TRATAMIENTO DE SEMILLAS EN EL CULTIVO DE TRIGO
Por Ing. Agr. GRISELDA MENDOZA
Coordinación Dpto. Técnico, Aktra S.A.
La realidad del mundo agrícola en el que vivimos, nos exige más retos cada día, es por esto que apelamos a la utilización de tecnologías que nos permitan optimizar los recursos de los cuales se disponen y considerando ciertos factores como la limitada apertura de nuevas tierras de cultivo, reducción en la disponibilidad del agua para uso en la agricultura, el cambio climático, y los cambios en la biología misma de ciertas especies; de cierta manera podemos decir que obligan a los agricultores a encontrar opciones que definitivamente marquen una diferencia en calidad y eficiencia en el afán de cuidar los recursos en los cuales invierte para lograr al final de la campaña mayores ganancias.
La sanidad de las semillas es la base del éxito de todo el ciclo, de cualquier tipo de cultivo. Constituye un elemento fundamental de calidad, juntamente con el poder de germinación y la pureza de las mismas.
Además no debemos olvidar, que las semillas constituyen una principal fuente de diseminación y sobrevivencia de patógenos de una generación a otra.
Las enfermedades transmitidas por las semillas, causan pérdidas del rendimiento por la reducción del número y peso de granos y por la disminución de la calidad comercial.
El tratamiento de semillas es uno de los métodos de protección de cultivos más amigables con el ambiente, ya que considerando una cantidad pequeña de ingrediente activo, se tiene un control sobre problemas como corós (Diloboderus abderus), gusanos alambre (Agrostis spp.) e incluso algunas especies de hongos como el carbón volador del trigo (Ustilago tritici), carbón (Tilletia spp.).
Desde la siembra, los cultivos de trigo son amenazados por una gran cantidad de plagas y enfermedades, es por esto que el tratamiento de semillas es uno de los métodos más eficientes y económicos para proteger las parcelas. La misma consiste en aplicar el ingrediente activo directamente sobre la semilla para que el producto forme una película protectora alrededor de ésta, así, una vez que la planta haya emergido, pueda a través de su raíz, absorberlo y con ello alcance la protección hasta las hojas superiores. Además, tiene ventajas adicionales, considerado como un método ltamente dirigido disponible en el mercado, ya que con pequeñas cantidades de producto se puede asegurar un alto nivel de protección contra los principales problemas.
Otra de las ventajas por las cuales podemos afirmar que es una técnica de menor impacto al medio ambiente, es porque al ser utilizada en menor cantidad y específicamente sobre cada semilla a utilizar, se minimizan las probabilidades de afectar a insectos benéficos, o que no afectan a la semilla de interés, además de evitar las derivas a otros cultivos o lugares no agrícolas.
El objetivo de la utilización de los curasemillas (fungicidas, insecticidas o mezclas de ambos), es erradicar el inóculo de la semilla para que no constituya una fuente inicial de problemas futuros dentro del cultivo. Además, protege a la semilla y a las plántulas de la infección de hongos del suelo y plagas iniciales, lo que se traduce indirectamente en un aumento de la germinación y asegura el stand de plantas esperado, por unidad de superficie sembrada. Existe la posibilidad de que estas plagas o patógenos alteren directamente la población que deseamos tener en producción de granos propiamente, por afectar la densidad del cultivo, lo que lleva a un menor rendimiento.
Para obtener resultados óptimos en los tratamientos de semillas realizados, debemos considerar las características que deberíamos tener en el producto escogido como curasemillas, a ser utilizado en las parcelas. Esta elección es de suma importancia, ya que la efectividad de nuestra inversión y trabajo, se verán afectados directamente.
Conforme a las recomendaciones del INTA-Paraná (Argentina), las características que debería tener un producto curasemillas se describen a continuación:
1. Debe poseer un amplio espectro de control.
2. Proteger la germinación y promover un crecimiento vigoroso de las plántulas por reducción del nivel de microorganismos.
3. No debe llevar a una aplicación aislada sino el complemento ideal en un manejo integrado de las enfermedades y plagas (MIP).
4. Debería evitar el transporte de los microorganismos de la semilla a la parte aérea y reducir el número de pulverizaciones al follaje.
5. Es de fundamental importancia que las mezclas sean formulaciones comerciales de reconocida eficiencia en el mercado.
El método de aplicación recomendado, sería el semihúmedo o “slurry” para mejorar la eficiencia para una mayor adhesión, evitar la inhalación de las partículas de polvo por el aplicador y disminuir la probabilidad de contaminar el aire, el agua y el suelo.
Las plagas y las enfermedades variarán siempre, conforme la zona agroecológica, en la que estamos trabajando, por ende, también la elección del producto curasemilla, a ser utilizado en nuestros campos.
El cultivo de trigo representa una de las principales alternativas de rotación, como cultivo de invierno, entonces es importante el empeño desde el inicio, en la elección del material genético, conforme a la recomendación del asesor técnico de la zona y el tratamiento de las semillas, de acuerdo con los objetivos trazados desde el principio de la campaña, de tal manera a lograr las metas con la culminación de la misma.
Fuente en Internet:
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