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RAQUEL CHAVES

  ESPACIO SAGRADO, 1998 - Poemario de RAQUEL CHAVES


ESPACIO SAGRADO, 1998 - Poemario de RAQUEL CHAVES

ESPACIO SAGRADO

Poemario de RAQUEL CHAVES

Edición digital: Alicante :

Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2001

N. sobre edición original:

Edición digital basada en la de [S.l.],

Intercontinental Editora,

Asunción-Paraguay, 1988.

 

 

 

PRÓLOGO

DE LA POESÍA COMO ESPACIO SAGRADO

     Cuando Dios -según la Kábala- se retiró para dar lugar al mundo. Cuando Él se exilió en sí mismo, apareció el primer espacio sagrado. El lugar que ocuparía el mandala cósmico fue así creado. Luego vino «el que siente el tiempo», el hombre, templo y refugio de las palabras-almas.

     Lugares sagrados fueron, en ese comienzo, el altar de los sacrificios, el túmulo funerario. Y, en el espacio del recuerdo, la infancia y la soledad. Pero, el espacio sagrado arquetípico es el lenguaje lugar privilegiado, morada del Ser. Como aliento primigenio nombró y creó los límites del mundo. Dentro de su ámbito se encuentran, en potencia, todos los sueños del porvenir: todo poder y toda gloria.

     En la obra de Raquel Chaves, lo profano es la caída en la historia, el tiempo lineal. En lo sagrado, en cambio, se contempla el eterno presente: el tiempo circular, donde el instante se cruza con la eternidad. En esta poesía también se menciona el sitio de los sueños: lugar intocado, inalienable, que genera -incansablemente- sus imágenes, sus figuras. En el espacio onírico -especie de silencio- se refugia el alma del poeta como un ave solitaria, esperando el momento de emprender el vuelo hacia la realidad.

     En cuanto al «Otro Reino», el Celeste -habitado por dioses y planetas- está siempre a la espera de la consumación de sus bodas con la Tierra. El matrimonio entre el Cielo y la Tierra, marcará el inicio de una nueva era: la de la conciliación de los opuestos -unión alquímica- al final de los tiempos.

     El libro de Raquel Chaves no olvida los espacios cerrados. Estos están habitados por la ambición, la ira, el poder tiránico, el espanto. Los que en ellos habitan están condenados a la infernal soledad de los que han renunciado a la fraternidad, a la justicia, a la libertad. De allí el peligro que nuestra patria se convierta en un pozo de sombras: «Túneldestino» sin salida.

     Ahora bien, este poemario contiene, también, versos que parten de los cuatro elementos: la arena, el viento, el agua, el fuego. A partir de una humilde piedra se construye «bachelardianamente» un poema de amor, un canto mineral de paciencia infinita. La piedra: lugar donde sueñan las almas que despertarán, algún día, a los planos superiores de la conciencia, para decir su deseo, con voz de mujer.

     Los poemas, o cantos «chamánicos», de la serie «Yvy Mara' se refieren al largo peregrinaje en busca de la Tierra Prometida de los mitos guaraníes. Siempre estamos en camino -nos dice Raquel- recordando nuestro alto linaje espiritual. ¿Y si el paraíso estuviese en nuestro propio corazón? Como el Pájaro Azul, «Maino» -el colibrí primigenio- está, quizá, desde siempre con nosotros. Allí donde el ángel (en el poema de Raquel) señala el árbol del lapacho está el verdadero espacio humano. En el florido árbol de la pradera, en el árbol del Edén. Allí, en ese símbolo mítico de nuestra patria, volverá a habitar el colibrí antiguo, el de nuestros antepasados para instaurar en el «tiempo nuevo», el espacio sagrado de la libertad.


 

Osvaldo González Real


 

Al que nacerá en diciembre



- I -

ESPACIOS DEL CIELO

 

     Titus Burckharolt, en su libro «Símbolos», afirma: «Una cosa es cierta: la visita a la gruta por parte de Ulises señala la entrada del héroe en un espacio sagrado; en adelante, la isla de Ítaca no será tan sólo la tierra natal del héroe, será como una imagen del centro del mundo.

 

                                

«Al cabo del puerto un olivo de larga cabellera,

 

Y cerca de él la gruta amable, oscura,

 

Consagrada a las ninfas que se llaman náyades,

 

En su interior hay copas y ánforas

 

De piedra, donde las abejas conservan la miel;

 

Allí hay también altos telares de piedra en los que las ninfas

 

Tejen telas color púrpura, maravillosas de ver,

 

Allí el agua mana sin cesar. Dos son sus puertas:

 

Una, que desciende al Bóreas, está hecha para los hombres.

 

La otra, vuelta hacia el sur, posee carácter más divino;

 

Los hombres no la atraviesan, pues es el camino de los inmortales.

Odisea, XIII, 102, LL2.




AVES CELESTES

 

A Amaral Vieira

 

 

                               

Absorta, desde mi ser, las veo.

 

        Repiten plegarias aladas.

 

        Son voces del Otro Reino.

 

        Cantan llenando el Canto.

 

        ¡Tiembla la vida en vuelo!





ERRANCIAS

 

 

Iba a partir.

Sentía la premura

de ciertas aves.

Frío el viento sur...

Era errancia bajo la noche

saludando

a las estrellas

del camino.





UNA SOLA FLOR

 

 

                         

(I. M.) Cecilia Chaves de llano

 

 

 

y Lucía Llano Chaves

 

 

 

Leves lágrimas.

punzante dolor.

¿No era Lucía

un pétalo al sol?

Ahora, reunidas,

juntas son la flor.

Viento, viento cruel,

de este noviembre:

¡no deshojarás

en lo alto

esta flor!

 

 

                                                                                                           12 noviembre 1985





LÍMITES

 

 

El cielo está rojo y separa.

Al final, en la mañana,

cae, en silencio, un año.

Me voy,

me voy

hacia la casa,

bajo el cielo

de un papel en blanco.





EVOLUCIÓN

 

 

Todas las regiones

de los cuerpos celestes

serán tomadas

por su Voz.

De Él será.

Todas las regiones

de los cuerpos amados

serán así colmados

por su Luz.

De Él será.




 

 

- II -

ESPACIOS DE LA TIERRA

 

ESPACIOS DE LA CASA

*

Ofrendo con incienso y mirra:

mi lecho con sus naufragios

se acerca a la Otra Orilla!

*

¡Fuego en la ardiente cocina!

En nuestros cuerpos

sus cuerpos.

*

Yo medito en la terraza

bajo las nubes de estío.

Un verso viajero queda

en el hueco de mi mano.

 

 

CONSTANTE

 

La casa que habito

tiene el esplendor

del desierto arenal

cuando en el fondo

del constante

espejismo

puedo verte.





VISITAS

 

 

                                     A Sara Egusquiza de Chaves

 

 

                                         

Hoy ha llegado un mensajero al pueblo.

 

Lo miramos pasar. Buscaba un alma.

 

(La ecología del lugar se ha henchido

 

de un nuevo vigor y efluvios brotan

 

de la espesura honda en que ella vive).

 

Nosotros sabemos a quién buscan

 

los integrantes del alto cielo en luz.

 

¡Qué raro es el caso de un alma así

 

como es el alma de ella, transparente...!

 

Por eso las visitas de lo alado

 

que al pueblo llegan a traer ofrendas.





ARBOLES EN EL VIENTO

 

                         

Despojándose

 

en silencio

 

de sus hojas,

 

vive en flor,

 

en canto alado.

 

Fugándose

 

en el viento

 

estas hojas,

 

también su flor

 

esperan.





A SUSUKI, MAESTRO DE MAESTROS

 

 

A la rama de petereby,

cortada ayer en el bosque,

nueva vida le ha sido dada:

resplandeciente.





ESPACIO EN GUARANÍ

 

 

                        

   

Han llegado y partido.

   

Han reído y llorado.

   

Han amado y matado.

 

¡Con el guaraní en los labios!

   

 

   

Todos les han mentido.

   

Tierra les ha llovido.

   

Fuego caído encima.

 

¡Con el guaraní en los labios!





GÉNESIS

 

 

Recuerdas esa tarde

cuando los dos nacimos

del barro

y más,

del agua,

en vital desamparo...?

Quise saber entonces

el ser de la palabra,

la esencia de la llama

ligada a nuestras vidas.

Hoy sé:

amor no es la palabra

y sí la llama entera.





TÚNELDESTINO

 

 

 

                                     A Osvaldo González Real

 

 

                                                        

Miro las ruinas:

 

el hermoso barroco

 

aquí existió!

 

Este era un túnel:

 

termina en tierra,

 

termina en sombras!

 

 

 

Miro las ruinas.

 

Yo las recuerdo

 

piedra

 

sobre

 

piedra

 

Aquí resonó

 

la amada música.

 

para los talladores

 

y sus santos...

 

El sol se mira

 

en las paredes

 

y heredan siempre

 

su tiempo

 

los planetas.

 

A mí me late

 

el sol y más,

 

más me destina

 

el túnel

 

que atraviesa

 

nuestra historia.

 

Las campanas, lejanas...

 

Las ciudades, perdidas...

 

Una sola voz sabe decir:

 

estamos solos en el día,

 

se parte el alma cuando la noche.

Ruinas Jesuíticas de Trinidad - 1966/1988





- III -

SUEÑOS

 

 

Yo dormía, pero mi corazón velaba

Cantares 5.2

 





ALALBA

 

 

                               

¡He de llegar! decía el peregrino

 

ansiando ver el bosque antes

 

que el alba abriera sus ojos

 

al pálido sol del desierto

 

donde moran los hombres.





SÍMBOLOS

 

 

Estoy caída,

como una lanza

con sangre tuya,

junto al Gran Río.

Estoy caída:

¿es este el fondo

de algún abismo?

Tú que me llevas,

dime el camino...

Estoy caída

y mortal cielo

es caer contigo.

 

 

EL ÁRBOL, EL COLIBRÍ, EL VIENTO

 

Duerme o sueña

el alma

asida al aire

en donde canta

el ave

asida al viento.





EL CHAMAN SUEÑA

 

 

                    

No hice

 

los ojos

 

del búho

 

pero miré

 

la noche

 

y pude verte.





LA SEÑORA DE LAS SIETE ESTRELLAS

 

 

                      

Señora:

 

esta tierra es vuestra

 

y hasta el final latir

 

del corazón,

 

será también de Vos.





- IV -

ESPACIOS CERRADOS

 

 

 

REALIDAD

 

¡Tierra sin los altos rumbos!

¡Mentira en la tierra!

¿Nadie con alto corazón está?

 

 

ABEL

 

Lo mataron

Tanto lo mataron

que hasta su nombre

tuvo que morir

Mataron a su sombra

La tuvieron que matar

Mas hasta el cielo

y su memoria

no llegaron

no pudieron llegar

Y con su sombra

Y con su nombre

ahí su ser está.

 

 

ÉL: PODER ÉL: PODER ÉL: PODER

 

Encierro en este espacio

al que sitia

a mi ciudad.

Lo encierro.

Compruebo

su tiránico afán:

se encierra en sí.

El

es

su

propio

corazón

sitiado.





MÉRITOS

 

 

                            

Nuestra generación

 

no sabe qué hacer

 

con las armas

 

de la Espantosa Ira.

 

Dicen los diarios:

 

«No hay peligro mayor

 

que esa luz y ese fuego».

 

Nuestra generación

 

ha sabido crecer

 

hasta alcanzar

 

los frutos

 

del árbol de Hiroshima.





- V -

ESPACIOS DEL CUERPO

 

 

                             

            *

 

Me levanto.

 

Vuelvo la cabeza atrás.

 

Mi cuerpo de sal está.

 

            *

 

En el bosque

 

oscurecido

 

mis cabellos

 

son de niebla.

 

            *

 

Frente al áspid

 

del manzano

 

la boca

 

pudo ser flor.

 

            *

 

En mi cintura...

 

¡Tierra de los naufragios!

 

            *

 

Toma mi mano el papel.

 

Y el verso acerca

 

su horizonte.

 

            *

 

¡En el pecho

 

es el quebranto!

 

Ciertos días,

 

ciertas noches...

 

            *

 

La calle duerme

 

en mis pies.

 

Guarda la casa

 

sus alas...





- VI -

 

Yvy mara'

LA TIERRA SIN MAL


- 1 -

 

                               

¿En dónde están los hijos

 

de esta tierra

 

y los aquí llegados?

 

     ¡En camino!

 

Los que están,

 

los que se han ido...

 

     ¡Todos reunidos!

 

¡Mentira el haber llegado!

 

¡Verdad el haber partido!

 

     ¡Todos reunidos!





- 2 -

 

                             

Si el recuerdo

 

que en la memoria

 

         vive,

 

         dice

 

de una Tierra sin Mal.

 

Si el poema

 

que en la boca

 

        canta,

 

        añora

 

esa Tierra sin Mal...

 

¡Que nazca en mi pecho ya!





- 3 -

 

                         

Hemos viajado

 

hacia todos los vientos.

 

Hemos llegado

 

hasta el Gran Río de Sal.

 

Inútiles nuestros cantos.

 

¡La Tierra sin Mal no está!





- 4 -

 

                               

Tierra nuestra sin Males dormida

 

Ilumina al viajero perdido

 

En su errancia no ha visto el sendero

 

Ya es de noche y el bosque es oscuro...

 

 

 

Una luz en el pecho se enciende...

 

¡Corazón y sendero se aúnan!

 

¡Cuántos sueños en pos peregrino

 

de una Tierra dormida en tu pecho!





- VII -

LA OTRA ORILLA



él: cielo

 

 

                             A       K.

                            

siempre            siempre

 

          ¡en lo alto!

 

   sin ti                 contigo

 

¡alalba!               ¡alalba!

 

      digo adiós al cielo:

 

    apenas me respondes.





UNIDAD DE TIEMPO

 

                          

Como las piedras del Itao

 

     lentamente

 

     te amo

 

     esperando

 

     el alba

 

     para poder decir

 

     geológicamente

 

     te amo.





EN ESE REINO

 

 

Este vivir nombrándote

hace saltar las cosas

del reino de la arena

donde me espera insomne

tu piedra, la primera.





CANCIÓN DEL DOMINGO GRIS

 

 

                        

Pliego mis alas

 

y subo.

 

Ya voy allá

 

buscando

 

el corazón

 

que en sueños

 

conocí.

 

Doblo esta hoja gris.

 

El paraíso aquel

 

mis alas buscarán

 

ya sin nombrarte

 

a ti.





AIRE

 

 

                         

Bien sé que todo dolor

 

se hará de humano aire

 

uniéndose en medida

 

            música

 

al corazón que olvida.




AIRE PACIENTE

 

 

Y sin embargo, alienta.

Se expande el pecho

buscando -acaso- la soñada

plenitud que nunca alcanza.

Y sin embargo, espera.





MAINO, EL COLIBRÍ

 

 

Vida celeste:

en dos

la brisa

te partía...!





PARTES DEL TODO

 

 

Nadie vio

al Ángel de la Pradera

señalando

las ramas del lapacho.

Nadie vio

su única raíz.

Partes del Todo

cantamos los dos!





LLEGADA

 

 

                                    

Hasta el círculo

 

en que danzaban

 

llegué...

 

«¡Quédate oh peregrino

 

en nuestro espacio sagrado!»

 

Miré al árbol de la pradera

 

y vi al antiguo colibrí

 

trayéndome los frutos del Edén...





VACUIDAD

 

 

¡Vasta soledad!

Espacios del alma

¡dos hacia un Dios

que en su Luz

me sueña.

 

 

Enlace al ÍNDICE de ESPACIO SAGRADO en la BIBLIOTECA VIRTUAL MIGUEL DE CERVANTES

Prólogo - De la Poesía como Espacio Sagrado por Osvaldo González Real

- I - Espacios del cielo: Aves celestes/ Errancias/ Una sola flor/ Límites/ Evolución

- II - Espacios de la tierra: Espacios de la casa/ Constante/ Visitas/ Arboles en el viento/ A Susuki, maestro de maestros/ Espacio en guaraní/ Génesis/ Túneldestino

- III - Sueños: Alalba/ Símbolos/ El árbol, el colibrí, el viento/ El chaman sueña/ La Señora de las Siete Estrellas

- IV - Espacios cerrados: Realidad/ Abel/ él: poder él: poder él: poder/ Méritos

- V - Espacios del cuerpo

- VI - Yvy mara'/ La tierra sin males

- 1 - ¿En dónde están los hijos

- 2 - Si el recuerdo

- 3 - Hemos viajado

- 4 - Tierra nuestra sin Males dormida

- VII - La otra orilla: él: cielo/ Unidad de tiempo/ En ese reino/ Canción del domingo gris/ Aire/ Aire paciente Maino, el colibrí/ Partes del Todo/ Llegada/ Vacuidad.

 

 

 

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Teléfonos: (595-21) 449 738  -  496 991

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