PortalGuarani.com
Inicio El Portal El Paraguay Contáctos Seguinos: Facebook - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani
ESTEBAN CABAÑAS

  EL NAÚFRAGO INSUMISO, 1998 - Poemario de ESTEBAN CABAÑAS


EL NAÚFRAGO INSUMISO, 1998 - Poemario de ESTEBAN CABAÑAS

EL NAÚFRAGO INSUMISO, 1998

Poemario de ESTEBAN CABAÑAS

PREMIO DE POESÍA

“HOMENAJE A FEDERICO GARCIA LORCA 98”



Diario Noticias

Agencia Española de Cooperación Internacional

Impreso en los Talleres de la

Escuela Gráfica de los Boy Scouts Fepe

Asunción – Paraguay

Agosto 1998 (107 páginas)



   

 

I


En el principio

todas las cosas carecían de sueño

         allí nació el párpado

         y crecieron dos manos para volar.

En el principio había un velo

que urgía su extrañeza

como si todos los recuerdos se ocultaran

para morir


En el principio era la palabra

y al final

donde decía amor hoy queda el viento

y la nada.




II


Era la música

que inventaba un silencio

más allá de lo audible

Era el instrumento

que a su contacto exultaba

los misteriosos marasmos


Era la propia tristeza.

navegando en un mar de vaguedades


Era la estatua de sal

y la mirada atrás.

El lugar ausente

El no ser.




III


Imposible

definir el territorio

del pasado cercado

por la nomenclatura inicial

la puerta vedada

el vendaval petrificado

         Si hay un soplo

es porque el derrumbe no acaba de suceder:

es lo único que mantiene

en este sitio

su estatuto de existencia.




IV


Uso las carnes laceradas

las pinzas lúbricas,

las pestañas de cera.

Uso un bloque de palabras

que están como haciéndose.

Uso las piernas del despacho

las medias,

el zapato.

Uso la calle que huye a cada paso.

Aún así, el ardido brazo

no me deja partir

me aferra al viento.

Uso para salir

un sombrero.

Pero estoy aquí, sin moverme

las cosas pasan a mi lado.




V


Cuando estabas aquí

me habías perdido

Ahora que estás lejos

te he recuperado para siempre.




VI


Por fin he podido llorarte

un mar tragándose sus lágrimas

dos gotas amasadas por el orgullo

Estás sentado aquí

ocupas el borde norte de la cama

y sonríes.





VII


No sabíamos que todo

se reduce a unas horas

a un poco de pan,

a la luz que ensucia el amanecer

al secreto silencio que envuelve

las escasas razones

los pequeños infiernos

tu voz que ya me falta

sólo dijo: Buen día

Ya es tarde. ¿Qué has traído?

¿Y yo: dónde guardo

aquella voz

que jamás me ha pertenecido?




VIII


Ya ni la sombra

sólo dos espacios que se interceptan

de vacíos reptando

en danzas sin testigos

en la poderosa inercia

de los inciertos parámetros

el señuelo buscándose

en la premura del que sabe

el tiempo que le sobra

y el breve goce.

Incluso las lunas demoradas

sobre la hierba del párpado.

Ya ni la sombra para oscurecer el patio!



IX


Absuelto por fin

a pesar de las cosas perdidas

enarbolo la capacidad

de enhebrarme de nuevo

en las palabras

de poder decidir

en el laberinto de las horas

el momento preciso

de explicarme en un no

de inventarme otro viaje

de ocupar otro sitio

vestir otros trajes

de otros.


X


Estabas listo para partir:

padre, me voy.

No estamos solos

Nunca lo estuvimos

Siempre estuvo entre nosotros

ahuyentándonos como algo

entre dos vidrios vulnerables.

Siempre

interceptándonos

Era un extraño

Era yo.



XI


         A Miguel Hernández


No poder morir de otra muerte

de la muerte que uno se merece,

la destinada

de otra muerte que sea

con dos ojos, que mientras se miren

se vayan desviviendo y desandando

Miguel elige su alegría

en ese cadáver desamordazado

que repite un nuevo simulacro

el último y el primer orgasmo.



XII


Podíamos habernos mirado largamente

pero el ojo tenía una aguja clavada

y el tiempo se desvanecía

en las habitaciones

Solo recuerdo

tu alta figura -esa noche

en la que me trajiste un vaso de agua

Pero había otra sed;

la no saciada.




XIII


         a mi padre


En algún momento

es posible que pueda

darte un beso

acercarme a tu muerte

y sentirte tan mío

y que no estés ausente

Y aún, cuando te marches

yo vea que regresas

y que todo el silencio de tu boca

está bajo mi boca.




XIV


Jamás nos hemos visto

no te he conocido

ni visité este sitio

si dije que estuve

es porque no he podido

desestarme

apenas un saludo

de lejos

de muy lejos

en esa pesadilla

de ser iguales

o quizás el mismo

en dos espejos que se miran,

o en una moneda cuyas

caras no se encontrarán jamás.



 

XV


Y yo tal vez

de algún modo

te quise

Era un amor a veces

a veces un discurso

a veces una acelga

y un alarido a veces

Nos veíamos venir

-la convención sobraba-

Era un vertedero

a veces sin salida

eran ojos azules

y poderosas manos

- a veces -

Yo sólo quise el grito

el grito y la ensalada

extraer desde el aire

los seres primordiales

del miedo

del medio

de la esfera ancestral

del unicornio

volverlos visibles

quizás inseparables.

¿Donde está la razón

de esta parodia?

¿Por qué resisto

en la inicua palabra?




XVI


Qué extraño, aquí

tan solos, contemplando

cómo se viene la lluvia, de repente

se nos anuda un lazo en la escollera

nos engrilla la bronca

y nos encierra

en un inhóspito y mudo silencio

Si nada había que decirnos

Qué pena haber hablado!




XVII


Si uno pudiera declararse desierto

no estar

no haber sido

huir hacia otro puerto

pasar de largo

hundirse en el pasado

navegar las oscuras simas

de un océano anterior

Si uno pudiera destituirse

borrarse con el codo

desaparecer

en los pliegues del viento

tomar un tren

que no llega a ninguna parte

apearse del tiempo.




XVIII


         "El hombre nace con su muerte"


                   José Carlos Mariátegui


El hombre nace con su muerte

y espera hacerla suya,

descifrar en la lógica del pie

la caja del zapato

Sonriendo sobre el interrogante

dibujando un círculo perfecto

en la conciencia final

en el último instante

del gesto.

Hacerse humo

después del fuego.




XIX


Alguna vez nos haremos

por la palabra

Es nombrado el que será

por un tiempo limitado, cerrado, completo

El otro

asume su papel,

atento, mudo, anónimo.




XX


Cautiverio de lunes sosegado

antiguo vinculo de sal

ardiente resplandor

en los altos espaldares.

que arrastran sus alas perforadas.

         En las arenas movedizas del escueto verano

         se atesora el recuerdo.

Bajo un techo oscuro de cenizas

las apagadas banderas

Quién golpea la puerta?

Quién me llama?

Quién ha venido?

Derramo la sangre por el hilo de luz

de la abertura

y sé que arrastra hacia la otra habitación

su mancha liquida de reflejos.




XXI


He llegado sobre el postrer instante

y me asalta de pronto

la premura

del tiempo de partir

desensillarme

explicarme en el sueño

las cosas sin sentido

las rendijas ocultas

los signos ignorados

descifrar el vedado sendero

que nos ocupa

por un instante

con su ínfimo fervor

su desmesura

su acérrima dicha

el beso, la palabra, la piel

la luz y el vino

Ahora, padre,

duerme!

Ya estoy cerca.




XXII


Ya no estarás para nadie

he clausurado en tu tiempo

el tiempo de los otros.

Lo he cosido; lo he llaveado por dentro

he cargado en su interior las alimañas

Ya no podrás entregarte

salvo en los escondrijos

bajo siete cerrojos

en el fondo de un maldito

silencio

en la cegada forma que tantea

en la noche

su mortaja

Y al fin completará su velorio

persiguiendo el mismo espacio

que tu cuerpo

para cavar su sombra.




XXIII


El naufragio incluye

una acumulación de objetos abandonados

una demanda inútil

y ese vano temblor

que se acarrea

con el salvaje frío

de la boca

con el oscuro resplandor que deja el mar

en su lejana costa.

La arena sube al viento

y las manos mojadas

se atierran, se conmueven

como las hojas de un árbol

como los restos

de antiguas embarcaciones

ya destruida su inquietante brújula

y olvidado el rumbo.

Allí quemó sus naves

y desolló la piel

en los acantilados.

Allí, el naufrago

se esfuerza

por arrastrar su soledad

insumisa.




XXIV


Ya no será mío el tiempo,

ni la ciudad cuyos sótanos

están metidos en mí mismo

Perdido el andarivel

hacia dónde huir?

Qué regiones?

Qué dudosas latitudes?

Flota en el vacío su ornamento de plumas

está aquí

el oscuro navío milenario

el que brilla en el fondo de un mar

lleno de resplandecientes ecos

de peces ciegos

y tormentas liquidas

Entonces supe que no podría

regresar

ni recuperar nada

sólo esta desordenada furia

con la que fabrico distancias.




 XXV


Qué frío estás

en la penumbra de este cuarto

donde la soledad crece y

una llovizna se mete por los ojos

Diminutos animales transparentes

acumulan en sus dientes azulados

la perennidad de las muertes

que el viento agita en los cabellos

A veces no es bueno estar cerca

porque es doloroso abandonarte

en esa pequeña capacidad

en que la caja guarda sus pedazos

Qué lejos ya,

como huyendo a través de los árboles

a través de piedras devoradas

en esa lágrima que se debate en la niebla!




XXVI


Si la vida no se recuerda

-es decir-

si no recordamos la vida

es ciertamente como si

un hueco enorme

nos ocupara por dentro

como si buscáramos

una morada oclusa

sin ventanas

un sótano cobarde,

una piedra apagada,

salvo aquel momento,

el del beso.



XXVII


Acuérdate del légamo

de las infinitas sábanas

que del amor disponen

las formas en que la agonía

agota su último sueño.

Acuérdate de cómo

hemos transitado

de un lado al otro

llenos de polvo y de miradas

sin encontrarnos.




XXVIII


Perseguiré el escuerzo debatido

en la angular depredación

del comestible.

Haré dos paredes paralelas

y diré su epitafio

con dos letras

acostumbradas a

entregar el mensaje

o entregarme.

La prisión fue tardía

y hacía estallar

los bordes

del altísimo abismo

de la noche.

Perseguiré aún el desenlace.




XXIX


Ya estamos lejos

Es decir, el odio

ha deshuesado sus poderosas fibras

y se retuerce en el fuego.

Un puñal

atraviesa

el abreviado fanal

de las prosapias,

las consumidas formas del engaño.

Si la maldición te alcanza.

te enseñará, de la sombra

la simulación,

de la luz

la intrusión de la nitidez

y la voracidad de la incertidumbre.

Será algo más tarde

cuando yo no esté,

cuando tu soledad emigre

hacia la soledad de los otros.

Porque todo regresa

a ese lugar

donde los niños ciegos

se arrastran por las esquinas.

Y el demiurgo

en el colmo de su vejez

conserva los ojos brillantes y tersos.




XXX


         a mi madre, un sábado


Llueve

y estas a punto de partir

La partida como viaje, sujeto al adiós,

al humo inasible,

Al sonido que se evade, permanente

las gotas

o estas hojas que en el jardín se inclinan

hasta tocar el suelo

con los ojos cubiertos de lágrimas.

Los ojos de las hojas

dentro de mí,

mirándome por dentro

oyéndome llover,

en el oscuro silencio de las hojas.




XXXI


No voy a decir

lo inefable,

lo inaudible

lo que no cabe en la boca.

Si el gesto no mantiene sus ojos de vigía

y la señal

una mano ausente:

Permaneceré cerrado

enterrando palabras

impenitente,

a la sombra

de mis oquedades.




XXXII


El automóvil acarrea

su mancha de aceite

y el asfalto le devuelve

el brillo que la tarde abandona.

Hay algo que he perdido

viajando en ese coche

bajo las vacías humaredas

con la memoria que repta por el aire

Un dedo en el señalador

una empedrada calle

árboles que llueven su espesor

en la penumbra.

Hay algo que he perdido

aplastado bajo las ruedas

en el asiento

quizás en el ventilador.

 

 

 

 

 

 

 

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

CARLOS COLOMBINO en la GALERÍA DE ARTES del PORTALGUARANI.COM

 

(Hacer click sobre la imagen)

 


Ilustración del poemario

¡QUIERE USTED TOMAR UN CAFÉ EN ESA ESQUINA?

ESTEBAN CABAÑAS, 2000





Bibliotecas Virtuales donde se incluyó el Documento:
LIBROS,
LIBROS, ENSAYOS y ANTOLOGÍAS DE LITERATURA PA



Leyenda:
Solo en exposición en museos y galerías
Solo en exposición en la web
Colección privada o del Artista
Catalogado en artes visuales o exposiciones realizadas
Venta directa
Obra Robada




Buscador PortalGuarani.com de Artistas y Autores Paraguayos

 

 

Portal Guarani © 2024
Todos los derechos reservados, Asunción - Paraguay
CEO Eduardo Pratt, Desarollador Ing. Gustavo Lezcano, Contenidos Lic.Rosanna López Vera

Logros y Reconocimientos del Portal
- Declarado de Interés Cultural Nacional
- Declarado de Interés Cultural Municipal
- Doble Ganador del WSA