De la serie de LLUVIAS Y TORMENTAS, 1998-2000
Autora: GABRIELA ZUCCOLILLO
Fotografía 5: Asunción, 1998
Título: DE LLUVIAS Y TORMENTAS 1998-2000
Dimensiones: DOS
Medidas: 50 x 60 cm.
Soporte: Papel RC.
Técnica: Fotografía blanco y negro, 35 mm., registro directo.
Tema: paisaje urbano
Sentido: apaisado.
Año: 1998-2000
Fotografía 5 – Asunción, 1998 – Atributos formales:
Formas: Orgánicos e Inorgánicos
Líneas de contorno: Rectas e irregulares difusas
Formas* Calle arbolada con autos en noche lluviosa
Color: Blancos, grises y negros casi saturados
Espacio diegético: Primer plano y profundidad de calle
Líneas de tensión: Verticales, Diagonales
Movimiento: Movimiento aparente
Dinámica: Por la sensación de movimiento
Equilibrio: Inestable. Asimétrico, dinámico
Expresión: Rapidez, velocidad
FRAGMENTOS ALEATORIOS: FLORES Y LLUVIAS DE GABRIELA ZUCCOLILLO
Ensayo de LORENZO ZUCCOLILLO
Gabriela Zuccolillo: De la Serie Lluvias y Tormentas.
1. ¿POLOS OPUESTOS?
Dos series de fotografías de Gabriela Zuccolillo parecen ubicarse en las antípodas temáticas y significativas: Las imágenes deNaturaleza Muerta –flores, principalmente—y la de los Paisajes-Lluvia.
En la primera, los antecedentes remiten –si partimos de una lectura ortodoxa del género—a instancias interiores y por sobre todo, altamente codificadas. En la segunda (Lluvias) –y si se adopta una similar ortodoxa aproximación al tema—se daría lo contrario: El paisaje podría a leerse en relación a lo exterior, a la extroversión, a lo variable .
Mas allá de las simplificaciones que propuse antes en relación a estos géneros, desearía bocetar a continuación algunos puntos de contacto entre estas dos series de imágenes. Para cubrir estos fines, propongo la convivencia en el presente texto de transcripciones, opiniones y fragmentos de una conversación que meses atrás sostuviera con la autora.
2. FLORES Y CALIGRAFÍA.
La tradición de representar “cosas inanimadas” –como en el siglo XVII Lebrun nombró a este género, para precisar la denominación más ambigua (“Stillleven”) de la escuela flamenca y si bien históricamente se populariza cuando el autor deja de ser simple “artesano” para acceder al status de “intelectual” a partir del siglo XVI– desde sus orígenes remotos presentó reglas y aun codificación estricta. Tanto en lo que concierne a su interpretación y como a su factura.
Desde el punto de vista de la lectura interpretativa de estos elementos, para Norbert Schneider, los simbolismos asociados a los “objetos inanimados” que se representan en la Naturaleza Muerta, derivan del desplazamiento hacia lo pictórico de principios teológicos de la hermenéutica medieval. Desde este enfoque, los objetos poseen dos sentidos posibles; El literal, cotidiano (“sensus literalis”), y otro religioso. Este segundo significado, a su vez triple, y que “(…) se remite al texto de la Biblia (implica) , a saber: primero, un significado alegórico relacionado con la fe, segundo, uno figurado que concierne a la moral cristiana y uno tercero que remite a las postrimerías del hombre “ ( [1])
Desde la aproximación de los objetos representados en relación a su significado, Erwin Panofky rastrea las mutaciones semánticas desde finales de la Edad Media al Barroco. Así, “Las cajas de madera (del siglo XVII) conservan el significado que tenían en las representaciones de la virgen María en los siglos XV y XVI; designarían el cofre en que se encontraba oculta la deidad. (por su parte) Las representaciones de frutas (…) positivamente interpretadas, eran alusiones a la sangre de Cristo y a su amor por la iglesia “ ( [2])
Rebasada –por la lente fotográfica, primero y por las experiencias de vanguardia pictórica más tarde– esta pretérita relación entre el objeto representado y cualquier simbología trascendente asociada, la Naturaleza Muerta deviene “banco de pruebas” lingüístico; Un territorio de exploración de las posibilidades propias de cada medio . Vale decir –inferencia un tanto obvia— la codificación que mencionábamos en el género “objeto inanimado” se desplaza de lo simbólico a lo representacional (En el caso específico de imagen basada en procesos fotográficos, algunos ejemplos podrían citarse: Los “Bodegones” de A de Meyer; de la primera década del siglo XX; Los Fotogramas deRay de los 20’s; Hasta las experiencias más cercanas Maplethorpe)
En su particular aproximación a este género –coincidentemente con fotógrafos cuyo trabajo aprecia y constantemente “cita” en sus imágenes , como R. Frank y el propio Maplethorpe— la autora postula variaciones o incluso negaciones a lo que podría entenderse como características intrínsecas del medio fotográfico.
Variaciones y procedimientos laboratoriales, en primer lugar, que hacen de cada fotografía (en si, una imagen potencialmente múltiple) una copia única. Por otra parte, la inclusión de la caligrafía (de la propia escritura) también podría entenderse como una suerte de problematización del carácter hasta cierto punto “impersonal” del negativo-matriz en el cual se origina la multiplicidad de las copias dentro del procedimiento postivo-negativo.
No obstante, no vemos en estas intervenciones ni resabios “pictorialistas” ni intención de alguna anacrónica “restauración aurática” a una imagen en esencia múltiplemente reproducible como es la fotografía.
Más bien, estas tácticas , que terminan ocasionalmente (no siempre) en la unicidad de la imagen, pasan mas bien por un proceso de “personalización” ligado a particulares necesidades expresivas; A una intención de marcar explícitamente la impronta (no visual-estilística, sino existencial) en la imagen registrada mecánicamente.
Singulares coincidencias…Alguna vez mencionamos a Gabriela Zuccolillo el siguiente texto de Akihito Yasumi sobre la obra deNobuyoshi Araki:“Escritos de propio puño, los títulos, los nombres y los comentarios, (la caligrafía de Araki) incorporan lo físico y las emociones como trazos al acto de relatar. Cada signo y firma incorporan la emoción y el tiempo a la escritura. Aunque los caracteres sean los mismos, cada firma es singular e inmune a cualquier codificación genérica (…) Fotografiar es escribir en un tiempo y un lugar” ( [3] )
“Llovido sobre mojado”. A partir de este pasaje del texto le preguntamos: ¿La escritura en tus fotografías, podría leerse como una confrontación? ¿Funciona en oposición a lo múltiple de esos componentes impersonales que también (pero no exclusivamente) posee una imagen fotográfica? ¿Se confronta con lo particular de una caligrafía, de un gesto, de una escritura; Elemento este variable de sujeto en sujeto?…¿Como una presencia, en suma?
La respuesta fue la siguiente:“En el fondo, la fotografía “click” me aburre….Me interesa si –obviamente– la escritura, la caligrafía. Veo en ella una de las pocas cosas en la que sigue persistiendo lo particular. Particularidad que crecientemente se pierde, por ejemplo, en el Email y otras formas de comunicación (sin desechar por eso las posibilidades de estas formas comunicativas) Recuerdo –ya que estamos en el tema– una carta, enviada por un japonés que residía en el extranjero a otro, que vivía en Japón. Le decía al amigo: ‘Por tu carta veo que en Tokio llueve’….“Hay demasiadas cosas en juego en lo caligráfico; La inmediatez (lo no-mediado)… El contacto de la mano con el soporte; Inmediatez de la acción, que podría ser eliminada por la reproducción fotográfica…….Estos procesos de ‘pos-produccion’ –por llamarlos así– que empleo en mis fotos quizás sean una forma de enfatizar (o recuperar) un otro proceso (¿manualidad?) que también tiende a soslayarse; Cierta forma actualizable, rescatable de artesanía, si se quiere. Confieso que me gusta la “cocina” (el laboratorio) El descubrir y operar sobre las mutaciones que se van dando a lo largo del recorrido de fijar el objeto (el “click” originario) procesar y dar forma final a una imagen, que –por cierto– dista mucho del “click” inicial… No afirmo que esta sea la única forma de hacer fotografía, pero es la que a mí me interesa”
3. DE LAS FLORES A LA RUTAS.
Alguna vez mencionó Gabriela el hecho que en su archivo de fotos existían pocas imágenes de objetos personales suyos.
Por poco me lo creo. Porque salvando las innegables “construcciones” implícitas en el Paisaje (v.g.: las “invenciones” de Lorraine, o la máxima romántica: “El paisaje es un estado del espíritu”) me parecía hasta cierto punto sustentable la hipótesis de que el género solicitaba incorporar ciertos datos “exteriores”; Que debía contemplar algún recuerdo de algo que (a falta de mejor nombre) podría llamarse “input factual” ; No reducible ni fusionable éste (al menos, no en su totalidad) al sujeto perceptor. Al menos, tratándose de imágenes fotográficas, en cuya base está presente (en mayor o menor medida, nos guste o no) una relación analógica entre el referente y su representación.
Con menos ingenuidad (o torpeza) –a posteriori—le comente : “¿Cuál sería la necesidad de fotografiar objetos ‘personales’?…Tus rutas; Las imagen que el agua de las lluvias hace borrosas o casi irreconocibles vistas a través del el parabrisas de tu automóvil; Los arboles distorsionados bajo la tormenta, ¿Porqué serian menos personales que tu cepillo de dientes? Desde este punto de vista, las lluvias proponen no la documentación, el registro del evento, sino alguna sutil (pero presente ) impronta del acto de compartir la percepción del “evento”
“¡Pero justamente de eso trata el arte de este siglo!—Rectificó. “Al menos, el que a mi me interesa. Veo que he prestado atención casi exclusiva—en cuanto referente de mi obra– a los autores que han aportado una mirada en extremo personal. Así lo entiendo…Así como no puedo entender, ni para atrás ni para adelante –aunque sin desmerecerlos—al Hiperrealismo o a las fotografías de Adams; Fantásticas en muchos aspectos, sin duda alguna…Y si me gusta Hopper, no es por su “realismo”, sino por el clima que propone. Enfatizar los aspectos descriptivos de una imagen, lo denotativo de la representación—en el actual estado de desarrollo de los medios técnicos de registro y reproducción — para mi no tiene ningún sentido. Si bien siempre hay un recorte y apropiación de lo real: Debe existir la ruta y la lluvia. Pero lo real en si mismo significaría remitirse a la mera perfección técnica, a alguna trasnochada versión la mimesis clásica”
Pero –agregué—no me estaba refiriendo ni a lo mimético ni a una relación “repasada” como aquella de tipo “impresionista”; La que liga a la percepción del sujeto, la cosa representada en el proceso de representación de esa cosa. A diferencia de aquellos postulados decimonónicos, los términos en juego en las lluvias suponen una tácita intención de “complicidad perceptual”(la llamo así por ahora) Siempre parece haber una co-presencia indispensable: Una mirada que no es la del espectador anónimo, sino la del “cómplice” casi corpóreo, para que el “texto” se cierre. En otras palabras, el “enunciado” de las lluvias –que no difiere esencialmente del de las flores– seria: “Propongo-Comparto (no ante ustedes-espectadores, sino ante Usted-Cómplice) mi percepción concreta del evento; No el evento en si (sería fotodocumentalismo) ni siquiera las ‘estrategias de su ilusión’ (conceptuales) que han llevado a registrarlo”. Mas bien propongo-comparto el escenario del registro de ese clima preceptivo que produjo esta mirada. Puede sonar muy vago lo anterior, pero ¿No existe acaso un grupo de la serie de las flores que titulaste “Ofrenda”?
“Todo lo que hago es en parte, autobiográfico—Prosiguió. Aun a riesgo de anacronismos, trato de formular imágenes sinceras, mas allá de lo que estén o no de moda . No podría proponer mi trabajo de otra manera. No me interesa, en este sentido –por angustia de “aggiornamiento” – fingir invenciones. Sobre todo cuando se ve –como sucede actualmente– cosas que se hicieron hace sesenta años y ahora que se las presenta como la gran novedad. Localmente esto puede llevar a graves equívocos, ya que muchas veces se trata de prácticas completamente desligadas de nuestras circunstancias específicas.
“De esto se infiere que tampoco estoy de acuerdo con la obra que deba anexar un “manual de instrucciones” para su lectura, porque si los elementos en juego en la misma (personales, propios) no llegan a cristalizar en instancias que te trasciendan, la cosa no cierra…Delicado equilibrio: La obra que no incluya una aproximación “visceral” no sirve; Como tampoco sirven las simples “vísceras”. Lo cual no significa que sólo se deba existir el expresionismo. Lo expresivo puede pasar por un filtro hiper-racional… Más allá de su geometría estricta y obsesiva, para mi la obra Mondrian tiene mucho de un grito desesperado”
Asunción, 2000.
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NOTAS:
[1] Norbert Schneider:” Naturaleza Muerta” Taschen .
[2] Erwin Panowfky: “Early Netherlandish Painting . Its Origins and Character”. En Op. Cit. (1)
[3] Akihito Yasumi: “Fotografía como Romance Confessional: Receita para Olhar/Ler Nobuyoshi Araki” . Imagems. Ed. Unicamp. Sp. Br. 1996.
Fuente en Internet: http://lorenzozucolillo.wordpress.com
De la serie de LLUVIAS Y TORMENTAS, 1998-2000
Autora: GABRIELA ZUCCOLILLO
Fotografía 1: Asunción, 1999
Título: DE LLUVIAS Y TORMENTAS 1998-2000
Dimensiones: DOS
Medidas: 50 x 60 cm.
Soporte: Papel RC.
Técnica: Fotografía blanco y negro, 35 mm., registro directo.
Tema: exterior nocturno
Sentido: apaisado.
Año: 1998-2000
Fotografía 1 – Asunción 1999/ Atributos formales:
Formas: Orgánicas y geométricas
Líneas de contorno: Rectas e irregulares difusas
Formas* Calle de paisaje urbano con lluvia
Color: Grises
Espacio diegético: Superposición y profundidad
Líneas de tensión: Perspectiva central
Movimiento: Hacia el centro
Dinámica: Ritmo decreciente de árboles
Equilibrio: Asimétrico
Expresión: Soledad, de energía contenida
De la serie de LLUVIAS Y TORMENTAS, 1998-2000
Autora: GABRIELA ZUCCOLILLO
Fotografía 2: Ayolas, 1998
Título: DE LLUVIAS Y TORMENTAS 1998-2000
Dimensiones: DOS
Medidas: 50 x 60 cm.
Soporte: Papel RC.
Técnica: Fotografía blanco y negro, 35 mm., registro directo.
Tema: paisaje de tormenta
Sentido: apaisado.
Año: 1998-2000
Fotografía 2 – Ayolas 1998 - Atributos formales
Formas: Orgánicas y geométricas
Líneas de contorno: Rectas e irregulares difusas
Formas* Árbol y asiento en la tormenta
Color: Negro y Grises
Espacio diegético: Árbol en primer plano y fondo borroso
Líneas de tensión: Vertical, paralela, oblicuas
Movimiento: Hacia la derecha
Dinámica: Inclinación del árbol
Equilibrio: De contraste por los tonos
Expresión: Fuerza, Energía, Soledad
De la serie de LLUVIAS Y TORMENTAS, 1998-2000
Autora: GABRIELA ZUCCOLILLO
Fotografía 3: Ruta 1, 1998
Título: DE LLUVIAS Y TORMENTAS 1998-2000
Dimensiones: DOS
Medidas: 50 x 60 cm.
Soporte: Papel RC.
Técnica: Fotografía blanco y negro, 35 mm., registro directo.
Tema: paisaje de tormenta
Sentido: apaisado.
Año: 1998-2000
Fotografía 3 – Ruta 1, 1998 – Atributos formales:
Formas: Volúmenes Orgánicos
Líneas de contorno: Rectas e irregulares difusas
Formas* Paisaje rural. Carretera y motociclista en día lluvioso
Color: Gris y negro
Espacio diegético: Profundidad de la ruta
Líneas de tensión: Horizontales y diagonales
Movimiento: Confluyente por la perspectiva central
Dinámica: Por las formas y las líneas
Equilibrio: Asimétrico por las formas y el color
Expresión: Melancolía
De la serie de LLUVIAS Y TORMENTAS, 1998-2000
Autora: GABRIELA ZUCCOLILLO
Fotografía 4: Asunción, 1999
Título: DE LLUVIAS Y TORMENTAS 1998-2000
Dimensiones: DOS
Medidas: 50 x 60 cm.
Soporte: Papel RC.
Técnica: Fotografía blanco y negro, 35 mm., registro directo.
Tema: paisaje urbano
Sentido: apaisado.
Año: 1998-2000
Fotografía 4 – Asunción, 1999 – Atributos formales:
Formas: Orgánicos e Inorgánicos
Líneas de contorno: Rectas e irregulares difusas
Formas* Paisaje urbano en día lluvioso
Color: Gris
Espacio diegético: Perspectiva de calle en profundidad
Líneas de tensión: Verticales. Ortogonales, diagonales
Movimiento: Estático
Dinámica: Por líneas de tensión hacia la derecha
Equilibrio: Asimétrico
Expresión: Densidad
De la serie de LLUVIAS Y TORMENTAS, 1998-2000
Autora: GABRIELA ZUCCOLILLO
Fotografía 6: Asunción, 2000
Título: DE LLUVIAS Y TORMENTAS 1998-2000
Dimensiones: DOS
Medidas: 50 x 60 cm.
Soporte: Papel RC.
Técnica: Fotografía blanco y negro, 35 mm., registro directo.
Tema: paisaje urbano en día lluvioso
Sentido: apaisado.
Año: 1998-2000
Fotografía 6 – Asunción, 2000 – Atributos formales:
Formas: Masas orgánicas e inorgánicas
Líneas de contorno: Rectas e irregulares difusas
Formas* Árboles, calle, veredas de paisaje urbano
Color: Blancos y grises.
Espacio diegético: Perspectiva central de calle con profundidad
Líneas de tensión: Verticales, horizontales y diagonales
Movimiento: Estático
Dinámica: Por las líneas de tensión
Equilibrio: Inestable movimiento
Expresión: Densidad ambiental, melancolía
De la serie de LLUVIAS Y TORMENTAS, 1998-2000
Autora: GABRIELA ZUCCOLILLO
Fotografía 7: Ruta 2, 1998
Título: DE LLUVIAS Y TORMENTAS 1998-2000
Dimensiones: DOS
Medidas: 50 x 60 cm.
Soporte: Papel RC.
Técnica: Fotografía blanco y negro, 35 mm., registro directo.
Tema: paisaje rural en día lluvioso
Sentido: apaisado.
Año: 1998-2000
Fotografía 7 – Ruta 2, 1998 – Atributos formales:
Formas: Masas orgánicas e inorgánicas
Líneas de contorno: Onduladas e irregulares difusas
Formas* Carretera y paisaje rural en día lluvioso
Color: Grises.
Espacio diegético: Perspectiva, profundidad
Líneas de tensión: Curvas suaves
Movimiento: Diagonal convergente
Dinámica: Ondulación de las líneas
Equilibrio: Asimétrico
Expresión: Soledad
De la serie de LLUVIAS Y TORMENTAS, 1998-2000
Autora: GABRIELA ZUCCOLILLO
Fotografía 8: Asunción, 1999
Título: DE LLUVIAS Y TORMENTAS 1998-2000
Dimensiones: DOS
Medidas: 50 x 60 cm.
Soporte: Papel RC.
Técnica: Fotografía blanco y negro, 35 mm., registro directo.
Tema: paisaje urbano en día lluvioso
Sentido: apaisado.
Año: 1998-2000
Fotografía 8 – Asunción, 1999 – Atributos formales:
Formas: Orgánicas e inorgánicas
Líneas de contorno: Rectas e irregulares difusas
Formas* Calle de paisaje urbano lluvioso
Color: Blancos y grises.
Espacio diegético: Primer plano y calle en perspectiva central con profundidad
Líneas de tensión: Ortogonales y oblicuas
Movimiento: Estático
Dinámica: Por líneas de tensión
Equilibrio: Asimétrico
Expresión: Densidad
De la serie de LLUVIAS Y TORMENTAS, 1998-2000
Autora: GABRIELA ZUCCOLILLO
Fotografía 9: Asunción, 2000
Título: DE LLUVIAS Y TORMENTAS 1998-2000
Dimensiones: DOS
Medidas: 50 x 60 cm.
Soporte: Papel RC.
Técnica: Fotografía blanco y negro, 35 mm., registro directo.
Tema: paisaje urbano en día lluvioso
Sentido: apaisado.
Año: 1998-2000
Fotografía 9 – Asunción, 2000 – Atributos formales:
Formas: Orgánicas e inorgánicas geométricas
Líneas de contorno: Rectas e irregulares difusas
Formas* Calle de paisaje urbano con lluvia
Color: Blancos, negros y grises.
Espacio diegético: Primer plano de calle en perspectiva central
Líneas de tensión: Diagonales y verticales al plano ortogonal
Movimiento: Estático
Dinámica: Por líneas de tensión, tamaño decreciente de los objetos
Equilibrio: Simétrico
Expresión: Inquietud, soledad
Enlace recomendado para leer texto de la tesis: "UNA APROXIMACIÓN AL ARTE DE LOS '90. ARTES VISUALES EN EL PARAGUAY ACTUAL A TRAVÉS DE OBRAS DE CARLO SPATUZZA Y GABRIELA ZUCCOLILLO." Autora: GLORIA DEL PILAR VELILLA MULA. Tutor: Prof. Aníbal Cardozo. Agosto 2005
Fuente: PUBLICACIONES 2008. CARRERA DE ARTES VISUALES - ISA. FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y ARTE, UNIVERSIDAD NACIONAL DE ASUNCIÓN. Edición: Departamento de investigación Carrera de Artes Visuales – ISA. Coordinación de esta edición: Prof. Mabel Avila. Supervisión: Lic. Emma Perrazo. Asesoría: Prof. Dra. Olga Blinder. Patrocinio: Prof. Arq. Ricardo Meyer, Decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte, Universidad Nacional de Asunción. Consejo Directivo de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte Universidad Nacional de Asunción.
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