Portal Guaraní - ACCIÓN Nº 357 - Revista de reflexión y diálogo de los Jesuitas del Paraguay

José María Blanch S.J.

ACCIÓN Nº 357 - Revista de reflexión y diálogo de los Jesuitas del Paraguay

ACCIÓN

Revista de reflexión y diálogo de los Jesuitas del Paraguay

Director: JOSÉ MARÍA BLANCH, sj

Nº 357

AGOSTO 2015

Centro de Estudios Paraguayos ANTONIO GUASCH

Editorial del mes

La política de la billetera

“Esta es la primera que no se hace una campaña (electoral) con el dinero del Estado, se hizo con el dinero del presidente de la República”, decía Horacio Cartes en el mismo acto de proclamación de la victoria al lado de su delfín Pedro Alliana, a quien ni siquiera le mencionó como presidente electo del partido y el gran triunfador de las elecciones primarias del coloradismo. Cartes se atribuía la victoria de los candidatos municipales, de los miembros de la Junta de Gobierno y presidentes de seccionales a la bondad y la virtud de su billetera.

Este aparente sincericidio ya no debe extrañar porque Cartes se inauguró en la arena política cooptando convencionales para cambiar los estatutos del Partido Colorado para ser electo candidato, financió la campaña electoral y se consagró presidente de la República merced a su fortuna y a su habilidad de manejar la política como un negocio.

Esta historia no termina aquí. Con su billetera hizo una auditoría externa a todas las instituciones públicas y los resultados los tiene bien guardados, para utilizarlos como un arma letal contra sus adversarios y para mandar señales extorsivas a sus ocasionales enemigos políticos.

Ni bien terminaban las primarias coloradas, el grupo disidente del G-15 formado por senadores empezó lentamente a desinflarse con el retiro de algunos de sus integrantes, aludiendo claramente a razones monetarias o extorsivas que tienen lugar en Mburuvicha Róga.

El 15 de noviembre serán las elecciones municipales con una mayoría aplastante de candidatos de HC y de disidentes que retornan al oficialismo para buscar recursos financieros para la campaña. Este escenario nos ubica frente a la inminencia del poder del dinero para ele- gir a los intendentes y miembros de juntas municipales.

Esta situación es aún más predecible porque los partidos de la oposición están fuertemente divididos y el electorado pobre sigue concibiendo su voto como una mercancía que solo vale el día de las elecciones y no como un instrumento ciudadano que castiga o premia la buena gestión pública.

En la carrera política de Cartes su manejo público, no ha tenido los buenos resultados; como los que sí logró a través de su billetera y la caja del Estado. En el primer caso, su accionar público lo lleva a ser un firme candidato para la antología de los dichos políticos por los gafes que cometió a través de sus expresiones; y lo otro, el uso del patrimonio personal y del estatal, que es la base de su cintura política, ha sido denunciado por sus propios correligionarios, ya que los utiliza abierta- mente para favorecer a sus candidatos.

De tener éxitos masivos en las municipales, no sería nada extraño que en 2016 se lance a la campaña por la reelección presidencial y tampoco asombraría que la política de la billetera vuelva a triunfar en una eventual Convención Nacional Constituyente convocada con el propósito de abrir las puertas para la reelección.

Hasta ahora Cartes sigue sosteniendo que no tiene interés en la reelección, pero en el entorno presidencial todos hablan de la sombra de la extensión de su mandato por un periodo más.

Favorecerá su posible candidatura para 2018 la estrategia de los megaproyectos de obras públicas, sea a través de las APP o la Ley 5074, de financiamiento privado de servicios y obras públicas, ya que están pensados para ser inaugurados en el cuarto y quinto año de su administración, lo que pueden ser utilizados para mejorar su imagen muy dañada en sus dos primeros años de mandato.

Por otro lado, ha buscado un acercamiento con la Iglesia para encarar la lucha contra la extrema pobreza, de modo tal a lograr resultados y legitimación frente a la población más pobre.

La estrategia de la billetera hasta hoy día ha tenido éxito y el libreto por delante está reproducido en claves monetarias. Y de continuar así, asistiremos dentro de poco al funeral de la democracia. El gran desafío, sin embargo, es que las organizaciones sociales, los partidos políticos y la población pobre despierten y pongan fin a esta práctica tan nociva y desalentadora de cambiar el voto por la plata y, de esta forma, se diga basta a esta práctica política y demostrar que la alternancia es posible y que no todo lo que brilla es oro.