COLECCIÓN VRIC-VRAC
Obras de OSCAR ORTEGA
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Oscar Ortega hizo surgir bajo el patronazgo del azar sus nuevos objetos y su exposición en la Galería de Arte Agustín Barrios, del Centro Cultural Paraguayo-Americano. EL azar es partero, mensajero de lo maravilloso, productor de sorpresas, director de lo incoherente, animador de una ilimitada libertad artística. Los objetos que muestra Oscar Ortega siguen este principio, intentan, mediante la confrontación de las cosas más diversas, arrancar lo banal y cotidiano de la despensa de la materia y producir asó nuevas realidades. Fiel a la sentencia de un ancestro del surrealismo, Comte du Lautreamont, de que el "encuentro casual de una maquina de coser y un paraguas sobre una mesa de disección" produce belleza, Ortega realiza, libre de todo prejuicio, encuentros entre sus piezas halladas, entre objeto y tono, entre obra de arte y espectador, entre pasado y presente: en algunos objetos, el espectador es directamente incorporado en el juego de los significados a través de su acción; la vieja mesa de trabajo, que lleva como graffito las huellas de trabajos pasados, se convierte en un estereotipo de nuevas láminas gráficas; una escultura colgante, que hace asociar un pájaro, se transforma en algo distinto. Y: el enuentro de todas esas cosas en el espacio actual de la exposición, a su vez, le hará caer en suerte al objeto individual niveles de significados y modos de percepción nuevos. La rebelión antiestética y el placer heterodoxo de la experimentación, fronterizos entre los géneros, están en el centro del trabajo; su fruto radica en la libertad creadora, en su apertura, que sirve de todos los teclados posibles, que encadena entre sí los más diversos niveles de material, de realidad y significado.
Fuente: espacio web del artista
Sobre el artista escribe la crítica de arte alemana Dorotee Willert: “EL azar es partero, mensajero de lo maravilloso, productor de sorpresas, director de lo incoherente, animador de una ilimitada libertad artística. Los objetos que muestra Oscar Ortega siguen este principio, intentan, mediante la confrontación de las cosas más diversas, arrancar lo banal y cotidiano de la despensa de la materia y producir así nuevas realidades. Fiel a la sentencia de un ancestro del surrealismo, de que el "encuentro casual de una máquina de coser y un paraguas sobre una mesa de disección" produce belleza, Ortega realiza, libre de todo prejuicio, encuentros entre sus piezas halladas, entre objeto y tono, entre obra de arte y espectador, entre pasado y presente: en algunos objetos, el espectador es directamente incorporado en el juego de los significados a través de su acción; la vieja mesa de trabajo, que lleva como grafiti las huellas de trabajos pasados, se convierte en un estereotipo de nuevas láminas gráficas; una escultura colgante, que hace asociar un pájaro, se transforma en algo distinto.
Y: el encuentro de todas esas cosas en el espacio actual de la exposición, a su vez, le hará caer en suerte al objeto individual niveles de significados y modos de percepción nuevos. La rebelión antiestética y el placer heterodoxo de la experimentación, fronterizos entre los géneros, están en el centro del trabajo; su fruto radica en la libertad creadora, en su apertura, que sirve de todos los teclados posibles, que encadena entre sí los más diversos niveles de material, de realidad y significado.”
Fuente: Exposición “Retro XX-XXI" enero (2008).
Centro Cultural de España Juan de Salazar. - Asunción-Paraguay.
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