CABEZA DE JOVEN INDIO.
Escultura de bronce de VICENTE POLLAROLO
COMENTARIO (Páginas 371 y 372): En escultura, VICENTE POLLAROLO (1903-1958) representa este momento vacilante e intermedio; también actúa como una figura aislada, formada en Europa y moviéndose entre un flaco naturalismo, un impresionismo discreto y algunas tímidas innovaciones posimpresionistas. Pero esa ambigua y difícil época de la transición tiene aún mayores dificultades en la práctica de la escultura que en la de la pintura, y el atraso y el aislamiento (agravados por los motivos señalados en el capítulo anterior) afectan más a la primera que a la segunda.
VICENTE POLLAROLO tiene una buena formación y un soterrado impulso renovador, pero los mismos no pudieron desarrollarse dentro del género del "monumento público", limitado por las exigencias naturalistas y por los temas de rigor, de los que su obra necesariamente dependió. Su técnica libre y espontánea, de filiación impresionista (para Pollarolo, según HERMANN GUGGIARI, era fundamental "la primera impresión"), el uso de algunos elementos expresionistas y un cierto espíritu rodiniano, hacen de su obra la primera escultura con alguna inquietud de actualidad y apertura posacadémicas, pero la misma no tuvo posibilidades de sobreponerse a las dificultades del encerramiento y la falta de apoyo para la producción escultórica; probablemente sus mejores trabajos fueron realizados entre su llegada al país (en 1931) y los primeros años posteriores a la Guerra del Chaco; luego su obra comenzó a declinar, se repitió y perdió fuerza expresiva ante la necesidad de resumir el sentido y la función de este momento en los términos históricos procesuales que nos interesan; diríamos que la misma constituye una versión local del pos-impresionismo europeo, mediatizado por la subdependencia cultural rioplatense.
Por TICIO ESCOBAR
Fuente: UNA INTERPRETACIÓN DE LAS ARTES
VISUALES EN EL PARAGUAY, Editorial SERVILIBRO
Por TICIO ESCOBAR
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