Portal Guaraní - SOÑEMOS UN NUEVO TIEMPO - Por ALCIBIADES GONZÁLEZ DELVALLE

Lo primero que cabe en un comentario acerca de lo ocurrido el domingo pasado es resaltar el comportamiento cívico de los colorados. Hubo mucha pasión que hacía presagiar malos momentos, pero al final fue una fiesta. Desde luego, de ambas listas una tenía que perder. Le tocó al cartismo. También es de señalar su conducta a través de su candidato, Santiago Peña, que reconoció su derrota y felicitó al ganador. Todo esto fue posible porque el Tribunal Superior de Justicia Electoral dio confianza a la población con un trabajo excelente. Fue, entonces, un domingo para recordar, más aún frente a los trágicos acontecimientos en Honduras. La oposición no acepta los resultados y la primera consecuencia son los actos violentos.

Ya estamos a una semana de los comicios y todavía, como es de rigor, se ensayan las causas de la derrota del cartismo que incluye a figuras, de algún modo destacadas, con reiteradas conductas antisociales. De esta manera los colorados se encargaron de castigar a quienes manchaban la bandera partidaria que se inició seis años antes. Fue cuando los convencionales atropellaron el estatuto partidario para bajarlo a los pies de un desconocido empresario –o demasiado conocido– para representar al Partido en las elecciones nacionales de 2013.

Desde entonces, con excepción de algunas obras materiales, el gobierno de Cartes venía de fracaso en fracaso. Atentó sin piedad contra las instituciones republicanas. Pervirtió el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial. El peor de estos males se dio en la justicia. Claro, en esta inmoralidad no se encontró solo. Tuvo entusiastas acompañantes de partidos y movimientos políticos; de ministros de la Corte, jueces, fiscales, etc.

Fíjese usted hasta qué altura llegó el, ahora ya, exsenador cartista González Daher. Es la expresión más dolorosa de la corrupción judicial. Desde su oficina, a través de un secretario, negociaba resoluciones bajo la mirada cómplice de los demás miembros del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, entre quienes se encuentran ministros de la Corte Suprema.

Tampoco olvidemos su obsesivo intento de violar la Constitución Nacional en busca de la reelección. En esta aventura tuvo la entusiasta adhesión del luguismo y el llanismo, con una consecuencia trágica: el asesinato de un joven liberal, previo incendio del edificio del Congreso.

Se dice por ahí que el gran ganador de las elecciones del domingo fue el estronismo. Desde la Revolución Francesa ninguna persona es responsable de los actos de un familiar. No obstante, si Mario Abdo Benítez fuese también ganador en las generales del año que viene, la ciudadanía tendrá el derecho de exigirle que dé a conocer con anticipación a sus colaboradores inmediatos. Las personas que habrán de acompañarle nos dirán su intención política.

De todos modos, hay que señalar que tenemos una sociedad que ha madurado, mejor informada, que ya no está dispuesta a perder ni un milímetro sus conquistas libertarias. Con la ciudadanía que hoy tenemos, y que dio muestras vigorosas de su compromiso con la patria, creo que no hay lugar para otra dictadura, aunque se intentase revivirla.

Es posible que haya propósitos de reagrupación estronista en torno del candidato colorado, pero no irá más allá de lo que la ciudadanía le permita. Sería el colmo de los males seguir con los atropellos a las instituciones y a la ética.

Volviendo a los actos del domingo, muchos son los perdedores. El llanismo tuvo una doble derrota: por el lado de Cartes y por el de Alegre. También los ministros de la Corte, esos que tienen escondidos los expedientes de políticos a quienes se impiden, contra la ley, ser juzgados por sus graves delitos de corrupción. También el Jurado de Enjuiciamiento, el Consejo de la Magistratura, en fin, esas instituciones dominadas por el cartismo por la sencilla razón de que se dejan dominar. De los muchos políticos acusados con pruebas irrebatibles ¿cuántos están presos? Ni uno.

Es de desear, o de soñar, que el domingo 17 de diciembre marque para el país el inicio de un nuevo tiempo con un gobierno colorado o liberal. El que sea, pero que oriente con dignidad y pericia los destinos nacionales.

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

EL IDIOMA GUARANÍ, BIBLIOTECA VIRTUAL en PORTALGUARANI.COM

(Hacer click sobre la imagen)