RECORDANDO A LA MADRE

Por DELFINA ACOSTA

Las madres trabajan honrada, ética, digna y honestamente, educan y hacen lo posible cada día de su vida para que sus hijos sean personas útiles, de bien y de provecho dentro de la sociedad paraguaya.

Como seres humanos que son obviamente se equivocan. ¿Quién no se equivoca?

Desde luego que no es posible resolver aquellos problemas que van surgiendo en la existencia. Por esa misma razón, para no cargar sobre el cuerpo que con el transcurso de los años se va debilitando es comprensible que descansen.

La madre en el contexto biológico es aquel ser vivo de sexo femenino que ha tenido descendencia directa.

El enlace maternal describe los sentimientos que una madre tiene por sus hijos.

Los hijos deberían respetar a sus madres mientras están con vida.

En los últimos tiempos el trabajo acentuado y extenuante hace que cada vez ellas tengan menos tiempo y oportunidades para darles consejos.

Pero una vez que ya están crecidos se supone que ellos saben lo que hacen. De modo que es de personas prudentes y también razonables callarse y respetar las decisiones que toman. La alegría, el éxito, la prosperidad de los hijos son también motivo de contento, motivación, satisfacción y orgullo de las progenitoras.

Anualmente se da la celebración del Día de la Madre en muchas partes del mundo.

En la confesión católica la Virgen María es considerada como la “Madre de Dios” puesto que fue la progenitora de Jesús.

La experiencia, la misma vida van enseñando a las madres qué hacer y qué no.

Es justo y necesario que ellas se tomen el tiempo necesario para relajarse porque como seres humanos que son necesitan reposo.

POEMAS A LA MADRE
Sólo el amor de una madre
Sólo el amor de una Madre apoyará,
cuando todo el mundo deja de hacerlo.
Sólo el amor de una Madre confiará,
cuando nadie otro cree.
Sólo el amor de una Madre perdonará,
cuando ninguno otro entenderá.
Sólo el amor de una Madre honrará,
no importa en qué pruebas has estado.
Sólo el amor de una Madre resistirá,
por cualquier tiempo de prueba.
No hay ningún otro amor terrenal,
más grande que el de una Madre.
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Cómo no quererte, mamá
Cómo no quererte,
si eres la razón de mi existencia.
Cómo no quererte,
si me guías en camino justo.
Cómo no quererte,
que aprendí de tus consejos.
Cómo no quererte,
si diste toda tu vida por mí.
Cómo no quererte,
si tú eres la más grande para mí.
Cómo no quererte,
si de tu belleza interior
me supiste cuidar y amar.