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JOSÉ NICOLÁS MORÍNIGO

  LA INFLUENCIA DE LOS MOVIMIENTOS CAMPESINOS EN LA ALTERNANCIA POLÍTICA ELECTORAL - JOSÉ NICOLÁS MORÍNIGO


LA INFLUENCIA DE LOS MOVIMIENTOS CAMPESINOS EN LA ALTERNANCIA POLÍTICA ELECTORAL - JOSÉ NICOLÁS MORÍNIGO

LA INFLUENCIA DE LOS MOVIMIENTOS CAMPESINOS EN LA ALTERNANCIA POLÍTICA ELECTORAL

JOSÉ NICOLÁS MORÍNIGO A. (*)

 

INTRODUCCIÓN

El 20 de abril del año 2008, se produjo en la vida política del Paraguay un fenómeno novedoso y relevante. El candidato del Partido Demócrata Cristiano, un partido que aportó su denominación y su historia para la presentación de un obispo católico que renunció a su cargo, lideró y ganó las elecciones al frente de una alianza de partidos en las últimas elecciones generales. Plantea una cierta línea contestataria propia de este tiempo. A la noche del mismo día, la candidata Blanca Ovelar, del Partido Colorado, reconocía su derrota. Después de 61 años, el partido que controlaba el poder daba paso a la alternancia política.

El fin de la tendencia aporta algo mucho más importante. El 20 de abril, por primera vez desde el 15 Mayo de 1811, día la Independencia Patria, nunca en la historia del Paraguay, un partido político en el poder cedió a otro partido, en este caso a una coalición de partidos, para producir la primera alternancia por la vía electoral. Pero no ocurrió solo. El elegido no es ni un militar ni un afiliado a un partido político. Es un ex obispo que se encuentra en una situación peculiar dado que la Santa Sede, o si se quiere más concretamente, el papa Benedicto XVI, no aceptó la renuncia, pero tal decisión no afecta la decisión en el contexto de un país soberano, independiente con su propio sistema jurídico. Claro que su victoria electoral fue reconocida, por el afectuoso regalo de una pluma fuente, enviada por el Papa al nuevo Presidente electo. Al terminar la competencia electoral, un nuevo país se suma a la peculiaridad de la presencia religiosa en vida política, pero esta vez con la peculiaridad de provenir de la Iglesia católica.

Pero no se trata de un outsider típico. Fernando Lugo, el nuevo presidente, recibió el apoyo del tradicional partido Liberal Radical Auténtico fundado en el año 1887, acompañado de otros partidos políticos con cierta historia en el Paraguay, en especial el Partido Revolucionario Febrerista, miembro de la Internacional Socialista, el partido Demócrata Cristiano, y otros más nuevos, como el partido País Solidario también de la Internacional Socialista, el Partido Movimiento al Socialismo, el Movimiento Paraguay Pyahurá, vinculado a Fernando Lugo y conformado por líderes rurales y antiguos miembros de la juventud crítica y el Partido de la Unidad Popular integrado por movimientos campesinos y partidos de izquierda. Sin participar en el proceso electoral, se ubicó la Federación Nacional Campesina, que optó por el voto en blanco.

Enfrente, se posicionó la tradicional Asociación Nacional Republicana, Partido Colorado, en el control del poder político desde 1947, cuando luego de una sangrienta revolución se hicieron dueños del poder, produciendo la más sangrante diáspora poblacional y una persecución política todavía en el triste recuerdo de los paraguayos.

El partido político fue primero de carácter excluyente, después se convirtió en lo que Francois Chatelet (1) denomina el Estado-partido, pero para entender el caso paraguayo es necesario agregar algo más, que hace referencia a la organización del partido en seccionales y subseccionales, bajo el control de la dirigencia partidaria, de ahí que el partido se haya constituido no solo en Estado-partido, sino que pretendió políticamente funcionar como un partido- sociedad.

Al final, después de la caída del dictador Alfredo Stroessner (2), el Partido Colorado pasó a liderar un sistema de partidos con un partido dominante y excluyente que terminó tratando de sustentar un proceso democrático que terminó por desplazarlo del poder. El aporte, tal vez más relevante para la teoría política, es que en el marco de un juego democrático internacionalmente supervisado, no puede imponerse un sistema excluyente. Al final el sistema crea su propia lógica de sustentación, por lo menos al inicio del proceso.

El cambio registrado responde a muchos factores. En este artículo nos interesa solo analizar el papel que jugaron los campesinos en este proceso que abre una nueva etapa en la historia política del Paraguay. El movimiento campesino en el Paraguay no es nuevo y empezaron a responder más orgánicamente la acción impulsada desde el Estado, después de la venta de las tierras públicas, una de las consecuencias emergentes después de la Guerra de la Triple Alianza, fue la venta de las tierras públicas en el año 1885, que creó la estructura del latifundio y el minifundio, que continúa hasta el presente, con un cambio sustancial en el papel de la tierra rural en el proceso de acumulación del capital.

Los procesos políticos en el Paraguay no están al margen de esta situación. Tampoco las respuestas desde el Estado. Se intentaron vías reformistas, como la ley de homeasted o las leyes de acceso a la tierra como la impulsada por la Revolución de Febrero de 1936, que introduce una frase histórica que expresa un plan de acción ante el problema campesino: “la tierra es de quien la trabaja”, que queda en la mentalidad colectiva de quienes formamos parte de la sociedad paraguaya. Posteriormente con el liderazgo de Carlos Pastore se crea la Ley de Tierras y Colonias, así como con posterioridad la ley creadora del Instituto de Reforma Agraria, IRA, que se convirtió en Instituto de Bienestar Rural, IBR, que distribuyó tierras, pero no en beneficio mayoritariamente al campesinado sino que fue utilizada como un mecanismo de enriquecimiento de la élite política de entonces. Precisamente el IBR, convertida después en el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra -Indert- por motivos que tienen más relación con el sostenimiento y apoyo al régimen dictatorial, entes que un mecanismo para resolver el problema de acceso a la tierra por parte de los campesinos. Por eso la reforma agraria se transformó en la política de colonización, que abrió las posibilidades para el acceso a la tierra rural hacia el este de la Región Oriental. Como el precio de la tierra era inferior al precio en el Brasil, en el contexto de la construcción de la represa de Itaipú, llegaron contingentes de población provenientes del Brasil, que llegaban al Paraguay como los nuevos colonizadores.

Precisamente en esta circunstancia, unida con el problema campesino en las antiguas áreas geográficas en donde coexisten latifundios y minifundios, se va consolidando el movimiento campesino, que sin tener un peso determinante desde el punto de vista del apoyo electoral, orienta su objetivo hacia intereses colectivos comprendidos por sectores más directamente vinculados con la lucha campesina. La pregunta que nos interesa responder es si el acceso a la tierra rural para los sectores campesinos y los movimientos políticos del sector tuvieron influencia relevante en la producción de la alternancia política en el Paraguay.

Para responder a esta pregunta utilizaremos dos informaciones claves: el peso electoral de la población rural en los diferentes departamentos en las elecciones del 20 de abril y la posición de los movimientos políticos campesinos, sus propuestas frente al problema y las opciones electorales que plantearon. En los resultados electorales también tendrán efectos relevantes, el peso sociocultural y los partidos políticos tradicionales.

 

LOS RESULTADOS ELECTORALES

La Justicia Electoral carece de información cuantitativa sobre los electores rurales y urbanos, por razones prácticas. Los locales de votación están en áreas urbanas y rurales, pero es posible que existan electores rurales que se inscribieron en locales urbanos y viceversa. En consecuencia, aun cuando se conozcan los resultados, los mismos estarán sujetos a dudas. Como una simple aproximación planteamos una hipótesis, que si bien no será exacta, es una aproximación que se funda en la probabilidad de un razonable acercamiento real al tema.

Consideramos la distribución poblacional en las áreas urbanas y rurales de los departamentos y le adjudicamos el mismo porcentaje a los electores departamentales, pero aplicando el porcentaje a datos reales obtenidos en los departamentos. Por ejemplo, en el departamento de Concepción votaron 59.334 electores, de estos tomando los porcentajes del censo constatamos que el 61.8% es rural, en tanto que 38.2% es población urbana. Manteniendo los mismos porcentajes para los resultados de cada partido o alianza que obtienen cifras diferenciales por cada departamento, aun cuando sabemos que la cifra no representa en puridad el resultado electoral, es un acercamiento razonable. Siguiendo el mismo procedimiento en todos los departamentos, observamos en el cuadro (ver anexo, pág. 147) la distribución de los resultados electorales, según área rural-urbana.

De los datos consignados en el citado cuadro, podemos inferir ciertos rasgos en el comportamiento electoral, que son significativos:

(A) La Alianza triunfó en los departamentos generalmente más poblados de entre los de antiguo y de nuevos asentamientos. Nos referimos a procesos que dieron recién a partir de la década del 60, con la expansión de la frontera este que posteriormente recibe el influjo de la construcción de la represa de Itaipú y la consolidación de la actual Ciudad del Este como núcleo de intercambio comercial fronterizo. Entre los departamentos de antiguo poblamiento se encuentran Concepción, Cordillera, Misiones, Central, Itapúa y entre los nuevos poblamientos vinculados a áreas específicas de poblamientos antiguos como San Pedro, Caaguazú, Amambay. Triunfa el Partido Colorado en departamentos con peso tradicional como Guairá, Caazapá, Paraguarí, Ñeembucú y los departamentos del Chaco, con escasa población y la presencia relevante de grupos humanos que son exponentes de la cultura aborigen. La zona de nuevo poblamiento en donde logra triunfar el Partido Colorado es Canindeyú aunque muy ajustadamente.

(B) Que la caracterización de lo urbano-rural no se funda en criterios sociológicos- culturales, por esta razón las diferencias no se observan de manera relevante en las poblaciones de las áreas urbanas y rurales. Por ejemplo, en el departamento Central, se observa que el triunfo de la Alianza fue importante, sin embargo el peso urbano es infinitamente mayor de acuerdo a los criterios censales. En este departamento, sin embargo juegan de manera relevante el aspecto cultural y el aspecto político; es un espacio geográfico, en donde también tiene vigencia los medios de comunicación de masas. Aun cuando los núcleos de población son más densos, el lenguaje cotidiano usual es el guaraní, las actividades económicas no implican una ruptura con formas tradicionales de actividad, y las relaciones sociales no alteran las formas de integración sociocultural vinculado con formas tradicionales de organización familiar, persistente aún en la sociedad paraguaya.

También, en el departamento de Alto Paraná triunfa la Alianza, pero en tal realidad son otras las posibles hipótesis explicativas. En esta realidad, es posible que jueguen de manera más relevante los aspectos políticos que, en un proceso de relativamente corto alcance, no puede transformarse fácilmente. La división interna del Partido Colorado, que fue de carácter trasversal, es decir afectó a dirigentes políticos con poder en el manejo directo de las estructuras del Estado, a dirigentes políticos de la organización local, a sectores sociales económicos dependientes o vinculados a líderes que no fueron capaces de superar sus diferencias, sin duda repercutió en los resultados de las elecciones.

(C) En donde el peso del área rural, de acuerdo al método planteado es relevante, se observa en los departamentos de San Pedro, Cordillera, Caaguazú, Alto Paraná. En esos departamentos tienen presencia activa los movimientos campesinos.

(D) El aspecto más importante de las organizaciones campesinas es que han dado otra visión a la población rural. Ya no se trataba de la población rural que solo tenían un referente único desde el punto de vista colectivo y organizativo. Ya no estaban solo los partidos tradicionales, y específicamente el Partido Colorado dueño casi absoluto del poder y administrador único del Estado. Emergieron los movimientos campesinos que le dieron un cariz diferente al proceso electoral y al sistema de partidos, que pasó de un bipartidismo excluyente a uno de carácter mucho más pluralista en la dirección e influencia política.

 

LA POSICIÓN ELECTORAL Y LOS POSIBLES EFECTOS

No hay dudas que los movimientos campesinos organizados tuvieron una acción clave en estas elecciones. No por el peso cuantitativo, sino como un actor clave que, al alterar la posición de la línea tradicional, quebró la continuidad del comportamiento a favor del Partido Colorado. El paréntesis fue, desde la perspectiva de nuestro enfoque, claramente relevante para el resultado electoral del 20 de abril.

Sin embargo, no todo fue color de rosas. Si todos, salvo la Federación Nacional Campesina, acompañaron la candidatura de Fernando Lugo, ex obispo de la diócesis de San Pedro que coincide con la denominación del II departamento, las candidaturas colegiadas para los cargos de Diputados y Senadores, así como la representación para las autoridades departamentales, Gobernadores y Junta Departamental, se multiplicaron en tantas candidaturas como movimientos o partidos apuntalaron la candidatura de Fernando Lugo. Este hecho afectó seriamente el resultado, que bien pudo ser sustantivamente mayor en caso de que todos los movimientos y partidos de líneas similares coincidieran en las candidaturas presentadas. La división afectó el éxito electoral. Muchos votos se perdieron, sencillamente porque o bien pequeños partidos o movimientos al no alcanzar el porcentaje requerido para ganar un escaño, simplemente perdieron tal posibilidad. Si hubieran ido unidos, el resultado electoral hubiera sido notablemente diferente.

 

LOS MOVIMIENTOS EXISTENTES Y LA IDENTIDAD CAMPESINA

Los movimientos campesinos empezaron a partir de dos procesos diferentes, uno como consecuencia de la acción de los campesinos y otro como consecuencia de la acción de Organismos No Gubernamentales, de la Iglesia católica a la que se unieron después otras Iglesias cristianas, en esta asociación no faltaron tampoco la acción de los nuevos partidos políticos y la acción de asociaciones vinculadas con las organizaciones con presencia en la sociedad paraguaya.

En el marco de un régimen político autoritario y dictatorial, que se convirtió con el transcurso del tiempo en el impulso de un cambio en donde el campesino paraguayo no era un actor protagónico, sino solamente un actor que sufría las consecuencias de las acciones de otros. Ni el plan de la llamada Reforma Agraria fue capaz de orientarse para beneficiar al campesinado, se orientó a fortalecer a la cúpula política y a la geopolítica de acercamiento peligroso al Brasil. Esta situación creó situaciones conflictivas sobre todo en el campesinado, que se convirtió en un factor clave para el surgimiento del movimiento campesino. La fuerte vinculación con la estrategia geopolítica del Brasil, en ese entonces controlada por una férrea dictadura militar. Esa fue la causa impulsora de la integración geopolítica y, para intentar responder orgánicamente a la situación económica y social cada vez más compleja y difícil de controlar, surgieron las nuevas organizaciones que dieron paso a los movimientos campesinos que se lanzaron en busca de objetivos e intereses sectoriales y que hasta el momento no han logrado poner sus fines como expresión que interesa a toda la sociedad paraguaya. También el impulso de las ONG y la relación con las organizaciones campesinas fueron claves para que el campesinado se organice y adquiera, en relación a otros actores y frente al Estado, su propia identidad y fines particulares.

La respuesta del gobierno dictatorial fue la persecución y la represión. Resultaban llamativas las expresiones de reconocimiento al campesinado, con la ejecución de políticas que fueron el origen de la fuerte crisis campesina en pleno proceso. Si en sus comienzos el problema era tratado casi cerradamente en el ámbito social, al final emergió la situación política, como aspecto clave para encontrar alternativas de solución al problema del campesinado.

Las organizaciones campesinas surgieron en torno a cuatro problemas, algunos de los cuales eran simples detonantes de la situación campesina. 1- Situación de violación de derechos humanos de los campesinos, por agentes que actuaban en nombre del Estado 2- Falta de acceso a la justicia y en muchos casos persecución de inocentes 3- Imposibilidad de acceso a la tierra rural y a otros recursos para el desarrollo humano y 4- Modelo de modernización agrícola que, sin respetar las leyes ambientales y los derechos individuales y colectivos de los campesinos, exigen el cumplimiento de la ley, siempre que sea para los otros. Por otra parte, no siempre eran presentados como problemas colectivos, sino que en algunos casos como problemas individuales, al comienzo sin comprender que tales situaciones eran una expresión de condicionamientos generales. No queda duda que en el proceso de profundización, de lo individual a lo colectivo, jugaron de manera relevante las organizaciones campesinas que dieron origen al desarrollo de los movimientos campesinos.

 

LAS CINCO LÍNEAS CLAVES DE LA REPRESENTACIÓN

La Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (MCNOC) y la Federación Nacional Campesina (FNC) así como El Movimiento Agrario y Popular, el Movimiento Campesino Paraguayo y otras organizaciones de carácter nacional, además de organizaciones localizadas en áreas concretas y cual siempre tic carácter departamental. Si bien el apoyo a la candidatura de

Fernando Lugo tuvo un carácter generalizado, la Federación Nacional Campesina llamó a sus seguidores para que opten por el voto en blanco. Esta organización bien estructurada y con capacidad de impulsar demandas siguió una línea más cautelosa y no creyó llegado el momento de asumir una opción política. Sin embargo, en el campesinado se produjo una alteración de los tradicionales comportamientos políticos electorales que sin duda tuvo su impacto a nivel del resultado de las elecciones del 20 de abril.

Consideramos que en el juego de estas organizaciones nacionales y de otras más limitadas a los departamentos o comunidades campesinas específicas, se concretaron cinco líneas políticas- electorales que no solo tuvieron impacto en las zonas rurales sino también en las zonas urbanas y mucho más en las áreas de ubicación intermedias, que tienen aspectos típicamente urbanos pero al mismo tiempo con espacios rurales y con población con comportamientos rurales y una llamativa expresión de formas de comportamientos y de mecanismos de conductas orientados por una cultura campesina, desde el lenguaje usual hasta formas de organización familiar, social, económica, religiosa y hasta deportivas que constituyen expresiones tradicionales del campesinado.

Las cinco líneas señaladas serán desarrolladas a continuación:


1- LA CONSOLIDACIÓN DE UNA IDENTIDAD, MÁS ALLÁ DE LOS ELEMENTOS TRADICIONALES

La identidad colectiva en el contexto de la sociedad paraguaya era una consecuencia de la forma en que se interpretaban los hechos claves en la historia del Paraguay. Por esta razón entre las formas de representación aparecen el: a- Ethos de resistencia, b-La visión maniquea de la realidad, c-La comunidad cultural, d- La ética del Ore-cueté (3).

La representación no es producto de la imaginación; tiene que estar relacionada a hechos, claro que esos hechos están muchas veces tamizados por las concepciones ideológicas. Los dos aspectos juegan en la representación. No solo la historia conflictiva con los países limítrofes, incluyendo la trágica guerra contra la Triple Alianza que se extendió de 1865 a 1870, sino posteriormente la Guerra del Chaco con Bolivia. Pero incluso antes de la independencia el 14-15 de Mayo de 1811, las batallas de Tacuarí y Paraguarí que fueron dos hechos claves que influyeron precisamente para trazar la línea de la independencia del Paraguay.

Los conflictos políticos, que no surgen con el sello soberano del país, nacieron desde el inicio de la conquista, entre fracciones españolas vinculadas a las diferentes etnias de la región. Siempre la situación conflictiva está integrada a la historia del Paraguay y la misma perdurará en la conciencia de la gente y dará origen y continuidad a algo que crea una característica integrada a la expresión de la vida de las y los paraguayos. Esta experiencia y expresión peculiar será fortalecida por la lectura ideológica de la vida colectiva paraguaya y los ejemplos de actos con fuerte sentimiento de valentía. La característica de un ethos de resistencia es parte de la experiencia colectiva y las acciones. Con posterioridad a los dos partidos tradicionales, el Colorado y el Partido Liberal, que fueron creados en el año 1885, aportaron también esa cuota de conflictividad a la historia paraguaya.

 

2-  LA GENERALIZACIÓN DE LA CRISIS CAMPESINA EN UN PROCESO DE CAMBIO ACELERADO

La crisis campesina en el Paraguay no es un hecho novedoso. Se dio en la conquista con la utilización de la tierra para la producción ganadera. Incluso grandes extensiones de tierras fueron cercadas para la explotación ganadera y aun cuando se respetaron los pueblos indígenas, la población en esos núcleos de poblamiento trabajaban pero en las tierras de los españoles, ya sea a través de la encomienda que ataban a los y las aborígenes como mitayos o como esclavos yanaconas (4).

La independencia, la primera revolución radical en América (5), en la expresión de R.Alan Wite, creó las condiciones adecuadas para la preservación de una sociedad con ciertos rasgos igualitaristas, reconociendo el poco respeto a los criterios ya vigentes en relación a los derechos humanos y las formas de organización política de las sociedades.

La guerra contra la Triple Alianza, Brasil, Argentina y Uruguay en conflicto con el Paraguay, tuvo repercusiones determinantes para la sociedad paraguaya. Un país en la ruina utilizó sus riquezas naturales para intentar mejorar; así se llevó adelante la venta de tierras públicas, que se remataban en Londres, y otras ciudades importantes de Europa y América. Así surgió la dualidad de la estructura agraria: latifundio y minifundio. Las tierras vendidas eran abandonadas por los campesinos tal cual lo describe patéticamente Carlos Pastore en su libro clásico: La lucha por la tierra en el Paraguay. Después de la guerra la población quedó radicalmente diezmada, y la tierra rural sirvió nuevamente de cobijo para la población. Surgieron dos actividades económicas claves: la explotación forestal, con la eliminación de las selvas y bosques naturales, y la explotación ganadera, fundada en la utilización extensiva de la tierra.

Esta situación de relativa persistencia de la producción rural campesina pudo pervivir hasta la década de 1960, cuando se produjeron hechos relevantes en la historia. La colonización y el avance de la frontera este y la construcción de las grandes represas utilizando el caudal del río Paraná. La migración masiva no solo de paraguayos sino sobre todo de la población de países limítrofes, especialmente el Brasil y de empresas inversoras extranjeras que cambiaron sustantivamente la situación rural del Paraguay. En estas condiciones, hubo al comienzo una tímida respuesta del campesinado, que fue progresando y articulándose con el tiempo. Sin duda alguna, esta experiencia, liderada por una institución integradora y de gran vigencia en la sociedad paraguaya, fue un elemento clave para producir un cambio político fundamental en la historia.

 

3- EL AUGE DE LA PRODUCCIÓN RURAL,

como consecuencia del precio en el mercado de cereales, en especial la soja, y el incremento del precio del ganado en el mercado internacional. Concomitantemente a estos hechos esperanzadores, se está dando en la sociedad paraguaya una fuerte crisis campesina. Los campesinos sienten y viven en carne propia cómo van quedando al margen de las posibilidades de progresar en el campo, y cada vez más sienten que van quedando relegados dentro de la sociedad. Por eso se integran a los movimientos sociales. Siguiendo a A. Touraine, este autor señala que para que pueda existir un movimiento social son necesarias tres condiciones: 1- Principio de identidad social. Elementos que otorguen al grupo social una peculiaridad propia de inserción y actuación social. Se reconocen como parte de un actor que tiene una peculiaridad social. Es lo que los campesinos agudamente dicen, cuando se expresan como un grupo: “campesinoháicha”, “como campesinos” hablan desde una perspectiva que les define como grupo a ellos y frente a ellos. 2- Principio de oposición, se refiere al actor social al cual se oponen, quienes son los que impiden su desarrollo y en consecuencia se oponen a su constitución como un movimiento social y 3- Principio de totalidad, es decir, el movimiento social se presenta como un actor que tiene un proyecto histórico que involucra a toda la sociedad. Es lo más difícil; ya no se trata de una cuestión que afecta particularmente a un grupo social, afecta a toda la sociedad de manera determinante, por eso la solución no es solo de carácter particular, es una respuesta a un problema que se convirtió en un problema fundamental toda la sociedad.

Es este tercer principio el más complejo. No se trata de una cuestión que puede ser planteada solamente como una acción para un grupo, sino de un grupo para toda la sociedad, por lo tanto su acción tiene un efecto sobre toda la sociedad. Hasta hoy, el movimiento campesino no fue capaz de presentarse como un actor con un proyecto histórico para toda la sociedad; precisamente, quienes se oponen se empecinan en observar a los campesinos que un actor social que se opone a todo lo que significa progreso se opone a todo proceso de innovación y solo en última instancia representa a los que han quedado o están quedando al margen de la historia.

 

4-EL DEBILITAMIENTO DE LA SOCIEDAD PARAGUAYA,

con un Estado que no es capaz de encontrar una alternativa más protagónica para los paraguayos y las paraguayas. La sociedad paraguaya está en un proceso de debilitamiento como consecuencia de la carencia de conducción desde el Estado. En la historia del Paraguay, el control del aparato estatal era un método para facilitar el acceso a los recursos económicos, utilizando las vías legales e ilegales. Algunos inclusive pensaron que en la sociedad paraguaya, primero se alcanzaba el poder político y luego el poder económico. Esto era la consecuencia de una sociedad empobrecida en donde el Estado aparecía como la única organización que controlaba recursos y que con el apoyo de sus recursos humanos y bélicos eran capaces de controlar también la sociedad.

Pero, aun reconociendo cómo se formaron algunas fortunas en el Paraguay mediante el control o influencia sobre los que manejaban el Estado, no hay dudas que la posibilidad de acceder al Estado es solo posible mediante cierto control de recursos o influencias relevantes sobre quienes controlan recursos económicos en la sociedad. Esta situación incluso de dio después de la guerra contra la Triple Alianza.

¿Pero qué está pasando en el Paraguay actual? Existe un proceso de aceleración en el crecimiento poblacional urbano; por otra parte, se observa un llamativo crecimiento de la superficie controlada como parte de un proceso de latifundización de las tierras rurales; por otra parte también se da un aumento de producción agrícola a gran escala (soja y más débilmente, trigo y maíz), lo que implica el manejo de recursos tecnológicos apropiados. El control de las tierras rurales está siendo un factor clave en el proceso de acumulación de capital. La tierra adquirida a un precio mucho menor que su valor en los países limítrofes se convierte en un factor de inversión extranjera, por consiguiente en el proceso de latifundización juegan un papel clave los inversores, las empresas y también productores privados. Esta situación es sustancialmente diferente al proceso que se dio en Europa en el siglo XVII, para en el siglo XVIII continuar con la llamada Revolución industrial que se extendió en el siglo XIX hasta alcanzar, en algunos países, al siglo XX.

Esto quiere decir que con el proceso de acumulación y la crisis emergente en el sector de la población rural, se dio el proceso de la Revolución industrial, que alteró profundamente la forma de producción y las posibilidades mismas de producción. ¿Qué pasa en los países que tienen fuertes procesos de acumulación de capital pero sin la capacidad de impulsar un proceso de cambio industrial? El problema no es solo de producción sino también de las condiciones para producir y las respuestas a las necesidades de la población. Esta es la causa básica por la cual al crecimiento industrial acompaña un proceso de crecimiento de la pobreza social y como efecto de esto último un aumento inusitado de los problemas de convivencia social.

A todos los inconvenientes sociales y económicos debe agregársele también la incapacidad del Estado para buscar nuevas alternativas para orientar a la sociedad hacia el desarrollo económico. Un hecho llamativo y fácil de observar es cómo los grandes emprendimientos que generan alteraciones radicales de los núcleos urbanos, en nuestro país, ciertamente transforman el paisaje, pero a un ritmo infinitamente más lento.

 

5-LA NUEVA SITUACIÓN MUNDIAL,

que exige encontrar formas de relaciones económicas, tecnológicas, sociológicas, culturales en un mundo cada vez más integrado. Las relaciones socioeconómicas prevalecientes en el periodo industrial están cambiando rápidamente, en un mundo mucho más interrelacionado. Las comunicaciones se han diversificado y ampliado sustantivamente, tanto que los hechos o acontecimientos de interés mundial se viven simultáneamente a lo largo de todo el planeta. El problema no es la comunicación, sino la peculiaridad de las condiciones de vida de los diferentes grupos humanos en los diferentes países. Si el aspecto comunicacional es importante, los efectos que produce en la economía, en el sistema financiero mundial, en el deporte, en la religión, en el intercambio de recursos, es también relevante. Estamos en un mundo mucho más integrado, tanto que los acontecimientos aparentemente lejanos se convierten en informaciones conocidas casi en los mismos momentos en que ocurren.

Pero lo importante es que tales fenómenos no son capaces de unificar en una sola cultura, la experiencia humana. Al contrario, los procesos cada vez más fuertes de integración tienden a consolidar las experiencias culturales particulares. Tanto que hasta nos atrevemos a expresar que las tensiones surgidas en el siglo XX en torno a los temas ideológicos, en el siglo XXI al parecer serán mucho más culturales. Pero se trata de una nueva forma de encarar los problemas, en este sentido. Aun con el respeto más profundo que exige un autor de la calidad de un pensador mundial como Umberto Eco, que en su libro con el llamativo título de A pasos de cangrejo (6) nos remite a situaciones históricas que ya se han dado en la historia humana. Lo relevante es que las nuevas condiciones, con el desarrollo de la ciencia y la tecnología, constituyen un hecho clave que cada vez se irá extendiendo y divulgando.

Es interesante observar cómo, a nivel del intercambio económico, los hechos que acontecen en una determinada región, o incluso en un determinado país, repercuten de manera directa e inmediata en otras regiones y en otros países y también cómo esas repercusiones alteran, en muchos casos las condiciones particulares en que se encuentran las diferentes sociedades humanas. Y no solo los aspectos económicos, sino también los aspectos políticos, sociales, religiosos que son percibidos y evaluados no desde una sola perspectiva, sino desde perspectivas diferentes, con resultados finales también diferentes. En la medida en que nos encontramos en un proceso cada más dinámico de interrelación, descubrimos también la particularidad de cada una de las sociedades y culturas.

 

LA NUEVA REALIDAD MUNDIAL Y LOCAL EN EL FENÓMENO DE LA ALTERNANCIA

Las condiciones actuales del mundo fueron factores que impulsaron el desarrollo social del campesinado. La capacidad organizativa se produjo a lo largo de un proceso que tuvo mucho que ver con cambios que se registraron en sociedades limítrofes que generó un proceso de movilización de sus poblaciones, por esta razón al comienzo de este proceso el campesinado era solo observador, posteriormente el campesinado fue logrando una identidad social, hasta lograr transformarse en el inicio de un movimiento social en proceso de crecimiento y líneas de acción cada vez más orientado por intereses particulares emergentes directamente de la actividad económica agrícola.

Después de la década del 90, del siglo pasado, la producción de soja, y en menor medida, trigo, sorgo, maíz y la producción ganadera se convirtieron en fuentes de ingresos relevantes para la economía del país, lo que produjo un cambio sustancial en el sector rural. La antigua concepción tradicional del campesinado cambió, surgió una fuerte identidad colectiva, y los conflictos se diversificaron.

Los peligrosos conflictos de las dos últimas décadas responden a la expansión de las grandes propiedades rurales sobre las exiguas tierras del campesinado, a la pérdida de terrenos obtenidos del Estado que no fueron pagados en su totalidad, los campesinos vendían lo que agudamente denominaron “sus derecheras”, sus derechos sobre esos terrenos que fueron “transferidos”. La candidatura de Fernando Lugo aceleró el proceso de identidad no solo del campesinado, sino como de un importante sector de la sociedad al margen de las identidades estrictamente tradicionales. Los campesinos y los pobladores de áreas urbanas, tal cual están definidos en el censo, no se vieron atados a sus concepciones tradicionales, entre los que juegan sin duda alguna las tradiciones políticas partidarias.

A nivel local, más concretamente como consecuencias de zonas geográficas específicas en donde se dieron situaciones tales como denuncias presentadas por las Hermanas de la Congregación del Buen Pastor en la zona de Naranjito, como consecuencia de la persecución de la que eran víctimas al asumir la defensa del campesinado; denuncia de la Central Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Populares por la denuncia del coordinador del Guairá; denuncia de la Organización de Desarrollo Comunitario del Guairá por la persecución de que eran objeto los pobladores del asentamiento 8 de Diciembre de Paso Yobai; denuncia de la Organización Nacional Campesina como consecuencia de homicidios ocurridos en Curuguaty; Campesinos de Alemán Cué solicitaron el esclarecimiento de tres homicidios; denuncia de hechos de torturas en Mbuyapey, departamento de Paraguarí; denuncia del asesinato de dos campesinos en Caacupé-mí, departamento de Cordillera; Coordinadora Obrera Campesina y Popular denuncia persecución los trabajadores de una fideería; solicitan ayuda humanitaria jóvenes agricultores de Tekoyoyá, Comisión Vecinal de Fomento y la Asociación Vecinal de cañicultores de la compañía Aldama Cañada de Capiatá, y muchas otras organizaciones y varias denuncias presentadas a la Comisión de Derechos Humanos del Senado (7).

Esas organizaciones locales le dieron una presencia amplia al movimiento campesino. Ya no era algo restringido al ámbito solo rural, principalmente los núcleos urbanos de los diferentes departamentos, a excepción de Alto Paraná y en menor medida Encarnación. Por esta razón el triunfo de Lugo se constata en muchos departamentos y principalmente son relevantes aquellos departamentos que sufrieron más directamente los embates de los procesos de transformación socioeconómica como consecuencia de la influencia de países limítrofes y el impacto del mercado internacional en la producción de bienes que son cada vez más demandados en el mundo.

Si bien a nivel cuantitativo el peso de la población rural no fue determinante, parte de la población urbana tuvo un comportamiento similar y en algunos casos más determinante que la población rural, tal la población del departamento Central, y Alto Paraná, los efectos cualitativos, gracias al papel desempeñado por los Movimientos Campesinos, ayudaron a consolidar la alternativa diferente al Partido Colorado, que no implicaba una oposición contra su tradicional adversario el Partido Colorado. En esta realidad también jugaron en parte las diferencias internas dentro del Partido Colorado, pero esta situación si bien influyó en los resultados, no puede, ni debe compararse con la relevancia del Movimientos Campesinos en la alternada política, que solo considerando los orígenes de nuestra independencia en el año 1811, es la primera vez que se produce y esperemos que abra una nueva etapa de consolidación democrática.

 


Bibliografía:

1. Chatelet Francois, Pesier-Kouchner.E: Las concepciones políticas del siglo XX. Editorial Espasa Calpe

2. Conferencia Episcopal Paraguaya. Equipo de Pastoral Social. «Tierra y Sociedad. Problemática de la tierra urbana, rural e indígena en el Paraguay». Cuadernos de Pastoral Social. Nº 4. Agosto. 1984

3. Eco, Umberto: A paso de cangrejo. Conjunto de artículos periodísticos escritos sobre hechos y acontecimientos de trascendencia mundial. Editorial Sudamericana. Buenos Aires 2007.

4. Informe 2005-2006 de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Senadores del Congreso Nacional. El andar de los derechos humanos en el Paraguay. Cámara de Senadores. Junio 2006. Asunción.

5. Morínigo, José N: Vocabulario político. Expolibro.

6 .        Comp. en Huellas, urgencias y olvidos. Universidad Católica. Asunción. Marzo 1999.

7 .        Brítez Edwin: La construcción de la opinión pública en el Paraguay. Véase con atención la tercera y cuarta parte. Ediciones Promur/Ges. Asunción, noviembre 2004.

8. Pastore, Carlos: La lucha por la tierra en el Paraguay. Editorial Antequera. Montevideo. 1972

9. Susnik B. El rol de los indígenas en la formación y en la vivencia del Paraguay. Instituto Paraguayo de Estudios Nacionales. 2 tomos.

10. Wite, Alan Richard: «La primera revolución radical en América». Revista de la Universidad Católica. Asunción. 1978.


SUB NOTA

*José Nicolás Morínigo. Nació en Asunción el 20 de marzo de 1947, abogado, sociólogo y máster en Ciencias Políticas, realizó sus estudios de Asunción y Costa Rica. Luchó contra la dictadura stronista y por ese motivo sufrió cárcel, persecución y tortura. Fue Convencional Constituyente. Senador de la Nación en el periodo parlamentario 2003 - 2008. Director del Gabinete de Estudios de Opinión GEO desde su fundación. Publicó individual o conjuntamente con otros, 14 libros; los tres últimos son: Puerto Casado verbo e imagen de la dignidad, La construcción de opinión pública en el Paraguay, y el Informe 2005 - 2006 de la Comisión de Derechos Humanos del Senado.



NOTAS

1. Chatelet Francois, Pesier-Kouchner.E: Las concepciones políticas del siglo XX. Editorial Espasa Calpe Madrid. Se propone una reflexión general sobre el conjunto de las concepciones políticas del siglo XX, No se presentan resúmenes analíticos, sino un material temático.

2. El análisis de la caída de la dictadura Stronista véase: Morínigo, J.N. Comp. en Huellas, urgencias y olvidos Universidad Católica. Asunción. Marzo 1999.

3 Morínigo, José N. Brítez, Edwin: La construcción de la opinión pública en el Paraguay, Véase con atención la tercera y cuarta parte. Ediciones Promur/ Ges. Asunción. Noviembre 2004.

4 Sobre el tema véase: Pastore, Carlos: La lucha por la tierra en el Paraguay. Editorial Antequera. Montevideo. 1972 Susnik B. El rol de los indígenas en la formación y en la vivencia del Paraguay. Instituto Paraguayo de Estudios Nacionales.

2 tomos. Conferencia Episcopal Paraguaya. Equipo de Pastoral Social. «Tierra y Sociedad. Problemática de la tierra urbana, rural e Indígena en el Paraguay». Cuadernos de Pastoral Social. N° 4. Agosto. 1984. Morínigo, José N. Vocabulario político, El punto referido a la Reforma Agraria. Editorial. Expolibro. Asunción. 1995.

5 Wite, Alan Richard «La primera revolución radical en América». Revista de la Universidad Católica Asunción. 1.978.

6. Eco Umberto. A paso de cangrejo. Conjunto de artículos periodísticos escritos sobre hechos y acontecimientos de trascendencia mundial. Editorial Sudamericana. Buenos Aires. 2007

7 Informe 2005-2006 de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Senadores del Congreso Nacional. El andar de los derechos humanos en el Paraguay. Cámara de Senadores. Junio 2006. Asunción.

 

 

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MABEL REHNFELDT, JESÚS RUIZ NESTOSA, ALEJANDRO VIAL

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