Portal Guaraní - Y PASARON 30 AÑOS... - Por ALCIBÍADES GONZÁLEZ DELVALLE

Este día y a estas horas de 1989, la ciudadanía enterraba a la dictadura y nació un nuevo tiempo: el de la libertad. Dignos ciudadanos que tenían prohibida la entrada a su país, al fin pudieron hacerlo. Medios de comunicación clausurados, se reabrieron. Obreros, campesinos, estudiantes, artistas, que no podían reunirse para hacer reclamos a las autoridades, recuperaron la voz.

Me llama la atención que muchas personas –incluso de buena fe– no ven que haya habido cambios. Nos dicen que seguimos en dictadura. Es más, que en la dictadura se vivía mejor. No se vivía; se vegetaba, era hacerse los desentendidos, mirar a los costados, silbar con las manos en los bolsillos, y dejar que las cosas sucedan, no verlas, no escucharlas, no discutirlas. La cuestión era no llamar la atención, no alzar la cabeza ni un milímetro más por encima de las demás cabezas. Sí, se participaba, pero en los actos organizados por el gobierno. La participación consistía en aplaudir y hacer hurras.

Muchas personas están enfadadas con la democracia, sin añorar necesariamente la dictadura. Sucede que se toma la democracia como un fin y no como un medio para que entre todos busquemos la solución a nuestros problemas. ¿Seguridad? ¿Educación? ¿Salud? ¿Trabajo? ¿Una justicia corrupta? Asuntos son estos –y muchos más– que merecen nuestra entera participación para solucionarlos. Sentados en casa, como viendo llover, o directamente dando apoyo a los responsables de los males del país, ninguna democracia por sí misma hará el milagro de sacarnos a flote. Para acudir a hechos del momento, fijemos la vista en lo que sucede en Ciudad del Este, cuyo aniversario se recuerda hoy. Con todos los testimonios, documentaciones, pruebas de la corrupción que señalan a la familia Zacarías Irún, hay gente que la defiende con ardor. Para peor, la apetecible Municipalidad podría caer en manos de un estrafalario.

¿Debemos culparle a la democracia por estos y otros acontecimientos? Se dirá que con Stroessner no veríamos las escenas cinematográficas que enfrentan a los Zacarías Irún y seguidores, con sus oponentes. No habría oponentes. Nadie saldría a la calle a gritar contra la corrupción. Pues bien, esta es la libertad de la que se carecía. ¿Es suficiente salir a la calle? Claro que no. Es el primer paso de muchos que todavía pueden darse. El problema es –y no por culpa de la democracia– que solemos quedarnos con ese primer paso en la creencia errada de que ya hemos cumplido con nuestro deber cívico. ¿Cuáles son los siguientes? Entre otros, utilizar con patriotismo la formidable herramienta democrática: elegir a las personas debidas para la debida función.

Sin salir de Ciudad del Este –por estar de cumpleaños–, la pujante comunidad está a punto de tener como intendente municipal a un sujeto, conocido como Kelembu, absolutamente inepto. Y no porque fuera vendedor ambulante, ni por ser analfabeto funcional, sino por su condición moral. Traicionó a sus compañeros de partido para entregarse a los brazos de los Zacarías Irún. Nunca hubiéramos imaginado que, por los problemas que tienen con la justicia, habrían de vengarse tan cruelmente de la ciudad que les dio una inmensa prosperidad económica. Pienso que dijeron: ¿Nos quitan el poder municipal? “Bueno, les dejamos a este”, y le tiraron a Kelembu. ¡Qué venganza más terrible!

Aun así, no hay forma de culpar a la democracia por estos infortunios. Lo que pasa es que desaprovechamos la oportunidad de participar de la vida nacional.

Muchas cosas del stronismo todavía arrastramos. La principal de ellas, la corrupción a la que en tiempos de la dictadura se dedicaban los elegidos de Stroessner. Él decía quiénes podían, entre civiles y militares, robar al Estado. Era “el precio de la paz”. En democracia, también, la corrupción se democratizó y hoy está al alcance de cualquiera que intente salir de la pobreza, como fuere, o mantener su ostentosa vida. Es la impunidad la que alienta tanta inmoralidad.

Hace 30 años que nos hemos quitado de encima una dictadura feroz. Hoy nos toca batallar por la democracia para hacerla más digna, más humana, más igualitaria.

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

EL IDIOMA GUARANÍ, BIBLIOTECA VIRTUAL en PORTALGUARANI.COM

(Hacer click sobre la imagen)