Portal Guaraní - ACCIÓN Nº 354 - Revista de reflexión y diálogo de los Jesuitas del Paraguay

José María Blanch S.J.

ACCIÓN Nº 354 - Revista de reflexión y diálogo de los Jesuitas del Paraguay

ACCIÓN

Revista de reflexión y diálogo de los Jesuitas del Paraguay

Director: JOSÉ MARÍA BLANCH, sj

Nº 354

MAYO 2015

Centro de Estudios Paraguayos ANTONIO GUASCH

Editorial del mes

Proyecto democrático atrapado

Cuando los conflictos internos de un partido se trasladan al funcionamiento de las instituciones que constituyen parte del poder político de la sociedad, significa que el partido es, en el plano operativo real, un partido-Estado. Esta realidad tan clara durante la dictadura lastimosamente sigue vigente en nuestra sociedad, aún con los importantes cambios estipulados en la Constitución, sancionada y promulgada en

1992, y en la norma legal de amplia temática, conocida como la nueva Ley Electoral.

La actual crisis existente en el Partido Colorado no involucra solamente a las diferentes élites e instancias del partido, sino que envuelve al funcionamiento del régimen político que pasó, luego del golpe militar del Gral. Andrés Rodríguez en el año 1989, de una dictadura a un gobierno con formalidad democrática.

Si bien los cambios legales fueron importantes y profundos, ellos demuestran la diferencia existente entre el plano jurídico y la compleja vida cotidiana real. A su vez, siempre es bueno recordar que un proceso de cambio equivale a un trato especial de ambas realidades y que todo cambio re- quiere de un proceso de comunicación y educación para que las propuestas legales y sociológicas sean realmente vividas como orientadores de la conducta dentro de una sociedad.

A esta necesidad también debe considerarse, en nuestro caso, que ni la ciudadanía ni los funcionarios electos o nombrados institucionalmente ni los partidos políticos tienen una experiencia democrática.

Existe un nivel referido a concepciones diferentes en la organización y las características que, dentro de lo establecido en la Constitución, diferencian a los planteamientos de los partidos y a las visiones distintas de los ciudadanos. En un régimen democrático esta situación es normal y útil, porque facilita la competencia y seña- la el amplio sendero de las propuestas racionalmente planeadas. Esas diferencias se resuelven fundamentalmente en las elecciones. Los detalles más específicos están abiertos a un proceso de negociación que constituye el ámbito normal que caracteriza a un sistema democrático.

En el Poder Legislativo se encuentran las diferentes comisiones en donde están los representantes de los diferentes partidos o movimientos; ese nivel es de gran importancia porque generalmente se tienen en cuenta los argumentos que fundamentan o desestiman una propuesta, mas lastimosamente conocemos muy poco sobre las conductas de nuestros representantes en las comisiones.

En el Poder Ejecutivo se tiene la reunión del gabinete, en donde generalmente se encuentran miembros de un solo partido, que son los encargados del funciona- miento del Gobierno. Ellos deberían tener la predisposición al intercambio de opiniones en torno a los temas debatidos.

En el Poder Judicial se encuentran los miembros que aplican la ley, razón por la cual sus miembros, en los niveles de decisión, tienen una exigencia que va más allá de la simple ciudadanía.

Para la democracia es fundamental la interrelación entre las instituciones, lo que exige la realización de acuerdos previos que faciliten los procesos. Lo que constituye una trampa mortal es cerrar los ojos. Imponer la voluntad si se puede, y si no, empezar a pretender ganar piezas intentando atrapar el proceso, en juego peligrosamente personal o grupal, en donde todo es lícito para obtener el triunfo. Así van que- dando de lado las instituciones, los diálogos democráticos, y se empieza a transitar por un camino que no tiene salida.

La elección por el Senado del Dr. Linneo Ynsfrán y el rechazo por parte del Poder Ejecutivo abrieron la discusión sobre cuál es el procedimiento a seguir cuando la Constitución establece que el Ejecutivo debe aceptar o no la propuesta elegida por el Senado. Si no la acepta debe conformarse una nueva terna, porque el Senado elige a uno de la terna, no a uno de una dupla ni de una terna remendada. Llegar a una situación de esta naturaleza demuestra la falta de experiencia y la necesidad y utilidad de los políticos en el juego de las responsabilidades de quienes son parte de las instituciones estatales.

Las internas del Partido Colorado en el contexto de las diferencias existentes en el Poder Legislativo convierten el proceso electoral, más allá de una justa electoral, en una “pulseada” para determinar quién es el más fuerte, al margen del debilitamiento de las instituciones democráticas.

El presidente del Partido Liberal percibió la necesidad de un diálogo amplio, para buscar salidas a una situación delicada. Sin embargo, no puede olvidarse que su partido está en la función de oposición, lo que implica que tiene planteamientos y propuestas diferentes al Partido Colorado. No puede ser de otra manera porque eso es lo que justifica la existencia de organizaciones políticas distintas, que tienen ideologías diferentes o énfasis de matices distintos con una misma ideología general, una historia y tradición particulares.

Pero a las dificultades institucionales se suman otros problemas que no son de menor cuantía: la narcopolítica y la violencia vinculada dramáticamente con la vida política.

Tenemos errores en la práctica diaria de nuestra incipiente democracia, pero por eso mismo es necesario tener los ojos abiertos para mirar hacia dónde vamos.