Portal Guaraní - “JUSTICIA CORRUPTA Y POLITIZADA” - Por ALCIBÍADES GONZÁLEZ DELVALLE

Con unos días de diferencia, nuestro país recibió dos mazazos de los Estados Unidos de Norteamérica que dejaron mudo a nuestro Gobierno. El primero de ellos está contenido en el informe anual sobre derechos humanos. Entre otros temas, resalta el comportamiento “corrupto y politizado” de nuestra justicia. El segundo golpe tiene que ver con el diputado cartista y candidato a intendente municipal de Ciudad del Este, Ulises Quintana, a quien señala como “significativamente corrupto” y le prohíbe viajar a los Estados Unidos. “Significativamente corrupto” significa mucho en el lenguaje diplomático; quiere decir “superlativamente corrupto”. Para consuelo del diputado, no es el único político que se merece tal calificativo.

El informe del Departamento de Estado corrobora que la pésima fama de la justicia paraguaya se ha internacionalizado. Este hecho, junto con otros parecidos, hace que nuestro país pierda cada día el respeto de las naciones. Nos miran de reojo, con desconfianza, sin ninguna simpatía. ¿Dónde cree usted que está el origen, por dar un ejemplo, de los fracasos para conseguir las vacunas anti covid? Si conseguimos algo es por lástima, no por el reconocimiento de nuestros derechos, no por nuestra fuerza moral.

¿Qué fuerza moral podemos tener cuando corre por el mundo la noticia –nada nueva y ampliamente demostrada– de que nuestra justicia es corrupta y politizada? ¿Quién lo dice esta vez? El Gobierno de los Estados Unidos lo afirma. ¿Es aceptable por tratarse de un país con largo historial de atropellos a los derechos humanos a sus propios ciudadanos y los ajenos? Podríamos decirle a ese Gobierno que primero limpie su casa y luego critique la mugre de la del vecino. Pero esta respuesta, fácil y evasiva, no servirá para esconder la realidad de nuestra justicia, que en definitiva es lo que debe importarnos.

¿Por qué nos viene del exterior la crítica? Porque adentro nada hacemos ni vamos a hacerlo. Las personas y las instituciones que deberían preocuparse por el cambio están muy a gusto con los ministros, jueces y fiscales que tenemos. Los políticos corruptos, esos que roban y estafan al Estado con total impunidad, son los que alimentan los informes del Departamento de Estado y los que llenan de vergüenza el nombre de nuestro desgraciado país.

¿Cuántos políticos, más o menos de peso, están presos por delinquir? La justicia, para ser más indigna aún, juega a la justicia y se entretiene con la farsa de los procesos que nunca culminan, o que si culminan es a favor de los delincuentes. Esto y mucho más se desprende del señalado informe que tiene un agregado: el caso del diputado cartista Ulises Quintana.

El Gobierno de los Estados Unidos acusa a Quintana “de participar en actos de corrupción, facilitar la delincuencia transnacional, socavar el Estado de Derecho y obstruir la justicia”.

Con estos antecedentes, el diputado aspira a conducir el municipio de Ciudad del Este. Para este propósito, realiza un intenso proselitismo. Nada le cuesta. Tiene el salario asegurado del Estado como parlamentario más combustible. Va en ventaja sobre los demás candidatos.

Aquí hay una cuestión, aunque legal, totalmente injusta. Por ética –muchas personas no la entenderían sin tener el diccionario a mano– debería pedir permiso, sin goce de sueldo, mientras dure su viaje hacia la intendencia esteña. Pero no lo va a hacer porque no es, reitero, un asunto legal sino ético. Se debería pensar en una reglamentación o ley que prohíba a los parlamentarios candidatarse en las internas partidarias sin renunciar o pedir permiso como diputado o senador.

Estos “pequeños descuidos”, unidos a otros que forman una montaña, son los que nos dan mala fama universal y nos debilitan a la hora de negociar con otros países cualquier cosa de nuestro interés.

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

EL IDIOMA GUARANÍ, BIBLIOTECA VIRTUAL en PORTALGUARANI.COM

(Hacer click sobre la imagen)