PACO CORRAL Y LOS PARAGUAYOS
A los psicoanalistas paraguayos nos interesa hurgar las raíces identitarias en esta cultura que hemos creado al andar, elaborando diagnósticos de nuestros problemas más acuciantes. En efecto, si tenemos acollarada las causas de un síntoma, estaremos mejor encaminados hacia su solución. Así hemos escrito varias hipótesis sobre porqué la Ley camina renga en nuestras instituciones, haciendo que el Estado de Derecho opere con tan poco señorío. Melissa Duré averiguó “la omnipotencia de los deseos” en nuestros compueblanos y Hugo Espínola Morel trata del deficiente injerto del Totem judeo-cristiano en nuestras latitudes. En vez de ser ciudadanos tal como la Constitución Patria nos lo demanda, somos miles de pillos, miles de sujetos que al decir de Mara Vacchetta, actúan como el pícaro Perú Rimà: i –yyképede la Ley (o sea, al margen de ella, porque históricamente ella procedió al margen de nosotros).
En ese sentido, este escrito que presentamos de un intelectual español, actualmente director del Centro Cervantes en Palermo, Italia y con mucha vida vivida en Asunción nos resulta muy interesante. Se trata de “PLAZAS FUERTES Y FRONTERAS ESTABLES EN EL PARAGUAY COLONIAL DE LOS SIGLOS XVII Y XVIII. EL CASTILLO DE SAN AGUSTÍN DE ARECUTACUÁ”, texto que ya fue publicado en el LABORATORIO DE ARTE de la ciudad de Sevilla (2015). No van a encontrar en sus páginas un análisis como el que nosotros hacemos pues el historiador tiene otro recorrido. Pero recorrido necesario porque nos provee del escenario en el que fueron ocurriendo los eventos que sedimentaron en quienes somos nosotros, con nuestros defectos y virtudes.
Y quién es el autor? Se llama Francisco Corral y Cabezudo, cariñosamente Paco. Con gusto le presentamos: Corrían en Asunción los años de la dictadura stronista y el clima intelectual era agobiante. Los estudiantes en general, sobre todo los universitarios y gente mayor también, buscaban sitios donde poder expresarse, hablar y mostrar su producto artístico o de investigación y ¿por qué no? eventualmente esconderse de alguna persecución porque una tiranía toma al ejercicio del pensamiento como su mayor enemigo. Es así que el Centro Juan de Salazar, dirigido por un joven director, Paco Corral abrió las puertas de la institución a su cargo, muchas veces con una valentía totalmente infrecuente en operador de Embajada extranjera.
Normalmente, estos señores de afuera, asumen elegantemente su papel de comisionado y son absolutamente indiferentes e impermeables a la vida del país que le asignaron. No fue así el papel de Paco, quien, como un paraguayo mas (vivió acá desde 1977 hasta 1990 ), sufría la arbitrariedad que asfixiaba a quienes se interrogaban más allá del repertorio de los temas permitidos. Así participó de las inquietudes juveniles, seguro que a veces exponiéndose a reprimendas de consejeros de su país. Acá escribió y editó libros y artículos y prólogos sobre temas paraguayos. Sin ánimo de ser exhaustivos, anotamos algunos: Vida y pensamiento de Rafael Barrett. Universidad Complutense. Madrid 2002; Los años robados a Emilio Barreto. Asunción. Araverá, 2003;Antequera. (Teatro) Estrenada en Asunción (Agosto de 2003) por el Grupo Arlequín; Introducción al libro Platero ha che (traducción al guaraní de la obra de Juan Ramón Jiménez: Platero y yo por Lino Trinidad Sanabria). Asunción 1986;.Edición y estudio introductorio de las Obras Completas de Rafael Barrett (4 tomos). Asunción, 1988 89; La imaginería de la Reducciones Franciscanas del Paraguay ¿un arte mestizo? en “Caazapá. Las Reducciones Franciscanas y los Guaraní del Paraguay”.
También colaboró con Ticio Escobar en la documentación de los dos volúmenes del libro “Las artes visuales en el Paraguay” y con Josefina Plá en la edición de “Españoles en la cultura del Paraguay”. Con Margarita Durán en audiovisuales sobre las reducciones jesuíticas y reducciones franciscanas y es miembro de la Asociación Indigenista del Paraguay y correspondiente de la Academia Paraguaya de la Lengua Española. Ahora nos ha enviado este texto donde investiga la formación de un fuerte en Arecutacuá, del Paraguay colonial, cuya versión íntegra la podrán encontrar en el siguiente material digital (pdf).
Registro: Junio 2016
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