VINO, CHIPA Y POESÍA "ESPAÑA"
ONG ORBIS TERTIUS - EMBAJADA DE ESPAÑA
14 de Octubre de 2004
POETA INVITADO: CARLOS VILLAGRA MARSAL
POETAS DEL SIGLO XX:
ANTONIO MARTÍNEZ SARRIÓN/ LEOPOLDO MARÍA PANERO/ GUILLERMO CARNERO
VICENTE MOLINA FOIX/ MANUEL VÁZQUEZ MONTALBAN/ JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ
PERE GIMFERRER/ FÉLIX DE AZÚA/ ANA MARÍA MOIX
Es la poesía la forma más excelsa, de la embriaguez: la embriaguez de la palabra. Nació -no sabemos cuándo- antes, mucho antes, de que el vino apareciera en la historia, pero desde que el vino apareció, lo bebieron y cantaron los poetas, Anacreonte y Abu Nuwás -uno en las riberas del Mediterráneo, otro en las tabernas babdadíes a orillas del Tigris- correr por sus gargantas el licor de los dioses a cambio de palabras salidas de su boca a través de las mismas gargantas por las que el poder del vino se había abierto paso a sus corazones. In vino veritas, pero, sobre todo, in carmine, pues, desde que se encontraron en algún momento remoto de nuestro remotísimo pasado, vino y poesía han sido siempre fieles a sí mismos y a las más puras esencias humanas.
Al proponer, entre sus actividades, lecturas de poemas de distintos países escritos en las lenguas más diversas, Orbis Tertius hace justicia a estas dos extraordinarias creaciones humanas, siempre presentes en las diferentes lenguas y culturas. El vino, se ha escrito, alegra el corazón del hombre. En Orbis Tertius creemos que la poesía hace posible que, a pesar de todo, el corazón de la humanidad siga latiendo.
VICKY TORRES
ESPAÑA
ANTONIO MARTÍNEZ SARR0N
(1939)
Nacido en Albacete en 1939, se dio a conocer como poeta a finales de los sesenta con Teatro de operaciones, Le siguieron Paula para conjurados en 1970, Ocho elegías con pie en versos antiguos y Horizonte desde la riada en 1983. Lo mejor de su obra hasta 1994 se encuentra reunido en la antología que apareció ese mismo año. Posteriormente ha editado Cantil en 1995, Cordura en 1999, Esquirlas en 2001 y Jazz y días de lluvia en el 2002. Ha escrito algunos volúmenes de memorias y es traductor de Baudelaire y Víctor Hugo, entre otros.
RIQUEZAS
Unos sostienen sus huertos oreados,
sus panales, sus eras y sus viñas,
mas no conocen las fases del mosto.
Yo no te tengo más que a ti.
Otros tienen sus flotas y arsenales
y capean temporales en la Bolsa
durmiendo entre unos brazos mercenarios.
Yo no te tengo más que a ti.
Los demás tienen prisas y negocios
y tratan de llegar pronto a una cita
para que esta demencia continúe.
Yo no te tengo más que a ti.
De El centro inaccesible, 1975 - 1980
ARQUEO NAVIDEÑO, 1998
El Preso: Van a matarme... ¿Qué dirá mañana
esa prensa canalla?
Max: Lo que le manden.
Valle-Inclán
¿Cuánto,
antes y luego de las dulces fiestas
- que no es intención de uno alterar digestiones
ni pulsos que belén o árbol adornan-,
vale un niñín inglés o americano?
Mucho, en divisas fuertes.
Mucho, de clase media para arriba.
Mucho, si cuentas lo que su familia
y otras instancias, públicas o no,
invirtieron en él desde el primer vagido.
Ya le gustara, ya, a ese niño iraquí
mutilado o entero, pero aún vivo
(nunca libre, pues sufre a un tirano bestial),
que le fuera asignada, no digo aquella suma:
sólo la millonésima fracción
del coste de un misil «inteligente»
que borró de su lado y para siempre
al tibio compañero de pupitre o estera
cuyo hueco aullará contra nosotros
hasta el fin de los tiempos
exigiendo venganza.
De Cordura, 1999
CARLOS VILLAGRA MARSAL
Nació en Asunción. Abogado y periodista, ha desarrollado su tarea de escritor en narrativa y poesía. En algún momento fue editor y en esta tarea llegó a publicar bajo el sello de Alcándara sesenta libros de poesía y otros veinticinco libros bajo el sello editorial de Araverá. Ha sido profesor en diversas universidades paraguayas y extranjeras y ha desarrollado una importante labor de investigador en bibliotecas españolas, francesas y egipcias. Tiene publicados los siguientes títulos: Mancuello y la perdiz, Antología mínima, Guarania del desvelado y El júbilo difícil. Un fragmento de su poema Carta a Simón Bolívar ha sido grabado en mármol en el monumento a Bolívar de Quito. Fue fundador y primer presidente de la Sociedad de Escritores del Paraguay.
DEVELACIÓN
Anteanoche
estuve en un sueño:
en el medio había
una plazoleta sin deslindes,
sin edad.
El piso de lajas amarillas
despedía
un áspero esplendor cenital.
Mis pasos íntimos
lastimaban el aire abstracto:
yo iba ocupando
esa sellada vastedad.
Hacia el centro,
me arrimé a una fuente
circular.
Al punto supe
que se trataba de una pila
reverencial.
Allí cantaba un nombre el agua
con morosa majestad.
No acierto a pronunciarlo en la vigilia,
pero era un nítido pronombre
cardinal.
Oh sueño, espacio, piedra
y fuente y agua y aire
y Nombre
que sólo en el sueño grande
han de regresar.
Diciembre 1995
CERTEZA Y NO
Los días y las noches
de quien comete poesía
- incluyendo al firmante –
se salpican
de una íntima necedad:
el vate está cierto
de que es el mayor de su valle y del mundo.
Y las noches y los días
que no escribe
se asperjan
de otras majaderías secretas
con una diferencia:
el poeta ya no sabe quién es.
Mayo 1999. Inédito
DOBLE VÍA
para Rocío y Jaime Marchán
Hasta el andén de la memoria
- muchas veces repleto-
llega un tren imperioso
portando cenitales pasajeros:
la faz de los niños que fui
los pactos gentiles del sueño
dos de las almas
de la mujer que sigo poseyendo
la incesable amistad iridiscente
de quienes aún pleitean contra el tiempo
y la segura
fábula de mis muertos.
Y yo ahí puntualmente
recibiéndolos.
Desde el andén de la memoria
- casi siempre desierto -
sale despacio un breve tren sellado
llevándose sus pálidos viajeros:
enemigos exhaustos
humaredas quebradas del deseo
develadoras máscaras
y voluntades en silencio.
Y yo allí a deshora
despidiéndolos.
Setiembre 1998. Inédito
INSISTENCIA
para Ester de Izaguirre
Ya es honda la noche, y las nubes
como lentas memorias precisas
han ganado mi casa.
O será esa niebla despierta, perdida
que parece arriar el cielo sellado
hasta la cumbre de esta serranía.
La casa inmóvil, sin embargo,
rompe a cruzar la oscuridad vacía.
Ciego como el ventanal
y a la sombra de mi lámpara prendida,
yo también solitario, indago el rumbo
de tu encarnación esquiva.
Sí, he leído todos los libros,
pero aún no sentí el final de tus melodías.
Callado una vez más, habré de buscarte
en la virazón de la vigilia,
para alcanzar siquiera tu nombre,
Poesía.
Agosto 1992
ADIÓS
para Evelio Fernández Arévalos
Un pájaro raspa el cielo equívoco
de la atardecida.
Retrasado y oscuro
grita hacia el Sur,
rumbo a su viejo dormidero,
mientras bate la luz
resbaladiza
de la altura.
Allá frío y huyente,
usual en estas lejanías,
es sólo un precario pulso trajinero,
pero con él va borrándose
alguna palabra cierta
y el vasto otoño, en vuelo, se retira.
Junio 1993