SÍ, VOY A HACER POLÍTICA

 Por LUIS BAREIRO

lbareiro@uhora.com.py

Varias organizaciones sociales pretenden sentar a los presidenciales a una mesa e instarlos a que acuerden algunas acciones cuya ejecución pase a ser absoluta prioridad del nuevo Gobierno, gane quien gane las elecciones. Un pacto de caballeros.

La intención es buena, pero, me temo que terminará siendo una piedra más de las tantas que tachonan el camino que conduce al infierno de la inercia. No es que dude de los buenos oficios de quienes proponen el intento, sencillamente no creo en un compromiso, de ningún tipo, asumido antes de unas elecciones.

Ya no somos una cándida doncella. Después de cinco elecciones en democracia sabemos perfectamente que cualquier promesa electoral vale lo que el lascivo cortejante afirma y jura con tal de llevar a la persona cortejada a niveles de mayor intimidad. Sus verdaderas intenciones solo las conocerá el blanco del cortejo después de haber cedido cándidamente en un oscuro cuarto, o en un cuarto oscuro, si la cesión se limita al sufragio.

Y no es que todos los candidatos sean unos mentirosos compulsivos. Puede que alguno tenga la auténtica intención de hacer lo que promete. Lo que realmente podrá hacer, sin embargo, dependerá de cuál sea el escenario una vez que todas las otras fuerzas hayan ocupado sus espacios. Solo entonces el ungido sabrá cuántas ambiciones ajenas y propias deberá esquivar o alimentar para avanzar en sus proyectos.

Por eso propongo que antes que obligar a los candidatos a establecer acuerdos, deberíamos ser nosotros, quienes no estamos directamente involucrados en el pleito electoral, los que busquemos establecer acuerdos pensando en el Paraguay de los próximos años.

Y no me refiero a una cuestión lírica ni abstracta, sino a situaciones concretas que viviremos después del 2013 y que pueden generar cambios radicales en nuestras vidas.

Por ejemplo, es un hecho que habrá una reforma constitucional. ¿Por qué esperar que los partidos elaboren su propuesta de Carta Magna? ¿Por qué no trabajar como sociedad civil en la nuestra? ¿Cómo elegir jueces y fiscales? ¿Cómo atar constitucionalmente porcentajes mayores del ingreso público al gasto social? ¿Podemos despolitizar la educación?

Son decisiones políticas que determinarán nuestro futuro. ¿Por qué dejarlas por completo en manos de los políticos? Hacer política no supone necesariamente militar en un partido o aspirar a un cargo, sino incidir en las decisiones. Y ese es el único compromiso que realmente necesita el país, que la sociedad se comprometa a hacer política.

Así que júrese a sí mismo: "Sí, voy a hacer política".

Fuente:  ULTIMA HORA (ONLINE)

Sección OPINIÓN

Domingo, 20 de Enero de 2013, 01:00

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)