CORAZÓN GENEROSO

Por DELFINA ACOSTA

Hay tantas personas de edad avanzada que pasan sus días solitariamente y en blanco en la capital y en el interior del país. Muchas gentes de corazón generoso podrían ir a visitarlas de vez en cuando y llevarles algunas palabras de aliento, hacerles compañía.

Existen muchas maneras de ser útiles, de prestar un servicio que valga la pena a la sociedad.

Por otra parte, vengo observando con creciente preocupación que los estudiantes no dedican el tiempo necesario a las sanas lecturas que realmente les pueda ayudar a ser mejores personas.

¿Qué pasa en estos tiempos con los jóvenes? ¿En qué invierten sus horas?
¿Acaso no saben ya lo que es la disciplina?

¿Se dedican, tal vez, a la pavada? Cuánta frustración para sus padres.

Deberían leer libros, aquellos que sus profesoras les indican.

Tal vez por eso, el Paraguay se encuentra sumido actualmente en la ignorancia, en el atraso, en la falta de ética, de moral, de sanas costumbres.

Es necesario aprender a valorar los libros en su justa dimensión.

Cuántos es posible encontrarlos en las numerosas bibliotecas y librerías de nuestro país.

Uno de los mejores es, sin lugar a dudas, Don Quijote de la Mancha, obra del inmortal escritor español Miguel de Cervantes Saavedra.

Representa la primera obra literaria que se puede clasificar como novela moderna y también la primera novela polifónica, y como tal, ejerció un influjo abrumador en toda la narrativa europea posterior.

Es uno de los libros más destacados de la literatura española y la literatura universal.

En sus muchas páginas los lectores no solamente hallarán motivos para alegrarse y recrearse con las aventuras de un hombre que por algún motivo perdió el juicio y creyó que debía resolver los problemas del mundo.

Montado sobre un caballo al que puso por nombre Rocinante, y acompañado de un humilde labrador llamado Sancho Panza, iba recorriendo diversos sitios de España.

Arremetía contra los molinos de viento pensando que eran hombres gigantes.

Puede aprenderse de sus locuras que debemos luchar sin desfallecer ante las adversidades. Cuántas hazañas hizo este señor que se nombró a sí mismo hidalgo caballero.

Estaba enamorado de una mujer a la que nunca conoció y a quien llamó Dulcinea del Toboso.

Ya en los últimos años de su vida recuperó la cordura.

Otro libro que recomiendo es “Bestiario” del genial escritor Julio Cortázar. Hay un cuento en él que se acerca bastante a la perfección. Me refiero a “Carta a una señorita en París”.

También sería importante leer “Doña Perfecta”, una novela social del escritor español Benito Pérez Galdós. La misma fue escrita en 1876. Así mismo “La babosa”, de Gabriel Casaccia Bibolini.

Igualmente sugiero “La seca y otros cuentos” de la poetisa paraguaya Renée Ferrer.

Ella obtuvo merecidamente el Premio Municipal de Literatura 2010 con su extraordinaria novela “La querida” y el Premio Nacional de Literatura 2011 con su poemario titulado “Las moradas del universo”.