LA BELLE ÉPOQUE DE JOSÉ MARÍA

Por SERGIO CÁCERES MERCADO

sergio209@lycos.com

Hace dos lunes, en este espacio, recordé la novela Follaje en los ojos. Quiero seguir con el homenaje a don José María Rivarola Matto, hoy que se cumplen cien años de su nacimiento. Estas efemérides y estos personajes invitan a la nostalgia, y Rivarola justamente nos regaló un hermoso librito al que tituló La belle époque y otras hodas, en que compiló artículos en los cuales había recordado momentos de la historia popular, especialmente la asuncena.

En la primera parte son trece los artículos que dan rienda suelta a su memoria; el resto corresponde a las hodas, cuestiones más bien contemporáneas escritas también en un tono entre irónico y crítico. Gracias a ellos tenemos un fresco espontáneo de la Asunción de las primeras décadas del siglo XX, a partir de las vivencias de un cronista de lujo.

Diversos personajes, anécdotas, historias oficiales y no oficiales pueblan las páginas que Rivarola fue llenando con su elegante y educada prosa, estilo con el cual puede contar situaciones de las más procaces, políticamente incorrectas y vergonzosas que uno pueda imaginar. El paraguayo de a pie es retratado con muchos escrúpulos, pero no por eso se le perdonan sus bajezas y también se enaltecen sus larguezas.

Estos textos de Rivarola no son los típicos tratados de paraguayología, aunque también recurre a los estereotipos, pero sin pretender cosificarnos en esencias inmutables. Tampoco es un tratado de historia, pues no hay en absoluto ningún aparataje crítico, ni bibliografía u otras referencias más que la propia memoria personal, colectiva o el típico radio so'o. Y, sin embargo, nadie puede osar dudar de sus palabras, pues nada de lo que describe puede resultarnos extraño si pertenecemos a la misma cultura y sociedad que la suya.

El libro corresponde a todo un género que hasta hoy es recurrente en algunos escritores y correspondido fervientemente por los lectores. Podríamos llamarlo diario de recuerdos o memorias, es decir, aquellos papeles que algunos se sienten en condiciones de llenar una vez que la vida y la memoria están listas para dar cabida a la nostalgia. Es un fenómeno literario generacional y, por lo tanto, infalible.

Tal género incluso tiene la particularidad que también puede ser ejercido por aquel que nunca escribió nada, y que, empero, se siente en la imperiosa necesidad de decir que todo tiempo pasado fue mejor o, en el mejor de los casos, contar cómo fueron las cosas antes de que llegáramos donde estamos. Para el caso de Rivarola Matto, aquella belle époque es más bella aún, gracias a su estilo narrativo, a su finísimo humor y a su memoria prodigiosa.

Fuente: ULTIMA HORA (Online)

Sección OPINIÓN

Lunes, 18 de Diciembre de 2017 - 02:00

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)