LOS MICROPRECIOS Y LOS MACROPRECIOS

 Por ALBERTO ACOSTA GARBARINO

 
La semana pasada el Banco Central del Paraguay dio a conocer la tasa de inflación mensual y anual al mes de enero de 2012, la cual es de apenas el 4,4 %, la más baja del Mercosur, menor al 6,4 % del Brasil, al 8,05 % del Uruguay y al 24 % de la Argentina.

Es importante que el lector conozca que este índice (IPC) representa el aumento de los precios de los productos que compra habitualmente el consumidor, como la carne, el tomate y el limón, por citar algunos, y los mismos son conocidos en la jerga económica como MICROPRECIOS.

Esta es una buena noticia para los consumidores paraguayos y confirma lo que venimos repitiendo desde hace tiempo, de que el Paraguay ha sido y continúa siendo el país de la región más estable y responsable en lo económico.

Esta afirmación fue refutada en un evento organizado por DENDE hace cuatro años, por el economista chileno Nicolás Eyzaguirre, exministro de Hacienda de Chile durante el gobierno de Ricardo Lagos y actual director para el Hemisferio Occidental del FMI.

Eyzaguirre decía que la economía paraguaya NO ha sido estable, porque si bien su inflación ha sido baja, la volatilidad del crecimiento de su PIB ha sido una de las peores de la región.

Volatilidad significa tener una caída del 3,5 % en el 2009, un aumento del 14,5% en el 2010 y una frenada al 4% en el 2011. En promedio la economía paraguaya creció un 4,9% anual, pero con una enorme oscilación.

Un año de gran crecimiento genera gran expectativa, lo que hace crecer la inversión y el endeudamiento de la gente. Al año siguiente, la caída económica le lleva a la quiebra a muchos de ellos.

Es cierto que en una economía dependiente del sector agrícola y de las exportaciones como es la paraguaya, es normal tener un nivel alto de volatilidad, pero también es cierto que las políticas económicas deben justamente, intentar reducir dicha volatilidad.

Las políticas económicas deben ser anticíclicas, que es fácil decirlo pero muy difícil de implementarlo, porque las mismas son como caminar entre dos despeñaderos, con el riesgo de caer en el calentamiento y la burbuja por un lado o en el enfriamiento y la recesión por el otro.

Para mantener el equilibrio es fundamental observar el "timming", es decir, estimular o desestimular la economía en el momento correcto, porque si se actúa a destiempo, el remedio puede ser peor que la enfermedad.

En la implementación de estas políticas anticíclicas el Ministerio de Hacienda no tiene mucha flexibilidad en comparación al Banco Central que puede libremente aumentar o disminuir lo que en la jerga económica se llaman los MACROPRECIOS.

Los MACROPRECIOS son el precio del dinero (tasa de interés) y el precio de las otras monedas (tasa de cambio) y la PREDECIBILIDAD de los mismos son determinantes para las decisiones de inversión de los diferentes actores.

En los primeros meses de este año, uno de estos MACROPRECIOS ha sido tremendamente inestable. La tasa de cambio del dólar ha subido más de 200 puntos en enero y ha bajado cerca de 100 puntos en febrero.

Esta volatilidad es inaceptable en un mercado cambiario tan pequeño y con un Banco Central con un alto nivel de reservas internacionales.

El Banco Central debería mejorar el "timming" de sus intervenciones y poner foco no solo en los microprecios sino también en los macroprecios.

El año 2012 se observa más complicado que los anteriores, por la sequía, la aftosa y el enfriamiento de la economía del Brasil. Vamos a necesitar políticas económicas que ayuden a mantener el mercado interno dinámico, para compensar los problemas en el frente externo.

La predecibilidad de los MACRO precios es el requisito básico para estimular la inversión, que a su vez es el motor que nos permitirá avanzar hacia el desarrollo.

Fuente:  ULTIMA HORA (ONLINE)

www.ultimahora.com

Sección OPINIÓN

Domingo, 05 de Febrero de 2012

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