A TORO PASADO...
Por JESÚS RUIZ NESTOSA
jesus.ruiznestosa@gmail.com
SALAMANCA. Una vez que el torero haya sorteado su fugaz paso con el toro con mayor o menor suerte, en las graderías el público se entrega de lleno a comentar el hecho, si lo hizo bien, si lo hizo mal, si lo hubiera podido hacer mejor, que hay quienes lo hubieran hecho de otra manera. Los comentarios son fáciles de hacer una vez que el torero, solo, de pie en la arena, sin tener consejeros ni técnicos que le asesoren, terminó haciendo lo que pudo. Los comentarios de los espectadores son comprensibles: “a toro pasado”.
Desde que sucedieron los atentados de Cataluña la semana pasada con un saldo total de quince muertos y más de un centenar de heridos, los sucesos de la Rambla en Barcelona, los intentos de más atropellos en la ciudad de Cambrils (Tarragona) y la explosión accidental del sitio donde los yihadistas fabricaban sus explosivos en Alcanar (Tarragona) han venido ocupando páginas y páginas de todos los periódicos de España. Las investigaciones que lleva a cabo la policía arroja continuamente nuevas pistas, nuevos detalles de la conspiración yihadista, más datos de la célula que tuvo a su cargo planear y poner en práctica este atentado criminal. Al mismo tiempo, hay una súper abundancia de comentarios, análisis, observaciones, cuestionamientos, diagnósticos, indagaciones que vienen de las más diferentes áreas. Es como si todos se sintieran obligados a dar su opinión, sintiéndose muy doctos en la materia, “a toro pasado”, claro está.
Sin intención de simplificar las cosas o restarle importancia, casi todos coinciden en preguntarse en qué momento y cómo se dio esta explosión de violencia motivada por el fanatismo religioso de un grupo de gente desquiciada que asegura cumplir la voluntad de Dios, uno que ellos se han inventado ya que en nada coincide con el Dios que conocemos a través de la Biblia y que dio origen a las tres grandes religiones monoteístas del planeta.
El otro punto en que coinciden todos es preguntarse por el motivo y las formas que se debe plantear la lucha no sólo contra el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés que es como se conoce a este grupo armado) sino también para evitar las explosiones de fanatismo e intolerancia que son las fuentes principales en las que beben estos movimientos que se dan no solo en Oriente Medio, sino incluso en nuestro vecindario. Es el caso de los supremacistas norteamericanos, por ejemplo, y los recientes disturbios que sacudieron la ciudad de Charlottesville, una pequeña ciudad de Virgina en donde estuvieron implicados movimientos neo-nazis y el famoso Ku-Klux-Klan.
Frente a este aluvión de comentarios y centrada la atención en dichos episodios tan crueles como irracionales, pasa de manera casi desapercibida la forma en que están actuando los grupos independentistas catalanes. Incluso la oficina encargada de la seguridad en Cataluña, al dar los resultados de las víctimas dijo algo así que había entre ellas: ingleses, alemanes, australianos y “dos ciudadanos españoles y dos ciudadanos catalanes.” ¿Hay, actualmente, razones que expliquen esta diferenciación entre gente que pertenece a un mismo país y comparte una misma nacionalidad?
Los actos públicos oficiales que se programaron fueron también motivo de agrias disputas y hasta de rechazo por parte de agrupaciones políticas que conforman el Gobierno (y hasta lo sustentan) debido a la presencia del presidente de Gobierno Mariano Rajoy y de los Reyes de España.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha venido haciendo un tenso equilibrio para que estas demostraciones de recordación por las víctimas, no se conviertan en instrumentos de propaganda de esos grupos radicalizados en el independentismo y que han dado, en los últimos meses, muestras de una preocupante intolerancia hacia aquellos que no comparten sus ideas.
¿Es necesario buscar en las Cruzadas el origen de estos odios entre cristianos y musulmanes? ¿Es necesario oponer la figura de Saladino a la de Ricardo Corazón de León? ¿Por qué empeñarse en viajar al pasado en busca del origen de la intolerancia y del odio al otro cuando todo lo tenemos al alcance de la mano? Las proclamas de hoy día: “Cataluña libre” o “Hagamos de nuevo grande a Estados Unidos” son el caldo de cultivo de los actuales y futuros fanatismos. Dejemos de hacer análisis y conjeturas “a toro pasado” y miremos atentamente a nuestro alrededor que la respuesta puede estar, como dice Bob Dylan “flotando en el viento”.
Fuente: ABC Color (Online)
