Portal Guaraní - ATENEO PARAGUAYO - LA SEXTA DÉCADA: 1933 – 1942

LA GUERRA DEL CHACO, LA SOCIEDAD PARAGUAYA Y EL RESURGIR DE LA DENOMINACIÓN “ATENEO PARAGUAYO”

En el transcurso de los años 1932 a 1935, el Paraguay y Bolivia se enfrentaron en un conflicto bélico por la posesión del Gran Chaco, región escasamente poblada, cuya titularidad reclamaban ambos países; especialmente Bolivia por la existencia de petróleo, cuestión que también motivó el interés de ciertas compañías petroleras de otros países, como la Standard Oil Company de Estados Unidos, que estimuló el inicio de la Guerra [1].

Finalizada la guerra contra la Triple Alianza, cuando el Paraguay cedió parte del Chaco a la Argentina, el gobierno boliviano solicitó una aclaración al respecto, alegando que esas tierras se hallaban bajo su soberanía.

Pasando revista a la sociedad paraguaya de entonces, de manera acertada lo ha explicado Ricardo Scavone Yegros en su estudio sobre Paraguay entre 1920-1954 :

"recién a mediados de la década del 20, pacificado el país, desde el interior del propio partido gobernante, emergerá una poderosa corriente de renovación y de transformación de las prácticas políticas, liderada por una generación de hombres cuya actuación sería descollante hasta la guerra del Chaco".

La década de los años treinta se inicia en el Paraguay como un momento de crisis que llegara a su punto álgido con el estallido de la guerra contra Bolivia en 1932.

De este modo, la Guerra del Chaco será una de las causas de la fusión del Instituto y el Gimnasio Paraguayos, al conseguir aglutinar a la entonces ya fragmentada sociedad paraguaya.

Nuevamente una guerra aúna a la sociedad paraguaya siempre divida, y el estamento cultural no es la excepción: las dos principales entidades de cultura de Asunción sostienen una tácita rivalidad en el núcleo social asunceno, injustificada por demás, debido a la pequeñez del ambiente, donde los beneficiarios de una y otra entidad son las mismas personas.

Una amenaza externa, como es este conflicto bélico, hace que esta sociedad fragmentada se una, uniendo también sus principales centros de cultura: el Instituto y el Gimnasio.

A ello habría que sumar el momento progresista, liberal y en alza que vivía el Gimnasio por entonces, muy al contrario del Instituto, que, pese a su reorganización, se encontraba en baja.

A todo lo expuesto, existía otra razón, de la cual eran perfectamente conscientes los miembros del Instituto[2]: como se vio en el Capítulo II, en 1905 el estado paraguayo hizo donación al Instituto del inmueble de la esquina de Independencia Nacional y El Paraguayo Independiente, llamada entonces calle Buenos Aires, donde otrora se levantaba la residencia presidencias de Carlos Antonio López, y donde funcionaba el Instituto Paraguayo antes de su clausura temporal.

En caso de disolución del Instituto, sus bienes, entre ellos esta valiosa propiedad, pasarían nuevamente al estado paraguayo. Al respecto, el Artículo 4º de la Ley del 9 de Junio de 1905 textualmente reza:

“En caso de disolución del Instituto Paraguayo, el inmueble mencionado pasará á (sic) ser propiedad del Estado con todas sus mejoras sin indemnización alguna”[3]

Es así que, a fin de evitar la pérdida de tan valioso inmueble, que el Instituto propuso en 1917 la fusión con el Gimnasio, y seguir existiendo de esta forma, aprovechando las fuerzas de la entidad hija.

Como hemos visto en el capítulo anterior, la denominación de Ateneo Paraguayo viene como sugerencia del Gimnasio, que en 1931 analiza nuevamente la idea de una amalgama con su entidad madre.

“En la ciudad de Asunción a los 26 días del mes de Diciembre del año 1933, reunidos en el local social los miembros de la C.D. señores Juan A. Samudio, Venancio B. Galeano, Tomas Osuna, Ladislao Vaccaro, Luis Berthomier y Baltazar Ballario bajo la presidencia de este último (sic) declarose abierta la sesión siendo las 5,30 p.m. Acto seguido los señores Venancio B. Galeano y Baltazar Ballario dan cuenta de lo actuado en las gestiones de fusión del Gimnasio e Instituto Paraguayo, dando el presidente señor Ballario lectura del siguiente documento:

“En la Ciudad de Asunción, Capital de la República del Paraguay, estando reunidos en el despacho del señor Ministro de Educación y Justicia Dr. Dn. Justo Prieto los señores Dr. Dn. Venancio B. Galeano e Ing. Dn. Baltazar Ballario en representación del Gimnasio Paraguayo, y el Dr. Dn. Eliseo M. Sisa y el Prof. Dn. Remberto Gimenez en representación del Instituto Paraguayo, con el objeto de proseguir las conversaciones acerca la unión de ambas entidades en una sola. Y previo un cambio de ideas, resuelven la fusión de las dos asociaciones bajo las bases que se expresan a continuación:

1º La primera C.D. de la nueva entidad compuesta de 11 miembros y 4 suplentes será constituida por 5 miembros electos por la Asamblea del Gimnasio y otros tantos por la del Instituto. El undécimo será nombrado por el Ministro de Educación y Justicia.

3º La denominación de la nueva entidad será la de Ateneo Paraguayo (Primitivamente Instituto Paraguayo y Gimnasio Paraguayo).

5º Cada una de las secciones tendrá un sub-Comité compuesto del numero (sic) de miembros que establecerá la C.D. Dichas secciones propondrá su organización interna, programa de estudios, presupuestos, etc. a la aprobación de la C.D. Esta nombrará al Presidente de cada una de aquellas. El número (sic) de miembros de los Sub-Comités podrá aumentar o disminuir por resolución de la C.D.

6º El Instituto Paraguayo recabará la autorización legislativa necesaria para la transferencia a titulo (sic) gratuito al Ateneo Paraguayo, de la fracción de terreno que el Estado le ha cedido por Ley del 9 de Junio de 1905.

7º Cada una de las entidades entrará con su Debe Haber y renunciara a la favor de la nueva entidad todos los privilegios de que goce, de cualquier naturaleza que fuere.

8º Una vez aprobadas las bases, los delegados de ambas entidades formularán el proyecto de Estatutos de la nueva entidad el cual previa conformidad del Ministro de Educación y Justicia será sometido a la aprobación de las Asambleas. En caso de una modificación por las mismas de las bases antedichas, el señor Ministro de Educación y Justicia intervendrá como árbitro (sic), debiendo las partes acatar la resolución.-

9º Ambas asociaciones convocarán a sus asociados a asambleas generales el próximo 21 de Enero de 1934, a las 8 horas, a fin de someterles a su consideración las bases expuestas en los artículos anteriores.

Finalmente el señor Ministro de Educación y Justicia felicitó a los señores delegados de ambas entidades por haber hecho efectivo el anhelo de la fusión que sin duda será favorable a los[4] intereses científicos, artísticos y culturales, en general y hará posible una más adecuada y eficaz colaboración del Gobierno para el logro de los fines que persiguen actualmente ambas entidades. Lo que se terminó el acto, firmando el señor Ministro de Educación y Justicia y los señores Delegados de ambas asociaciones la presente acta, en prueba de conformidad en tres ejemplares de un mismo tenor, a veintidós de Diciembre del año mi novecientos treinta y tres.

Fdos.: Justo Prieto – M. Eliseo Sisa – Baltazar Ballario, Venancio B. Galeano – Remberto Gimenez.

3º Elección de los miembros que deben integrar la primera C.D. del Ateneo Paraguayo.

No habiendo otro asunto que tratar se levanta la sesión siendo las 8 p.m.

Así, podríamos de este modo decir que luego de la fusión del Instituto y el Gimnasio, a fines de 1933, se inaugura la sexta década del Ateneo Paraguayo.

Se constituyó el 2 de abril de 1935, en reunión preliminar efectuada en el local del Ateneo Paraguayo, a iniciativa del representante diplomático del Japón, Dr. Jiro Yamasaki y del agente cultural de dicho país, Jorge Yoshio Shinga, y previa la designación de una comisión redactora de sus estatutos, se formó la Comisión Directiva siguiente:

Vocales: Dora Gómez Bueno de Acuña, Pablo Alborno; Ing. Baltazar Ballario; Alfonso B. Campos, Shotaro Fukuoka, Dr. Venancio Galeano, Pablo Max Insfrán, Dr. Tomás Osuna, Dr. Juan Francisco Recalde, Dr. Hipólito Sánchez Quell y Dr. Juan José Soler.

También firmaron el acta respectiva los señores Dr. Víctor Abente Haedo, Dr. Manuel Bedoya, Prof. Guillermo Tell Bertoni, Reinaldo Bibolini, Anastacio Fernández, Odón Frutos (h), Rolando A. Godoy, Enrique Marsal, Genaro Romero y Carlos Sosa[6].

El Acta de sesión de la C.D. del 2 de abril de 1937, en el punto 4 del Orden del día dice: “A moción del miembro Sr. Pablo Alborno se resuelve denominar al salón de actos del Ateneo Paraguayo “Salón Samudio”, en el marco de homenajes del primer aniversario del fallecimiento de este ilustre pintor paraguayo[7].

En virtud a esta resolución, la principal sala que el Ateneo tuviese en su sede social para sus actos, llevará el nombre de Salón Samudio.

En el Palacio Barrios, era la gran sala del piso superior, cuyos balcones daban a las calles Independencia Nacional hacia el este, y Presidente Franco hacia el sur[8].

En la actualidad, el Salón Samudio se encuentra en el Ala Norte de la Casa Vierci Machaín, y fue habilitado oficialmente el 2 de julio de 1964, como inauguración del local propio del Ateneo.

DESIGNACIÓN DE JUAN CARLOS MORENO GONZÁLEZ COMO DIRECTOR DE LA SECCIÓN DE MÚSICA.

Por resolución de la Comisión Directiva de fecha 28 de febrero de 1940, es designado Director General de la Sección de Música del Ateneo el joven compositor Juan Carlos Moreno González [9]. Nacido en 1912, contaba entonces con 28 años de edad.

La Dirección General [10] de la Sección de Música englobaba otras direcciones anexas, y a Moreno con ello le cupo ponerse al frente de la:

LA SECRETARÍA DE ESTUDIOS: DESIGNACIÓN DE IGNACIA RUGEL DE MARSAL COMO SECRETARIA DE ESTUDIOS

También en 1940 se designó como Secretaria de Estudios a la señora Ignacia Rugel de Marsal, esposa del director de sección de violín, Enrique Marsal, y hermana de uno de los más conspicuos miembros del Ateneo: el posterior vicepresidente Luís Rugel.

“Créase la secretaría de estudios que tendrá a su cargo el control de asistencia y seriedad que deben observar los alumnos dentro de la institución, teniendo además el cuidado de la biblioteca.

Habiéndose anexado a la secretaría de estudios la biblioteca, se suprime el cargo de bibliotecario desempeñado hasta ahora por el Secretario Señor Jorge Báez y agradézcasele los servicios prestados en el desempeño de dicho cargo”.[11]

Haciendo una proyección al futuro, y a fin de analizar la magnitud de la importancia de este cargo, el mismo se traspasa a personas de confianza de la comisión directiva o del director general de la institución.

Luego del retiro de doña Ignacia, el puesto de Secretaria de Estudios recayó en la persona de su sobrina, Marta Rugel, hija de Don Luís, y fue sucedida posteriormente, cuando ejercía la dirección general Ercilia de Talavera, por la Señora Aurelia Báez.

A partir de Aurelia Báez, y con el advenimiento de una dirección general, este cargo se impregna además de una gran responsabilidad económica y administrativa, por la gran cantidad de alumnos de música que tuviera el Ateneo gracias a las gestiones de la Señora de Talavera.

Luego el puesto fue ocupado por Brigita Schafflez de Robledo, nuera del presidente Nicolás Robledo Escalante.

A la Señora Schafflez sucedió doña Angélica Arroyo Saguier de Sotomayor, esposa del arquitecto Edgar Sotomayor Sarroca, síndico de la comisión directiva, cargo que desempeño eficientemente hasta su muerte, acaecida en 2006.

Posteriormente lo ocupa Liliana Villalba-Millán López de Zarratea Herreros, ex compañera de trabajo del Director General en la firma Pricewaterhouse Coopers, y quien a solicitud del mismo elaboró el manual de procedimientos y funciones de este puesto considerado clave en el Ateneo.

Modernamente el cargo se desdobla en una Secretaría Administrativa, actualmente a cargo de la Señora Nelda Velázquez, y en otra Secretaría Académica, heredera de aquella antigua Secretaría de Estudios de la década del 40, hoy a cargo de Victoria Aranda Paiva [12].

Es en 1940 cuando reaparece la “Revista del Ateneo Paraguayo”. A lo largo de ocho años, que van de 1940 a 1947, aparecieron 19 números, según la cantidad obrante en la biblioteca del Ateneo. Es este el periodo de mayor frecuencia y asiduidad de la publicación, a diferencia de las del siglo XIX, y las de las décadas de los sesentas y setentas del XX. No se tiene constancia de haber continuado en la década siguiente.

Al referirnos a los tradicionales “Jueves del Ateneo”, diremos que el primero de ellos se llevó a cabo el 4 de Abril de 1940, como un plan de acción cultural de la Comisión Directiva presidida por el Dr. Juan Francisco Recalde.

Delineado en el Acta de la Sesión del día 12 de Marzo de 1940, con la asistencia de los miembros, Dr. Juan Francisco Recalde, Dr. Hipólito Sánchez Quell, Don Jaime Bestard, Jorge Báez, Hérib Campos Cervera, y Antonino Hipólito, en el último punto de su Orden del día, textualmente reza “Se comisiona a cada uno de los miembros de Comisión Directiva a ofrecer a los intelectuales del país la tribuna del Ateneo, para cuando quisieran dar sus conferencias sobre temas científicos o literarios.

Así, en el Acta de la Sesión del día 19 de Marzo de 1940, con la presencia de los mismos miembros, más la del entonces director de la Sección de Música, Juan Carlos Moreno González, y a moción del Dr. Sánchez Quell, se establecen los “Jueves del Ateneo” (textualmente entre comillas) para la realización de las conferencias bajo los auspicios de la institución. El ciclo de conferencias se desarrollará como sigue: Abril 4: Ramón I. Cardozo: Civilización y Cultura. Abril 11: Dra. Ana María Shoenemann: Unamuno, Abril 18: Sr. Juan Buatista Rivarola: Aspectos de la cultura y economía brasileñas; Abril 25 Ing. Gustavo Storm: Consideraciones sobre el problema vial en el Paraguay; Mayo 2: Sr. Jaime Bestard: La técnica de la pintura. Mayo 9 Dr. Guillermo Enciso: Divagaciones sobre Psicología social. Mayo 16 Sr. Hérib Campos Cervera: Crisis del concepto de Causalidad. Mayo 23. Dr. Juan Boggino: Algo sobre Biología. Mayo 30: Sr. Manuel Campaya: Por tierras de Alemania e Italia. Junio 6: Dr. Juan Francisco Recalde: Los guarayos. Junio 13: Sr. Juan Carlos Moreno González: La música de América. Junio 20: Arq. Miguel Ángel Alfaro: Asunción y sus posibilidades urbanísticas.

Esta memorable resolución, que marcará hitos trascendentales en el desarrollo de las artes y el quehacer cultural de nuestro medio, la firman Jorge Báez, Secretario, y Juan Francisco Recalde, Presidente.

Tres meses después, la prensa local comentaba: “Prosigue con gran éxito los Jueves del Ateneo”…Felizmente, la auspiciosa iniciativa está obteniendo el más franco éxito, pues es verdaderamente considerable el número de escritores, profesionales, estudiantes, industriales y público en general que ya han adoptado la costumbre de asistir cada Jueves al Ateneo.

Luego, a las conferencias se sumaron otras manifestaciones artísticas como números de danza, teatro, poesía y música, llegando las tertulias musicales a ser sinónimo de los tradicionales “Jueves del Ateneo”, donde participaban los más depurados exponentes del ambiente musical paraguayo y figuras de renombre internacional, invitadas por dinámicas Comisiones Directivas.

Estas actividades fueron realizándose en forma ininterrumpida por varias décadas, hasta su paulatina desaparición a comienzo de los años setentas. He aquí la razón por la que las actividades del Ateneo Paraguayo siempre son los jueves, en recuerdo de estos encuentros.

El 16 de Setiembre de 2004, a 64 años de aquel primer impulso, toda una hazaña cultural para el Paraguay de entonces, se reabre este ciclo de eventos, siguiendo el sendero trazado por nuestros ilustres predecesores.

Las palabras de apertura, a cargo del presidente Martínez Domínguez, fueron las siguientes:

“Es tarea poco fácil presentar a una dama de tan altos quilates, cuya exquisita personalidad no precisa de presentaciones protocolares. No obstante, cabe mencionar el alto honor del Ateneo Paraguayo al contar esta noche con la Arq. Marta Meyer Canillas de Landó, para la disertación de un tema tan caro a esta casa de estudios, y significativamente relevante para la Cultura Nacional. La Historia del Ateneo Paraguayo y su aporte a la Cultura Nacional, tema de la conferencia de este primer “Jueves del Ateneo”, ha sido la acertada elección de la actual Comisión Directiva, que orgullosa confía en la solvencia de la disertante, cuya vasta cultura le permite explayarse con acierto por recovecos insospechados de este amplio e inagotable tema”.

Poco tiempo después, dejan de realizarse, al no contar con la participación esperada.

La Compañía de Comedias del Ateneo, primero bajo la dirección de Fernando Oca del Valle, y luego bajo la de Desa de Bosco, Leandro Cacavelos, Mario Prono y María Elena Sachero, quienes llevarán a altos niveles el teatro paraguayo.

Fernando Oca del Valle fue profesor de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción, y participó activamente en la reestructuración y en las tertulias del Ateneo Paraguayo, donde, a decir de Amaral en carta personal, “comandaba, que no muy democráticamente, el área teatral”.

Gracias a la labor del Ateneo Paraguayo estrenaron Josefina Plá y Roque Centurión Miranda, Luis Rufinelli, también presidente de la subcomisión de teatro de la institución, apareció Jaime Bestard en el panorama dramático y comenzaron sus prácticas escénicas autores noveles pero renovadores como Ezequiel González Alsina, Mario Halley Mora, Néstor Romero Valdovinos, Rogelio Silvero, e incluso el más tarde laureado Augusto Roa Bastos.

Al margen del teatro costumbrista, en los años cincuenta, jóvenes como Manuel E. B. Argüello y Julio César Troche aprendieron en él y prosiguieron la labor expansiva en el teatro del país.

Oca del Valle asumió la dirección de la Compañía de Comedias del Ateneo Paraguayo desde el primer momento, y en abril de 1942 estrenó la comedia “Arévalo” de Jaime Bestard en el Teatro Municipal.

Su única incursión en el campo de la creación es ciertamente confusa, porque Centurión anota que escribió una comedia junto a Augusto Roa Bastos, en tres actos, titulada “Mientras llega el día”. Sin embargo, según los datos obtenidos que figuran en la bibliografía de Roa Bastos de Milda Rivarola, que se ha podido confirmar, Mientras llega el día fue representada por la Compañía del Ateneo Paraguayo, bajo la dirección de Fernando Oca del Valle, en 1946, y que la obra fue escrita por el gran autor paraguayo, pero perfeccionada por Oca para llevarla a las tablas.

Josefina Plá y Roque Centurión Miranda, en colaboración, obtuvieron el primer premio del Ateneo Paraguayo, en el año 1942, con la obra “Aquí no ha pasado nada”, cuando Oca del Valle había congeniado con los rectores de esta entidad poco tiempo después de su llegada a la capital del país guaraní.

Del elenco del Ateneo Paraguayo de la época de Oca del Valle, surgió una compañía importante en el desarrollo del teatro popular posterior: la compañía Báez-Reisofer-Gómez.

Ernesto Báez[13], Emigdio Reisofer, Sara Giménez y Carlos Gómez, después de haberse iniciado con Fernando Oca del Valle y tras un periodo no muy extenso de temporadas en Asunción, dejaron la Compañía del Ateneo y fundaron la propia que ha citado. Su línea abandonó presupuestos que difundió Oca del Valle y optó por el teatro popular en jopará y castellano. Báez era el director, que siguió con la vena de Julio Correa hasta su fallecimiento. Realizaron algunas representaciones esporádicas en Buenos Aires, donde no tuvieron demasiada repercusión, dado el carácter localista de este teatro popular.

Entre las actrices destacó Mercedes Jané. Fue la protagonista del montaje de “La barca sin pescador”, el más recordado, a juzgar por los testimonios orales de testigos, de los que dirigió Don Fernando[14], como normalmente sus dirigidos lo llamaban.

Jané trabajó en el Ateneo durante muchos años, y más tarde fundó una compañía propia. Aún trabaja en la escena esporádicamente, a pesar de su avanzada edad. Como «actores de carácter» del Ateneo Paraguayo destacaron Leandro Cacavelos y Azucena Zelaya (ambos murieron a finales de los años ochentas), quienes representaron los títulos más importantes que dirigió Oca del Valle en los años cincuenta, cuando Ernesto Báez abandonó la compañía.

Entre los actores más jóvenes que ingresaron a la compañía en los años cincuentas, hay que destacar a María Sachero, hoy una de las grandes actrices paraguayas, y Mario Prono.

María Elena Sachero y Mario Prono continuaron la labor de la compañía y los nuevos montajes hasta el año 1985, cuando, como se verá más adelante, desapareció definitivamente la ya legendaria Compañía de Comedias del Ateneo Paraguayo.

La génesis del proyecto de facultad libre de humanidades se encuentra en el Gimnasio Paraguayo, ya que éste fue concebido como un centro de “Extensión Universitaria”.

El 7 de marzo de 1941 la Comisión Directiva formula al rectorado de la Universidad Nacional el pedido de creación de la “Facultad Libre de Humanidades”, proponiendo el Proyecto de Organización y el correspondiente Plan de Estudios para las carreras de Historia, Filosofía y Letras[15].

Se transcribe el punto 7 del orden del día de la sesión celebrada el cinco de noviembre de 1940:

“Se resuelve crear un curso preparatorio para la Facultad Libre de Humanidades y se nombra una comisión compuesta por los Doctores Juan Vicente Ramirez, Juan Boggino e Hipólito Sanchez Quell que presentará oportunamente el plan de estudios correspondiente. Este curso funcionará bajo la dirección del Dr. Antonio Bertolucci Tsugui-Mori”.

Esta idea encuentra eco favorable en 1945 con la creación de la Escuela de Humanidades en la UNA, que deviene en Facultad de Filosofía en el año 1948, excluyendo al Ateneo Paraguayo.

[1] Monte de López Moreira, Mary. Historia del Paraguay, pág. 288

[2] Francisco Pérez Acosta en entrevista de “El Diario”, de fecha 24 de setiembre de 1917

[3] Registro Oficial de la República del Paraguay del año 1905, pág. 481

[4] En este punto acaban los renglones del folio 200 del libro, y continúa el escrito en una hoja membretada del Gimnasio, con el número “201” escrito en el ángulo superior izquierdo, al lado del logotipo institucional: la Palas Atenea.

[5] Sugerimos leer “acordado”

[6] Pérez Acosta, pág. 69

[7] Libro de Actas de reunión de la CD. 1937

[8] Referencia del Maestro Narciso R. Colmán (h). Los restos mortales de su padre, Rosicrán, fueron velados en este salón.

[9] Libro de Actas de Reunión de la Comisión Directiva. Acta de la sesión del día 28 de febrero de 1940.

[10] No corresponde al actual cargo de Director General, por encima de los Directores de Departamentos. En la década del 40, la Dirección General de la Sección estaba por encima de otras Direcciones Anexas, como en este caso la de Canto, Violín o Teoría. Modernamente, esas Direcciones Anexas dependientes de una Dirección de Sección se denominan Coordinaciones.

[11] Libro de Actas de Reunión de la Comisión Directiva. Acta de la sesión del día 28 de febrero de 1940.

[12] Alumna del Ateneo, también se dedica a la enseñanza de la flauta dulce y el piano Suzuki. Inició aquí sus estudios de educación musical e incursionó además en el cello y el canto.

[13] Se conserva una cabeza de yeso del actor Ernesto Báez, obra donada por Nélida Amabile al Ateneo.

[14] Así lo llamaban sus dirigidos.

[15] Revista del Ateneo Paraguayo. Año 1 No. 2 Primer trimestre de 1941. Pág. 68 y siguientes.