LA DIGNIDAD NO TIENE PRECIO
Por ALBERTO ACOSTA GARBARINO
Presidente de Desarrollo en Democracia
El trato humillante que ha recibido el Paraguay en la Cumbre del Mercosur realizada en Mendoza, sumada a la forma absolutamente ilegal e ilegítima de suspenderle a nuestro país del bloque regional y de permitir el ingreso de Venezuela, ha generado un sentimiento de indignación en gran parte del país.
Yo no estoy ajeno a ese sentimiento y debo confesar que me ha sido extremadamente difícil escribir este artículo, porque en un pequeño espacio como es el de esta columna de opinión, debía resumir mis muchos sentimientos y pensamientos.
Mi sentimiento es de indignación y tristeza por lo que ha ocurrido y creo que independientemente al pro o el contra de cualquier decisión, el Paraguay no puede tolerar el manoseo del que fue objeto.
El Paraguay tiene la obligación de retirarse del Mercosur para mantener su dignidad, a pesar de los costos económicos que esta decisión pueda acarrear. La dignidad no se negocia y no tiene precio.
Para hacer posible este retiro, el Paraguay debe "denunciar" el Tratado de Asunción, según lo establecido en el artículo 21 del mismo.
La palabra "denunciar" significa en el derecho internacional, la declaración unilateral que realiza un Estado de retirar su consentimiento a un tratado internacional.
Si bien el Paraguay tiene que retirarse del Mercosur, tiene que hacerlo en forma inteligente, gradual y negociada. Una cosa es comunicar la decisión y otra cosa es la implementación de dicha decisión.
Felizmente el mismo artículo 21 del Tratado de Asunción indica que en caso que un país "denuncie" el Tratado, tiene a partir de dicha "denuncia" dos años donde permanecen todos los derechos y las obligaciones.
Ese plazo que nos otorga el mismo Tratado, nos va a dar el tiempo suficiente para una salida negociada.
La propuesta que sugiero es: salir de nuestra condición de "Miembro Pleno" del Mercosur que nos obliga a tener una zona de libre comercio, tener un arancel externo común, tener políticas comerciales unificadas ante terceros países, tener una coordinación macroeconómica y, por último, tener una serie de acuerdos políticos, como el de Ushuaia.
La propuesta es: convertirnos en "Miembro Asociado", como lo son Chile, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia, que limitan su asociación a tener acuerdos de libre comercio con los países del Mercosur.
Ese nuevo estatus nos permitiría, como lo hace Chile, negociar con otros países de la región y del mundo, acuerdos de libre comercio. Recordemos que Chile tiene acuerdos de libre comercio con cerca de 65 países, entre los que podemos citar a Estados Unidos, China, la Unión Europea, Corea, Japón, México y... Mercosur, entre otros.
Este nuevo estatus y siendo un país pequeño va a facilitarnos la obtención del Tratamiento Especial y Diferenciado (TED) que otorgan los países desarrollados a los países en desarrollo.
Salgamos del Mercosur porque el mismo está muerto y hoy ya no le sirve a nadie, ni siquiera a Brasil, Argentina y Uruguay.
El Mercosur ha dejado de ser un proyecto económico de integración de mercados, para convertirse en un proyecto político, pero para eso está Unasur.
El Paraguay, en sus doscientos años de vida como nación, tuvo una primera etapa de aislamiento de los vecinos para mantener su independencia hasta que vino la Guerra contra la Triple Alianza que lo dejó pobre y dependiente hasta nuestros días.
Aprovechemos este sentimiento de indignación nacional para dejar de lado esa diplomacia mendicante y recuperemos nuestra dignidad.
Salgamos del Mercosur que ya no sirve, pero no para quedar aislado sino, por el contrario, para trabajar con dignidad por nuestra verdadera integración a la región y al mundo.
OPINIÓN | EDICION IMPRESA | Domingo, 01 de Julio de 2012
Fuente en Internet : ULTIMA HORA DIGITAL/ PARAGUAY
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