ROSARIO Y MARIETTE
Técnica: Lápiz carbón sobre papel
Obra de ROBERTO MORELLI
Medida: 100 x 75 cm.
EL SECRETO DE LA LÍNEA
Cuando las Torres Gemelas de Nueva York se desploman an te nuestros ojos asombrados y el mundo parece encaminarse hacia un futuro terrible, caótico y extraño en el que todas las cosas habrán de confundirse en una suerte de terrorífico magma, gigantesco e informe, el regreso a la línea pura, al color nítido y sugerente o a la palabra ajustada parece imposible. El desplome de las grandes torres parece marcar un punto de inflexión en la sensibilidad del hombre ante el espectáculo de su propia vida, de su destino y de su historia. Sin embargo, las líneas claras persisten y las palabras rigurosas y ajustadas pugnan por salir de nuestras mentes con la intención de iluminarnos el camino hacia lo desconocido. Quizá hoy más que nunca sintamos la necesidad de señales claras y luminosas, de un arte capaz de devolvernos el sentido de lo humano que las últimas corrientes artísticas parecen dispuestas a negarnos.
A su manera, el oficio de artistas como Roberto Morelli, quien jamás abandonó este camino y que nunca se dejó arrastrar por los cantos de sirena de ciertas modas y experimentaciones, nos habla de lo permanente, de esa búsqueda de verdad guardada en las formas que ellos pretenden encontrar en cada trazo, en cada línea y en cada sombra, arrancando del papel o del lienzo la poesía del simple existir.
Morelli no es, en efecto, un iluminado que haya pretendido en ningún momento descubrir en la retórica de los símbolos verdades trascendentes, ni luces escondidas en la humildad de la materia simbolizada por el recurso de la palabra. No. Artistas como Roberto Morelli sólo han pretendido hacer, a lo largo de una vida dedicada a un oficio que saben difícil, lo que les gusta hacer, urgidos por un impulso de imitación de lo que ven, de aquello que puesto ante sus ojos tiene una singularidad que no puede escapar al discernimiento de sus sentidos. No son, sin embargo, imitadores, sino buscadores de misterios escondidos, exploradores de las zonas oscuras de una realidad que se nos escapa.
Roberto Morelli es pintor y es dibujante. Sus temas son sencillos y cotidianos, y le interesa, especialmente, la figura humana, ese gran motivo de los artistas de otros tiempos olvidado en el nuestro. El artista actual trata, en efecto, de ignorarla, de esconderla, de camuflarla, como si se sintiera avergonzado, pero siempre, de una u otra forma, reaparece. Los que nos presenta ahora Morelli son dibujos y aguadas hechos con la dignidad de quien busca y que sabe que, quizá, jamás encuentre realmente lo que está buscando.
Hay en Morelli un impulso que podría confundirse con la afición, entendiendo por tal una tendencia natural del espíritu hacia el objeto de su búsqueda, y en este impulso radica la dignidad de su arte, al modo que en la búsqueda misma de la verdad que quizás ignora yace esta misma verdad que sólo el arte puede rescatar y poner ante nuestros ojos. Son estas verdades sencillas las que debemos recuperar en estos tiempos de tensión e incertidumbre, en estos tiempos en los que la humanidad se enfrenta a su futuro sin otras armas que la confianza que puedan proporcionarle aquellos valores sobre los que ha fundado su esencia en el largo peregrinaje sobre este mundo. Esos valores son eternos y, desde siempre, han sido objeto de búsqueda y de hallazgo para quienes se aventuran en el arte y la poesía.
Fuente: pág. 204 del libro "Ars Longa" de Vicky Torres,
Arandurã Editorial, Asunción-Paraguay 2004. 429 pp.
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