PortalGuarani.com
Inicio El Portal El Paraguay Contáctos Seguinos: Facebook - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani
VLADIMIR VELÁZQUEZ MOREIRA

  DESAFÍOS CULTURALES DEL DESARROLLO EN EL PARAGUAY - Por VLADIMIR VELÁZQUEZ MOREIRA - Año 2014


DESAFÍOS CULTURALES DEL DESARROLLO EN EL PARAGUAY - Por VLADIMIR VELÁZQUEZ MOREIRA - Año 2014

DESAFÍOS CULTURALES DEL DESARROLLO EN EL PARAGUAY


Por VLADIMIR VELÁZQUEZ MOREIRA

 

 

Al constituirse la Secretaría Nacional de Cultura en Paraguay a través de una ley nacional (Ley3051/06) se asume, a la vez, la noción de derechos culturales. Ésta instituye – en el campo formal – a la cultura como derecho humano y, por lo tanto, al Estado como su garante, obligado a promover las condiciones para su ejercicio, asumiendo los principios de la integralidad [1], la participación y la universalidad.

Es así que, desde el 2007, cuando la nueva institucionalidad cultural empieza a funcionar en el país, se inicia una batalla compleja para ir más allá de las nociones dominantes de la cultura, que la reducen al folclore, “la esencia nacional” y las bellas artes, o, peor, a los actos protocolares de conmemoración. Batalla que, a su vez, busca posicionar la diversidad cultural como fortaleza y oportunidad para el cambio y la inclusión, superando los prejuicios sedimentados por un eurocentrismo que todavía sigue vigente y por un nacionalismo moralista que se recrea, asustado, ante los cambios culturales.

Se trata, pues, de construir un órgano rector capaz de establecer directrices en el campo de la cultura, que sean prescriptivas u orientadoras, tanto para las demás instituciones del Poder Ejecutivo, como para los niveles departamentales y municipales de gobierno, propiciando una dinámica que favorezca la descentralización de la gestión; un órgano rector y articulador que pueda desplazar la mirada exclusiva al “evento cultural”, ampliando el foco para asumir las condiciones que impiden o favorecen la creación, la producción, la circulación y el acceso a bienes y servicios culturales.

Pero, tal vez, el principal desafío de esta batalla – que, en gran medida, es cultural – reside en incidir en el modelo de desarrollo nacional.

La insostenibilidad como proceso

Paraguay creció en el 2013 más del 13% del PIB, hecho que responde, fundamentalmente, a la exportación de dos rubros: la soja y la carne. Juntos, representan el 23% del PIB y, de forma indirecta, más del 40%. Desde un punto de vista, son números “positivos”. Pero también son controversiales.

El 23,8% de la población paraguaya vive en situación de pobreza, mientras que el 10%, lo hace debajo de la línea de la pobreza [2]. De los 110.000 indígenas que sobrevivieron al etnocidio de la Colonia y el Estado Nacional, el 63% vive en situación de pobreza extrema, el 93%  no accede a agua potable y el 40% no lee ni escribe [3].

Pese a que el país es uno de los mayores productores de energía limpia del mundo, el 46% del consumo de energía es aportado por biomasa. La deforestación es alarmante, con tasas anuales de 179.000 hectáreas. Se estima que resta el 13% del Bosque Atlántico Interior [4].

La migración del campo a la ciudad es continua desde hace varias décadas. Algunos municipios crecen más del 10%  al año, cuando la tasa de crecimiento anual no llega al 3%. Ningún  municipio tendría condiciones de prestar servicios para tal aluvión humano. Actualmente, se estima que la población urbana del país ronda el 65%. Se trata de una urbanización que no está enlazada con la industrialización, sino más bien con la expulsión de la población campesina por la expansión del agro-negocio. Solo en la región metropolitana de Asunción, vive alrededor del 40% de la población nacional y más del 70% de la población urbana total [5].

El fenómeno migratorio viene de larga data e incluye a la emigración. Si bien los datos no son precisos, se calcula que 727.586 compatriotas (más del 10% de la población nacional), viven fuera del país, de los cuales – siguiendo los datos oficiales – 550.713 residen en Argentina [6].

El modelo de desarrollo paraguayo no es sostenible. El bajo valor agregado de las actividades productivas dominantes, explica el alto desempleo o subempleo, mientras que la voracidad de la extracción de los recursos naturales, riñe con la conservación ambiental y la configuración cultural de varios territorios y colectividades. Varios territorios indígenas están en conflicto con la expansión ganadera o sojera, y varias situaciones de vida – principalmente en los asentamientos precarios que proliferan aceleradamente – son asumidos como “daños colaterales”.

Si bien hay una conclusión generalizada en debates académicos de que el país no puede depender sólo de dos rubros, los cuales, para colmo, tienen sus precios fijados externamente, es poderosa la tendencia que apunta a profundizar el modelo.

La desconocida participación cultural

El país aún no cuenta con un estudio de cuenta satélite de la cultura para estimar con precisión la participación de esta dimensión en la economía nacional. Estudios recientes estiman que la misma ronda el 4% del PIB [7], dato que expresa la potencialidad de un campo desconocido por la cultura política dominante. Dato que sintoniza con el “boom creativo” que protagoniza el país en diferentes campos de  actividad. A modo de ejemplo puede destacarse el sector del “cine y el audiovisual”, el cual ha logrado, en los últimos dos años, una producción que duplica toda la realizada en más de 100 años [8]. No es un dato menor para un país “esencialmente agropecuario”.

Datos similares pueden encontrarse en otros campos, como el libro, las artes escénicas, el diseño, la música y la gastronomía, pero, a falta de estudios sistemáticos, no pueden ser evidenciados. Aquí aparece la primera hipótesis, la cual invita a explorar la participación, real y potencial, de actividades culturales en el sector terciario, de creciente ramificación en la economía nacional, aunque subordinado al sector primario.

¿Es posible apostar por la creación simbólica, antes que profundizar un modelo basado en la extracción y en la baja producción de valor agregado? ¿Cuáles son los ethos que se están configurando en un país que, sin conocer una industrialización estructural, ensancha la actividad económica en el comercio, los servicios y el “trabajo informal”? ¿Cuál es la política cultural que pueda estimular – en estas condiciones –  la predisposición a la creación, la inventiva y la imaginación?

Contradicciones sugerentes: líneas de trabajo prioritarias

El incentivo al boom creativo debe venir de la mano de la superación de las desigualdades que impiden el ejercicio de los derechos culturales.

El 5,3% población de 15 años y más, es analfabeta en el Paraguay, mientras que el promedio de estudios de la población de 10 años y más, alcanza el 8,4% [9]. La preocupación se agrava al  constatar que el 84,7% de la población paraguaya no leyó un libro en el 2011, y que, en el mismo año, el 94% no visitó una biblioteca [10]. El referido boom del sector audiovisual contrasta con el dato de que el 78% de la población no asistió en los últimos doce meses a una sala de cine [11]. O que solo 5 ciudades del país cuentan con salas, concentrándose la amplia mayoría en la capital nacional.

A 150 años del inicio de la Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay, episodio que diezmó a la población nacional, la mayoría de los sitios históricos se encuentra abandonada o con algún tipo de amenaza. Los centros históricos del país –  algunos preexistentes a la conformación de la república – no están delimitados. Des-conocidos, están sujetos a la voracidad de la especulación inmobiliaria [12].  El nacionalismo que vertebra gran parte del imaginario cultural dominante, encuentra su límite en la retórica. Es como el perro del hortelano: No hace ni deja hacer.

Con condiciones desfavorables sedimentadas en el tiempo, para la producción y circulación de bienes y servicios, y con una ínfima inversión en cultura, que representa solo el 0.03% del gasto público como porcentaje del PIB [13] (¡el último lugar en Iberoamérica!), la batalla cultural en el Paraguay se libra desde una desalentadora desventaja.

El escenario requiere de un giro estratégico. Uno que priorice la construcción de un liderazgo intelectual en términos de debate sobre el desarrollo, la incursión de la cultura en temas sociales, económicos y ambientales, así como el ejercicio de la articulación entre actores públicos y privados.

La actual agenda programática de la Secretaría Nacional de Cultura de Paraguay, que articula tres grandes programas, el de “Recuperación Nacional de Centros y Poblados Históricos”, el de “Territorios Culturales” y el de “Posicionamiento país a través de la cultura”, en su cruce con el “patrimonio”, las “artes”, la “inclusión y la diversidad” y la “institucionalidad”, debe ser tomada como hipótesis de trabajo. Hipótesis que no pretende solo acrecentar la participación de la cultura en la economía, sino en contribuir a la reconfiguración de un modelo de desarrollo que, a más de 20 años de la Cumbre de Río, y a meses de cumplirse el plazo de los Objetivos del Milenio, sigue siendo economicista.


[1] Los derechos culturales están imbricados con los políticos, civiles, económicos, sociales y ambientales. No pueden ser promovidos aisladamente.

[2] DGEEC. Condiciones de Vida 2009 – 2013. Encuesta Permanente de Hogares.

[3] Datos del Instituto Nacional del Indígena de Paraguay, 2014.

[4] Datos del Programa Nacional de las Naciones Unidas de Paraguay, 2014.

[5] Causarano, Mabel. Dinámicas metropolitanas en Asunción, Ciudad del Este y Encarnación. UNFPA. Asunción, 2006.

[6] Datos de la Secretaría de Desarrollo para Repatriados y Refugiados Connacionales del Paraguay. Se calcula que, en rigor, la población paraguaya en Argentina ronda un millón de personas.

[7] OEA,BID, British Council. “El Impacto de las Industrias Creativas en las Américas”. 2014.

[8] Datos de la OPRAP (Organización Paraguaya de Profesionales del Audiovisual Paraguayo).

[9] DGEEC. Condiciones de Vida 2009 – 2013. Encuesta Permanente de Hogares.

[10] Datos preliminares del Módulo de Cultura de la Encuesta Permanente de Hogares del 2011. Secretaría Nacional de Cultura.

[11] Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). Encuesta Latinoamericana de Hábitos y Prácticas Culturales 2013. Madrid, agosto, 2014.

[12] La excepción reside en los centros históricos de Asunción, capital nacional, y de Areguá, capital del Departamento Central, que cuentan con ordenanza y ley nacional, respectivamente. Aquí debe destacarse la iniciativa del Plan Maestro del Centro Histórico de Asunción (asuncioncentrohistorico.com), iniciativa que será replicada próximamente en Areguá.

[13] CEPAL/NACIONES UNIDAS/OEI. Cultura y Desarrollo Económico en Iberoamérica. Madrid, 2014. Aquí una observación: este dato (0.03%) solo corresponde al presupuesto institucional de la Secretaría Nacional de Cultura. La inversión aumentaría al sumarse la de otras instituciones del estado, explícitamente relacionadas con la gestión pública cultural.

 

 

 

Fuente: recursosculturales.com - 27 de Octubre de 2014

 

 

 

 

 

 

 

 

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

EL IDIOMA GUARANÍ, BIBLIOTECA VIRTUAL en PORTALGUARANI.COM

(Hacer click sobre la imagen)

 

 

 

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)

 

 

 

 

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)

 

 

 









Buscador PortalGuarani.com de Artistas y Autores Paraguayos

 

 

Portal Guarani © 2024
Todos los derechos reservados, Asunción - Paraguay
CEO Eduardo Pratt, Desarollador Ing. Gustavo Lezcano, Contenidos Lic.Rosanna López Vera

Logros y Reconocimientos del Portal
- Declarado de Interés Cultural Nacional
- Declarado de Interés Cultural Municipal
- Doble Ganador del WSA