LA CONDICIÓN DEL FUEGO Y OTROS POEMAS
Obras de DIANA GAELLI
Edición auspiciada por el FONDEC
Impreso por MARBEN EDITORA & GRÁFICA S.A.
Asunción – Paraguay
2009 (70 páginas)
MARBEN S.A.
Capitán Gwynn 1091 e/ Testanova y de la Conquista
[Sajonia]
Teléfonos: [595 21] 421388/ 481801
PARAGUAY SUD AMÉRICA
I
DONDEQUIERA QUE ESTÉS
Dondequiera que estés, quiero que sepas
que he guardado en un cofre tu recuerdo.
Y que las nuevas horas, que me llenan
de plenitudes y deseos,
no me impiden que a veces celebre en la distancia
esos días felices en que hicimos el fuego.
PODER Y QUERER
Otra vez el fuego
que quisiera evitar pero no puedo.
Otra vez el fuego
que pudiera evitar pero no quiero.
PISTA
Si me dieras una pista,
una sola, pequeñita,
por más mínima que fuera,
si tan sólo me indicaras
cuáles rumbos debo andar,
qué caminos desandar,
qué murallas voltear,
qué vivencias reinventar...
ADIÓS
Me voy de aquí, me alejo para siempre;
adiós vano cordel que me amarraba.
Rumbo hacia el sol que anuncia el horizonte,
izo mi banderola frente al alba.
Olvido inviernos, nieblas, agonías,
cosas que ya no tienen piel ni alma.
Ayer sólo es un nombre extraviado
sobre un montón reseco de hojarascas.
Avanzo en el vaivén, mientras el viento
resguarda, como un ángel, esta marcha.
Todo lo mío cabe en breve espacio,
es decir, mi equipaje de esperanzas:
lo que desataré al final del viaje,
lo que desplegaré cuando, en la danza,
iniciemos, tú y yo, la llamarada.
II
SUENA TU NOMBRE
Suena tu nombre en mis labios,
pero no sólo en mis labios,
suena también en el agua
que humedece la mañana.
Te está nombrando hasta el polvo
que el viento mueve en asombros
y mi escritura en la arena
que, letra a letra, te piensa.
Tu nombre es no sólo nombre,
tiene también otros bordes;
no sólo en mi voz resuena,
sino también en mi lengua:
salado y dulce sabor,
sabor a dicha y dolor,
desde el temblor de mis senos
que inician su desespero,
hasta aquí, donde despierta
mi flor desnuda y te sueña.
NO VENGAS
No vengas
y búscate otros rumbos, caminante,
si no vas a venir
para quedarte.
Ésta es mi condición:
mejor sola que más mediocridades.
Pero no pienses, hombre,
que "quedarte"
significa vivir, día tras día,
el mismo techo, el mismo pan, el mismo catre.
Al hablar de quedarte, me refiero
a que, si vienes, traigas tantas ganas de amarme,
que me dejes un beso luminoso,
un susurro fragante,
una caricia pura,
un grito indescifrable,
de modo tal
que, aunque después te marches,
de inmediato
o más tarde,
te quedes como parte de esas cosas
dignas de recordarse.
ÉL A SU MODO
Él, a su modo, es hermoso.
Y, por lo lentamente descubierto,
rápidamente querible.
Sobre todo entre tantos otros
previsibles, transferibles, prescindibles.
AQUÍ LLEGA
Aquí llega mi tierno,
mi amante sin igual,
mi niño-amigo-hombre,
compañero total.
(Aquí llega de nuevo
mi fogoso animal,
con su ademán hambriento,
carnívoro y sensual,
que no sólo me lame
de mitad a mitad,
sino también me absorbe,
me muerde dulcemente sin piedad,
y por poco me come,
interminablemente, hasta el final.)
III
ME TIENDO EN SOLEDAD
Me tiendo en soledad sobre estas sábanas
donde vibran calientes todavía
las huellas que dejaste hace un instante:
tu olor a piel y a trémulas caricias.
"Hasta mañana, amor" -amor- dijiste,
y fue una casi triste melodía,
porque, apenas te fuiste, ya impaciente
espero que regrese el nuevo día.
INCONTENIBLE
Incontenible, sí, y a borbotones,
pese a todo lo dicho por el tiempo:
que la pasión se agota fácilmente
si los abrazos van en desenfreno.
Pero lo siento, amor; no sé qué hacer,
no tengo en este tránsito remedio.
No tiene bridas esta hembra,
este animal en celo,
cuando la brisa esparce tus aromas,
tu olor a macho enhiesto.
Yo siento que te vienes,
te vienes desde lejos,
cabríamente humano,
fauno salvaje y tierno.
Y mi vientre palpita,
mi corazón se agolpa en desesperos,
y grito, desbocada,
y a tu aliento me aferro,
y me suelto contigo,
y te acompaño ya en el movimiento,
y me derramo, amor, toda humedades,
y me derramo estanque y aguacero,
y me derramo y vuelvo a derramarme,
mientras te vienes todo en mis adentros,
TODO ES OCASO
Todo es ocaso, amor.
Es cierto.
Ya inicia su propia muerte
lo que recién está naciendo.
Lo mismo que la flor da su perfume
muriéndose en silencio,
dicen que todo constructor sólo edifica
otro derrumbamiento.
Pero aquellas lecciones no consiguen
disuadir nuestro empeño
de sumar las minucias con que ahora
levantamos castillos en el viento.
Aunque después se caigan ¿quién nos quita
lo que estamos viviendo?
PERDÓN
De infinitas maneras me arrojaste señales
diciendo que me aprecias, mas no puedes amarme.
Y a pesar de esas cosas persistí en acercarme,
mientras mirabas triste mi ademán fastidiante.
Te pido me perdones. Ya estoy echando llaves
al vano sentimiento del que empiezo a alejarme.
OTROS POEMAS
LA CHISPA DE UN RELÁMPAGO
La chispa de un relámpago y un soplo de milenios
atravesaron nubes, sacudieron esteros,
hasta llegar al barro donde rompe el silencio.
Así, se congregaron todos los elementos,
arena, llamaradas, humedades y vientos,
para que las precisas manos de algo secreto
-ponle el nombre que quieras: Dios, Destino, Universo-
recogieran la arcilla dando formas y sueños
a la vital materia sagrada de mi cuerpo.
Y aquí me tienes, vida, mujer total, abriendo
las ventanas cerradas, las puertas del misterio,
unida en dos mitades que completan mi aliento:
altivamente tierra y humildemente cielo.
Cada una de mis curvas y mis hondos adentros
poseen el instinto -luz del conocimiento-
para crear los seres que van poblando el tiempo.
COMO A UN MARINO
Como a un marino en medio del naufragio
me sacuden las olas de los días.
Aferrada a mi tabla,
oigo a través del viento una voz tibia.
Es una sombra que me llama
y me induce a seguirla.
¿Será la salvación
de alguna orilla?
¿O el canto melodioso
de otra sirena artera en su porfía?
HAY VECES
Hay veces en que al terminar el día
vuelvo a casa con algo desolado,
con difusas preguntas y respuestas,
sin entender el signo de los hados.
Y arrastro mis pisadas
-es un saco de piedras mi cansancio-,
y llego, no sé cómo,
y me encierro en mi cuarto.
Con qué terrible esfuerzo
me saco los zapatos,
y me desnudo sólo para que no se moje
mi atuendo bajo la ducha del baño.
Después voy a la cama,
dejo caer en ella todo mi desamparo,
y no enciendo la luz porque no hay libro
que pueda sacudir mis ojos apocados.
Y propongo a la vida y a la muerte,
que acechan desde siempre en cada tramo,
que esperen otro día
por si amanece el sol o está nublado
y yo decida en fin a quién atiendo
cuando tocan el timbre en mi costado.
DESAFIANDO VIENTOS
Desafiando vientos
en pos de inclaudicables primaveras,
ascendemos la vida,
remontamos la cuesta.
Es la razón de ser,
la justificación de la existencia,
aunque al llegar al fin
a la preciada meta
-Sísifos incurables-
se derrumbe otra vez nuestra quimera.
ÍNDICE
I
Huída
Dondequiera que estés
Poder y querer
Llamarada
No lo debo decir
Pista
Adiós
Quién
Confesión
Como bailando un tango
Te llamo
Acostada en el piso de la noche
Qué más quisiera
Esa música
Después del minucioso
Extiendo los dos brazos
II
Ya sé que te han hablado
Suena tu nombre
No vengas
Él a su modo....
Aquí llega
Qué podría decirte
Cuánto agradezco
No sé
Quisiera asignar un nombre
A mi jardín
III
Invitación
Me tiendo en soledad
Incontenible
Todo es ocaso
Perdón
Quise
Frío
Ayer nos inventamos
Viniste para partir
Voy andando
Cae la pena
Él estuvo a mi lado
Qué no daría
Yo busqué
La condición del fuego
Aún
Contradicción
OTROS POEMAS
Ofrenda de Diana
La chispa de un relámpago
Como a un marino
Hay veces
Desafiando vientos
Pequeño dios alado, ten piedad
Me daba ayer el tiempo