UN MAR DE INCERTIDUMBRES

Por ILDE SILVERO

ilde@abc.com.py

Aunque dicen que la duda es peor que el fracaso, a veces también puede conducir al éxito. Lo que realmente hace mal a las personas y a la sociedad es vivir en un mar de incertidumbres, no saber cuál es la hoja de ruta, como sucede en este Paraguay 2019. Marito está más perdido que un enano jugando contra los basquetbolistas de la NBA.

La incertidumbre parece ser el signo de los tiempos actuales. Ya hace años que los ingleses no saben si salen o permanecen en la Comunidad Europea; los españoles no se deciden si quieren un gobierno de derecha o de izquierda; los italianos sacan y ponen primer ministro; los hongkongneses están en la China pero quieren ser occidentales; dos súper potencias, EE.UU. y China, tiran y aflojan sus lazos comerciales sin saber qué pasará en el futuro.

En nuestro continente la incertidumbre del terror reina en Venezuela, donde un odiado dictador no quiere irse y un popular presidente no puede asumir el cargo; en Brasil, hay millones de ciudadanos avergonzados y arrepentidos de haber llevado a Bolsonaro a la presidencia; en Argentina, la incertidumbre económica es tremenda pues en un país tan inmenso y rico, millones de personas sobreviven en la pobreza.

En nuestro amado suelo guaraní, nadie tiene la certeza de cuál es el plan de gobierno para mejorar nuestra situación económica ni qué medidas se adoptarán para garantinzar la estabilidad política. Por distintas situaciones concretas y por acciones –o falta de ellas- de las autoridades, el país parece andar a la deriva, como un barco sin timón, con una presencia simbólica del Presidente en el Palacio de Gobierno mientras el poder real está en otra parte, bajo control de un personaje cuyos intereses y planes no están a disposición de la opinión pública.

Una nación no puede prosperar económicamente si no existe una convivencia política estable, un estado de derecho en vigencia y un futuro previsible en cuanto a las condiciones generales para atraer y hacer trabajar inversiones del exterior.

En términos políticos, nuestra sociedad es muy inestable: constantes amenazas de juicio político, negociados secretos de nuestra potencia energética, el poder de fachada y el poder oculto, la creciente presencia e influencia del crimen organizado, los casos de inseguridad en la vía pública, las frecuentes manifestaciones, tomas de plazas y cortes de rutas por parte de diversas organizaciones sociales, etc.

Lo más preocupante de este panorama es que no se avizora solución alguna a corto plazo. Mario Abdo y Hugo Velázquez apenas cumplieron un año en el poder ¡y todavía faltan cuatro! El reclamo de que se vayan a sus casas parece justo, pero eso desataría un infierno por la sucesión y empeoraría nuestra imagen internacional de republiqueta bananera.

A modo de consuelo, parece apropiado recordar dos refranes célebres: más vale un malo conocido que un bueno por conocer, y no importa lo mal que estás, recuerda que siempre puedes estar peor.

Fuente: ABC Color

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Sección OPINIÓN

Martes, 17 de Septiembre de 2019

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