Y SI AYER…, POETA, NO TE VAYAS, DESPUÉS DEL INFINITO,
MAÑANA y MAÑANA SERÁ EL TIEMPO
Poesías de MIGUEL ÁNGEL CABALLERO FIGÚN
Y SI AYER…
Y si ayer, con el canto de tus ojos
cantaba con los míos
hoy se apaga un sonido en el silencio
ya ciego en los rincones de tu olvido.
De: Márgenes del cielo.
POETA, NO TE VAYAS
Poeta, no te vayas,
el cielo está dormido mientras despunta el alba.
El pétalo de un lirio está tendido, inerte,
cayó sobre la tierra fulminado en palabras.
Un poeta está herido, desgarrado,
una hoja caída fue llevada en el viento
y esa hoja, poeta, mientras vuela al mañana
desprendida del árbol va sangrando su savia.
Nuestros versos como la luz de un cirio
se van bebiendo el aire, nos van llevando el alma.
¿Qué música celeste dejó su melodía sobre estas aguas claras?
Nuestras aguas que fluyen.
De: Márgenes del cielo.
DESPUÉS DEL INFINITO
Después de ti
los árboles sin hojas,
las arenas sin fin.
Un canto solitario
y mi lengua reseca junto al mar.
Antes de ti
las notas que en el aire se pierden
como el aire sin norte y sin destino.
Después de ti
la selva lujuriosa
la tierra fecundada
y un canto sideral.
Después de ti
la luna enamorada.
Sinfonía de amor que lleva el viento...
Después
el infinito...
Después del infinito
sólo tú.
En: Los adioses. Edic. La República.
MAÑANA
Mañana
cuando vuelva el tiempo,
el rojo corazón de los duraznos,
el monte y el río,
las arenas y el mar,
la lujuriosa piel de las manzanas,
seremos otra vez
como tu luna
pequeña y triste, que besando nieves
se desnuda en el agua de los cisnes.
Después
tu luna
muriéndose en las sombras del otoño
se transforma en un átomo de luz...
Y me besa
constante,
dulcemente,
mientras mi sol derrama allí en tu frente
sus lágrimas de sangre,
un pedazo de tierra,
la selva desmayada
y una flor.
De: La eternidad. Edic. La República.
MAÑANA SERÁ EL TIEMPO
Yo soy el nuevo arcángel,
ignoto planetario de galaxia perdida.
Cuando llegué a tu mundo
en un disco de luz
mi beso de palabras
se convirtió en murmullo...
Atravesé las sombras
para alcanzar el día.
Para tocar tus hojas
crecí desde la tierra,
trepé por tus raíces.
Vuelvo del horizonte
profundo del olvido...
Y soy como hemos sido,
el tiempo antiguo,
el mar,
la roca que se quiebra
con las olas marinas.
La lágrima de un ceibo,
lapacho florecido,
la luna en tus pupilas.
De: La eternidad. Ed. La República.
Fuente: POESÍAS DEL PARAGUAY – ANTOLOGÍA DESDE SUS ORÍGENES. Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL, Dirección de la obra: OSCAR DEL CARMEN QUEVEDO. Recopiladores y autores: RAÚL AMARAL, MARÍA BARRETO DE RAMÍREZ, AÍDA ORTÍZ DE CORONEL, ELA RAMONA SALAZAR S., RUDI TORGA/ Tel. (595-21) 373.594/ arami@rieder.net.py – Asunción/ Paraguay. 2005. 781 pp.). 
