LOS OTOÑOS
POESÍAS DE MIGUEL ÁNGEL CABALLERO FIGUN
SEGUNDO PREMIO MUNICIPAL DE CULTURA
Asunción – Paraguay, 1978
"Siempre, siempre: jardín de mi agonía,
tu cuerpo fugitivo para siempre,
la sangre de tus venas en mi boca,
tu boca ya sin luz para mi muerte".
Federico García Lorca
OTOÑO...
Te dejaré el otoño,
su corazón sin hojas,
una noche cualquiera
de mis noches sedientas
y su sueño de luna...
Mi brújula apuntando
hacia tu piel de estrellas.
SI TE DEJO AMOR
Si te dejo amor
derramado en sueños
dame tu sonrisa.
Si te dejo noches
es que quiero el alba
de tu boca azul.
Y si busco el soplo
de tu aurora triste
cuando nace el día
es que en el crepúsculo
han muerto mis horas
borrachas de luz.
LAS HOJAS DESMAYADAS
Porque quisiera escribir un verso
con un vestido tuyo entre mis manos
que tenga tu calor,
aunque sea viejo,
sin color, desflecado, pero tuyo,
que haya estado prendido de tu cuerpo
en un tiempo cualquiera.
Que al tocar su tela
sienta toda tu piel bajo mis dedos
y tu sangre latiendo entre sus hilos
derruidos quizás, pero aún presentes
como tus venas,
tu sonrisa triste,
tu presencia lejana y permanente,
como tus ojos anchos
donde miro
todo el mundo extendido ante mis ojos.
Porque tú eres mi sed,
eres mi imagen,
porque tú, eres el alba y el misterio
de mi mundo callado como el tuyo,
porque tú eres dolor estando lejos,
porque me quieres aunque no lo digas,
porque siento el silencio como un grito,
porque el hielo del sur es siempre fuego,
porque siento tu vientre que me llama,
porque el fuego del norte es como nieve
porque tú ya no estás.
Porque aunque he de morir, viviré siempre
en tu aurora de luz,
porque si he de vivir seré tu rostro,
tu paso castigando las aceras,
tu serenata azul.
Porque inmensos serán tus ojos tristes,
infinito tu tiempo derramado
sobre mi tiempo gris.
Y tu piel vivirá,
tu piel bajo mi piel ensangrentada
sobre un cáliz de amor.
Dame el latido antiguo
de aquel monte de Venus escondido,
porque no hay más que amor,
porque te siento
como el último soplo de mis días,
como un tiempo muriendo con las hojas
de un otoño que fue.
Porque fuiste presencia de un verano
vestido con cl alba de tus ojos
derrama ya en mis ojos tu mirada
y llévate por fin
mis hojas desmayadas
a tu vergel distante,
siempre azul.
POETA, NO TE VAYAS
Poeta, no te vayas,
el cielo está dormido
mientras despunta el alba.
El pétalo de un lirio
está tendido, inerte,
cayó sobre la tierra
fulminado en palabras.
Un poeta está herido,
desgarrado,
una hoja caída
fue llevada en el viento
y esa hoja, poeta,
mientras vuela al mañana
desprendida del árbol
va sangrando su savia.
Nuestros versos
como la luz de un cirio
se van bebiendo el aire,
nos van llevando el alma.
¿Qué música celeste
dejó su melodía
sobre estas aguas claras?
Nuestras aguas
que fluyen
como un río de sombras,
el agua de la vida
que muere dulcemente
mientras fecunda el mar.
No te vayas, poeta,
no me dejes la niebla,
mi manantial de brumas
suspira en soledades.
Quizás en el recodo
llameante de una esquina
queden sólo mis versos...
Y más allá del tiempo
borracha de palabras,
herida por el soplo
de las auroras frías
tal vez la eternidad.
EL ALBA Y EL RIO
Me hiere en silencio tu luz de centellas,
otra vez, muy cerca, tus labios de bruma.
Porque eres la noche sepultando estrellas
crecerá en la nieve tu clavel de luna.
Buscaré tus hojas, jardinero errante,
tu rosal de sombras mientras muere el día..
Hundiré en tus labios mi boca llameante
toda llamarada por sentirte mía.
El tiempo es un soplo... Sobre los retoños
de las flores nuevas crecerá un latido...
Y se van muriendo de sed mis otoños,
se alejan las aguas del tiempo perdido.
Llevarás mi invierno, mis sombras, mis ojos,
y en tus universos mi celeste frío.
Mientras, fluye sangre de mis versos rojos,
el alba está quieta... Se detiene el río...
DEL SOL HERIDO
Dadme el metal de un sable enmohecido
y el filo de un arado reluciente...
Quiero el baño de luz de sol herido
en nuestro otoño de mirada ardiente.
Dadme un fusil de herrumbre carcomido,
la sonrisa que nace de la gente,
el dolor ya muriendo, estremecido
y la palabra nueva que no miente.
Dadme el tibio calor que vuelca en mayo
su manto bajo el cielo paraguayo
cuando sube la esencia del rocío...
Y llevad este tiempo de tormenta,
dadme la espiga joven que alimenta
y un corazón latiendo con el mío.
Y TE QUIERO, CIUDAD
Ciudad vieja,
guaranias olvidadas...
Juventud,
grito y silencio
mientras muere la noche
y queda toda el alba fecundada.
Asunción,
pequeña luz creciendo entre los brazos
de un río que te atrapa,
pequeña capital,
llanto de selvas,
lágrimas enjugadas en la bruma
de este invierno solitario,
asfalto derretido
en los tiempos de hielo por tu sol.
Y un rumor joven sobre tu tierra adulta
crece como el rugido
de un tigre que despierta,
como crece tu cielo cada noche,
tibio parto de estrellas
que apunta hacia la luz.
Y te quiero, ciudad,
pequeña,
triste,
con tu embrujo de luna,
con tu eterna sonrisa
y tu lágrima inmensa
y tus ríos de sol.
Vieja mujer,
qué fresco llega el día
a tu boca llameante,
qué tiernos son tus senos milenarios,
colinas elevadas
sobre tu tierra roja,
siempre azul.
SI TU VIVES...
Si tú vives en mí sin tus palabras,
si te fijo en mi terco pensamiento,
si eres luz que pasó, estremecimiento
de una flor por mi viento deshojada,
llevaré tus latidos, llamaradas
de verano que muere amaneciendo
como otoño que nace y que muriendo
vive el sueño de verte otra mañana.
Aunque cerca no estés, vives conmigo
como eternas palabras ,de un amigo,
como hiriente calor de toda llama.
Mientras tanto, mi sangre desespera,
cada paso te busca en cada acera,
va muriendo mi viento entre tus ramas.
DESPUES. . .
Recuerdo un mediodía,
un verano encantado,
un año que moría.
Recuerdo tus mejillas,
tu cintura de nieve,
tu boca florecida
Más. tarde, en una noche
mi piel que te buscaba,
tu piel que se escondía.
Y después otra luna...
Bajo el amor desnudo
tu vientre hacia la vida.
CANTO A MIS HIJOS
Viento de mi viento, nota de mis notas, música celeste que en mi tiempollora. Hijo de las selvas, gota de rocío que entre mis arenas como arte flota. Sobre mi crepúsculo nacen tus auroras borrachas de luz. Yel agua clara de mi lluvia verde que engendrando lirios engendró tus horas queda la semilla de tus largos siglos, queda mi presencia, mis cenizas rojas.Viste con mis galas de otoño que sueña el verde infinito de tus primaveras. Y cuando la aguja de un reloj de piedra marque al fin las horas de mi noche eterna siéntate poeta, llora de alegría, ríe de tristeza qué aunque esté muy lejos estaré muy cerca. Y en vez de una lágrima dame las violetas detu jardín joven y tus hojas tiernas. Hijo, cuando el mundo desangre venas y abra en tí los surcos que abriera en mis vetas, no olvides, pequeño que aunque tu cabeza ruede por la tierra gritarás ya muerto, volverás herido, a enfrentar el viento. Y aunque condenado por el fuego eterno, si eres hombre, muerde, que aunque ardas en llamas será tuyo el tiempo! Te timarán mis hojas bañadas de cielo; abriré tus alas desde el aire eterno. Y en los caracoles de los muelles fríos donde una farola combate los vientos, allí donde surge tu primer recuerdo nido de las nieves cuajadas de besos quedará mi huella que será la tuya, mi huella perdida, tiempo de tu tiempo!
CANTO A MIS HIJOS II
Hija de la luna,, llanto de la tierra, soplo de jazmines que las nubes besa, lágrima de lirios, beso de una estrella, hija de mis manos que en mis manos tiembla, besa con tus labios blandos como un pétalo mis de niebla.Quiebra con tus ojos mis ojos de piedra, fija en tu mirada mi mirada muerta que mi luz perdida buscará tu luz. Háblame al oído, cuéntame, pequeña, tus sueños azules, tu dolor, tu queja. Y ven a mis brazos, ven, ven, mi doncella, hija de mis días, silbo de mis sierras, que aunque en otro lecho crecerán las flores de tus primaveras te estará esperando en el pecho abierto tu triste poeta.
NOCHE DE BRUMA
Y llegué a tus ojos transpirando tiempos mojados de bruma,
te dejé mis ojos con el rayo oscuro de su tibia luz...
Me dejaste un beso de tu boca roja con sabor de luna
y después la noche me envolvió en sus sombras pues faltaste tú.
EL OTOÑO EN TUS MANOS
El otoño en tus manos,
el invierno en mis ojos,
primavera,
tus labios,
llamaradas del sur...
Más allá de las selvas
tu mirada de nieve,
más allá de la nieve
los claveles del alba,
en medio de tus senos
un músculo que late
y en tu vientre perdido
mi pensamiento azul...
QUIERO...
Quiero beber de tus labios
el mar de la vida,
quiero encontrar en tus ojos
mis sombras perdidas.
Quiero que apriete tu mano
mi mano aterida,
quiero fundir en mis venas
tu sangre y la mía.
Quiero que muera en silencio
mi luz escondida
mientras derramo en tu pecho
mi tiempo y mi vida.
MIENTRAS MUERE EL TIEMPO
Y quizás, pequeña,
me des tu respuesta
sin palabra escrita,
sin palabra dicha,
sin último beso,
sin ningún adiós.
Y vuelve hacia el alba
de tu otoño claro,
desde mis inviernos
te amaré en silencio.
Vuelve hacia la vida.
Todos mis caminos
son caminos largos
donde no hay destino.
Regresa a tus horas
bañadas de río,
regresa a tus mares,
a tus nieves blancas,
al soplo sin lunas
de los vientos fríos,
hacia el sur, tu sur.
Mientras toca el viento
mi cristal partido
y las hojas verdes
de esta tierra en llamas
caen en cenizas
con su savia muerta
porque tanto amé,
déjame tus pechos
como dos palomas,
que mis manos suenen
con su carne blanda,
que mi boca tiemble
mordiendo tus lunas
y mis labios mueran
mientras muere el tiempo
besando tu piel.
PORQUE ERES AMOR
Porque eres amor,
sal de otros mares,
espuma de un verano,
selva en la pampa
Porque eres desamor.. .
Sangre en racimos
de mis propias células.
Y miras con mis ojos,
y miro con los tuyos
y sangro en tu dolor.
Mira la tierra roja,
tu cuna herida,
nuestros fuegos,
última luz de estrella que se apaga,
tiempo final
tal vez
que no existió.
MONTEVIDEO
Pequeño sur,
farola que se pierde
sobre el agua.
Pequeños caracoles jugando con las olas,
muelle de piedra
hundido bajo el mar.
Punta que muere
donde muere el sol,
ciudad abierta y joven,
un manantial verdoso
sobre la roca oscura,
rumor de palomas olvidadas
en el confín celeste
de las nubes...
Musgo,
aire,
olor a luz y sal.
Mar y sueños perdidos bajo el cielo,
lágrimas de vidalita,
cielitos,
soledad.
Ecos de libertad en el silencio,
tamboriles de bruma,
otoños,
el mar.
Tango y humo,
perfil de ciudad vieja,
puerto y niebla.
Arenas escondidas perdidas en mis sueños,
Olimar. . .
Joven cemento de hijos ya maduros,
brumas de invierno,
vientos y cuchillas,
montes,
ríos del sur heridos,
gotas de sol
y allá
la inmensidad.
UNA NOCHE ENCANTADA
Una noche encantada,
frío sobre la selva...
Un cristal en mi mano
sediento de cenizas
y las uvas muriendo.
Una noche encantada,
mis pétalos creciendo
desde mi gruta oscura
hacia tu mar de estrellas.
DEL AMOR PERDIDO..
Mis venas,
tus hojas,
nuestra sangre, el viento.
Tus labios y el alba,
la luz de la luna
durmiendo en tus senos.
Tu mirada triste
más allá del mundo,
más allá del sueño...
Tus ojos de estrellas,
tiempo de otro tiempo,
tiempo que se muere
fulminado en besos.
Sangre de mis venas,
hueso de mis huesos,
piedra de mi piedra,
aire de mi cielo,
tierra de mi tierra,
un grito saliendo
desde mi garganta
como trueno y fuego.
Nuestro suelo eterno,
nuestro suelo virgen
y tus labios rojos
en mis labios muertos.
El amor salvaje,
tu boca de luna
muriendo en mis labios,
el sol de tus besos.
Bésame, pequeña,
besa mi silencio,
esta letra oscura,
esta voz de sombras
sin luz y sin ecos.
Muerde con tus dientes
tu tiempo y mi tiempo,
llévate mis soles,
déjame tu huerto
que en tu amor perdido
clavaré la daga
de mi tiempo eterno!
SI YO BUSQUE TU AMOR...
Si yo busqué tu amor, fruta. prohibida
todo un tiempo y un sueño sepulté...
Si besaste en mis hijos a la vida
mi corazón en llamas te entregué.
Aún es tiempo de amar, mi flor caída
te dirá mientras muere que te amé,
te dirá que aterido en tu partida
tu piel bajo mi piel aprisioné.
Y si quieres un hijo de las sierras
será toda la sangre de la tierra
derramada en tu vientre carmesí.
Vientre por mi semilla fecundado,
pedazo de mi suelo desgarrado,
sonrisa de la selva en que nací.
CUANDO MUERAN LAS BRUMAS
Y volverás un día
mujer,
verdugo de mis sueños.
Yo he fecundado el alba
para tocar tu cielo.
He derretido nieves
sobre tu noche ausente,
silenciosa,
he dormido contigo
en un lecho de sueños
y al encontrar tu cuerpo
me sepulté en tu vientre,
te derramé mi savia,
me derrumbé en tus senos.
En tu piel de jazmines florecidos
se apagaron mis fuegos....
Quedé quieto en tus labios,
en tu cuello de cisne
y mis noches de luna
coronaron tu tiempo de estrellas.
Herido por tu daga
sangró sobre las selvas
mi corazón abierto.
Las cuerdas del arpa
hoy cantan otra vez
su mensaje de sueños.
¿Recuerdas mi guitarra,
la de la edad sin tiempo?
Por no poder cantarte
su caja de sonidos
se convirtió en silencio.
Nuestros naranjos
quedaron ya sin frutos,
quedó sin su perfume
la luz de los luceros.
Quizá vuelvas un día
con un tiempo de mangos,
cuando mueran las brumas
y nos inunde el verde
mientras estalla el cielo.
NOSTALGIA. .
Hay es viernes de niebla y de nostalgia,
quedó atrás nuestro huerto florecido.
Nos quedará la nieve bajo el alba
y el alba bajo el cielo estremecido.
Ya que vuelves al sol, piensa un momento
que esperaré en el sol tu piel de luna...
Te besaré en los labios con el viento
hermana de mi carne y de mis brumas.
Aunque tu tiempo flote en el olvido
te aguardará mi tiempo fulminado,
tu selva azul, el canto de mis ríos
y un sueño por tu sueño traspasado.
Lleva mi voz de loco y vagabundo,
de poeta quemado en sus entrañas.
Florecerá mi canto sobre el mundo,
será un eco tu tiempo en las montañas.
TODO EL AMOR
Y morirá algún pétalo en silencio
quemado por la hoguera de tu altar.
En la tierra que abriga nuestros muertos
buscará nuestro amor la eternidad.
En la baldosa de algún patio viejo
quizás junto a los cerros de Areguá
encontrará mi grito tu silencio
y mi silencio un grito ya sin mar.
Yo quiero el viento de tu edad perdida,
quiero tu primavera florecida
mientras muere mi otoño al renacer.
Mira mi luz sobre tu luz cayendo,
mis manos en tus pechos aún latiendo,
todo el amor sobre tu amor caer.
SI FUISTE...
Si fuiste como ráfaga de luz y de centellas,
si fuiste un sol de fuego que me quemó un verano
seguirás siendo un hilo de pálidas estrellas
y en mi pecho de sombras mi corazón hermano.
Sí fuiste melodía cantando con mi boca
y paz sobre mi espacio de eterno torbellino
serás hoy el remanso de mi palabra loca
y flor desvaneciendo su piel en mi camino.
Me dejarás el verde lejano de tus hojas,
te dejaré un sepulcro clamando por la vida,
te alcanzarán mis ríos de intensa sangre roja
mientras busca mi mano tu mano ya perdida.
CANTO A MIS PADRES
I
Guando eras un lirio
mis sueños dormían,
fuiste primavera,
comencé a latir,
y al, volverte llama
por mi fuego herida
estoy junto a ti.
Llanto de mis ojos, carne que fue mía, mi sangre que es tuya te espera latiendo, viviendo, muriendo. Me queman tus fuegos. Tu vientre, mi cuna, me llama otra. vez. Volveré a tus ojos, a tu tiempo, madre, a tus manos blancas derramando luz. Déjame tus lágrimas, tu cetro de invierno clamando por nieves. Mira mis otoños que aunque tristes claman por tu aliento azul. Te buscan mis noches mojadas de luna; por ti llora el río bañado de estrellas, que desde esta selva salvaje, rugiente, herida y Lejana, busca como flecha que atraviesa el tiempo tus ojos de mar. He bebido savias borrachas de luna y bebí los mares salados del sur. He amado en silencio todo un sol de selva, quemaron mis llamas tus arenas cálidas, bebieron los mares de mi sangre roja tu sangre, la mía. Mi piel de, lapacho aún besa en silencio tu piel de yboty.
CANTO A MIS PADRES
II
Mientras arda tu sol seré un planeta girando en el vacío, quemado por tu llama, rodando en torno a ti. Mientras tu luz alumbre en la distancia seré tu rayo herido, tu aliento lejano, tal vez tu pensamiento, quizás tu soledad. Y seré tu palabra derramada, tu corazón latiendo, tu nostalgia- de selva, tu sed de nuestros ríos, tu propio rostro, tus mismas manos, tu mirada hambrienta de la luz del día, el hombre que eres tú; tu sangre hirviendo, tu reto y tu dolor. Seré tu puño, tus lágrimas cayendo sobre este suelo rojo, bajo este cielo azul. Mientras arda tu sol, si el mundo opone murallas a mis sueños, tu sueño junto al mío derrumbará murallas; prisionera la tierra en nuestros brazos estallará de amor. Y cuando cumplan tus células su ciclo vital, si es que yo estoy, seré tus ojos, tu rayo enamorado, tu llamarada azul. Esculpiré palabras en las nubes y tu nombre eterno surcará el vacío... Tú serás mi cuerpo que amará la tierra y serás mí tiempo que en el tiempo eterno vivirá por mí.
COEMEOTA
Amanecer,
primer beso de sol.
Las sombras muertas,
miles de espadas
hacia la, luz...
ENERO Y EL MAR
Y volverá tu tierra,
florecerá conmigo.
Enero,
verano de centellas.
Relámpagos de ayer,
azul rayo de luna,
distancia sin sentido.
Y tú
y el mar.. .
Volverán nuestros dedos
a deshojar otoños,
hojas de ayer
partidas.
El mar
y tú,
un sol que se desmaya,
el sur que me enloquece.
Tu nieve,
tiempo blanco
volviendo al tiempo rojo
aunque allí, tú te quedes,
aunque mis sueños mueran
sobre tu sueño inerte.
Tal vez algún pedazo
de corazón antiguo
rescatará aquel día.
Mientras nace la tarde
nos besará la selva,
la pampa enrojecida.
Tal vez alguna noche
se vestirá de Enero
mientras se va la vida.
ESTAR SOLO...
Estar solo es estar acompañado
por tu presencia de crisol fundido.
Estar solo es presente y es pasado,
es la distancia absurda del olvido.
Vergeles del amor... Santuarios rojos,
llamaradas muriendo en el vacío,
las grietas de la luz sobre tus ojos,
el rayo de tus sombras en los míos.
Estar lejos, morir eternamente,
volar junto a tus alas olvidadas,
mis labios sobre el muro de tu frente,
el beso de la luz en tu mirada.
Estar solo es volver desde la noche
para embriagarme con la luz del día
y ser como hemos sido desde entonces,
como seremos, somos todavía.
AMIGOS.. .
"Amigos
si alguna mujer de rodillas. , ."
Manuel Ortiz Guerrero
Amigos
tal vez algún día me muera
y quizás no muera...
Si muero
moriré de pie.
Mis células
beberán las aguas
de la tierra roja,
nuestra tierra amarga
beberá mi sangre,
crecerá en mi piel.
Amigos,
en la noche eterna
espera el poeta
las viejas palabras,
la palabra nueva,
un canto de selvas.
Amigos
mi mano está loca
por tocar el alba,
mis labios se mueren
por besar la boca
de antigua mujer...
Amigos,
si muero algún día
volveré en silencio,
volveré a la vida...
Sueños,
sueños y más sueños,
nuestra tierra herida...
¡Tierra, tierra mía,
viviré en tu piel!