LA MANSIÓN DE DON BENIGNO

EN BUSCA DEL ESPLENDOR OLVIDADO

Texto de LUIS VERÓN

Indudablemente es uno de los emblemáticos palacetes construidos por miembros de la familia López, en la segunda mitad del siglo XIX. Luego de cumplir diversas funciones -hoteles, banco- actualmente es sede de la Cancillería nacional.

Palacete de las calles Palma y 14 de Mayo.

El elegante palacete de la esquina de 14 de Mayo y Palma, es uno de los edificios señeros de la ciudad de Asunción. Fue construido por el benjamín del matrimonio formado por el presidente Carlos Antonio López Insfrán y su esposa doña Juana Pabla Carrillo Viana.

Juntamente con el palacio de Francisco Solano y el palacete de Venancio López Carrillo, son los remanentes palaciegos puestos en vigencia en el país, a partir de 1855. Otros sólidos edificios de la época 38 lastimosamente fueron víctimas de la piqueta, como la mansión del general Barrios o el Club Nacional.

La de Benigno López, sin embargo, tuvo mejor suerte. Sobrevivió a la piqueta, y nuestra generación todavía la puede contemplar. Y parece que por buen tiempo. Recientemente, este edificio fue donado al Estado paraguayo por el gobierno de Taiwán. Gracias a este gesto, el edificio pasó a ser patrimonio de la República paraguaya, a casi siglo y medio de su construcción.

UNA TORTUOSA HISTORIA

Benigno López Carrillo,

dueño original del palacete de las calles Palma y 14 de Mayo.

El palacete fue construido por encargo de don Benigno López Carrillo. El profesional que tuvo a su cargo el diseño y dirección de las obras fue el arquitecto italiano Alejandro Ravizza, que unos años antes había llegado al país contratado por el Gobierno. La construcción de la mansión duró entre los años 1861 y 1865; cuando el inicio de la guerra contra la Triple Alianza, obligó a paralizar los trabajos, si bien los mismos estaban casi finalizados.

Los dos hermanos varones de Francisco Solano López habían muerto en la guerra: Benigno fusilado el 21 de diciembre de 1868, en Itá Ybaté, acusado de conspiración; y Venancio, de inanición, ya en el tramo final de la diagonal de sangre.

La historia del edificio, desde entonces hasta nuestros días, es larga y llena de vericuetos: Heredado por su madre, luego -a la muerte de ésta- por sus hermanas Inocencia y Rafaela.

En 1872 pasó a cargo de Rafaela, quien la vendió a Ponciano Guimaraes -probablemente para salvarlo de la confiscación de sus bienes. Rafaela López Carrillo viuda de Bedoya, a poco de finalizar la guerra, se había casado con el brasileño Milciades Acevedo Pedra. En 1875, el edificio fue arrendado por el empresario catalán Pedro Grau, quien lo transformó en hotel con el nombre de "Hispano-Americano". Unos años después, en 1893, el matrimonio Acevedo Pedra-López vendió el inmueble al comerciante Pedro Jorba, quien lo arrendó a la firma Grau & Cía. hasta 1937, año en que Eduardo Yubero se encargó de la administración del hotel, rebautizándolo como "Hotel Colonial".

El antiguo patio central, hoy convertido en elegante salón,

con sus arcadas y galerías.

En 1941, la administración del hotel pasó a manos del inmigrante vasco Genaro Escudero, quien lo convirtió, con el mismo nombre, en el centro hotelero más importante de Asunción. Ilustres personalidades se alojaron allí, entre ellas, el presidente del Brasil, Getulio Vargas.

En 1970, los Jorba vendieron el edificio al grupo financiero Central Hispano, para sede del Banco Asunción S.A. Ya en años recientes, el Banco de Asunción S.A. se fusionó con el Grupo Santander de España. En 2003, el Banco Asunción S.A. del Grupo Santander Central Hispano solicitó su liquidación voluntaria ante las autoridades del Banco Central del Paraguay, y vendió el inmueble al Estado paraguayo, a través de una donación del gobierno de la República de China (Taiwán), para ser utilizado como sede de la Cancillería nacional y, como tal, fue inaugurada el pasado 6 de mayo de 2005.

El edificio De estilo neoclásico, este edificio es uno de los más representativos de las obras arquitectónicas concretadas durante el gobierno de Carlos Antonio López. Todos los ambientes importantes, además de abrirse al patio central, se integran al espacio público a través de ventanas, en las que se utilizó el arco de medio punto coronado por molduras tipo follaje y pequeñas cornisas sostenidas por ménsulas decoradas. La estructura del edificio está conformada por 30 columnas que delimitan el hall central, y arquerías de medio punto, ricamente ornamentadas que sostienen la galería del piso alto. La cobertura fue hecha con perfilería de metal y bovedilla catalana. Los zócalos de fachada y las bases de columnas de acceso y patio central fueron revestidos con planchas de mármol, realizándose el mismo tratamiento en los pisos, escalera de acceso principal y en las de acceso a la planta alta.

La elegante escalera conduce a los diversos niveles del edificio.

En la ejecución de la obra fueron utilizados materiales tradicionales como piedras y ladrillos cerámicos -proveídos por las canteras y olerías del Estado-, así como la perfilería metálica; en tanto que para los pisos y revestimientos se trajeron mármoles de Europa. Todo el material de hierro forjado utilizado en los balcones y escalera, fue trabajado en la fundición de hierro de Ybycuí.

Restauración y valoración Para cumplir con sus nuevas funciones asignadas, los responsables de la restauración y puesta en valor del edificio se propusieron rescatar espacios y estructuras originales, además de las ornamentaciones que fueron agregándoles y que se han podido preservar a pesar de las diferentes, sucesivas y fuertes intervenciones experimentadas a través del tiempo. En el proceso de acondicionamiento y adaptación a los nuevos usos y necesidades espaciales de la Cancillería nacional, no solo se han restaurado los espacios, estructuras y ornamentos remanentes del siglo XIX, sino que además se han dejado testimonios de las sucesivas intervenciones y de las inserciones nuevas que facilitaron su adaptación para ser utilizado como hotel y entidad bancaria. Con esta orientación, según los responsables de los trabajos, se preservaron -entre otros elementos- la claraboya de estructura metálica prefabricada (y vidrio) de origen español y que cubre el patio central interno, cuando fue habilitado como hotel, así como también las mesadas de mármol introducidas en la intervención de los años 70, y que fueran utilizadas para la sección de cajas, cuando hizo de entidad bancaria.

Los trabajos de estratificación y restauración pictórica se realizaron en las columnas y en el muro sur del patio central, en el paño superior central de la fachada sobre la calle Palma, y en las aberturas de madera. En las aberturas internas de madera de trébol, fueron retiradas las capas de barniz oscuro y protegido el material original. Estos trabajos fueron realizados por alumnos egresados de la Escuela de Asunción y supervisados por docentes, técnicos pintores y escultores-talladores de la misma, con el asesoramiento de historiadores y especialistas en conservación y restauración del patrimonio edilicio, así como también de los responsables de la preservación de la memoria edilicia de la Municipalidad de Asunción y del Ministerio de Educación y Cultura.

Ingentes fueron los trabajos realizados para preservar este edificio, pues su estructura venía sufriendo los embates del tiempo y las circunstancias cambiantes en su entorno. Dichos trabajos requirieron minuciosa atención, pues debían hacerse con suma precisión, para consolidar el edificio, eliminar los agregados y realzar los elementos originales. Las diversas funciones que cumplió el edificio dejaron sus huellas, así como también su adecuación a los requerimientos de confortabilidad, como el caso de los acondicionadores de aire, cuyo funcionamiento ocasionó fisuras en el techo, facilitando filtraciones que fueron perjudicando al edificio.

La ornamentación en relieve fue retocada, reproducida y completada, a fin de devolverle su diseño original, y recuperar todo el conjunto ornamental.

Con estos trabajos de restauración y puesta en valor, se buscó dotar a la Cancillería de un local adecuado y digno. Ojalá que estas preocupaciones también se extiendan al funcionamiento y consolidación del servicio diplomático. Teniendo una buena casa donde trabajar cómodamente, ya no hay excusas para no hacerlo. ¿O sí ?

Publicado en fecha: Domingo, 29 de Mayo del 2005

Diario ABC COLOR

Fuente en Internet: ABC COLOR DIGITAL/ PARAGUAY

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Calle Palma esquina 14 de Mayo - Asunción