KURUSU GUARANÍ, PROTECTOR DE CHOFERES

Por CARLOS ALMIRÓN, ABC COLOR

calmiron@abc.com.py

A un costado del inhóspito camino que conduce al Alto Paraguay existe un improvisado nicho llamado Kurusu Guaraní. Guarda toda una tradición de fe de las personas que pasan por el sitio y de manera especial de los conductores de vehículos que transitan por el lugar.

Una vieja cruz de madera certifica el trágico suceso donde perdió la vida un joven de tan solo 23 años hace casi medio siglo. Los creyentes en busca de un milagro depositan allí no solo velas y cambian los famosos paños de cruz, también dejan bidones de agua, algunas latas de cerveza, cigarrillos, dinero y, por supuesto, las banderas del club Guaraní del cual era fanático el finado.

La posta está alejada de toda población en el tramo puesto policial 42 – desvío 65, camino que conduce a la localidad de Fuerte Olimpo.

Atendiendo que los caminos son de tierra, en más de una ocasión, los vehículos quedaban atascados en el barro, por lo que el sitio se convertía en una especie de santuario y refugio de la soledad en medio de los montes chaqueños.

La historia

La joven víctima se llamaba Eulalio Sosa, cuya familia por entonces vivía en la zona, pues su padre trabajaba en los obrajes de extracción de quebracho.

Sara Sosa, una de las hermanas de Eulalio, relata la manera trágica en la cual perdió la vida su hermano, historia que le había narrado la madre, pues Sara era muy pequeña aún.

Cuenta que Eulalio trabajaba en el tren que transportaba los rollos de quebrachos hasta la localidad de Puerto Casado donde se procedía a elaborar el tanino.

En la mañana del 18 de julio de 1974, su hermano se encontraba trabajando en la tarea de tirar cenizas y algo de arena en las vías del tren para permitir su circulación atendiendo a que era un día de lluvia y, por lo general, las aguas acumuladas en las vías dificultaban el paso de la locomotora y los vagones. Eulalio tuvo la mala suerte de resbalarse y caer en las vías justo cuando el ferrocarril se acercaba. Fue arrollado y su muerte resultó instantánea.

Desde entonces el lugar del Kurusu Guaraní es venerado por cientos de personas siguiendo toda una tradición de fe popular.

Ruta bioceánica

La llegada del desarrollo a la zona con la construcción del asfaltado de la ruta bioceánica pone en riesgo de desaparición el Kurusu Guaraní dado que prácticamente el nicho quedará en medio del trazado.

Ya se realizó la limpieza de ampliación de la ruta y solo un viejo árbol bajo el cual se encuentra el nicho continúa impidiendo que se elimine del sitio, por lo que tanto los familiares como los cientos de fieles que acuden al lugar piden a los responsables del consorcio vial bioceánico la construcción de un nuevo nicho al costado de la ampliación del camino a fin de que pueda continuar la tradición de fe. ¿Lo lograrán?

Fuente: Revista Dominical de ABC Color

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Páginas 22 al 23

Domingo, 29 de Marzo de 2020

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