas, pusaines, lules, isistines, homoampas, chunipíes, mataguayos, chiriguanos, lenguas o guaycurúes, mbayás, pampas, serranos, patagones, yarós. Agrega a éstos la lengua quichua que se habla en todo el Perú, la de los esclavos africanos, la del pueblo español que es muy familiar sobre todo a las matronas de Tucumán y que la mayoría de nuestros hombres la usaron tanto en el púlpito como en el confesionario. Por otra parte en las ciudades de los chiquitos, integrada por individuos de distintas tribus, conocimos también diversas lenguas.

Las lenguas de los abipones, los mocobíes y los tobas tienen entre ellos el mismo origen y la misma afinidad, como la española con la portuguesa. Cualquiera de éstas se distingue de las otras no sólo como un dialecto sino en innumerables vocablos. Casi lo mismo sucede con las lenguas Tonocotè que se hablan entre los lules e isistines. La lengua de los chiriguanas es casi la misma que la de los guaraníes, que distan de aquéllos sólo unas quinientas leguas; descontando algunas cosas que pueden conocerse de una y otra sin ningún trabajo en unas pocas semanas. Muchos europeos al comentar los/163 problemas de América han consignado algunas cosas, nociones o sentencias de las lenguas indígenas en sus historias. Pero, ¡oh, Dios! ¡Tan mutiladas y corrompidas! Casi no dejaron una letra del vocabulario sin cambiar.

Aunque muy conocedores de esas lenguas apenas logramos seguir lo que ellos querían decir, adivinándolo como si fueran enigmas. Pero debe perdonarse a estos escritores ya que sus conocimientos provenían de fuentes inexactas. Muchos que saludaron a América desde sus límites o vieron de paso a los americanos, ponen en sus cartas vocablos de las lenguas bárbaras aunque no hayan oído correctamente su sonido ni hayan captado su significación. De donde se deduce que llenan sus códices con nombres americanos de lugares, ríos, árboles, plantas y animales, alterándolos de una forma tan lamentable, que nunca pudieron ser leídos por nosotros sin que nos provocara risa.

Los niños españoles que a diario hablan con los niños indios, asimilan con gran rapidez las lenguas indígenas; sin embargo, a los adultos les resulta más difícil y complicado; nosotros hemos experimentado una y otra cosa.

Conocí a hombres de edad que, aunque habían vivido muchos años entre los indios, pronunciaban todavía algunas sílabas con errores. Es difícil para el europeo acostumbrar el oído y la lengua a las voces extrañas y torcidas de los bárbaros que pronunciaban ya sea silbando con la lengua, o por la nariz, o entre dientes, o por la garganta; y en consecuencia te parecería oír confusamente, no palabras sino voces de patos en un lago, y no entenderías por atento que estuvieras ningún vestigio de letra expresada. Los hombres eruditos/164 hubieran querido que alguno que conociera la lengua americana y su sistema la expusiera, facilitándoles la tarea. Para cumplir sus deseos, emprendo un tratado con un compendio de la lengua abipona.

No te impacientes, lector, si te cansas con la lectura de este tema; pues también a mí su escritura me fue fastidiosa. Sin embargo los escritores y eruditos me la agradecerán. Exhorto a los indoctos que desconocen las partes y las reglas de la gramática, que pasen hasta el fin estas ásperas páginas con vocablos bárbaros.

La mayoría de los americanos carecen de algunas letras que usan los europeos y usan otras que éstos desconocen. La letra más frecuente entre los abipones y que desconocemos los europeos tiene un sonido intermedio entre la R y la G. Para pronunciarla correctamente hay que apoyar un poco la garganta como hacen los que tienen el vicio de pronunciar la R balbuceando. Para significar esta peculiar letra de los abipones escribimos R o G según mi parecer, señalada por el signo ř. Así Leetařat, hijo; Achibiřaik, sal; Nalerayřat, capitán, cacique. Cambian la r en k en los plurales. AsíLaetkále, hijos; Nelařeykaté, capitanes, caciques, nobles. A los europeos les da mucho trabajo pronunciar esta letra, máxime si aparecen unas cuantas en el mismo vocablo, como en: Rařegřanřaik, indio vilela; Rellařanřan potròl, cazador de caballos salvajes; Lupřiřartřaik, tornasolado, etc. Por la pronunciación de esta letra los abipones se distinguen de otros pueblos, como en el Libro de los Jueces, X, 6, los galaaditas se diferenciaban de los egraimitas por una única letra: éstos/165 citan la palabraSibboleth con S por Samech; aquéllos la citanSchibboleth, con S y C, por Scim. 154

Los abipones emplean una ö, como los franceses, húngaros y alemanes, que sin embargo los españoles de Paracuaria prefirieron escribir como ë con dos puntos. Abëpegak, caballo;Yahëc, rostro mío. Es frecuente la K griega. Del mismo modo pronuncian la Ñ de los españoles como una N suscribiéndole una I. AsíEspañol, se pronuncia casiEspaniol. Los abipones dicen:Menetañi, está dentro;Yoamcachiñi, la parte interior es buena. La correcta pronunciación de ésta y de aquellas letras, sólo puede ser explicada a viva voz.

Se debe tener mucho cuidado con los acentos y las puntuaciones. La misma palabra, cambiándole un punto o variándole un acento, significa una u otra cosa. Así: Heét, huyo;Heet, hablo.Háten, menosprecio;Hatén, alcanzo dando en el blanco.

Esta lengua posee palabras muy largas que se componen de diez, veinte y más letras. Los repetidos acentos indican dónde se debe hacer una depresión o elevación de la voz. Por eso el modo de hablar de este pueblo es modulado y con acentos. No habría que agregar notas musicales a cada sílaba, si no se supliera este trabajo con la viva voz del maestro; algunos ejemplos de acentos ayudarán:Hamibégemkiú Debáyakaikin, Raregřágremařachiú, Oabérkaikin, son nombres de abipones; Grcáuagyégarigé, ten piedad de mí;Oaháyegalgé, líbrame; Hapagrañütapegetá, os enseñáis mutuamente; Nicauagrañíapegaralgé, intercedo por ti; Hemokáchiñütápegioà, tú me alabas; Más de veinte letras en una palabra. No encontrarás muchos monosílabos. Los antiguos abipones aman los/166 vocablos más largos, como sus familias.

Tienen género masculino y femenino, pero no neutro. El conocimiento del género lo da sólo el uso.Grabáulái, sol, es femenino para ellos, como en alemán Die Sonne. Grauèk, luna, es masculino como para nosotros Der moude. Algunos adjetivos son de uno y otro género. Así Naà, malo y mala; Neeú, bueno y buena. En otros, cada género tiene su terminación propia. Así: Ariaik, bueno, preclaro; Ariayè, buena, preclara. Cachergaik, viejo; Cachergayè, vieja.

No tienen casos. A veces una letra como prefijo indica el caso. Así: Ayìn, yo; M'ayìm, a mí: Akami, tú; M'ahami, a ti.

Formar el plural de los nombres es una tarea muy difícil para los novicios. Tan grande es la variedad, que casi no puede establecerse una regla. He aquí algunos ejemplos:/167

 

 

Singular

Plural

Laetarat, hijo

Laetkatè, hijos

Lekát, metal

Lekachì, metales

Ahëpegak, caballo

Ahëpèga, caballos

Yúihák, vaca

Yúihà, vacas

Nekététák, ganso

Neketéteri, gansos

Oachígranigà, ciervo

Oachigranigal, ciervos

Iñieřǎ, flor de la algarroba o año

Iñiegari, flores o años

Neogà, día

Neogotà, días

Eergřaik, estrella

Eèrgřaiè, estrellas

Aàpařǎik, tela, cordel o lana

Aapařǎikà, telas

Yapòt, magnánimo

Yapochì, magnánimos

Lachaogè, río

Lachaokè, ríos

Letèk, hoja de árbol

Letegkè, hojas

Ketélk, mula

Ketelřa, mulas

Panà, raíz

Panarì, raíces

Ííbichigí, airado

Ííbichigeri, airados.

 

 

De estos pocos se desprende que para la misma letra las desinencias nominales tienen variadísimos plurales. Así como los griegos tienen además del plural el número dual, que señala dos cosas; los abipones usan dos plurales, de los cuales uno significa más y el otro significa muchos más. Así:/168 Joalé, varón; Joaleè o Joaleèna, algunos varones;Joaliripi, Muchísimos varones.Ahëpegak, caballo;Ahëpega, algunos caballos; Ahëpegeripí, muchísimos caballos.

Me admira que los abipones no tengan, como muchos americanos, una doble forma verbal para expresar el plural de primera persona. Así los guaraníes dicen de dos maneras I y, nosotros: tanto dicen Ñande, tantoore; la primera forma es incluyéndose; la segunda excluyéndose; dicen en sus oraciones dirigiéndose a Dios: Nosotros pecadoresore angaypahiyá porque Dios está excluido del número de pecadores, pero hablando a los hombres dicen: Ñande angaypahiyá, nosotros pecadores, porque estos con quienes hablan son todos igualmente pecadores, y usan ese vocablo que los incluye.

Como carecen de posesivos mío, tuyo, suyo, los suplen por varias adiciones o cambios de letras en los nombres; lo que también se acostumbra en las lenguas hebrea, húngara y algunas americanas. La mayor dificultad entre los abipones por tanta variedad en el cambio de letras nace sobre todo en la segunda persona. Mira un ejemplo: Netà es padre, en forma indeterminada; Yità, mi padre; Gretay, tu padre;Letà, el padre de él; Gretà, nuestro padre;Gretayì, vuestro padre;Letaì, el padre de ellos.

 

Naetařat, hijo sin expresar de quién lo sea; Yaetřat, mi hijo;Graetřachi, tu hijo; Laetřat, el hijo de él.

Nepèp, abuelo materno; Yepèp, el mío;Grepepè, el tuyo;Lepèp, el de él.

NaàL, nieto;Yaàl, el mío; Graali, el tuyo;Laàl, el de él./169

Nenàk, hermano menor;Yenàk, el mío;Grenerè, el tuyo;Lenàk, el de él.

Nakirèk, sobrino; Ñakirèk, el mío;Gnakiregi, el tuyo;Nakirek, el de él.

Noheletè, palo de lanza;Yoheletè, el mío; Groelichi, el tuyo;loheletè, el de él.

Natatřa, vida; Yatatřa, la mía; Gratřatre, la tuya; Latatra, la de él.

 

Estos ejemplos son suficientes para demostrar la marcada diferencia entre la primera y la segunda persona. Entre los guaraníes también los posesivos están sujetos a los nombres, pero no ofrecen ninguna dificultad porque en todas las palabras se usa el mismo cambio para las distintas personas. Así: Tuba; padre; Cheruba, el mío; Nderuba, el tuyo; Tuba, el de él; Guba, el de ellos. Tay, hijo; Cheray, el mío; Nderay, el tuyo; Tay, el de él; Guay, el de ellos. Nunca varía en cualquier nombre el prefijo Che para la primera persona y Nde para la segunda. Lo mismo en plural: Ñande, u Oreruba nuestro padre;Pendeuba, vuestro padre;Tuba, oGuba, el padre de ellos o su padre; suplen generalmente en todos los otros sustantivos estas partículas posesivas.

Fíjate la peculiar aversión de los abipones por los nombres posesivos: si ven alguna cosa cuyo poseedor desconocen, para preguntar: ¿De quién es esto?, lo hacen con distintas palabras si la cosa cuyo dueño desean conocer es animada (aunque sólo tenga alma vegetativa) como el trigo, un caballo, un perro o un cautivo, dicen: ¿Cahami lelà? ¿esto es posesión de quién? Y el otro responderá: Ylà, mía; Gretè,/170 tuya; Lelà, de él. Por el contrario si fuera una cosa inanimada como una lanza, un vestido o comida, dicen: ¿Kahamì kalàm?; ¿para quién es esta propiedad?, y se responde al que pregunta: Aim, para mí; Karami, para ti; Halanì, para él; Karani, paranosotros.

Los pronombres de primera y segunda persona no están sometidos a ningún cambio por el lugar o la situación. Así:Aym, yo; Akamì, tú; Akanì, nosotros; Akamyì, vosotros. Por ejemplo: la inflexión desolo es:Aymátarà, yo solo;Akàm akalé, nosotros solos.

El pronombres de tercera persona: éste, ése, aquél, cambia de acuerdo a la situación en que esté aquel de quien se habla.

 

 

 

Masculino, él

Femenino, ella

Si está presente, se dice:

Enecha

Haraha

Si está sentado:

Hiñiha

Háñiha

Si está tendido:

Híriha

Háriha

Si está de pie:

Anaha

Háraha

Si camina y se ve:

Ehahá

Ahaha

Si no se ve:

Ekaha

Akaha

 

 

El,  solo, se enuncia también de distintas formas:

 

Si él solo se sienta, se dice:

Yñítarà

Si está tendido:

Irítàra

Si camina:

Ehátára

Si está ausente:

Ekátará

Si está de pie:

Erátára

 

Al comparativo y al superlativo no lo expresan con adición de sílabas, como la mayoría de las otras lenguas, sino de otros modos: Esta sentencia: "el tigre es peor que el perro/171 en abipón sería así: "El perro no es malo, aunque el tigre ya sea malo":Netegink chik nà, oágan nihirenak la naà; que puede circunscribirse de este modo: "el perro no es malo, como el tigre":Netegink; chi chi naà, yágàm nihirenak. Si dijeras: "El tigre es el más malo", el abipón diría: "El tigre es malo sobre todas las cosas": Nihirenak Lamerpeeáoge Kenoáoge naà. O así: "El tigre es malo, como no hay nada igual en maldad"; Nihirenak chitkeoá naà. A veces expresan el superlativo sólo con una elevación de voz. Ariaik, significa tanto cosa buena como cosa óptima, según el tono de la pronunciación. Si se pronuncia con todo el ímpetu del pecho, en voz elevada y sonido agudo, denota el superlativo; si en voz queda y baja, el positivo. Sobre todo denotan que algo les agrada o lo aprueban, cuando anteponen estas voces: ¡Là naà! Ariaik, o Eúenék. ¡Ya es malo! ¡Esto es hermoso o preclaro!Nebaol, significa noche. Si exclaman con voz aguda e ímpetu del pecho: La nebaól, quieren señalar la media noche ya avanzada; si dijeran despacio y como con pereza, La nebaòl, indican la primera hora de la noche. Si ven que alguien tocó el blanco con una flecha, sin vacilación significan que aquél ha derribado un tigre y que sobresale por su destreza: La yáraigè: "ya sabe", exclaman en voz alta, que entre ellos es la máxima ponderación.

 

Forman los diminutos añadiendo sílabas al final de la palabra: Aválk, Aole o Olek. Así: Ahëpegak, caballo; Ahëpegeravàlk;, caballito; Oénék, niño; Oénèkavalk, niñito; Haáye, niña; Haayáole, niñita. Pay', Padre, que es el nombre introducido por los portugueses en América, con que llaman al Sacerdote; y en muestra de cariño nos dicen Payolek, Padrecito; y nos llaman Pay' cuando están enojados.Kàëpak, /172 madera; Kàëperáole, maderita, nombre que dan a las cuentas del Rosario. Lenechì, pequeño, módico; Lénechiólek o Lenechiavalk. Usan con mucha frecuencia los diminutivos con los que señalan tanto el amor como el desprecio por algo. Así: Yóale, varón, hombre; Yoaleólek, hombrecito, pedazo de hombre. A menudo entre ellos el diminutivo significa la alabanza o el amor, más que el superlativo. Así, llaman Ahëpegeraválk, halagando a un caballo valiente que se distingue entre los demás. Los españoles también manifiestan una mayor inclinación de ánimo cuando dicen Bonito, que es un diminutivo, que cuando dicenBueno. También los alemanes solemos hacer este uso de los diminutivos.

 

La mayoría de los pueblos americanos tienen muy pocos numerales. Los abipones no supieron expresar más que tres números:Iñitára, uno;Iñoaka, dos;Iñoaka yekainì, tres. Reemplazan los demás números con recursos admirables: Así:Geyenk ñatè, dedos del avestruz, les sirve para expresar el número cuatro, porque el avestruz tiene tres dedos que se enfrentan con un cuarto. Neènhalek, piel hermosa, que se distingue por manchas de cinco colores, o usan para expresar el número cinco. Si preguntas a un abipón sobre el número de cualquier cosa, responderá con los dedos levantados:Leyer iri, ¡Ah! ¡Tantos! Si les interesa hacer conocer el número de esa cosa, usarán los dedos de una y otra mano o de uno y otro pie;y si todos éstos no les alcanzaran para expresar el número, responderán al que les pregunta mostrando a la vez los dedos de las manos y los pies. De modo que Hauámbegem, los dedos de una mano, significa cinco;Lanám ribegem, los dedos de las dos manos, diez; Lanám ribegem, cat Gracherbaka, los dedos de las manos y de los pies, todos juntos expresan elveinte./173

Tienen también otro sistema para reemplazar los números. Algunos vuelven de los campos donde fueron a cazar caballos salvajes o a robar otros ya domesticados. Ningún abipón preguntará a los que vuelven, ¿Cuántos caballos trajeron?, sino: ¿Qué espacio ocupa la cantidad de caballos que trajeron? Y le contestarán: Los caballos colocados en fila, ocupan toda esta plaza, o: Se extienden desde este bosque hasta la costa del río; y todos confían en esta respuesta para deducir la cantidad de caballos, aunque desconozcan el número exacto.

A veces llenan la palma de la mano con arena o con pasto, y mostrándosela a los que le preguntan, parecen indicarles la gran cantidad de las cosas.

Cuando se trata de números, los abipones te contestarán cualquier cosa para lograr tu aprobación. No sólo son ignorantes, sino hasta enemigos de la aritmética; se equivocan y no soportan el fastidio de contar; así se desembarazan del que les pregunta el número de algo mostrando los dedos, los que les place, y a veces se engañan, y engañan al que les pregunta. Muchas veces, si la cosa sobre la que le preguntas pasa de tres, el abipón, por no tomarse la molestia de mostrar los dedos, exclamará: Pop; muchos, oObic sevekalipi, innumerables. A veces llegan diez mil; y de todas partes resuena el vocerío del pueblo presente:Yoaliripi latenk naúeretapek, se acercan muchísimos hombres.

Mayor todavía que la falta de numerales, es la de ordinales; no conocen más que el primero:Era námachìt. De modo que anuncian el Decálogo en esta forma: Para el primer Mandamiento:Era námachìt; como no saben expresarsegundo, tercero, cuarto, enuncian los demás Mandamientos:/174 otro, otro, etc.: Catlabáua, Cat lebáua. Sin embargo tienen palabras para determinar un orden anteriory otro posterior: Enàm cahek, lo que precede;Iñagebek, lo que va después.

Sólo tienen dos numerales distributivos: Uno por uno, Iñitarapè; dos,Inóakatape. Liñoaka yabat, dos veces; Ekâtarapek, una vez;Haste ken, a veces. Para un compendio de la aritmética abipona se necesitaría un bagaje muy escaso de números. Un poco más ricos son los indios guaraníes, y no avanzan más allá del número cuatro: Uno, Peteÿ; dos,Mokoÿ; tres, Mboapì, cuatro, Itundÿ. Primero, Iyipibae; segundo, Imomokoyndaba; tercero,Imombohapihaba; cuarto, Imoirundyhaba. Uno por vez, Peteÿteÿ; de a dos,Mokoÿmokaÿ; de a tres, Mbohápihapi; de a cuatro,Irundÿ randÿ. Una vez, Petey yebî; dos veces, mokoÿ yebî, etc. Los guaraníes, como los abipones, si pasa el número cuatro, suelen responder rápidamente al que les pregunta el número: Ndipapahabi o Ndipapahai, innumerables.

Como el conocimiento de los números es muy necesario para los usos de la vida civilizada, sobre todo para la sincera confesión de los pecados o en la explicación pública del catecismo o en la recitación, cada día en el templo se enseñaba a contar a los guaraníes en lengua española. Los días domingos todo el pueblo contaba con voz clara en español desde el uno hasta el mil. Pero lavamos a un negro; hemos comprobado que todo lo rápido que son para aprender la música, la pintura, la escultura, son de lentos para los números. Aunque hubieran aprendido a contar todos los números en español, se confunden con tanta frecuencia y facilidad, que habría que prestarles fe con mucha cautela en este asunto./175

En cuanto a la conjugación del verbo, no puede recurrirse a ningún paradigma, pues en cada verbo el singular del presente de indicativo varía y ofrece muchas más dificultades para el que lo aprende, que los incrementos del griego. La segunda persona no sólo cambia en las letras del principio, sino en las del medio y en las del fin; todo esto se verá en los ejemplos que presento:

 

 

Singular

Plural

Amo

Rikápìt

Amamos

Grkapìtàk

Amas

Grkapichì

Amáis

Grkápichii

Ama

Nkàpìt

Aman

Nkapitè

Saber:

Riáraige

Gráraíge

Yaraige

Recordar:

Hakaleènt

Hakaleenchì

Yakaleènt

El mismo:

Netúnetá

Nichuñütá

Ñetúnetá

Enseñar:

Hápagřanátran

Hapagřanatrañí

Yápagřanatřan

Apurarse:

Rihahagalge

Grahálgalì

Yahágalgè

Morir:

Ríìgà

Gregachì

Yìgà

Sumergir:

Riigaráñi

Gregácháñí

Ygárañi

Danzar:

Riahat

Rahachi

Rahàt

Temer:

Rietacha

Gretachi

Netacha

Desear:

Rihè

Grihì

Nihè

Volar:

Natahegem

Natáchihegem

Natahegem

Estar ebrio:

Rkíhogèt

Grkìhogichì

Lkihogèt

Ser perezoso:

Riaàl

Graalì

Naàl

Ser fuerte:

Riahót

Grihochi

Yhot

Estar bien:

Rioàmkatà

Groemkètà

Yoámkatà

Aplastar:

Hachak

Hachare

Rachak

Comer:

Hakeñè

Kiñigi

Rkeñe

Arrojar:

Rièmaletapek

Gremalitápek

Nemaletapèk

Dormir:

Aatè

Aachi

Roatè

Avergonzarme:

Ripagák

Gřpágarè

Npagàk

Apuntar al blanco:

Hatenetálge

Hachínitalgè

Yatenetalgè

Estimar algo grande:

Riápategè

Grpáchiigè

Yapategè

Azotar:

Hamèlk

Hamelgì

Yamèlk

Beber:

Ñañàm

Ñañami

Ñañàm

Hacer:

Haèt

Eichì

Yaèt

Socavar:

Riahapèt

Grahapichi

Nahapet

Llegar:

Ñauè

Ñauichì

Nauè

 

 

[En la tabla presedente se supone está el indicador de página:/176]

Estos pocos ejemplos son suficientes para notar los variadísimos cambios en cada uno de los verbos. Omito los ejemplos en plural que podría recordar. No es mi propósito enseñar la lengua de los abipones, sino mostrar su exótica novedad, aunque también evitar el fastidio que traería la prolija enunciación de las voces bárbaras. De estas pocas formas que anoté, deduce que los verbos tienen casi tantas inflexiones de la segunda como de la primera persona, y sus variaciones no pueden aprenderse en base a reglas, sino con la práctica. Los restantes tiempos de Indicativo, como todos los Modos, cuya conjugación cansa a los que aprenden la lengua, se forman agregando al tiempo presente del Indicativo, algunas sílabas o partículas. Por ejemplo:

 

Rikapit: amo. Carecen de Imperfecto.

Pretérito: amé: Rikapit kan o Kanigra.

Pluscuamperfecto, había amado: Kánigra dehe rikapit. /177

Futuro: amaré: Rikapitàm.

 

Agrega las mismas partículas de la segunda y tercera persona a las demás, sin cambiar nada. Así: Amas:Grkapichi; Amaste: Grkupichi kan; Habías amado:Grkapichi kanigra gehe; Amarás:Grkapichiam. Am, es la sílaba que diferencia el futuro del presente.

El Modo Imperativo es el mismo que el presente o el futuro sin cambio alguno. Así:Grabálgalí, apresúrate, es lo mismo que la segunda persona, tú te apresuras.Eichi, haz;Grkapichi; ama; oGrkapichiam, amarás. A veces, anteponen la partícula Tach al verbo en la segunda persona del imperativo, o Tak, para la tercera. Así: Tach Graháuichì, socava tú; Tach grakatrani, di tú; Tak hanek, venga él; que es al mismo tiempo el modo permisivo. Así: Tak hanek -kaámelk: venga el español, lo permito.

La prohibición para el futuro se explica con la partículaTchik o Chigè, según la letra que siga, empleada como prefijo. Así: No matarás:Chit kahamatrañiam; no mentirás:Chit noaharegraniam.

El Optativo y el Subjuntivo se forman con varias partículas que a veces se anteponen, y otras se posponen al presente del Indicativo. Algunos ejemplos: Chigrìek, ojalá.Chigriek; grkaprchi G'Dois, ekuam Kaogarik: ojalá amaras a Dios, que es Creador.Ket, si.Ket greenrani, G'Dios grkapichi ket: si fueras bueno, amarías a Dios.Ket, si, se repite en la condición y lo condicionado.

Amla, después que. Amla grkapichi G'Dios o nakapíchiereám: Después que hayas amado a Dios, Dios te amará./178

Ebenbà, mientras. Ebenba na chirgrkapichi G'Dios, chitì gibè groamketápekàm: mientras no ames a Dios no estarás nunca tranquilo.

Amamach, cuando.Amamach rikápickieřoa, lo Grkápichioam: cuando me hayas amado, te amaré.

Ket mat, si. Ket mat nkápichirioà, là rikapitla kët: Si me amasen, losamaría.

Tach, para. Tach Grkápichioa, rikapichieřoàm: ámame para que te ame.

Los abipones parecen carecer de infinitivo; lo suplen con otros modos. Esto se desprende de los ejemplos. Así: "Ya quiero comer": Là ribete m'hakéñe. Ribe o ribete, quiero, y Hakéñe, como; ponen a uno y otro en el mismo tiempo, modo y persona. La letra M interpuesta, hace las veces de infinitivo o lo suple. "No puedo ir": Haoaben m'abik; PonenHaoaben yabik en primera persona del presente de Indicativo, interponiéndole sola la M. "No sabe enseñarme":

Chig graařaige m'riapagrañi. "¿Quieres bautizarte?" o, como dicen los abipones: "¿Quieres que se te lave la cabeza?"."¿Mik mich grebech m'nakarigi gremarachi?

Eluden la necesidad del Infinitivo, del Supino, de los Gerundios, con varias locuciones que les son propias. Nos ayudará ilustrar esto con ejemplos. Cuando nosotros decimos:puedo ir, el abipón expresará con este razonamiento: "Iré, no hay dificultad"; o ¿"Hay alguna dificultad?"Lahikam. Chigecka Loaik; o¿Mañiga loaik? "Debes ir": el abipón lo vuelve así:¡Yoamkatá kët, lame!: es justo que vayas". "No debes ir, o no conviene":¿Mich grehèch m'amè? Oagam chik yoamk: "¿No quieres partir? aunque esto no/179 conviene". "¡Qué perito es este hombre para nadar!" El abipón lo traslada así "¡Qué gran nadador es este hombre!": ¡Kemen álarankaclbak yóale. "¡Comiendo seré robusto!":Rihotam,, am hakeñe: "seré robusto cuando coma". "Vengo a ti para que me veas":Hanegiyeřoà,. "Vengo a ti para que me hables":Heechiapegrari, Kleranam Kaúe la ñauè: "te hablaré, ésta fue la causa de que yo viniera". "Sueles mentir, niño":La noaharegřankén oenek. Las partículasKén yAage significan costumbre; el abipón expresa lo mismo asíNoaharegřan oenek. La lahérek: "el niño miente, ya es su costumbre". "Suelo rezar":Klamach hanáyaagè m'heëtoalá.

No hay ninguna formo peculiar de la voz pasiva, pero se expresa o por algún participio pasivo o con verbos activos. Donde nosotros decimos: la cosa está perdida o terminada, ellos dicen: La cosa murió o se acabó, etc.,Yuibak oaloà o Chitlgihe: "murió, o no aparece ya la vaca". Cuando se niega algo, se explica el pasivo con el verbo activo, con el prefijo Chigat oChiçichiekat. Así: "No se sabe": Chigat Yaraigè. Yaraigè, es la tercera persona del presente del Indicativo activo. "Esto no so come":Chigat yaìk. "Esto no se usurpa":Chigat eygà. "No fui hecho sabedor":Chigat ripachigni. "Los caballos no fueron bien custodiados, por eso se perdieron": Machka chigat nkehayape enò ahëpega, maoge oaloéra. "Las estrellas no pueden ser contadas": Chigichiekat nakatñi eergřae. "Lo que se ignora no debe ser narrado": Am chigat yaraige, chigiechiekat yaratapekan, ete.

Los participios, tanto activos como pasivos no se forman del tiempo futuro,Rikapit; amo. Los participios se hacen así:/180

Ykapicheřat: amado por mí, o mi amado; (Grkapicheřachi: tu amado;Lkapicheřat: el amado de él. De éstos nacen los femeninos:Ykapichkatè: amada mía; Grkapichkachi: tu amada; Lkapichkatè: la amada de él. Yo soy amado por todos:Lkapicheraté Kenoataoge. De este participio se derivan: Kapicheřa: amor;Ykapicheřa: amor mío; Kapichieřaik: amante, amador.

Rikaùage, compadecerse, otorgar a alguien la benevolencia. El participio pasivo; Ykáuagřat: benevolencia sentida por mí; Sustantivo: Ykaúagra: mi benevolencia, Kaaugřankatè: instrumento, modo, lugar de la benevolencia o su mismo beneficio. Kauagřankachak: benévolo, misericordioso.Ykaúagek: benévolamente tenido por mí. Grkaúagigì: benévolamente tenido por ti, etc.

Hapagřanatřan: enseñar.Napagřanatřanak: docentc, maestro. Napagranatek: el que es enseñado, discípulo. Napagřanatřanřek: enseñanza, instrucción.Napagřamatrankatè: lugar en donde, o materia que otro enseña.

Me abstengo de muchos ejemplos. Temo ya el cansancio y saciedad de tus ojos y de tus labios; pues también se me insinúa el fastidio al escribir. Sin embargo quedan muchísimas cosas que no podría dejar en silencio.

Penetramos ya en el laberinto de la lengua abipona, temible para los principiantes, donde si no fueras conducido por una larga experiencia como Teseo por Ariadna, nunca andarías seguro sin riesgo de error. Veamos los verbos que los gramáticos llaman transitivos o recíprocos. La acción de uno sobre otro se explica en nuestra lengua sin ningún trabajo por los pronombres personales: yo, tú, él, nosotros, vosotros. Los abipones por el contrario, que no usan estos pronombres, la expresan con nuevas partículas mezcladas aquí o allá. Esto/181 será más claro con ejemplos. Yo te amo, Tú me amas, él me o te ama, nosotros lo amamos, vosotros nos o los amáis: los verbos latinos expresan el mutuo amor sin cambios, por obra de los pronombres; los abipones lo hacen siempre con varios artificios y con muchos rodeos. Así: amo:Rikapit; te amo: Rikapichiero0; tú me amas: Grkapickioa. El me ama: Nkapickioa; él te ama: Nkapichieroà; Nosotros lo amamos: Grkapitaè; nosotros los amamos:Grkapitla yo me amo a mí mismo:Matnikapitalta; tú te amas a, ti mismo: Nikapichialta; nos amamos mutuamente;Grkapitáatá; pero, ¡ojalá éste fuera el paradigma de todos los verbos! Añaden otras y otras partículas y cambios de sílabas. Así:

Kikanagè: me compadezco; me compadezco de ti: Rikanágyégarigè; tú te compadeces de mí:Grkanagiygè; tú te compadeces de nosotros:Grkanágyegarigè; Se compadece de él:Nkaúagegè; nos compadecemos mutuamente de nosotros:Grkaúagekápegetaá; me compadezco de mí mismo: Nikaúakáltaá.

Hapagřanatřam: enseño; me enseño a mí mismo, o aprendo: Neapargřam: nos enseñamos uno al otro: Hapagřankatápegetà; te enseño: Hapagruni; me enseñas:Riápagřani: me enseña: Riapagřan; le enseña:Yapagřan.

Hamelk:azoto; yo te azoto: Hámelgi; tú me azotas:Riámelgi; él me azota:Riamelk; él te azota: Gramelgi; él lo azota:Yáméfkl.

Hakleenlté;recuerdo; yo a ti: Hakleenchitápegřari; tú a mí: Hakleenchitapegii; él a mí: Yákleentetápegiì. De estos ejemplos puedes deducir la variación en los verbos transitivos, cuando se les agrega ya seaeřoà, yayégarige, yaruři, /182 y otras partículas a las otras personas. El conocimiento de éstas, créeme, fatiga increíblemente a los europeos y no se obtiene sino con una larga habituación a estos bárbaros.

Otros americanos también usan verbos transitivos, pero para explicar la acción o la pasión mutua, tienen una sola forma. Así los guaraníes dicen: Ahaibú: yo amo;Orobaibú: te amo. Ayukà: yo mato; Oroyukà: te mato.Amboé: yo enseño;Oromboé: te enseño. Lo cual, te pregunto, ¿no es más fácil y expedito?

El relativoque, se expresa a veces por Eknam, oenonam para el número plural. Así: Dios,eknam Kaogarik: "Dios, que es Creador", Hemokáchin nauáchiekà, enonam Yapochi: "conozco a grandes soldados que son valientes". A veces, como en latín, suprimido el relativo que, lo sustituyen con un participio o adjetivo. Riákayà netegingà oakaika, Kach quenò abamraeka. "Abomino los perros mordedores y muertos"./183

 

Fuente (Enlace Interno):

HISTORIA DE LOS ABIPONES - VOLUMEN II

Padre MARTÍN DOBRIZHOFFER,

 Traducción de la Profesora CLARA VEDOYA DE GUILLÉN

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE

FACULTAD DE HUMANIDADES

DEPARTAMENTO DE HISTORIA

RESISTENCIA (CHACO) – 1968.





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