HABLANDO DE IMPUESTOS
Escrito por: MANUEL FERREIRA BRUSQUETTI
Marzo 2010
HABLANDO DE IMPUESTOS
La discusión sobre el Impuesto a la Renta Personal ha dominado el debate económico en las últimas semanas.
La discusión sobre el Impuesto a la Renta Personal ha dominado el debate económico en las últimas semanas. Este impuesto ha sido parte de la ley de adecuación fiscal que se impusiera en el 2004. La parte que nunca fue aplicada.
En el marco del debate que se está dando en torno a este impuesto es necesario y educativo discutir sobre la naturaleza misma de los impuestos, más allá de las particularidades propias que puedan tener sus manifestaciones.
Antes que nada, es preciso considerar que nadie, ni acá, ni en Estados Unidos, ni en Alemania, ni en Srilanka, quiere pagar impuestos. Es la mano que te meten en el bolsillo. Pero, ¿a cambio de qué? Debiera ser a cambio de hacer cosas que sólo el Estado puede hacer, como la seguridad jurídica o la defensa nacional. Es mucho más sencillo “vender” un proyecto de incremento tributario cuando se tiene definido qué se va a hacer con el dinero, que plantear pagar más impuestos porque en otros países se paga más y punto. Las situaciones particulares de cada país hacen que la acción del Estado sea totalmente distinta. En el caso de Paraguay, el abandono del Estado de ciertas tareas que le son propias, hace que la contribución de los particulares a los bienes públicos deba, en muchos casos, superar lo que se hace en otras partes del mundo o lo que se debería hacer acá bajo un Estado eficiente.
Esto nos lleva a un segundo tema: siempre que haya impuestos se navegará en la dicotomía entre eficiencia e igualdad. Un impuesto mal colocado genera incentivos para que los agentes económicos (empresas y personas) reduzcan su nivel de “esfuerzo” o lo traten de ocultar. En una sociedad cualquiera, y Paraguay no es la excepción, la distribución de habilidades de producir y alcanzar el bienestar en la población, no es simétrica entre todos sus integrantes. Lo que un Estado busca es tomar recursos de aquellos con mayores “habilidades” y transferirlos a aquellos con menores cualidades, de modo a buscar una sociedad más equitativa. El problema se presenta cuando al gravar a un agente se lo desalienta a producir. En este caso, el impuesto producirá un efecto sobre la eficiencia: como ese agente considera que la “metida de mano en el bolsillo” es exagerada, preferirá producir menos con los consecuentes impactos sobre el empleo, la producción de otros bienes y servicios y la propia recaudación tributaria que esto genera.
Vale la pena hacer una aclaración: cuando el Estado aplica un impuesto no puede observar directamente la “habilidad” de los agentes, sino solamente una aproximación a ésta, en el caso del impuesto a la renta personal, el ingreso que dichos agentes perciben. Por esta razón, un impuesto también genera incentivos a que los agentes busquen la forma de evadir estos impuestos. Es mucho más barato y eficiente buscar impuestos sencillos que den incentivos a declarar la verdad a los agentes, que usar impuestos sumamente complejos cuyo control es complicado. Lo que se debe buscar es lo que en la ciencia económica se denomina el “principio de revelación”. Según este principio es posible dar incentivos a los agentes a que revelen su verdadera habilidad.
Supongamos el caso del impuesto a la propiedad. Se pasa una ley donde todas las tierras del país son expropiables. Posteriormente, se solicita a todos los propietarios que tasen sus propiedades. Este valor de tasación es utilizado tanto como valor base de expropiación (si se decidiese que es de interés público) o como base para el pago del impuesto. El propietario no tiene incentivos a sobrevalorar la propiedad porque si lo hiciese, podría no ser expropiado y deberá tributar sobre un valor muy elevado. Tampoco tiene incentivos a subvalorarla ya que si lo hiciese, para pagar menos impuestos, la probabilidad que sea expropiada aumenta. Por tanto, “revelará” la verdadera “habilidad” de la propiedad de producir. Debemos buscar diseñar este tipo de impuestos.
Estas son sólo algunas consideraciones que pueden servir para discutir un tema de trascendental importancia para la república.
Fuente: http://www.dende.org.py
(Registro: Junio 2011)
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