ESQUEMA
Poesía de HÉRIB CAMPOS CERVERA (PADRE)
(A mi Marquesita: el amor, el dolor y la ciencia:
todo eso ella lo representa)
Para el poeta Toranzos Bardel,
que gusta de las cosas muy bellas,
muy profundas y muy originales.
Él es capaz de sentirlas, vivirlas y crearlas.
Él conoce a mi Marquesita inolvidable.
¡Oh, tú entras en el Reino de la Filosofía!
Tú vivirás con los filósofos,
Tú amarás la gran poesía
Y te comunicarás con los teósofos;
Tu casa la habrás de convertir
En un cenáculo de sabios
Y juntos hemos de vivir
Siempre pendiente de tus labios
En tus bellos ojos
Florecerá la Ciencia
Que juntos amaremos
Y con sabia paciencia
De sus profundos pozos
La Verdad sacaremos.
Museos y santuarios,
Perfumes y vitrinas,
Antiguos relicarios
Gomas y lustrosas resinas,
Opulentos herbarios,
Cerámicas y diosas,
Inscripciones de piedra,
De las tumbas sus losas,
De los muros sus yedras,
De los campos sus setas,
De los montes las aves,
De los indios sus flechas,
De los ríos sus naves:
¡Todo eso, mi divina Encantada,
Ha de ser la cosecha
Que tú misma recojas...
Lo sé bien; no dudaba
Que a mi lado tú escojas
Misión tan delicada!
¡Oh... yo he leído en tu frente
Misterios muy oscuros!
¡Has de ser una fuente
Con poder de conjuros
Que domine la Muerte!
Lo sé: lo he vivido
En tus ojos de fuego
¡Y en el hondo chirrido
Que tuvo tu insosiego
Cuando me has conocido!
Lo sé: nunca he dudado
De tu fe, de tu amor;
Y como ya has llorado
Las penas de tu error:
Crecerás en la ciencia
Donde se crece poco
Y con mucha paciencia...
¡Hay que ver un devoto
De ella por experiencia!
Te invito a que vivas conmigo,
Minerva de los verdes ojos,
Para que seas testigo
Que ve romper cerrojos
Para ganar el campo
Del feliz enemigo.
Te invito a cenar en la Luna,
Y a viajar por la esfera;
Te invito a correr la carrera
Que nos lleve en la espuma
De una barca que rueda.
Te necesito como el pulmón al aire,
Como el caimán al agua,
¡Que en tanto movimiento
Volcaría la piragua
En las olas del viento!
Te busco para andar
En la selva perdida
Que vamos a buscar.
Ven... ¡Minerva de mi vida!
¡Vamos a navegar!
En las lejanas orillas
Mucho nos queda ver;
Sublimes maravillas...
¡Tal vez a Lucifer!
Quién sabe si al gran Sócrates
Sentado con Volteur
O al impaciente Hipócrates
Con Volta y lavoisier.
Ven: vamos... ¡caminemos!
Que tu alma y la mía
Por los cielos serenos...
¡Será la Filosofía!
¡Ha de ser la Poesía!
¡Y el Dios de los Helenos!
Asunción, 2 de mayo de 1912
ENLACE INTERNO AL DOCUMENTO FUENTE
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HÉRIB CAMPOS CERVERA (p.) - NOVECENTISTA OLVIDADO
PROSA Y POESIA
LUIS MARÍA MARTÍNEZ (COMPILADOR)
ASESORES INVESTIGATIVOS: NABEL FELIPE ESTRUC y RAÚL AMARAL
CRITERIO EDICIONES
Asunción – Paraguay, 2006 (292 páginas)