MANDU'A
Revista de la Construcción
Año XXXIII
N° 393
Enero 2016
Editorial
Qué esperamos del 2016
Hemos transitado un 2015 muy movido no solamente por haber sido un año electoral, sino por todo lo acontecido en ese lapso, destacando el despertar ciudadano, especialmente el del sector estudiantil, secundario y universitario, así como la irrupción de sus padres y de toda la población que los acompañó.
Fue todo un levantamiento no solamente contra de la corrupción imperante sino también, en pos de un mayor presupuesto para la educación, teniendo en cuenta que educación y cultura son pilares fundamentales sobre los que se sustenta el desarrollo de un país.
De a poco las cadenas y los bozales de 35 años de dictadura se van cortando. No es fácil tras más de tres décadas de constante lavado de cerebro con los peores instrumentos como la persecución y desaparición de los “contreras”, la tortura, el encarcelamiento, el destierro y la corrupción llevada a su máxima expresión, todo con la intención de hacer cundir la desesperanza y bajar los brazos en la tenaz lucha.
Hemos entrado al 2016 con algunos cambios, luego de los comicios del 15 de noviembre, y los recibimos como de buen augurio. Por eso, queremos expresar, a través de estas líneas, a las autoridades competentes (el primer deseo, que sean competentes de verdad) nuestros más caros anhelos para este año que recorreremos con la esperanza de que sea venturoso.
Que las obras encaradas por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones se adjudiquen a las empresas que hayan presentado las ofertas más bajas, aunque no en detrimento de la calidad, con contratos justos (sin sobrecostos) y que los atrasos se sancionen como corresponde, con todo el rigor que imponen las normas, sean quienes sean los infractores, y que no vuelva a ocurrir que los mismos tramposos de siempre, a pesar de sus frondosos antecedentes, vuelvan a ser favorecidos con jugosos contratos.
Que en la Industria Nacional del Cemento terminen los problemas con el horno de Clinker, que en los puntos de entrega del cemento el despacho se realice sin demoras y sin privilegios, en fin, que la INC inicie de una vez por toda su recuperación.
Y que a fines de diciembre de este año se terminen los trabajos del súper viaducto, como se estipula en el contrato, y como debe ser, y de esa forma demostrar que los plazos se cumplen y que hay voluntad y decisión política de tomar el sendero correcto.
Que la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat concluya las 20.000 viviendas prometidas y encuentre el camino para, realmente, subsanar el enorme déficit de techo digno que tiene nuestro país.
Que Mario Ferreiro e intendentes del conurbano hagan realidad sus promesas electorales, que el 10 por ciento extra recaudado sobre el impuesto inmobiliario y a los rodados se utilice en lo que manda la Ley, la construcción, reparación y mantenimiento de calles, baches, desagüe pluvial, etc. Que se cuiden y hermoseen las plazas, se recoja la basura con la periodicidad adecuada, que los barrenderos municipales vuelvan a ser parte de nuestro paisaje urbano y no como hoy, que solo aparecen cuando lo amerita la presencia de algún gran personaje.
Que el transporte público de pasajeros deje de ser un peligro y un suplicio para los usuarios y que, de una buena vez, se ponga en marcha un sistema que beneficie a todos, que pueda ser utilizado por todos y llegue a ser una panacea para el caótico tráfico que soporta la capital y el conurbano. Para ello, ya es hora que nuestros munícipes se pongan los pantalones largos e inicien la ardua tarea de recuperación de las calles robadas. Que la Essap haga llegar a las casas toda el agua que desparrama por las calles.
Que comience a aplicarse el sistema de construcción de empedrados de “junta tomada”, método elaborado por el ingeniero compatriota Fernando Vega que, siendo muy superior a la técnica tradicional, por su óptima terminación (comparable a un asfaltado), larga duración sin deterioro y un costo prácticamente igual, no es utilizado en nuestros municipios por ignorancia, desidia y corrupción.
Que el crecimiento económico alcance a todos los estratos sociales; que las autoridades tomen en serio el drama de los niños de la calle y atiendan como corresponde a los olvidados y abandonados campesinos, brindándoles todo lo necesario para trabajar la tierra y obtener de ella lo necesario para desarrollar sus hogares y su futuro, que la banca deje de ser tan usurera; que la justicia sea igual para todos, no tan injusta en la mayoría de los casos; que la seguridad sea la norma y los parlamentarios cumplan cabalmente la función para las que fueron elegidos ya que, salvo excepciones, tienen bien merecidos los motes de “senarratas” y “dipuchorros”.
Estos no son pedidos para Papa Noel ni para los Reyes Magos, sino aspiraciones manifestadas con afán de que todas las autoridades las tengan en cuenta, pues es hora de que vayan enderezando realmente el rumbo y cumplan a cabalidad con todo aquello para lo cual han sido electos.
Fuente Digital: Mandua.com.py (Online)
Registro: Marzo 2016
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