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LEONARDO GONZÁLEZ

  VIDA, 2009 - Poemario de LEONARDO GONZÁLEZ


VIDA, 2009 - Poemario de LEONARDO GONZÁLEZ

VIDA

Poemario de LEONARDO GONZÁLEZ

 

Impresión Editora LITOCOLOR S.R.L.

Asunción – Paraguay

2009 (84 páginas)

 

INDICE:

Universo y vida/ Inteligencia/ Microcosmos y macrocosmos/ Cosmogénesis y evolución/ Hombre, contemplación y guerra/ Bien, justicia y ley/ ¡Mira atentamente, buscador!/ Misericordia/ Escuchar y, oír/ Divinas inspiraciones/ Las palabras del sabio/ La paz del silencio/ El cansancio y, la necedad/ El canto de realización/ Tocado por la mano de Dios/ El discípulo/ Siempre a tu lado/ El ansia de santidad/ Fe/ Éxtasis espiritual/ Aquí y, ahora

 

 

Con nuestro amor

Surgió algo

Nuevo


Algo nunca antes hallado

Jamás presenciado:

La vida


Pequeña chispita

Originada en los confines

De la eternidad


¡Mirad, aquel tizoncito

surgiendo en el frío yermo

del universo inerte!


Convirtiéndose en una fogata

Que, devorando la leña del recientemente nacido espacio-tiempo

¡La hará estrujar innumerables posibilidades en la nada!


¡La vida va implosionando y explosionando

como fuegos de artificio multidimensionales

desplegando sus colores en una danza sin fin!


¡Cómo este universo regurgita, cual niño sobrealimentado

planetitas y estrellitas

exuberantes de energía!


Desde la atemporalidad

Se fue cocinando esta sopa espaciotemporal

¡Hijitos, venid a la mesa: la existencia ya está lista!


Esta es la máxima maravilla

Imposible de escudriñar exteriormente

Dificilísima de entender


Sí, porque, ¿no resulta absurdo y ridículo

el hecho de que la vida se cuestione a sí misma?

¡El gran misterio mirando debajo de sus propias faldas sólo para frustrarse a sí mismo!


Ya que, si el universo fuese solo

¿Qué sentido tendría su instauración?

Y si la vida fuese sola, ¿qué universo la impugnaría?


Por tanto, la parca y diminuta mente por sí sola

Jamás dará con el origen último y sincero del universo

¡Olvidad la vida misma, que su misterio atroz está lejos de las pinzas y tubos de ensayo!


Como la flor, abriendo sus pétalos

Y desplegando su aroma

Así surgió el universo y la vida: indisolublemente juntos


Uno es la estructura, otra la base

Uno los pilares, otro el armazón

¡Esta construcción cósmica es imposible ver con los ojos carnales!


Así que, si bien es dado iniciar la vida

Junto con el universo

Los sabios sonríen al ver a la verdadera vida pisotear eternidades


Cual titán imparable

Esta vida imperecedera

Derrumba las paredes del tiempo


Con su ciclópea fuerza

Marca los linderos

De la eternidad


Con su omnisciente ojo

Goza de la visión siempre cambiante

De la danza de luces de la creación


Con sus omnipotentes manos

Despliega las miríadas de universos

Y cambios de un floreciente cosmos


¡Cómo la vida proyecta innumerables formas

en la pantalla del espacio!

¡Cuántas son y qué hermosas!


Espectáculo sublime y placentero

Es ver a la eternidad tomar diminutas estructuras

Que circunnavegan mi visión


Tornasol inquieto, vida que siento

Brotando de todos los rincones siderales

¡Mi yo soy puja brotar en gigantescas burbujas!


Hechas de inconmensurables espacios y tiempos

Tierra fértil, terreno bueno

Que da origen a universos nuevos


Ya no distingo entre estos cosmos o los átomos

Lo grande y lo pequeño se funden en la multicolor atemporalidad

¡Todo superpuesto, la vida se encarga de alimentarlos!


¡Ay!, tantas pequeñas formas y estructuras

Se han derretido y licuado

En el espacio infinitamente vivo


Planetas hechos de líquido puro

Moléculas luminosas y nebulosas solidificadas

¡Espíritu que lanza ventisca de estrellas!


¡Cuán refrescante es el arroyo

que la vida hace manar de la nada!

¡Infinitos seres chapoteando en frescas aguas de éter lo atestiguan!


Yo soy la fuente de todo esto

Mi vida, que no es sino un soplo

Ha encendido este exquisito fuego ubicuo


¡Cómo quema por sobre eternidades!

¡Cómo derrite puertas diamantinas

que guardan luces inaccesibles!


Esta brisa llameante consume y reforesta la creación

Haciendo brotar frenéticos manantiales de vida

Que claman día y noche por mis aguas frescas


Y, cuando una sola gota de esta agua cae a tierra

Brota un árbol en la eternidad

Y abro las puertas de la omnisciencia


¡Alabado sea el que tomó esa agua y sació su sed!

Ya no más quemarse en fuegos fatuos

Sino en la infinita hoguera de mi amor y vida


Para el que ha gustado de este néctar de la inmortalidad

Se abren el cielo y la tierra

Dejándome ver en todo mi esplendor


¡Todos los cofres sagrados explotan

ante la evidencia irrefutable, mostrando los impalpables secretos

que he estado guardando desde el inicio!


De un barrido

El pasado, presente y futuro de la matriz cósmica

Van junto al frío polvo


Quedando, alerta y suspicaz

El tizón de los ingentes deseos de las almas ignorantes

¡Prestas para rasguñar el espacio en busca de placer!


¡Afortunado el que ha compartido la cena de la omnisciencia conmigo!

Ya que, desde nuestra mesa incrustada al otro lado de la eternidad

Hemos de decidir el curso del infinito


Que no es sino un juego bienaventurado

De observación y alegría

Diseminada a través de la atemporalidad


¡Tan grande y vasto parece todo!

Mas no es sino un puñado de arena en mis manos

Escurriéndose a través de los eones


Delicioso panorama es ver a la causalidad

Desparramando más y más realidades

Todas nuevas, todas memorables, oscilando perpetuidades


Los mundos, colgando en la temporalidad

Como abalorios amontonados

Penden del fino hilo de mi voluntad


Por tanto, cuando me plazca

Puedo hacer todo pedazos

Como canicas de vidrios


Las trémulas estrellas, cual velitas con la llama inquieta

Zozobran ante el más leve pensamiento de mis hijos

¡La sabiduría es un viento que apaga lo que destruyo y aviva lo que amo!


Esta sapiencia, ordinariamente llamada inteligencia

Es otro prodigio de la vida

Otra señal mía inexplicable para los que me desconocen


Así es; ya que, aun siendo la existencia un acertijo tan complejo

El asunto de la vida y la inteligencia

Es otra oscura luz que alumbra lo que no comprende


Hombres eminentes han arremetido contra este tentador misterio

Gastando inútilmente sus vidas

Como bichitos, atraídos por la luz deliciosa


¿Qué piensas, amigo, la materia adquirió conciencia

o fue la conciencia la que se hizo de carne?

¿Tu cerebro posibilita tu pensamiento, o es un mero adminículo de tu mente?


¡Ni el huevo ni la gallina han podido resolver semejante dilema aún

ni todos los científicos del mundo

pudieron contestar a esta sanguinaria esfinge!


Otra minucia

Para que los barbudos catedráticos

Crezcan agrias canas


¡Aun el niño está a veces más cerca de responder

que el biólogo en su laboratorio

con pasto en sus orejas y barro seco en la frente!


¡Nada hay en los animales disecados

ni en los fósiles milenarios

que no lo haya decretado!


Mi vida corre por toda la creación

Dando luz y sustento a todos

Como por el cuerpo corre la fresca sangre oxigenada


Yo soy el oxígeno que da vida

La luz que alumbra en la oscuridad

El viento que mueve los velos


¡Ay, si pudieras rasgar tus prejuicios

que te mantienen engasado y atado

como la podrida momia!


Podrías ser libre y verme

Para confirmar

Que tengo razón


Por tanto, ve la tierra

Estudia los animales

Y discierne entre las plantas


¡Mira atentamente!

Y puede que descubras

Algo maravilloso


No hacen falta lentes ni anteojos

Para el que realmente quiere ver

¡Hay ciegos que viven en un mundo lleno de luz!


Porque si miras en el microscopio

Verás lo mismo que si ves en el patio

De tu casa


¿No ves que he diseñado

a las galaxias y a los átomos

con el mismo básico esquema?


Tanto lo de arriba como lo de abajo

Se comporta de igual manera

No hay ninguna diferencia


Las bacterias se forman, crecen y desaparecen

Así como los cúmulos estelares

¡Mi mano mueve todo!


Las células, con toda su complejidad

Interactúan entre sí como las aglomeraciones de galaxias

¡Nada sale de mi ley!


Sí, de mi decreto eterno:

El hálito incausado

De la vida


Porque de mi respiración

Surgen y se disuelven las miríadas de universos

Como los microorganismos de la tuya


Imposible contar las realidades manifiestas

Más que los granos de arena de un desierto

Más que los átomos del cosmos


Ángeles y dioses, absortos en la contemplación de mis maravillas

Enmudecen ante la infinitud

De mis manifestaciones


¿Quién sabe cuán grande es todo?

¿Quién sabe dónde se inició

y cuándo ha de terminar la totalidad?


Dime si conoces el tamaño del universo

Trae tus lentes y telescopios

¡Y observa si te atreves!


Ahora habla:

¿Hasta dónde se extiende el abismo sideral?

¿Dónde está delimitado el espacio?


¡Contesta!

Indícame dónde puse la última galaxia

Señálame hasta qué lugar dispuse que haya materia


Explícame por qué he ocultado

Millones de cosas

A tu vista


¡Señálame la última estrella si la conoces!

¡Coloca tu pie en el borde del cosmos si puedes!

¡Responde!


¿Cuándo hice que inicie la energía?

¿De dónde ha brotado?

¿En qué lugar se encontraba antes de eso?


¿Sabes cómo y por qué he dispuesto

leyes perfectamente sincronizadas

para cada objeto que puedas descubrir?


¡Dime exactamente cuándo

hice que se iniciara este universo

y qué hubo antes de eso!


¡Habla si conoces esto!

¡Ven y da testimonio delante de tus hermanos!

¡Seguro que tanto estudio y ciencia de algo han servido!


Ven y contiende conmigo

Refútame y objétame

Argúyeme aunque sea algo


De paso podrás predecir

El destino de cada objeto del universo

Su futura situación y condición


Explica cómo

Ha de terminar

Todo


Si, cual fogata abandonada

El universo acabará

Consumido por la entropía


O si será absorbido

Lentamente

Por un torbellino gravitacional


Seguramente sabrás también la fecha exacta

En que se apagarán las estrellas

Y la locación de sus tumbas


Y la ubicación de todos los planetas

Y el discurrir de sus trayectorias

¡Muéstrame cómo es su andar!


¡Dime cómo ha de todo acabar!

¡En qué circunstancias ha de el cosmos terminar!

Escucho… ¡que tiempo no ha de faltar!


Hijito, algunas veces río

Al verte, como la bacteria en la playa

Queriendo medir la profundidad del océano


Nadie que no sea de los míos lo ha hecho

Ni lo harán jamás

¡Entiéndelo de una buena vez!


Porque cuando estabas en el lodo primario

Eras tan necesitado de mí

Como ahora lo eres, en tus abarrotadas ciudades


No hay ninguna diferencia

Ni avance alguno

¡Todo lo hice yo!


Moldeé la matriz primigenia

Conmigo mismo

Y con eternidad e infinitud


Luego soplé todos los cosmos

Como el niño

Sus burbujas


Y separé los universos

Uno a uno

Como fichitas de juego


¡Pequeñas semillitas

conteniendo potencialmente

la totalidad!


Estos huevitos, hechos de materia

Energía, tiempo y espacio

Habrían de madurar y tostarse, como granitos al sol


Luego, cada una de estas grumosas lucecitas explosionó

Y brotaron las galaxias

Estrellas y planetas


Tras lo cual, con un poco de barro

Me tocó moldearte

Después de haber sosegado las ígneas llamaradas de los astros


¡Hubieras visto a tu tierra, hijo amado!

Ferozmente martilleada por los fuegos volcánicos amoldantes

Como en la fragua del herrero


Un espectáculo deslumbrante

Digno de ser repetido una y otra vez

¡Si quieres, algún día te enseño cómo hacerlo!


Después, la tumultuosa calma

De inmensos océanos hirviendo

Llenos de mi ingrediente secreto


¡Cómo bullían de energía emergente

que habría de brotar en milagrosas cadenas de vida

que te aprisionaron a mí para siempre!


Para convertirse en titilantes saquitos de actividad

Casi ciega, casi inadvertida

Que vendrían a rebosar el planeta todo


¡Mirad a la célula primigenia

coraza irrompible de vida

molde repleto de mi espíritu!


¡Cómo se mueve en el caldo energético

buscando aquí y allá

mientras esparce luminiscencia!


¡Qué grato me es escuchar el murmullo

de su microscópico ajetreo

mientras construye sus diminutas ciudadelas!


Las cuales vendrían a ocupar

Los organismos especializados

Formados gracias al trabajo sin paga de estos servidores míos


Que serían subsecuentemente sacrificados

¡Ingrata remuneración el ser devorados

por sus propios hijos luego de haberlos engendrado!


Mas, su labor no fue en vano

El altar de la vida requiere constantemente sacrificios caros

De lo más preciado, de lo más querido, de lo más amado


Y así, fueron tus antepasados evolucionando

En niveles cada vez más complejos

Hasta llegar a ti


Pequeño simio desnudo

Casi indefenso, casi relegado

¡Que habría de marchar a través de los venideros siglos!


Que veo mirando las nubes

Queriendo escudriñar misterios

Buscando en algún lugar amparo


¡Cuando levantas la vista

te reflejas en mis lumbreras todas, si es de noche

o en mi ojo refulgente, si de día, simio pelado!


Desde que caminas parado

Fatigas pupilas investigando

¿Qué podría haber en los cielos, hijo, que no esté a tu lado?


Lo de arriba, lo de abajo

Nada me es ajeno, nada lejano

¡Todo está en mi fajo!


Los planetas rotan por sobre órbitas

Similares a los átomos

¡Bailando al ritmo de mis manos!


Porque si yo aplaudo

El sonido produce raudos

Terremotos echando cimientos galácticos


Matrices de vientres o cosmos ignorados

Moléculas plateadas, rayos congelados, ¡vibra todo energizado!

Aun los objetos inertes o aquietados


Que de un chasquido se tornan en luz

¡Qué rápido corre este manantial brillante

arrastrando todo a su paso!


Los universos llevados, naufragan en las bocas de mis amados

Alimento sazonado

Con riachuelos dorados de condimentos ávidamente devorados


¡Especias de estrellas, polvo diseminado

dando lumínico sabor a todo lo creado

constante y vertiginosamente transfigurado!


Este convite es de nunca acabar

Bacanal fiesta llena de dioses

Insaciables en su divina gula


¡Cómo los ángeles van y vienen

trayendo los manjares celestiales!

¡Suculentas viandas irrompibles e inmortales!


¡Ay, pero esta ricura, ajena a los animales

nefandos, definitivamente no es de tales

incapaces de saborear las beatíficas sales!


¿Cómo puede ser que a tantos les muera el hambre

habiendo bajo sus narices comilona tan grande

donde el vino corre más que en la guerra la sangre?


¡Celestial bebida

que a todo das vida

tengan en ti cabida!


Por tanto, observa atentamente

Discierne con sumo cuidado

Y afila al máximo tu atención

 

Ya que la contemplación de mis maravillas

Es una tarea que requiere más que un millón de años

¡El asombro que causan mis obras trasciende los eones!


Así lo comprendieron algunos de tus antepasados

Que se ocuparon en contemplar lo absoluto:

“Lo que trasciende toda contemplación”


Mientras otros construían pirámides que perdurarían siglos

Ellos rompieron el cántaro del tiempo

¡De donde se derramaron eones que bebieron!


Y absorbieron el conocimiento y la fuerza para construir pirámides

Hechas de ladrillos de eternidad

Frente a los cuales, los siglos no son sino polvo llevado por el viento


Este soplo de mi vida

Es el que infundí en todos los constructores

De las primeras ciudades


Mirad, a los últimos hombres

Saliendo del seguro refugio de sus cavernas

Tomando el arado en mano y moldeando la arcilla


¡Ya irán erigiendo graneros en donde depositar sus alimentos

y murallas en donde depositar su confianza

ante la amenaza terrible de las invasiones!


¡Qué bestia más maliciosa es este simio cabezón

que se agolpa en multitudes y miríadas

para causar daño y destrucción!


Los conflictos, es cierto, lo tienen también los otros animales

Haciendo buen uso de sus garras y colmillos

Para despedazarse en furia


Se devoran y contienden

En combate feroz y terrible

Que no pocas veces termina en muerte


Pero, la gran diferencia es que su acritud

No es de ellos

Sino de mí


Puesto que sus maneras, sus acciones y naturaleza

Las resuelvo exclusivamente yo

Y nadie más


Mas tú, pequeño gorila

¡Tienes feroz odio en tu interior

que bulle en ira devastadora!


No hay animal más salvaje que tú, hombre

¡Cómo pisoteas el mundo

dejando por doquiera, huellas de dolor!


Y no sólo odias horrendamente

Sino que planificas y proyectas planes de muerte

Que vas sembrando por la tierra


Tu codicia es casi infinita, humanidad

Y en tus guerras, marchas en contra de todo

Lo que he creado con tanto amor


Las conflagraciones, genocidios y lidias

¡Cómo hacen sufrir a la madre tierra

que grita a través de todas las bocas y mentes de los seres vivos!


Sin duda cuando hay una gran columna de humo subiendo entristecida

Es de suponer que hay otra ciudad quemada

Sus casas echadas, su gente masacrada


¡Yo no hago nada de esto, rufián!

¿No ves cómo tu codicia te lleva destrozar murallas

para saquear arcas y agregar territorios a tus mapas?


¡Cómo te ensañas por rivalidades creadas

y artificios absurdos como: credos, castas, países y razas

en tu desquiciada manía de inventar crueles cruzadas!


Y esto ha sido así desde el inicio, simio

Porque desde que enderecé tu columna y liberé tus manos

Has estado preparando armas para usarlas en pleitos vanos


Vaya sorpresa la mía, que cuando te revelé los secretos del barro

Te esforzabas más en erguir murallas y torres que tarros

¡Para lanzarte al pillaje y a pisotear a inocentes con tus carros!


¡Guerra, guerra y más guerra

ha habido entre tus hermanos

como avalancha incontenible de sangre tripas y llanto!


Pero, mal que me pese

No puedo interferir

¡Y esto no es fácil de cumplir!


Puesto que he dispuesto

Que cuando tengas la luz de la inteligencia y el discernimiento

Seas tú el que decidas entre la felicidad o el sufrimiento


Lo justo de lo equivocado

Lo correcto de lo errado

Ser bueno y no malvado


Si miras atentamente

Comprobarás que lo que digo

Es cierto


Y aún se extiende

Hacia fronteras

Que no pisarás jamás


Porque hasta las células tienen una pequeña comprensión

Y los animales noción

De lo que es el bien, de lo que yo soy


¡Si vieras los celestiales tribunales

investigando los infinitos tomos de mis leyes

para intentar dictar sentencia justa!


Hay una noción vaga e incierta, borrosa

Una intuición empolvada, difusa

De lo que es el bien


Diseminado a través de la creación

¡Vamos, pruébalo aquí mismo

que la sopa sabe igual por donde la tomes!


Esta idea bruta, este clamor incipiente

La tienen las masas hambrientas y sedientas de justicia

Cuyo único alimento son las esperanzas lejanas de llegar a mis dulces bahías


Verás, más allá de las guerras y conflagraciones

Más allá de los velos celestiales y sus jueces

Existe mi justicia


Que es perfección pura

Inmaculada, intachable

Terrible y exacta


Puesto que opera con leyes sutilísimas

Muy superiores a todo lo que hayas conocido

Más allá de lo inteligible


La matemática no es sino divague e imprecisiones

¡Y un cúmulo nada útil de incertidumbres

frente a esto!


Puesto que cada átomo hace su baile

En la medida de estas leyes

¡Sin salirse ni un poco!


Y las moléculas me consultan

Antes de hacer sus enlaces con otras

¡Así de específico es este código infinito!


En el cual

Todo tiene

Cabida


Las arañas tejiendo sus redes

¿Crees que no tienen derechos?

¡Todo lo contempla este digesto!


El ruido de las gotas, el deambular de los insectos

Las órbitas planetarias, el discurrir de las mentes

¡Es tan fácil ver todo desde aquí!


Mi ley es tan completa y perfecta

Que en ella misma se contienen

Los parámetros de toda perfección


Ella está escrita en toda la creación

Y en todos los corazones

¡Cuán pocos son los que la leen!


Se aplica incesantemente

En el tráfago cósmico

Y en el mundo molecular


En el atómico chasquido

De explosiones nucleares

Y en las estructuras celulares


¡Una herramienta muy útil, ciertamente!

Dispuesta para equilibrar

La incesante batalla de todo lo vivo


¡Mira atentamente, buscador!

Y delimita la frontera de lo orgánico

Y de lo inerte


¿Qué se mueve, qué no?

¿Hay alguien que se atreva

a responder a estas interrogantes?


Hay bacterias que permanecen mil años durmiendo

Y rocas sospechosas, guardando secretos…

¿Qué está vivo, qué muerto?


Fantasmas de moléculas jugando a estar vivas

Espectros de tejidos haciendo guiños desde sus tumbas

¡Esto no podrás saberlo ni aun desde el otro lado!


Puesto que mi ley está tan bien atesorada

Ahí

Como aquí


¡El tonto escapará de cielos

o infiernos

pero nunca de su propia tontería!


Incesantemente me ruegan los ángeles que revele

Los secretos de mi creación

¿Y tú te crees digno de merecerlos?


El llanto de los demonios rompe

Mil tímpanos en la oscuridad

¿Y tú vienes a farfullar fríos ruegos?


¡Cuando tus chillidos derritan fierro

y tus lamentos sacudan cerros

podré quizás obviar tus yerros!


Y prestar oídos, por un momento

Para, tal vez, mostrar mis documentos

¡Y tu anhelante corazón dejar contento!


¡Todo lo sustento!

Mi ley abarca más allá de todo detrimento

¡Cósmico o molecular funcionamiento!


Porque, discernimiento o no

Mis sentencias te traspasan

Como veloces rayos de luz


¡Haré llover fallos como gotas de fuego

sobre cabezas con bocas selladas

a toda réplica y fundamento!


Esta es mi ley, hijo, mi monumento

Eterno y precioso, en constante movimiento

¡Te sería posible percibirla si estás atento!


Lamento funesto regurgitará el que contiende contra mí

¡Ay, cómo los necios me buscan pleito

quitándose chichones con mi martillo severo!


¿Quién puede, acaso, desobedecer los divinos decretos

o incumplir las cósmicas resoluciones?

¡Que levante la mano el que lo piense así!


Porque seguro que su brazo

Separó el cielo de la tierra

En el inicio de los tiempos


Y que con sus dedos

Como hábil joyero

Organizó las constelaciones en sus respectivos fueros


Muñecas potentes tendrá

Para soportar las constantes explosiones

De universos surgentes


Y seguro que sus uñas colorea

Con los fluidos remanentes

De la destrucción de supernovas


Esa mano ha de ser tan suave…

¡Humectada en las lumínicas cremas

de un millón de lunas!


Con gusto la estrecharía

Sacudiendo en amistoso afán

Toda la estructura del espacio


¡Ea!, ¿quién pues, se atreve a levantarla?

A no ser que la tenga ocupada

Moviendo soles en cascada


Hijo, escucha: sólo a mí puedes acudir

Para revocar divinas sentencias

Yo soy la única apelación posible


Puesto que mi justicia implacable

Para con todos es terrible

Por eso soy, para muchos, ¡tan temible!


Pero sabe que hay reconsideración

Y recomposición

¡Para el que se arrepiente de corazón!


Sí, porque si bien soy ineludible

En los castigos

Soy generoso en el perdón


Esta cualidad mía se llama

Misericordia

¡Bienaventurados los que la conocen!


Puesto que en su haber

Tienen el amor

De más de mil madres


Porque, así como tú te verías imposibilitado

De castigar a un bebé, aunque ocasione un daño inconmensurable

Yo también, perplejo quedo, ante el que apela a mi perdón


La más terrible falta, el pecado más mortal

He de yo condonarte igual

Y hacer esfumar todo mal


Pero, ¡qué difícil es conseguir este honor!

Luego de haber pasado por ingente dolor

Y sufrir en carne espantoso temor


El que logra el verdadero arrepentimiento

Ciertamente que aún se está secando

Luego de salir recién del lago de lava del pesar


Mi misericordia une corazones

Con cadenas irrompibles

De humildad


Hasta el criminal más grosero

Y el asesino más pendenciero

Tienen derecho a este suero


La remisión de tus equivocaciones, por tanto

Búscala en el sincero llanto

Sobre los pies de algún santo


¡Arrastra tu pena incipiente

por sobre mares y continentes

como lo hacen los penitentes!


Sólo así has de recibir mi atención

¡Puesto que innumerables son las ocasiones

en que caes, una y otra vez en los mismos errores!


Como un buey atado a una montaña

Vas llevando la gran carga de tus faltas

¡En cuánto tiempo has de expiarlas!


Si tus pecados fuesen rocas

Una torre hasta el cielo se alzaría

¡Por la cual hasta mí escalarías!


¡Bribón, no te está permitido hacerlo!

Puesto que en cualquier instante caerás sobre ti mismo

Como irrumpido por un desmayo


Sabe, entonces, y sé consciente de tus pasados errores

Y hemos de negociar tu salida

De la necedad


Admite tus equivocaciones de buena gana

Para tener la alegría

Del perdón


¡Cómo los rabiosos sabuesos que saltaban sobre ti

se convierten en cachorritos que

te menean la cola!


Si eres conciente de tus deficiencias

Serán muletas para dar ágiles pasos

En la senda de la virtud


Sí, como el niño entusiasmado por sus nuevos libros

Tendrás abundante material para el análisis

De ti mismo


Porque ciertamente que es una tontería

El pretender arrepentirse

Para correr de nuevo tras los mismos errores


¡Ay del estúpido que obra así!

Le haré deber sumas millonarias

Con la usura del dolor


Bienaventurado el que es digno de mi misericordia

Pero santificado el que haya aprendido, en su corazón y memoria

De sus falencias, disgustos, iras y de toda su historia


¡Que las mantenga bajo candados y llaves

en la biblioteca secreta

de los libros de mis enseñanzas!


Donde seguirás planificando las estrategias

Con las que los vencerás

Definitivamente


Tus defectos, por tanto, tenlos siempre presentes

Y ahonda en la comprensión de su naturaleza

¡Sólo así serás digno de mí!


Vendrá luego, el tiempo

En el que podrás hablar libremente de ellos

Sin molestarte ni un poco


Siendo un docto en ti mismo

Que no se molesta

Sabiéndose imperfecto


Con habilidad, esta humildad te granjeará amigos sinceros

Tímidos buscadores con los que compartirás experiencias

¡Sin avergonzarte de nadie!


Por tanto, siempre tus deficiencias observa

Y más allá de ellas ve

Hacia pastizales de agradable modestia


Así es el que ha recibido mi misericordia

¡El más bueno de los gigantes

irradiando bondad en medio de la discordia!


Con gran fuerza y feliz en la servidumbre

Mas con aún mayor mansedumbre

¡Limpiando a los otros corazones su herrumbre!


Así es como, con estos dos brazos

Misericordia y justicia

Voy moldeando el barro del que te formé


Madre y padre, hermano y hermana

Hija e hijo, tío y tía

Cada cual manifiesta rescoldos de mi piedad


Pero solamente sienten mi misericordia

Cuando intentan escucharte

Realmente sentirte


Verás: si no encarnas en tu prójimo

Jamás podrás comprenderlo:

Debes sumergirte en sus profundidades


Porque oír dista mucho de escuchar

Así como el charco de las nubes

Así como el insecto mugroso del ave planeando


Oír es simplemente rebotar las ondas sonoras

Hacia afuera

Con tus orejas


Mover entusiastamente la cabeza

En asentimiento

Mientras gritan tus pensamientos dentro tuyo


Pero escuchar es hacer que muera el cerebro

Quedando como un océano sin olas

Mientras penetran en ti las ajenas opiniones


Como un cuentagotas

Uno por uno

Asimilando el frescor de todas ellas


Por tanto escucha

Y no oigas simplemente

Para entender la verdad


Luego podrás cerrar la válvula de los pensamientos

A voluntad

Para abrir la del corazón


¡El néctar que ha de fluir

como cristalino mercurio

quemando las células abarrotadas de ignorancia!


Desaguando la cabeza de pensamientos

Inútiles, repetitivos y aprisionantes

Empezarás a empaparte con felicidad


Con el corazón cual esponja

Frenéticamente absorberás

Alegría líquida, desbordante y rebosante


Y con sonrisas de burbujas

Beberás un sorbo de inmortalidad

Narcotizándote hasta el tuétano


Parecerás un loco

Borracho y enfermo

Pero navegarás alto y lejos, en el mar del regocijo


Eyaculando prístinas e indestructibles

Piedras de verdad

Que será imposible de distinguir a los demás


En regurgitación divina

Tu garganta y corazón, en posesión bendita

Hablarán cual nadie ha hablado jamás


A borbotones surgiendo

Entonces, la cascada de bendiciones

De tu corazón vibrante


¡Una caja ambulante

de gozo extático tu cuerpo será!

¡Que irá, irá resonante!


Siempre hacia adelante

A la velocidad

De la luz


Escuchando a todos

Y ordenando las verdades

En estantes de cariñosa compasión


Ciertamente que las convicciones

De los necios son más frágiles que la porcelana

Y su resquebrajo es estrepitoso


Por tanto, las divinas inspiraciones

Que a borbotones articulas con un corazón colmado de néctar de nubes

No las vomites tan fácilmente a los demás


¡Puesto que la resistencia será feroz!

Más que una jauría de cerberos infernales

De tres mil cabezas: todas queriendo refutar tus tesoros


Pero, ¡ay!, ¡benigna magnanimidad!

¡Piedad cariñosa!

Ningún daño pueden hacerte


Si se ha llegado a la certeza de la verdad

La oposición de los demás

Es como la brizna de hierba ante el escudo indestructible


El suave pétalo ante la roca inamovible

No hace sino darle mejor frescor

Así también las “verdades” necias


Por tanto: no que haya desprecio a los demás

¡Eso jamás!

Sino que la comprensión crece, ¡más y más!


Y esto hace florecer la paradoja

De que el que se comprende a sí mismo

Es incomprensible para los demás


¡He ahí la razón del conflicto!

Y el motivo de los apedreos con guijarros de odio

Y las crucifixiones en prejuicios infundados


Entonces el que comprende

Las piedras de indestructible verdad

Tiene un escudo de suavidad ante las lanzas de rencor


En su corazón, solamente habita el amor

Y, ¡oh horror!

¡Esto no causa en ellos sino más temor!


Que les hace arremeter con furor

Y causar al sabio dolor

Que, no obstante, jamás sale del candor


Así que es difícil ver el error

Cuando se siente el terror

De saberse inferior


Temblor y desasosiego

Sufrimiento y desesperación

¡Por lo que todos los sabios han pasado!


Por tanto, escúchalos

Y aprende

De ellos


Puesto que no hay duda

Que los maestros

No puedan resolver


¡Es la propia experiencia

la cristalina fuente de su ciencia

y su saber!


Ya que mientras el profesor orgulloso

Que ha llenado hasta su techo de diplomas

Se ufana de sus conocimientos


Una sola palabra del sabio

Vale más que mil años

De lecturas, escrutinio y universidad


La majestuosidad

De las palabras del maestro

Surgen de su inmensa bondad


Y de su humildad a quemarropa

¡Cuán distinto del doctor

chorreando de vanidad!


Sabe, entonces, que no es necesaria la vergüenza

Frente a estos titanes de la piedad

Que jamás, por pura malicia, te ridiculizarán


Eso sí: si, como la cucaracha a la mariposa

Pretendes criticarlos

¡Quizás el universo conspire para ponerte en tu lugar!


El sabio no busca ganancias personales

Ni aprovecharse de nadie

¡Su recompensa no consiste en cosas que puedas darle!


Ya que bebe de una fuente escondida

E imposible de discernir

Para el que carezca de ojos espirituales


¿O puedes acaso ver las huellas

de los que caminan

por sobre las nubes?


¡Señala sus caminos

a través de los pétalos y las estrellas

si es que puedes!


Los senderos del maestro, del paladín espiritual

Son imposibles de discernir

Por pupilas enceguecidas por la causa y el efecto


Mecánicamente y de manera automática

Y predecible

Funcionan las mentes limitadas


¡Reflejando y proyectando simplemente

aquello que son!

Como el espejo sucio


¡Qué diferencia abismal de la siempre alerta

conciencia

del que sorbe del manantial del nóumeno!


Como un panal lleno de bendiciones

Desbordándose en ríos de miel

Es el sabio que ha anclado en las playas de la bienaventuranza


¡A la mar, a la mar!

Grita quien ha probado tan solo una gota

De éxtasis espiritual


El oceánico placer sorbido

Es un interior estallido

Incomparable con todo lo anteriormente conocido


¡He aquí la línea que separa lo finito

de lo infinito!

Las fronteras de absolutidad


Quien llega aquí es como un país ideal

Sin fronteras

Sin límites


No puede decirse nada

De una persona así

Absolutamente nada


Pero ella misma dice lo que debe decirse

Dando testimonio

Y palabras de verdad


Cuando alaba la lengua del sabio

Es como una lluvia de flores frescas

¡Como una cascada de jazmines!


Que llenan el alma con dulce néctar

De amor

Con pasión santa, extasiada hasta los cielos


Y cuando censura, cuando reprende

Cae sobre el necio como una lluvia de flechas

¡Como un huracán de fuego!


Que con facilidad destruye corazones venenosos

Moliéndolos

Como al maíz


Realmente es imposible juzgar al sabio

¿Acaso se puede juzgar al juicio mismo?

¿Se puede decir “buena” a la bondad misma?


Generalmente, estos rascacielos espirituales

Se ponen el atuendo del deber

Ético, social y religioso


Pero los cánones del siglo

Los estatutos de cierto tiempo

No siempre le van


Entonces, se hace necesario

Quitárselos

Cual si fuese ropa sucia, apestosa


¡Este juego impresionante!

¿Quién será capaz de entenderlo?

¡Sólo el sabio entre los sabios!


Creación y destrucción

Se llaman los zapatos del maestro

¡Y qué triunfante es su caminar!


Ésta es su marca:

Cada vez que habla

Suelta de la boca un terremoto de justicia


O una suave bonanza de humildad

¿Cómo correr de este león temible

que aprendió a hablar?


Pero la paz que irradia de su silencio

Como frescos rayos de luna

Es su inconfundible distintivo


Lo que las masas consideran tan valioso

Sedientas de arengas y discursos

Es sólo ruido para quien conoce esta mudez


Si bien con dialéctica, retórica y sofística

Se pelean interesantes batallas

No hay nada más poderoso que el mutismo


Todas las metralletas ingeniosas

De frasecillas, aforismos y sofismas

Desaparecen ante el estallido nuclear del silencio


Argucias, paralogismos y sutilezas

No son sino espuma chocando contra el arrecife

De la mente aquietada en la paz


Las vibraciones burdas de la más virtuosa orquesta

Son como el molestoso mosquito

Para quien tiene a su disposición un coro de ángeles


¡Y aun ellos necesitan mucha práctica!

¿Para qué perseguir un río medio reseco

si se puede ir directamente a la fuente?


El silencio es como un océano sin olas

Inmenso, aquietado: lleno de plenitud

Saturado de paz


Estallando continuamente

En acordes cristalinos

De serenidad


Modulando lentamente

La melodía

De la quietud


Sorbiendo gota a gota

El manantial prístino

Del sosiego


¡Ahh, silencio destructor

que trituras las interiores ciudades

de la ansiedad!


Como general invicto y bravo

Penetra hasta la plaza

Tomándola por la fuerza


¡Oh, león sereno

haz descansar esta rebelión

de voces infernales!


Con órdenes firmes, perfectamente serenadas

La insubordinación de los pensamientos guerrilleros

Ha sido aplacada para siempre


¡Ya no harán mella las insignificantes escaramuzas

del ruido mental rabioso

en un cerebro pacificado!


Hábilmente apaciguado

El país liberado

Homenajea al valiente soldado


¡Que ha vencido al malvado!

¡Enemigo perverso y osado

que quedó como un animal mutilado!


Buscador, ¡te has convertido en un sabio!

En un tigre que odia la mentira

¡En un gatito que ama la verdad!


¡Ay, la hipocresía, al mundo le corroe

como las venas cortadas

del suicida!


La mentira corre desenfrenada

Gritando por doquiera

Como bruja condenada


Pero la verdad del sabio

Firmemente anclada en la paz

Simplemente calla


Sí, porque quien arma escándalo

Quien hace ruido, quien pega grito al cielo

No siempre lo hace con sinceridad…


Sabe distinguir, pues

El veraz, sereno, pleno y tranquilo

Del mentiroso, alterado, acelerado y nervioso


¡Cuán difícil es, buscador, encontrar la perla de la verdad!

Puesto que primero hay que fundirse

Completamente en ella


El poder distinguir la verdad de la mentira

Es un poder sobrenatural

Concedido a los custodios de mis tesoros


Y, ¿sabes cómo son estos guardias?

¿Estos leones usando la sinceridad

como cota de malla?


¡Lo sabrás por la gracia divinal!

El maná celestial

La bendita comida ingerida como luz frutal


Cuando descienda sobre ti

Lo sabrás instantáneamente

Como una filosísima intuición


¡Mi paz destruye toda carne!

Y licuefacciona el alma

Exudando un exquisito aroma


Volviéndose cada respiración

Una cascada de pétalos

Dulcemente perfumados


Esta paz es el licor más buscado

Por mis narcotizados espirituales

¡La droga más adictiva!


Como a través de un espejo

Se metamorfosea el mundo para el que bebe

De la botella de mi paz


En una benigna y dulce melodía

Que va haciendo siempre nuevas variaciones

En la bienaventuranza


Mirad al mundo:

¡Qué bellamente ataviado está!

Cual novia deslumbrante


El sabio que ha logrado esto

Se ha transmutado en el afortunado esposo futuro

Que gozará de mi virginal iluminación


Y el divino placer de ese amor

Dará orgasmos santos al cosmos

Que se balanceará como un borracho extasiado


¡Porque todo se ha acabado

para el que ha probado

de este sagrado manjar un bocado!


Quedará tumbado

Y por el deleitoso dolor fulminado

Sin pensar en el futuro o el pasado


Sino sólo en cómo volver a probar

Y experimentar

Ese gustoso manjar


Hollando tremendos caminos en la ansiedad

Y en la preocupación

Mientras intenta no ahogarse en sus propias lágrimas


¡Cuán misteriosamente es otorgada esta gracia

que toca quizá

a uno entre un millón!


Pero ni aun ése es afortunado

Ya que podría enloquecer más rápido y peor

Que los otros, que ignoran esto


Por tanto, la bendición requerida

Podrá ser o no gratuitamente concedida

Dependiendo de quien la pida


Porque la paz fluye desde aquí

Y ahora

En manantial imparable


Abriendo poros a la nada

De donde se vierten

Incontables caudales de sosiego


Esta quietud

No es ninguna virtud

¡Sino un terrible alud!


Quien la conoce vive en espiritual juventud

Y con el alma en perfecta salud

¡Casi sin fijarse en su cuerpo-ataúd!


Así que lucha, amigo

Persevera, buscador

¡Levántate, que no hay tiempo que perder!


Ya que el cansancio te sobrevendrá

Como la invasión de un terrible ejército

Devastador e implacable


Tus huesos serán hecho polvo

Tu carne aplastada

Y tu piel retorcida de dolor


Tu cuerpo entero será

Una rosa llena de espinas

En plena agonía


Sin energías ni apoyo

No podrás ni acostarte

Del sufrimiento


Todos los nervios siendo estrujados

Por la mano de acero del arrepentimiento

Y contrición punzante


El tormento inenarrable

De las energías disipadas y de la vida desperdiciada

No tiene comparación en este mundo ni en otro


Al llegar a la senectud

Al arribar a las temibles costas de una enfermedad fuerte

Las lágrimas fluyen solas, junto con los pensamientos de remordimiento


Como un mazo cae el destino retumbante

Moliendo y despedazando toda carne

Que no ha hecho bien


Desperdigando su polvo

Por el mundo

Para que sirva de abono en el futuro


Por tanto nadie escapa del duro daño

De las estructuras materiales perecederas

Y de la transformación a la que está predestinada


¡Ojalá sea una metamorfosis de luz

y no de oscuridad

la que te espere en el día de la disolución!


Puesto que no hay salvación

Sino turbación y destrucción

Para el que rechaza esta solución


¡Qué!

¿Me sacudes la cabeza?

¿Arqueas las cejas?


Necios como tú

Han sido tus antepasados

Arrogantes


¡Vivieron como inmortales!

Sólo para que sus huesos sean roídos

Por los perros


¡Cada generación pretende ser la única

en este mundo!

Cuando que no son sino fichitas que se cambian continuamente


Y aun: cada ser humano

Cree que no será tocado por la muerte

¡Sueño de espeluznante inocencia!


Comiendo, bebiendo y riendo

Bajan a la tumba:

Nadie los recordará


Polvo sobre polvo

Solamente queda

De la arrogancia ciega de los escépticos


Polvo que se volverá

A rejuntar

Para seguir soñando en el dolor


¡Cenizas que se creen inmortales!

Consumidas en el fuego

De su propia ignorancia


Puesto que estos elementos

Que tan ligados parecen estar

Han de volar al más leve soplo del tiempo


Unos

Cuantos años

Y fenece la fortaleza


Otros

Pocos más

Y la belleza murió


Se esfuman, evaporándose y disipándose toda juventud

Del cuerpo, para volver a su fuente en las nubes

Así como las aguas


Tan hermosos y bien formados los mozalbetes

Tan encantadoras y atrayentes las doncellitas

¡No son sino carne de cañón que destrozarán las balas de los años!


Derrumbando toda energía, todo color

Toda frescura, todo primor

¡Dejando sólo del cadáver el podrido olor!


¡Qué seguros suenan, qué convencidos!

Los irónicos y los sarcásticos, burlándose de todo

¡Serán todos para los buitres un rico manjar!


Festín se darán los gusanos

De la basura sobrante de todos ellos

¡Comiendo y riendo también!


Porque la más sólida teoría

Se retuerce ante el más leve toque

Del realísimo sufrimiento


Fortalezas de aire son las convicciones tercas

¡El dolor no conoce

de filosofía!


Al ver a los ojos a un hombre autoengañado

Hasta se podría pensar que tiene razón al anunciar su inmortalidad

Sólo que sus ojos se han de cerrar…


Y quedarán así

Aplastados y destrozados

Por el polvo que ayer lamían


¡Terrible y espectacular

es la visión de las masas

precipitándose al abismo!


¡Corriendo y compitiendo

por quién colocará primero

su tierna piel sobre la guadaña!


¡Imparable corre la sangre

cuando se vino abajo

la represa de la vida!


¡Se acabó el show!

¡Terminó el espectáculo!

¡A devolver los trajes se ha dicho!


Las masas entregan puntualmente su carne

Para que se siga moldeando

Más necios de la ceniza


Ver cómo el abono de los muertos hará crecer

Árboles para papel de libros escépticos

Es maravilloso


Y aun, la experiencia de los buenos

Enterrada por las manos del tiempo

Es inenarrable


¿Estás solo, buscador?

¿Estás solo, en esta vida?

¿Quién te salvará?


O mejor dicho:

¿Habrá salvación

de todo esto?


Si piensas que sí

Escucha ahora

El canto de uno que era como tú:


“Apartando planetas no te vi

Ni esparciendo polvo de estrellas

Ni dentro de las almas bellas

Que tienen todo en sí


¿Cuántas fulgentes y variadas centellas

he encontrado opacas?

Eran solamente botellas

Llenas de nada


Puesto que su brillo es oscuridad

Comparado a tu perenne e irresistible luz

¡Cuántos somos los que no vemos la realidad

inmersos la cabeza en el ego cual avestruz!


Más la meta no puede ocultarse

Para el que de verdad persevera

¡Ciertamente deberá mostrarse

al menos en la hora postrera!


Apartando galaxias no te vi

Ni debajo de todos los astros

Realmente no veo ningún rastro

Salvo la brillante ceniza carmesí


De mi corazón en dolor transido

Y por la ignorancia oscurecido

¡Cómo espero que tu espada

rompa estas cadenas pesadas!


Puesto que ¿cómo puedo ser libre

cuando me encuentro inmerso

en el bosque del negro tigre

que devora todo el universo?


¡Su castigo es terrible!

Horrible su movimiento y presencia:

¡La muerte temible!

¡Inconmovible barrera de toda ciencia!


Apartando edificios y ciudades no te vi

Ni detrás de todas las montañas

Ni en las nubes de las mañanas

En pleno frenesí


Preguntando a los abismos

Constaté que ellos no saben nada

También los enérgicos sismos

Parecían tener la boca cerrada


A los pájaros, a los hombres, a los peces

Y a las lejanas estrellas en sus dorados sitiales

Inquirí, pero sólo recibí de rincones siderales

El eco de mi voz, todas las veces


Incluso la eternidad

Meneando sus caderas atrayentes

Con todos los dioses omnipotentes

Admitían su necedad


Apartando pesados ladrillos conceptuales

No te hallé

¡Me esforcé más que todos los intelectuales!

¿En qué fallé?


Puesto que, aun sitiando ciudadelas dogmáticas

Y teológicas, así como interminables castillos doctrinales

No pude vislumbrarte, ni a tus luces aromáticas

¡Construí un rascacielos de conocimientos con negros ventanales!


¡Cómo rezo para que obliteres las masas densas

de mi oscuridad con tu luz benigna!

¡Y esta mente que retiene pensamientos como prensas

escondiendo por siempre tu enigma!


Puesto que mi ego vomita su oscuridad que acapara

Todos mis sinceros y devotos intentos

Mi asesinado orgullo no muere sino que salta y repara

Los viejos vicios derrumbando tus portentos


Apartando y echando lejos las tentaciones

No pude encontrarte

Ni por la ascesis, ni por las oblaciones

Ni buscando en todas partes


Pero prometo que si nuestros corazones

Unes, y vienes a mí, dejándome capturarte

¡Dejaré ahora mismo todas estas bendiciones!

Si tan sólo juras llevarme a tu baluarte…


Puesto que ni el sexo, ni el vino, ni la fama ni el poder

Se comparan a ti, ¡cuánto lo sé!

¡Llévatelo todo y dale a quienes todavía no lo pueden entender!

Que yo aquí ya no estaré


¡Me habré ido!

Llevado por la melodía de los siglos

Por su soplo, en sigilo

Que nadie ha conocido


Apartando paraísos vivos y cielos

No te pude hallar

Ni en placeres o dolores llenos de velos

Prontos ha estallar


Las visiones extáticas y los divinos empeños

No hicieron que te me ofrezcas

¡Quizás cuando muera y yazca como los leños

tampoco aparezcas!


Puesto que ni los increíbles poderes

Ni todos los milagros y maravillas

Lograron que me lleves y esperes

Más allá de los lodos, en tus villas


¿Cómo es posible albergar esperanzas

de tenerte conmigo alguna vez

cuando me parecen sólo muerte las bonanzas

divinas que anhelan todos tus santos con testarudez?


Apartándote, finalmente

A ti mismo, callé, escarnecido

¿Cómo pude ser un necio tan enceguecido

por mi propia mente?


La verdad última, la realidad verdadera

Hoy me ha encontrado

¡Yo nunca la he buscado!

Mas ahora ella me trepa cual enredadera


Nada puedo decir, ni hacer

Que carezca de bienaventuranza

¡Aunque mis acciones parezcan andanzas

surgen del omnipotente saber!


De mis labios brotan interminables biblias

De mis manos infinitas pirámides

De mi corazón surgen eternidades

¡Porque finalmente mi Señor se apiadó de mí!”


¿Entiendes, hijo?

Este buscador sediento

Encontró el pozo de mi gloria


Y sació su sed

Con el río

De mi santidad


Tapó la cloaca de deseos

Con mi mano

Divina


¡Seguro!, puedes imaginar una veintena de “faltas”

E increparle al hombre

¡Pero es sólo tu ceguera la que te hace ver esas ensoñaciones!


El santo o iluminado

El inmortal

Cual niño bueno, ya ha terminado su tarea


Ahora, las “cualidades”, que sean manifestadas en él

No interfieren en lo mínimo

Con su verdadera gloria


¿Debe acaso un rey

decir todo el tiempo:

“Soy rey, soy rey, escúchenme, soy rey”?


Quien sabe y conoce

No duda

Sólo los necios discuten acerca de la grandeza


Los verdaderos sabios

La experimentan

De instante en instante


¡Cuántas clases de reyes imperan

en mis regiones celestiales

cada cual con sus manías!


Uno es silencioso

Otro se desborda en sabiduría

Un tercero opera las leyes sobrenaturales


Quien es maestro de su propia vida

La dirige como director de orquesta

Indicando melodías a los instrumentos de causa y efecto


“Amor”, “Justicia”, “Verdad”

“Valentía”, “Virtud”, “Honestidad”

“Meditación”, “Libertad”


Son los acordes que la orquesta del universo

Regala al maestro

Lleno de luz


Pleno de verdad

Desbordante de alegría

Y terrible con los indignos


¿Podría instantáneamente indicar alguien

el sendero de las galaxias

la vía de los quásares?


Sería más fácil que buscar un patrón predecible

En los pensamientos, palabras y acciones

De mis hijos


Sí, mis hijos, digo

Puesto que están consubstanciados conmigo

¡De tal palo tal astilla!


Tienen mi naturaleza reverberando en sus corazones

Como magneto al rojo vivo

Como corazón excoriado


Y cada cual sabe perfectamente su misión en la vida

Misión inspirada por mí

Mas por ellos perseguida


Mis sabios me han rezado:

“Papá, no queremos nada

sino tu voluntad. ¿Qué he de hacer?”


Y les respondo: “¡Hijo amado!

¡Exactamente eso!

¡Lo que tú quieras!”


¡Qué juego más hermoso!

Deleitante y embriagador

La del hijo y el padre


Puesto que como un instrumento que se va afinando

Así también la voluntad del hijo

Se va sintonizando con la del padre


Hasta que ya no son dos

Sino uno

El verdadero, el santísimo


Evidentemente, “las imperfecciones” humanas

Tienen también su rol

Como el villano en la película


¿Cómo no saber que ya ha sido derrotado?

¡Rufián despreciable

que, no obstante, forma parte inescindible de la trama!


Esta “lucha” del sabio con sus “defectos”

No es sino un entrenamiento para él:

Yo ya le di el boleto ganador


Puesto que con fe, perseverancia y devoción

No hay horizonte, que como pared orgullosa

Impida el paso


¡Accedan, hijitos, a la eternidad

tan afanosamente guardada en cofres de tiempo!

Escondida más allá de la creación


Premio inalcanzable

Galardón verdadero

Laurel definitivo


¿Quién observó el primer segundo?

¿Quién sabe lo que pasará

en el postrer minuto?


Sólo quien ha probado

Un bocado

De mi omnisciencia


¡Ay, me siento como quien

quiere compartir un banquete

en un país donde nadie tiene boca!


O como un pintor que hace las obras más bellas

En medio de los ciegos

¿Quién pudiera abrir sus ojos y verme?


¡Qué poeta desdichado soy!

Ya que no importa la dulzura de mis versos

¡Pues todos están sordos!


¿Quién paladeará la ricura de mis platos y refrigerios?

Puesto que las lenguas de mis conocidos

¡Han sido arrancadas de cuajo!


¿Y de qué me sirve ser un rey de las artes amatorias?

Cuando que mi amada

¡No tiene piel, ni sensibilidad alguna a mis caricias!


Soy un iluminado, un despierto

Queriendo explicar la sagrada doctrina

¡A los que roncan!


¿Cómo podrá el sol alumbrar

la mitad oscura de la tierra,

y la umbrosa faz lunar ser mostrada al ojo atmosférico?


¿Cómo podrá el espejo reflejar

cuando no hay nada

que se pose sobre él?


¿Quién me escuchará?

¿Quién me verá?

¿Quién me sentirá?


¡Ay, espejito, lo único que necesitas

es otro espejo, igual a ti

que te refleje en la infinitud!


Sólo Dios comprende a Dios

¡Es lo que dicen

los verdaderamente sabios!


Las culebras del pantano

Y sapos del estanque

Pueden teorizar mucho

 

¡Pero no son sino ceniza

en manos del Creador

del cielo y de la tierra!


¿Quién es un sabio?

¿A quién llaman santo?

¿Dónde están los omniscientes?


Sólo Dios es verdadero

Sólo Él y Él solo

Es santísimo


Sólo Él es sabio y conoce

Sólo Él se comprende a sí mismo

Completamente


Dios únicamente

Existe realmente

Él es todo


¡Bendito, alabado, dulzura!

¡Amor, verdad, justicia y misericordia!

¡Valentía y vida de verdad!


¿Puede el hombre abrir su boca

o proferir algo que no sea

una mentira?


¿Puede un mortal

levantar su mano

y moverla sin error?


¿Es posible que la mente

del simio pelado

alcance la pureza?


¿Pueden sus pies

pisar algo

que no sea polvo?


¿Es posible que en su sucio corazón

no anide

la maldad?


¡Dios bendito!

¡Papá bueno!

¡Amante inmortal!


¡Eterna gloria!

¡Bendición sin límites!

¡Santo perfectamente dulcificado!


¡Amor dolorosamente ganado!

¡Gozo trabajoso y feliz!

¡Bienaventuranza prístina!


Este Dios es verdaderamente

La paz perfecta

¡Y su Reino está en nuestro corazón!


Uno en un millón logran verle

Y uno en ese millón

Es glorificado así como Él


Aun cuando en su

Inconmensurable misericordia

Todos sean salvos


¡Invisible es el espíritu inmaculado!

Que obra infinitas maravillas

¡Poder y gloria sin límites!


Es muy poca cosa el universo para quien le tiene

Al Padre Celestial

Anidando en su alma


¡Es imposible que el Misterio

se muestre a los necios

a no ser, que sean humildes!


Ya que incluso un analfabeto

Hablará de ciencias abstrusas

Si mi gracia desciende sobre él


Quien es tocado por la mano de Dios

Es completamente destruido

Como una estatua de arena


Su vida ya no le pertenece

Y bien puede decirse que es un muerto

Puesto que todo se acabó para él


Como un mendigo

Que de pronto se volvió rey:

Así es el bendito


Como una hormiga pisoteando estrellas

O un grillo que salta al espacio sideral:

¡Así es el bendito!


Una pizquita de carne

Nadando en los cosmogónicos mares

De mi alegría


Un trocito de filete

Buceando en todas las mentes

Saturadas de mi omnisciencia


Aquél que es luz en este mundo

Verdaderamente es alabado

Por mí


¡Con el primer paso ha llegado a la meta!

¡En el primer segundo ha comprendido la eternidad!

¡Alabándome se ha convertido en mí mismo!


“Yo soy Dios”

Así vibra la mente brillante

Del verdadero discípulo


“Yo estoy en todos lados”

“Mi poder es sin límites”

Así clama dentro de sí este maestro


“Mi sabiduría se desparrama

de esta mota de polvo que es el cosmos”

¡Así es el bendito!


Lleno de luz, pleno de gloria

Rebosante de bienaventuranza

¡Así es el bendito!


En su cuerpo

Retiene

El verdadero enigma


La naturaleza se vuelve esclava

De un hombre así:

Completamente iluminado


La humanidad entera cae arrodillada

Ante sus pies

¡Así es el bendito!


El discernimiento hace que su rostro se vuelva refulgente

La misericordia chispea en sus labios

Con palabras llenas de sabiduría y consuelo


Cada gesto, cada giro de sus manos

Hace germinar los legítimos deseos de los devotos

¡Que tanto han rezado por su cumplimiento!


Como un huracán

Con piernas

Este santo se pasea por el mundo


Desarraigando de cuajo a los malos

Refrescando las llagas de los buenos

Dando gloria a mi nombre


Conciencia pura

Felicidad sin fronteras

Inteligencia interminable


El santo es venerado en este mundo

Y en el siguiente

Como un verdadero inmortal


Este ser humano

Cuyas carnes están hechas de nubes

Es verdaderamente un reino de luz en la tierra


Un paraíso viviente que enseña

Con mansedumbre y ecuanimidad

El camino a mí


¿Quién sabe quién es el perfecto?

¿Puede alguien reconocerlo?

¿Es posible señalarlo con el dedo?


Al ver que la avalancha de dudas

Queda evaporada

El discípulo sabe que ha encontrado al maestro


Al refrescarse

En una suave llovizna de certeza

El alumno ha llegado a casa


Con fe de piedra irrompible

El discípulo seguirá a este hombre

Ancla del barco de los elegidos


El discípulo ha de adiestrarse

Con tesón y buena voluntad

En las enseñanzas supremas


Recto y de buen corazón

El alumno purificado

Ha sido hallado digno de conocer al iluminado


¡Ciertamente que deberá franquear pruebas

duras y difíciles, abstrusas e incomprensibles!

Que con esfuerzo las pasará


La fe inquebrantable en el maestro omnisciente

Trae como premio su protección

¡A prueba de balas, fuego o fin del mundo!


¿Qué se puede ocultar de la vista del todopoderoso?

¿Podrán los malos esconderse del ojo omnisapiente?

¡Quien dice la verdad siempre, no será avergonzado jamás!


El alumno con los ojos abiertos

Cruza el mar sin mirar atrás

Y pasa de este mundo al siguiente como gacela


Como una paloma

Santificada con la verdad

Se lanzará a la eternidad


Olvidando su vieja vida

Como pueblo que olvida

Al malvado tirano que muere


¡Vamos, buscador, cíñete el cinto!

Y escucha a tu maestro

Ese que verdaderamente me conoce


¿No ves el infinito brillar en sus ojos?

¿Y su mano obrando maravillas?

¡Escucha sus palabras caídas del cielo!


Estúdialo, analiza su persona

¡A ver si encuentras defectos en él!

¡Nadie tira un diamante que ha encontrado en el camino!


Sigue su doctrina

Concebida en las alturas

De mi amor


Santifícate a través de él

Para que puedas ser hallado gozoso

Ante mi presencia


Deja tus inútiles querellas detrás

Y disponte a cumplir con la única tarea

Para la que has nacido


La de tenerme a tu lado siempre

Como quien es querido por sus amigos

Y es tenido en alta estima


¡Tenme siempre a tu lado, hijo!

Y te ayudaré en lo que quieras

Con tal de que sea lo justo y correcto


Simplemente ven y acércate

Conóceme, estate en mi presencia

¡Consume mi esencia!


Intima con mi ser

Contacta conmigo

Aprende, al fin, quién soy


Como un gatito, peleando con su propia sombra

Es el que lucha sin conocerme

¡Estate quieto, gatito!, ¿no ves que estoy cerca?


Contigo me muevo, contigo al acecho

Pero contigo no sufro, chiquito

¡Estate quieto!


Los tontos me agreden como al espejo

Sin saber que soy su reflejo

¡Y cuando los cristales rotos les cortan lloran perplejos!


¡Perrito, deja de perseguir tu propia cola!

¿Oh quieres morderla

y sentir el dolor para saber que es tuya?


Yo y mis elegidos somos misteriosos

¡Es así!

Somos como la luz


Brillantes, alumbrando todo

Y dando sombra

Dueños del universo


Mis hijos se gozan muchísimo

Cumpliendo mis mandamientos

¡Y yo les dejo hacer lo que quieran!


Somos como el océano

La gota y la ola

¡Uno sólo!


Bailando de la mano

Esta danza

De la creación


¡Las miríadas de mundos

no pueden comprenderlo!

¿Podrás hacerlo tú, buscador?


Redobla tus esfuerzos

¡Disuelve la nube cuántica

de tu cerebro misterioso!


Quita la espuma de pensamientos

Y analiza con discernimiento

¡Escudriña en moléculas de tiempo!


Derrumba paredes de sentimiento

Y tritura laberintos lógicos

¡Ve más allá!


Porque si en un átomo

Deposité toda mi gloria

¡Qué fútil es buscar en las estrellas!


Sin mirar primero adentro

En el corazón

¡Donde estoy yo!


¡Oh, mi ansiedad

mi dolor, mi angustia!

¡Si tan sólo pudieras conocerme!


Y si lo haces

¡Alegría, gozo, felicidad!

Sin fin, interminables, ¡eternidad verdadera!


¿Y quién me conoce realmente

a profundidad

de manera concluyente?


Sólo yo, buscador

¡Sólo yo!

¿Comprendes?


Ni aunque logres el mojado lazo

De la omnisciencia

Con el que salpicarás mundos


Ni aunque tengas la fragante palma

De la omnipotencia

Con la que derrocarás dioses


Ni aunque tengas la dulce miel

De la omnipresencia

Con la que degustarás cada rincón del universo


Ni aunque logres el infinito

Ni aunque rompas los abalorios de eternidad

Ni aunque seas yo mismo por un instante


Podrás conocerme de verdad

¿Quién conoce este misterio

salvo yo mismo?


El secreto no será revelado a nadie

¡Porque no hay secreto

fuera de mí!


Como el viento que paladea todo

Yo palpo cada rincón del cosmos

Con mi lengua de conciencia


“Yo soy” es el clamor de batalla

Que resuena en las meditaciones

Del maestro


“Yo soy” cual trompeta

Cual clarín que desparrama

Una estampida de éxtasis


¡Lo que los santos han experimentado es cierto!

Ellos me han visto cara a cara

Llenando su carne de mi fulgor


Sus huesos revitalizados

Con mi tónico de inmortalidad

¡Brillante como las estrellas!


La ilusión resquebrajada

Por la destructiva pócima dorada

¡Deja el alma embriagadoramente extasiada!


El universo cual telaraña rota

Pende como una mera mota

¡De polvo, en tu luz, en tu cota!


¡Tu cuerpo entero es el cosmos, buscador!

Un bosque brillante

De pensamientos luminiscentes


Y las estrellas en el cielo

No serán sino polvo bajo tus pies

¡Esto siente quien de verdad me tiene!


Como un mero granito de sal, casi sin sabor

Así considera el bendito al universo

Algo fútil, insípido, incapaz de satisfacer la sed cosmogónica


El ansia de santidad es una energía tremenda

Que resquebraja horizontes de tiempo

Y rocosas estructuras de mundanal poder


Como la suave vela derrite a su propia cera

El santo va derritiendo al mundo

En su fragancia de amor


¡Cuidado que no se vuelva una llamarada incontenible!

¡Olas de fuego en la tortuosa mar de apocalipsis!

¡Tsunamis de destructivo dolor!


El deseo ciertamente es vibración poderosa

Más que cualquier otra cosa

Pétalos y espinas de rosa


Ya que si tu deseo se ha circunscripto

Al mero placer sensorial, serás como el perro

Saboreando su propia sangre creyendo que es hueso


Los deseos por bagatelas, podrán o no cumplirse

Dependiendo de la disponibilidad y de la codicia

¡Y de cuán duro trabajes por ellos!


Como una riada o un saqueo a una ciudad en la noche

En el medio de una guerra terrible

Así está quien busca las riquezas de este mundo


Como la sal o el picante desmedidos

Destruyen la lengua

Así se oblitera quien vive anhelando seguridad mundana


Con espinas y cardos dentro del zapato

Camina quien se preocupa en demasía

Por qué cuentas pagar o quién le debe qué


Muy pronto estará tan muerto

Como los billetes y monedas

Que tanto anhela


Mas, como quien bebe de coloridas aguas frescas

En una vigorizante lluvia de verano

Es quien confía en Dios


Puesto que las cuentas, las cuotas y demás

Tienen ciertamente un precio

¡Pero la preocupación es gratis!


La ansiedad nunca hizo generar más bienes

De lo que el trabajo o las rentas

Hicieron por sí mismos


Por tanto, el más seguro banco

Es la certeza de la verdad

Que es la fe


Aguardiente que emborracha de valentía

Crema que desinfecta dudas y cura heridas

¡Bálsamo para el alma contrita!


La fe es una ametralladora

Que desmenuza pelotones de sentimientos confusos

Como el sol del amanecer despeja a las relinchantes tinieblas


La confianza en la Providencia garantiza verdadera seguridad

Más allá de porquerías materiales

Y bonanzas espirituales


Puesto que hasta los santos

A veces se dejan engañar

Por la caleidoscópica y cimbreante ciencia de la mística


¡Un corazón en llamas

rodeado de fuegos espirituales

como una presa de caza acorralada por canes!


Por eso la convicción es importante tenerla siempre presente

Como el mapa estratégico es vital

Para un general que quiera ganar la guerra


La fe colorea la realidad con tintes armoniosos

Convirtiendo las disonancias

En deliciosas melodías cristalinas


Lo incomprensible se vuelve fácil

Lo misterioso baladí

Mientras se evaporan todos los secretos


Quien tiene fe no necesita nada más

Y no se preocupa por nada

Como quien vive exclusivamente de rentas


Como quien ha conquistado el mundo entero

Y no tiene otra cosa que hacer

Sino compartirlo


La fe absoluta trastoca el cielo por tierra

En un instante

De eterno brillo


El doloroso fragor

De la conciencia contra sí misma

Hace brotar las chispeantes aguas de la devoción


Las delicias que experimenta

Quien sorbe de este manantial

Hace que su sed se colme para siempre


Palabras laqueadas de luces irrebatibles

Mojadas con diamantes de resolución irrompible

Son las del devoto lleno de fe invencible


Imposibles, de contrarrestar

Son los ladrillos de resolución

Del castillo de integridad que es el santo


Su palabra vale más que el oro

Y su favor es como una ventisca

De eventos que se encauzan hacia buen fin


¡Victoria materializada

en fulgentes ladrillos de sosiego

sobre tumbas de fracasos del pasado!


¡El buen puerto espera siempre

a los proyectos del bendito!

¡El universo mismo confabula para darles buen término!


Mientras que las montañas en las sierras

Otorgan paso al bienamado

Y los árboles en los bosques le protegen


Su fe ha posibilitado que las olas del mar

Sean sus discípulas

Y las nubes sus alumnas


Los elementos, la materia y la energía

No son sino arcillas en la mano

Del verdadero devoto


Con esa fe es posible otorgar vida a los muertos

Y cercenar la boca de los blasfemos

¡Vida y muerte son bagatelas para el despierto!


Bromas sin significado

Perogrullada sinsentido

Palabras huecas


Para quien conoce a Dios

La palabra “Dios”

Está completamente vacía


La fe destruye universos escépticos

Como cristales de prejuicios

En una tormenta de convicciones


No importa en qué deposite su fe el bendito

Puesto que esa semilla brotará pujante

Como si hubiese florecido de repente


Las cosas muertas tendrán vida

Y los objetos invisibles se materializarán ante los ojos de todos

La fe es el barniz con el que se pinta un universo bondadoso


Ojos más allá de las luces

Oídos más cerca que el viento

Piel omniabarcante


El cuerpo de la realidad

Reside en el corazón verdadero

Burbujeante de bienaventuranza


Muerto para los necios

Vivo para los sabios

Perfectamente inmortal


Eternamente aquí

Siempre ahora

En un continuo despertar


La fe abrió todas las puertas

Misteriosas

Y la luz fue empujada adentro


Indestructible es la devoción verdadera

Una roca de milenios

Estratificados en filosísima conciencia


Que irrumpe dentro del arcano enigma

Y lo descifra completamente

Y lo desecha


¡Y lo desecha!

Como quien deja su cuerpo tirado

En un abrazo a los cielos


¡La vastedad absoluta es

solamente un granito de azúcar

de la verdadera inmensidad del corazón del devoto!


Puesto que ha sido el tubo de ensayos

En el que Dios ha experimentado

Con las fenoménicas pociones de éxtasis espiritual


Variadas, preciosas y brillantes

Son las diversas pruebas que el discípulo recibe

Del amor del maestro


Tonos deslumbrantes, colores inimaginables

Como atardeceres superpuestos

En mayestáticos tornasoles


Las visiones irrumpen con su realismo indubitable

En la mente purificada

Derrumbando todo resquicio de duda


Confundiendo sueño y vigilia

Como quien no sabe

Si está vivo o muerto


Para descreer finalmente de todo

Lo que ven los carnales ojos

Y percibir lo invisible


O las expansiones de conciencia

Como la gota de mar

Que de pronto se convierte en océano


Palpando cada rincón de sí misma

Mientras descubre su propia omnipresencia

Como niño que empieza a caminar


¡Que poco estima este cuerpo

quien conoce su verdadero cuerpo!

Como la infinita masa de luz que es el cosmos


Lanzando una nave espacial

Que llega a los límites del universo

¡Dentro de su propio corazón!


Viajando a velocidades crecientes

Dejando espumas de infinitud

En quietud ubicua


O la mente racional tan aparentemente transparente

Quebrada en mil pedazos

Por el pétalo suave del no pensamiento


¡Que aprieto el del intelectual

cuando se ve a sí mismo como una hormiga

frente a la siempre creciente sabiduría!


Quien mide todo con una regla de causa y efecto

Asombrado se la tendrá que romper

¡Sobre su propia cabeza algún día!


La gota de bienaventuranza que cae en el estanque de tiempo

Hace una purificación tan demoledora

Que hace sacudir eternidades


¡Despertad, perlas imperecederas

y adornad el gallardo pecho

que posee el zafiro del despertar!


El corazón iluminado

Revolotea continuamente

Por sobre aguas de silencioso éxtasis


O como el guardia, siempre atento, siempre servicial

Sosteniendo, paralizado, su lámpara de aceite

Ante la hermosura descomunal del amanecer


¡Tan tonto era creyendo que las flechas oscuras

eran mantenidas a raya por su escudo lumínico!

¡Oh mirad! ¡Todo es luz!


Continuamente abrazando la beatitud

Como el esposo recién casado a su reina

Así vive el sabio


De la mano con la bienaventuranza

Camina el verdadero discípulo

En las playas de paz


Continuamente mirando el romper de las olas

De gloriosa luz

Esparciéndose en espumas de devoción


El superficial lienzo azul del océano

Refleja su verdadero yo

Mi yo soy


¡Gracias al bendito!

¡Oblaciones le sean dadas!

¡Por otorgar la cena deliciosa!


¡Como un perro vagabundo, desahuciado!

¡Casi sin esperanzas acudí a su puerta!

¡Y oh! ¡Me hizo sentar en su mismo trono!


Como lacra del mundo

Como polvo que se tira afuera

Así era yo una paria entre los hombres


Arrastrándome por las calles

Como un gusano por el lodo

Así iba detrás de la ilusión de ellos


Mas, mi maestro me hizo ver lo real

¡Por medio de las tesis irrebatibles de éxtasis espirituales

Me regalaron un doctorado en la omnisciencia!


Así que ve más allá, hijo

Intérnate en el cavernoso enigma

Que no repele a los valientes


¡No te dejes impresionar

por los colmillos de su oscuridad

ni por las garras de su incognoscibilidad!


Detrás de las paredes negras, te aseguro

Se esconden incandescentes reinos

Brillantes, luminiscentes, eternamente resplandecientes


Te exhorto, por eso, ¡saboréalos!

¡Disfruta del manjar de los santos!

Que no es dado a todas las bocas


Pero no te empalagues

No seas como el huésped maleducado

Al que tuvieron que echar, porque siempre pedía más y más


Sé frugal en tus placeres celestiales

Saborea el divinal alcohol con sobriedad

Disfruta de tu angelical esposa con ecuanimidad


Los divinos éxtasis acarrean una lección:

No son el final del camino

Sino meros letreros indicadores de tu verdadero hogar


El mero inicio

De que lo que estás pisando

No es mera tierra


Adentrándote en praderas celestiales

No te acuestes a descansar, perezoso

Sino que apura el paso, más allá


Puedes delimitar al universo

En un solo abrazo

¡Pero eso no significa nada!


Recuerda: estas pequeñas perlas

No son la meta

Ni el fin


Por tanto, no te dejes engatusar por su

Exquisito brillo

Queda aún mucho por andar


Recorre las planicies de nubes

Explora las colinas de beatitud

Adéntrate en mares de éxtasis


Observa el continuo regenerarse

De las cascadas

De inmortalidad


Vive en tu nuevo mundo

Saturado de paz

Lleno de permanente regocijo


Haz florecer tu corazón

En instantánea primavera

Y cumple tus deseos inmediatamente


Familiarízate con tu nuevo hogar

Que ni siquiera ángeles

Quisieran abandonar


¡Y es por eso mismo

que tú debes hacerlo!

Si es que algún día piensas ser un maestro


Solamente los vasallos acuden al rey

Para pedirle cosas

En su trono


Se tú un verdadero rey

Carente de deseos

Completo, satisfecho, silenciosamente gozoso


No seas un gusano rastrero

No pierdas tu dignidad pidiendo

Rogando, mendigando, robando


Al fin y al cabo

¿Qué es lo que necesitas?

¿Y quién te lo dará?


¡Consuma tu unión con el bendito!

Perfecciona tu identidad con él

¡Y tira lejos las migajas que tienes en las manos!


¡No te unas a la manada de pordioseros!

Escucha: ¡Tú eres Dios!

¡Actúa de acuerdo a ello!


Sé digno de tu linaje celestial

Compórtate como un verdadero príncipe

Del reino espiritual


Ya satisfecho de las diversiones adolescentes

Sean mundanas o espirituales

Elévate en omnisciencia


Encontrarte a ti mismo

Significa trascender completamente

Cielo y tierra


Ir más allá de nubes y paraísos

Al eterno

Aquí y ahora


¡Que es de donde surgen

las miríadas de manifestaciones

que no son sino tú mismo!


¡El camino nunca empezó!

¡La búsqueda nunca terminó!

Puesto que ya sabes quién eres


Libre y completo

Eres la gota del océano

Y el océano mismo


Tremendamente despierto

Lleno de luz

Conciencia expandiéndose en realización


Todos los poderes del universo

Se esconden en la palma de tus manos

¿Los utilizarás?


La sabiduría milenaria

Pende de tu lengua

¿La compartirás?


Y tu corazón alberga

El misterio primigenio

¿Lo revelarás?


Una vez alcanzada la inmortalidad

El maestro decide qué debe hacerse

Y su palabra es indestructible


Con un pie en la eternidad

Y el otro sobre la cabeza de emperadores

Él solamente sonríe como un niño


Algo en sus ojos lo delatan

Una chispa, una chispa…

¡La que estuvo al inicio de todo!


¡Sabio discípulo, no desanimes!

¡No descanses hasta encontrar esa chispa!

Y penetra en los orígenes de la creación


En donde el bendito te espera

Con los brazos

Abiertos:


“Trasvasando el pórtico de la muerte

Y las luces de infinitos paraísos

Me he encontrado a mí mismo


Ya nada ni nadie me conoce

Salvo mi Señor

Salvo mi Señor


Con migajas en la boca

No comprendía la sabiduría

Ni me interesaba la rectitud


Pero hoy vivo ebrio de su vino

Esplendorosamente borracho de éxtasis

Junto con todos los átomos del cosmos


Él y yo somos uno

Lo sé, lo siento, lo soy

Uno


Tú también hijo perteneces aquí

¡Con nosotros!

Eternamente


Levanta la mirada

Alza tus ojos

Y abre el corazón


Ya que pronto

Haremos casa

Dentro de ti


No desmayes

Ni desesperes

Que estoy contigo


Dondequiera

Que estés

Yo soy


Perennemente

Yo soy

¡Yo soy!


A medida que crezca

Tu comprensión de la omnipresencia

Me verás cada vez mejor


Solamente soy un espejo

Reflejando a los santos, a los condenados

Y a Dios


Estando en tu corazón

Voy mucho

Más allá:


Aquí y ahora

Aquí y ahora

Aquí y ahora


¡Aquí y ahora!

 

 

Documento facilitado por el Autor

Registro en el PORTALGUARANI.COM : Julio 2012






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