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ANÍBAL ROMERO SANABRIA
  TRATADO DE ARGELERÍA, 2013 - Por ANÍBAL ROMERO SANABRIA


TRATADO DE ARGELERÍA, 2013 - Por ANÍBAL ROMERO SANABRIA

TRATADO DE ARGELERÍA, 2013

Por ANÍBAL ROMERO SANABRIA

Editorial SERVILIBRO

Ilustración de tapa: Carlos Sosa (CALO)

Asunción - Paraguay



Aníbal Romero Sanabria nos sorprende este año con un novedoso libro que se suma a los once anteriores por el editado. Este tratado refiere a la argelería, sus manifestaciones, los tipos de argeles y el antídoto contra los tenaces ataques de argelería que muchas veces se nos presenta en el cotidiano vivir.

 Desde ya se les invita al lanzamiento de este novedoso libro "TRATADO DE ARGELERÍA" el día 26 de julio del corriente año, alas 20:00hs en la Universidad Iberoamericana UNIBE.






ÍNDICE

Biografía del autor

Dedicatoria

Agradecimientos

Prólogo

Presentación - Tembichauka

Introducción o preámbulo

Definiciones del término “argel”

El Teko

Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti

La risa, remedio infalible

La aptitud y la actitud

Las relaciones humanas: un encuentro con el otro

Riéndose de uno mismo

Miradme, no me toquéis

MANIFESTACIONES DE LA ARGELERÍA

– El argel discurseador

– El argel intelectual

– El argel retobado

– El argel quejoso

– El argel enfermizo

– El argel prepotente

– El argel todólogo

– El argel moroso o el moroso argel

– El vecino argel

– El frecuentador de velorios

ARGELERÍA DE LA SUEGRA

– El apocalíptico

– El argel sobrador

– El argel memorioso

– El argel ñarõ, peleador o camorrero

– El argel internauta

– El argel tolongo

El que se picha, pierde

¿Quién le pone el cascabel al gato?




Aníbal Antonio Romero Sanabria nace en la ciudad de Encamación (Dpto. de Itapúa) el 3 de noviembre de 1951. Hijo del multifacético artista Juan Aníbal Romero Ramos y de la admirada Prof. Nidia Sanabria de Romero. Casado con Irma Lévera Fracchia y padre de Mario Aníbal, María del Rocío, María Laura, Irma Carolina y Jazmín de María; padre político de Denise Módica, abuelo de Matías Ezequiel, Mario Fabrizio y de Isabella María. Cursó sus estudios primarios en la Escuela Superior "República de Argentina" de la ciudad de Encarnación y en la Escuela Superior N° 8 "José de Antequera y Castro", en Asunción; sus estudios secundarios los realizó en el Colegio "Cristo Rey" de Asunción, ingresando a la Universidad Nacional de Asunción en la Carrera de Derecho, donde obtuvo el título de Abogado. Como parte de su formación se capacitó en la Primera Escuela de Periodismo (De los Reverendos Padres Jesuítas) del Colegio "Cristo Rey" de Asunción; en Administración de Empresas en el Instituto de Estudios Comerciales; Periodismo, en la Facultad de Filosofía, Extensión Universitaria: Dpto. de Ciencias de la Comunicación Social.

Dentro del marco de actividades cumplidas, tuvo participación en Congresos, Seminarios y Eventos Especiales, destacándose los galardones de Profesor de la Universidad Católica "Ntra. Sra. de la Asunción" como titular de la cátedra Publicidad y Creatividad; invitado asistente en el XXV Congreso de la Internacional Adventising Association (I.A.A.), Fundador y Director General conjuntamente con la Sra. Irma Lévera Fracchia de la Agencia "Turú Publicidad S.R.L.". Creador del Primer Atelier Profesional del Paraguay con el nombre de "Fundación El Atelier - Instituto de Capacitación y Desarrollo", donde dicta charlas, cursos, talleres de ventas, oratoria, servicios de calidad, marketing, publicidad, entre otros, a particulares, empresas públicas y privadas, contratado para más de 1.000 eventos de capacitación; ha capacitado a más de 10.000 profesionales de mandos medios.

Socio Fundador de la I.A A. Capítulo Paraguayo, creador y sostenedor de los siguientes programas de trabajo: "Servicios Diferenciales de Turú", "Banco de Ideas de Turú", "La Bolsa de Trabajo de Turú". Destacamos que Turú Publicidad ha ganado varios premios nacionales e internacionales como ser: "León de Oro", "Gallo de Oro", "El Sol de Oro Latinoamericano" de la F.I.A.P.

El Dr. Romero fue Presidente de la Asociación Paraguaya de Agencias de Publicidad, manteniéndose como socio activo y colaborador permanente hasta la fecha, también fue Presidente de la Asociación Paraguaya para la Calidad "A.P.C.", como también Presidente del Rotary Club de Asunción (periodo 96-97). Periodista y Columnista del Diario ABC Color y el Diario Última Hora, además de redactor de revistas y folletos para gremios y clubes. Actualmente se desempeña como Vicerrector de la Universidad Iberoamericana, conjuntamente con su madre, la Sra. Nidia Sanabria de Romero, y su hermana Dra. Sanie Romero de Velázquez, también en la Fundación El Atelier, donde desarrolla talleres de capacitación profesional y otras actividades dentro de los círculos sociales, culturales y docentes del Paraguay. Gran disertante y orador, pero, por sobre todo, un apasionado de la enseñanza y la lectura: un paraguayo por excelencia.

Otras obras del autor

• "Más paraguayo que la mandioca" - 8a Edición.

• "El vendedor más rico del mundo" - 2a Edición.

• "Ya da... ya" - Reingeniería del paraguayito.

• "Hay teléfonos que muerden".

• "Republiqueta bananera".

• "Oratoria Hoy".

• "Mira quién llama" - El manual de la recepcionista y telefonista eficaz.

• "El arte de dominar el miedo escénico".

• Poemario: "Corazón de arcilla".

• "La autoestima y el paraguayo".

• "Tipos y prototipos de paraguayos".




PRÓLOGO


Recordamos a un viejo profesor español de la época de nuestra adolescencia. Era muy estricto como docente, lo que provocaba una cierta resistencia en los estudiantes. Pero él se mantenía firme en sus exigencias y decía: “No importa que digan que soy argel o que soy Túnez”. Era la ironía de un extranjero ante una palabra afincada en nuestro medio cuyo uso con el significado específico que se le atribuía le resultaba incomprensible. Conste que sus educandos le endilgaban el adjetivo apenas con uno de sus significados. Es muy difícil que pueda haber en cualquier lengua una palabra que tenga tantas acepciones –polisemia, según los estudiosos– como nuestro argel y sus derivados argelería, argelar, argelarse, argelado. Los significados del vocablo, que ha de tener un lugar destacadísimo en el diccionario de paraguayismos el día en que se escriba, son muchos: falto de gracia, desagradable, arisco, “retobado”, de pocas pulgas, muy sensible, malhumorado, severo, problemático, difícil, entre otros.

El Dr. Aníbal Romero tomó el desafío que le hicimos en oportunidad de la presentación del último de sus anteriores libros (“Tipos y prototipos de paraguayos”) y ha escrito este “Tratado de argelería”, que consideramos la guinda sobre su obra general, desarrollada a lo largo de varios libros, en que pinta con fino humor las características antropológicas del paraguayo. Ya había esbozado al argel en sus libros anteriores, pero la argelería se merecía mucho más. Y aquí tenemos nada menos que un tratado sobre esta actitud, estado de ánimo y con18 ducta tan multiforme en la óptica del paraguayo, que abarca reacciones y comportamientos diferentes, en algunos casos hasta contradictorios. Como la pluralidad de significados hace difícil que se pueda constreñir la argelería en una definición, el autor sigue una estrategia razonable para encarar el tema. Opta por describir las conductas que caben dentro de lo que entendemos por argelería y se refiere a cada una de ellas tal como las percibe. Es decir, hace una colección de argeles en su salsa, distintos tipos cuyo comportamiento normalmente merecería ser considerado en cada caso en forma diferenciada, pero que en nuestro pequeño mundo mediterráneo son unificados con un mismo calificativo. Un foráneo no habituado a nuestra realidad probablemente no comprenderá cómo personas tan disímiles puedan entrar en la misma bolsa que guarda la argelería. Nosotros sí sabemos a qué atenernos cuando hablamos del argel. Nos estamos refiriendo a un tipo de persona, a otro o a muchos otros tipos, sin preocuparnos por determinar si su comportamiento responde a un problema de salud física, a una cuestión sicológica o nerviosa, a una mala digestión o a lo que fuere. El argel –tenga en su caso particular la explicación que la ciencia pueda darle a su situación concreta— es para nuestro folclore simplemente un argel, en cualquiera de sus variantes, y nada más. El Dr. Romero nos presenta una constelación de argeles: el discurseador, el intelectual, el retobado, el prepotente, el quejoso, el sobrador, entre otros. Nos detenemos en los intelectuales argeles. “Son aquellos –dice– que con el mazo de su talento, inteligencia y preparación dan a la cabeza a su interlocutor como para bajarle la autoestima hasta al más porteño de los porteños”. Y vale la pena también esta pincelada del argel prepotente: “Es aquel que cree tener siempre la razón en todo, que cree que el que habla más fuerte tiene la verdad absoluta”. Como es habitual en sus obras, el autor no se limita a estudiar y describir minuciosamente comportamientos y costumbres, sino que introduce una prédica moralizadora por medio de cuentos brevísimos

y anécdotas. Considera que las distintas modalidades de la argelería son superables con esfuerzos propios y ayuda de los demás, en aras de una convivencia más armónica y agradable. No es sólo un atento observador de nuestra realidad y un agudo analista de los paraguayos en su entorno social, sino un amable y entusiasta motivador que nos trae el

mensaje optimista de que todos podemos ser mejores personas siempre que nos lo propongamos.

Carmelo Módica





PRESENTACION- TEMBICHUAKA

"¡Que argel-pa que sos!" es una expresión común, cotidiana, con la cual se alude a alguien -sin importar el sexo, edad, estrato social, religión, etc - que es desagradable, de mal talante o antipático, que se aparece en cualquier tiempo y espacio para amargarle la vida a otro u otros. Es aquella persona a la que nunca le gusta nada y que cuestiona todo de una manera agria, soberbia y despiadada, porque sí nomás. El argel es inaguantable, es "pesado", es decir, un "plomo"; o mejor, un "plomazo".

Todas las sociedades del mundo, anteriores y actuales, poseen características psicosociales particulares y particularísimas que se evidencian a través de las diferentes manifiestaciones culturales. Esas peculiaridades que se observan diariamente en el tratamiento interpersonal entre los miembros de una comunidad pueden provenir, por ejemplo, de factores ambientales ya que no es lo mismo un individuo que habita en zonas tropicales que aquel que vive en los polos; o bien, no es igual el carácter de un militar comparado a un moderno "emo"; como tampoco es lo mismo la personalidad de un hambriento, pobre y poco ilustrado individuo que junta latitas de gaseosas y cervezas en un carrito, al mediodía, con un solazo a cuesta, que aquel millonario que se pasea en un auto último modelo, con aire acondicionado y sin sentir los rigores de la vida.

Reconociendo que la diversidad del comportamiento humano y la diversidad cultural definen al ser humano y a las sociedades, grupos,

comunidades, conglomerados, etc., podemos decir que el Paraguay posee características especiales en lo social y en lo cultural que en gran medida se pueden percibir sobre todo a través del lenguaje.

El guaraní y el castellano han rescatado esas maneras de ser o estados de ánimo etiquetándolos con diferentes, bien expresivas y pintorescas denominaciones. Así, entre otras, el/la paraguayo/a puede ser "kachiái" (mba'épio nde arriéro kachiãi/ que kachiãipa que so), "tekorei" (nde arriéro rekorei avión bocina), "pituva", "ñe'ẽrei", "kaigue", "letrado" (kóvango i-letrado-ve ka'i mirikinágui), "kuñaséro", "kuña arriéro", "vale" (kóvango ivaleve Ñandejáragui), "ñembotavy, ñembota o ñembo", "chavi, py'aju o py'amirĩ", "tajasu" (tajasu = cerdo, cochino, puerco. Nde tajasu tuja reikóva), "plíki o arruinado", "ka'u" (ndépio mba'e eréta nde arriéro ka'u rapo reikóva), "py'aguasu", "karai guasu" (kóvango peteĩ karai guasu ojehecharamóva hapichakuéra apytépe), "rova'atã", "rovatavy", "agraciado" (kóvango ij-agraciado-ve burro ra'y ensilládo-gui), "pokarẽ", "pyrague", "tĩro'ysã", "servicial" (kóvango i-servicial, akóinte ohechakuaa hapicha remikotevé), "fifi", "tavyrón", "váiro" (mba'épio nde váiro), etc. Estas locuciones populares sirven para agraviar, denostar, menospreciar, destacar, alabar, ensalzar, etc.

A las ya expuestas debemos agregar aquella que sirve de título a esta genial obra "Tratado de Argelería" de la autoría del Prof. Dr. Aníbal Romero Sanabria, y que -precisamente- es la palabra "argel", vocablo guaranizado y cuya forma transfonetizada es "ay" (nde ay etépio/ nde arriéro ay reikóva), y que efectivamente significa antipático, de mal talante o desagradable. Argel o ay tienen por sinónimos, por ejemplo, a "tãirasy" y "juky vosa". Por eso, cuando no se dice "ese es un argel o un ay", se dice "ese es un tãirasy/ péva niko peteí tairasy" o bien, "ese es un juky vosa/ péva niko peteí juky vosa".

El argel, argelino o argelado es casi omnipresente y su presencia causa estragos en cualquier lugar o en cualquier persona. Por ejemplo, nada puede ser más desagradable o antipático que una persona sea requerida (por alguna deuda pendiente y para más insignificante) en un velorio. Eso es lo peor, es el colmo, el acabóse. De esta situación se desprende el famoso ñe'ẽnga (refrán) que dice "Argel ndahi'órai he'íje velorio-hápe ojerrekeríva". Vale la pena mencionar otras dos variantes de este ñe'énga: "Argel ndahi'órai he'íje tupãópe ojerrekeríva" y "Argel ndahi'órai he'íje de madrugada ojerrekeríva".

También existe otro ñe'ẽnga, entre muchos más, que alude a lo argel y que en este caso apunta a algo que resulta imposible o inimaginable y por eso es argel, concretamente, que un mono caiga de un árbol; así: "Argel ndahi'órai he'íje karaja ho'árõyvatégui".

El Prof. Dr. Aníbal Romero Sanabria, agudo y atinado observador de nuestra manera de ser, de nuestro modus vivendi, de ñande reko, esta vez, puso la mira en la argelería, en el argel y en lo argel, haciendo un pormenorizado y muy completo recorrido por los dominios de los susodichos para finalmente construir -en base a lo observado y analizado- este novedoso y descriptivo Tratado de Argelería que, les puedo asegurar, no tiene desperdicios.

Vale la pena destacar que este Tratado de Argelería, sumado a Más paraguayo que la mandioca, a Ya da ya y a Tipos y prototipos de paraguayos, todos de la autoría del Prof. Dr. Aníbal Romero Sanabria, conforman una valiosa colección socio-antropológica que permiten interpretar meriadianamente nuestra manera de ser, es decir, nuestro ñande reko.

Una vez más felicito al Prof. Dr. Aníbal Romero Sanabria por

ocuparse de lo nuestro, porque solamente si conocemos nuestras raíces y sabemos quiénes somos, podremos construir un porvenir mejor.

De esta manera doy la más cordial bienvenida a este Tratado de Argelería.

David Galeano Olivera



INTRODUCCION O PREAMBULO

Realmente, este tratado nos quiere invitar y convocar a vencer la argelería y a tratar con cautela y diplomacia a los argeles.

Aclaración: vale la pena señalar que cuando digo o hablo de argeles, hablo tanto de mujeres como de hombres, de ellas y de ellos.

Hecha la aclaración..., comencemos ya..., ¡Adelante! ¡Siempre Adelante!

Como decimos y aseguramos en nuestro libro de oratoria, el famoso miedo escénico o temor a hablar en público NO SE PIERDE NUNCA, pero sí se puede aprender a administrarlo o maquillarlo lo suficientemente bien para que no se note; lo mismo decimos de la argelería, nunca vamos a extinguirla, siempre estaremos lidiando contra ella. Si con este libro logramos que nos preocupemos de administrar sensatamente nuestra argelería ya será un logro superlativo.

La convocatoria a mejorar, pulirnos y permanentemente hacer una reingeniería de nosotros mismos, está dirigida a todos los ciudadanos y a todas las ciudadanas. Todos estamos comprometidos en la construcción de un mundo mejor, más vivible y agradable.

Es preciso hacer una aclaración sobre la autoría de las hermosas frases y parábolas que se presentan en esta obra: en algunos casos desconocemos los autores, o son simplemente anónimos. No deseo vestirme con las plumas de otro, por eso quiero señalar que los mismos no pertenecen a mi producción.

En este mundo, la argelería seguirá subsistiendo lastimosamente, pero una vez que nos encarguemos de evidenciarla, debemos luchar contra ella con inteligencia, tesón y sabiduría; ya sea que estemos eventualmente argeles o estructuralmente argelados. Nuestro entorno de amigos y familia no tiene por qué pagar el pato de nuestra angustia o Vía Crucis interior, para eso se recomienda la autoeducación, la autosuperación y la corrección fraterna de los que nos rodean. Para los que somos argeles, practicar muchísimo el arte de escucharnos y de escuchar a los demás. La escucha activa y meditada es parte de una buena medicación.

Casi al terminar el prólogo escucho o creo escuchar voces de personas que me traen al oído una cancioncita como cantada por una hinchada numerosa y dice así: "Se va a acabar... Se va a acabar... la argelería popular". Y esta frase se repite permanentemente en mis oídos, perdón... perdón, era un sueño..., solo un sueño. Nada más.

Aníbal Romero Sanabria



DEFINICIONES DEL TÉRMINO "ARGEL"

LA ARGELERÍA DEL DICCIONARIO

Con este capítulo quiero adentrarme aún más en el significado que se le da a la palabra "argel" y su origen, para lo cual acudo a diccionarios y a la red de internet para que ambos instrumentos me sirvan de pilares para lo que seguidamente paso a exponer.

"argel", significado, sinónimos, antónimos, glosarios y búsquedas afines "argel" en glosario de jergas y modismos de Argentina:

(Pop.) Aburrido/ desabrido, soso/ antipático, fastidioso, fastidiado, molesto consigo mismo/ persona que no cae bien.

Palabras con "argel" en significado:

zuavo: Decíase del soldado argelino de infantería al servicio de Francia./ Soldado francés que lleva el mismo uniforme de aquél, http:// quesignifica.com.ar/significado.php?termino=argel

Argel

• Argentina:

Persona sin gracia, antipática u odioso/a Ejemplo: "Es muy bonita, pero es muy argel".

Sinónimos: Odioso. Sin gracia.

Antónimos: Simpático. Gracioso.

Enviado por: Aurora Humarán (Buenos Aires, Argentina).

• Paraguay:

Dícese de la persona (hombre o mujer) que es desagradable, antipática, poco amistosa, soberbia, arrogante y engreída. Se atribuye el uso de esta palabra en Paraguay al hecho que los caballos que llegaron de Argelia eran difíciles de domar.

Ejemplo: "Es argel esa chica...".

Sinónimos: Antipática/o Engreída/o Arrogante. Soberbio/a.

Antónimos: Agradable. Simpática. Buena persona.

Enviado por: Juan Bautista Mongelós Duarte (Asunción, Paraguay).

http://www.asihablamos.com/word/palabra/Argel.php

Argel

(Del ár. hisp. *arjíl, y este del ár. clás. ar_al). 1. adj. Dicho de un caballo o de una yegua: Que solamente tiene blanco el pie derecho, de donde algunos entienden que es malo y que trae mala suerte a quien monta en él. U. t. c. s. 2. adj. Á. guar. Dicho de una persona o de una cosa: Que no tiene gracia ni inspira simpatía. U. t. c. s. 3. adj. Par. Dicho de un caballo: Mañoso y considerado de mala suerte. U. t. c. s. En el Paraguay es utilizada con mucha frecuencia la segunda acepción, es decir, ARGEL se llama sobre todo a alguien que carece de gracia y no inspira simpatía. Sé que en ninguno de nuestros países vecinos se sigue utilizando (a excepción de las provincias argentinas de Misiones, Corrien-tes, Chaco y Formosa). Antes de verla en el DRAE, pensé que todo era un invento nuestro y que carecía de historia (relaciono la segunda acepción a su sentido original en su primer significado, o sea, la historia del caballo o yegua).

http:// forum.wordreference.com/ showthread.php?t=399705

Como ven, la palabra "argel" circula a viva voz en nuestra región, pero es en Paraguay donde sienta sus reales para rotular a ciertas personas, momentos o situaciones.

Es dable destacar que la argelería no es un patrimonio único del Paraguay y la región, sino que, simplemente, en esta zona se encuentra caratulada la argelería de esta manera. Por eso decir en ciertos otros países "es un argel" no tendrá el mismo significado o, posiblemente no lo entiendan directamente y nos miren asombrados. Es como la expresión "cómo me hallo aquí". El "hallarse" es una forma de decir "qué cómodo, contento me siento en este lugar", pero en otro lugar será entendido como encontrarse (hallar) por ejemplo "¿dónde hallo este lugar?" (¿dónde encuentro este lugar?)

El argel es un ser arisco como algunos caballos difíciles de "domar". No es grato tratar con él.

El argel tiene diversas manifestaciones y formas de actuar que nos caen tremendamente mal. Cuando uno es de esta tipología respira argelería, pedantería, negatividades, que en el quehacer diario te oscurecen la vida y son un estorbo para el alma y para el espíritu.

Con ese estorbo o convivimos, mejorando nuestra relación o nos separamos de los mismos lo más lejos posible. Lastimosamente al argel se lo deja solo y hablando pavadas. Convivir con el mismo es un titánico trabajo y una ardua lucha que nos permitirá merecer el cielo.

Convivir significa comprenderlo, entrar en empatía con el mismo y con sentido común y con sentido del humor hacerle fraternales críticas y sugerencias para que con el cambio pueda acercarse mejor a sus semejantes.



EL TEKO

Para iniciar este tratado de argelería debemos tomar como principio de las cosas el teko del paraguayo, es decir, su forma de ser, su conducta, su naturaleza propia. Es en el fondo, el modo de ser, proceder y estar de una persona, en este caso, del paraguayo.

Posteriormente, señalaremos algunas definiciones sobre este término, por ahora nos abocaremos a decir que el paraguayo tiene una naturaleza propia, un temperamento que lo hace diferente en su proceder, en su conducta y en su forma de ser. Considerando esto, podemos decir que la argelería es un modo, costumbre o actuar que delata a una persona que se encuentra contrariada consigo misma y traslada ese modo de ser a los demás en forma tal que cae tremendamente mal a quienes se dirige. Para ser argel se necesitan varias condiciones que debe reunir el teko del individuo y que consisten todas en formas de hacer incomodar, molestar, enardecer y reaccionar a la persona más bondadosa y dueña de un temperamento dócil y amable. Los dardos que permanentemente lanza el argel necesariamente crean una animadversión hacia su persona. Por un lado tenemos el tekovai, que según la definición es una persona de mal carácter o mala conducta; y por otro lado tenemos el argel o argelado, que sin tener mala conducta, ni necesidad de mal carácter, su proceder permanente y continuo es el de enfrentamiento, mal humor, y hasta humor malo, pues hasta los chistes le salen mal y caen pesados. Para que una persona entre al mundo de la argelería, tiene que remar mucho "contra la corriente", pues el argel consuetudinario es el que incomoda. Podemos estar en situaciones de argelería circunstancial, pero el argel o argelado permanentemente vive irritado e irritando a los demás. Para hacer este tratado debemos bucear en las actitudes, usos, costumbres, procederes y hábitos del temperamento en cuestión. La argelería se conquista haciendo como el chef experto en pastelería, "rompiendo muchos huevos". En el mundo de la argelería hay argeles y argeles. Muchas veces nos dicen cariñosamente "ay, qué argel que sos ", en ese caso, la expresión no siempre significa una descalificación, sino una oportunidad de poder acercarse más a esa persona y hasta posiblemente conquistarla, pero, por el tono de voz, y por la postura de quien la emite, uno se da cuenta cuando la calificación es más profunda de lo que se cree y más peyorativa. La argelería tiene tonos, matices y semitonos que iremos viendo en el transcurrir de las páginas.

Del teko y otras hierbas

Existen muchas expresiones en guarani del teko, en las cuales el teko antecede a otra expresión, así tenemos el tekoasy, tekopora, tekovai, tekorei, tekotevéva, etc. Seguidamente pasaremos a desgranar una sencilla definición o conceptuación de cada una de estas expresiones para poder así llegar a visualizar la correcta interpretación de la importancia que el guarani le da a este término.

TEKO: Naturaleza, condición, temperamento, carácter, ser, conducta, proceder/ costumbre, naturaleza, modo/ ser, estado de vida, estar, ley, hábito, ser tradicional.

Estas definiciones extraídas del diccionario de J. Peralta y Tomás Osuna, editado en Paraguay en 1984, son insumos necesarios para analizar y desentrañar la importancia del teko en nuestro idioma oficial. El teko como definición de la forma de ser habitual, de la manera de actuar de un individuo o persona, encierra todo un mundo de desafíos, pues no es tan fácil establecer los límites exactos de esta palabra en guarani.

Por eso el teko va más allá de una mera conceptualización. En guarani se entiende correctamente, pero cuando lo expresamos en español, ya se dificulta una correcta definición.

Teko yma: proceder antiguo

Tekokue o Tekovekue: conducta pasada, de antes

Teko katu: buena vida, seres que viven libres en la naturaleza

Teko johayhu, teko ñemboro'y, y tekoruvichapave: responsable del bienestar moral y social, autoridad religiosa que obra bien

Tekooja: justicia, equidad social

Tekohakuaaha: comunidad bien definida

Tekopyahu: sistema nuevo

Tekoha: morada, pueblo, lugar de la cultura

En este primer grupo de acepciones del término teko, lo vemos relacionado con el "estar", conjugando el lugar físico con el estado de bienestar, justicia y tiempo.

Tekoita: rareza, singularidad

Teko jave: colega, contemporáneo, de la misma edad

Tekomegua: mal natural, naturaleza depravada

Tekombo'e: educación, crianza

Teko pave'y: naturaleza eterna, ser eterno (Dios)

Tekopora: índole privilegiada, normas y valores éticos

El teko encierra las normas y valores éticos que el individuo posee y mediante los cuales podemos predecir su modo de actuar para la acción o la omisión.

Tekotevéva: requisito, condición imprescindible Tekopy: régimen de vida, conducta Tekopyty: comprensión, deferencia, atención cortés Tekopora: conducta, obligación, deber, ocupación

Tekora’ã: imitación, remedo, copia, semejanza Tekovia: sustituto, que ocupa la vacante Tekoporã'aha: bufón, gracioso, que imita o parodia

Cuando estudiábamos Derecho nos hablaban insistentemente de la necesidad de desentrañar el espíritu de las leyes, todo aquello que hace al alma de las palabras que conforman un artículo o reglamentación con el cual vamos a dictar una sentencia, que definitivamente buscará solucionar un pleito.

En el caso del teko, les solicito a mis queridos lectores que se zambullan, que penetren en el verdadero espíritu de lo que se quiere decir para revalidar la importancia del teko en el paraguayo.

Tekora'y: f alta de ocupación o de trabajo obligatorio, holgazanería

Tekorei: licencia, libertinaje, cuatrerismo

Teko rei: holgazanería, pereza, desocupación

Tekoteve: necesidad, es preciso, es necesario

Tekove: persona, individuo, sujeto/ vida/ competente, capaz

Una vez más, encontramos en este grupo que el teko está íntimamente relacionado con el hacer, con la capacidad que posee y la actitud que demuestra el individuo.

Tekovekuemombe'u: biografía Tekovépe: en vida

Tekovesa: de corazón, che rekovesaiteguive (de todo corazón)

Tekoasy: pena, sufrimiento Tekovai: mal carácter, mala conducta

Y en este último grupo, apreciamos en otras variantes, la relación del teko con el sentir, con el ánimo de la persona.

(Definiciones extraídas del Diccionario Ñe'éngaieríru, de A. jover Peralta y T. Osuna, Paraguay, 1984).

Como ven, el teko está omnipresente en el idioma guarani, pues el mismo se refiere a la naturaleza propia y al modo de actuar en forma permanente y acostumbrada. El teko define en cierta manera la naturaleza propia de cada individuo, quien de acuerdo a la misma, va a proceder con actitudes en su vida cotidiana.

Como el paraguayo es muy observador, siempre está "semblanteando", como si fuera "escaneando" a las personas, buscando interpretar la conducta o proceder que defina a su interlocutor. Esta semblanteada o estudio del semblante es una habilidad propia del paraguayo, de eso también nos habla el maestro y amigo Helio Vera, en su libro "En busca del hueso perdido". Pareciera que el "paragua" te observa muy poco, pero, si ustedes son muy buenos y astutos visualizadores, podrán ver y comprender que apenas pestañeamos o bajamos la mirada, el mismo aprovecha para pasamos el escáner y sacar sus conclusiones, mientras usa sus armas preferidas como ser el ñembotavy, las medias definiciones y el famoso "hummmhummmheee", que finalmente no es ni un sí ni un no, simplemente un "estoy escuchando, pero no me comprometo". Esta rápida radiografía es un servicio express para el "Paraguayo de Ley", quien conjuga las herramientas de la lectura del mensaje corporal, la interpretación de los tonos y matices de la voz, el estudio de los gestos, ademanes y postura del interlocutor, más la expresión oral del mismo, mediante esta maquinaria o equipo interior que tiene el paraguayo teete en su cabeza como lo afirma él mismo. Es la expresión que el paraguayo señala cuando dice "me entra en la cabeza esto", o "no me entra en la cabeza esto".

El paraguayo viene "equipado de fábrica" con esta perspicacia, que algunos la explotan en demasía, como astuta, rigurosa y estratégica herramienta de acercamiento a los demás. Toda esta capacidad viene a ser parte de la inteligencia interpersonal de los compatriotas que les permite lograr una fácil adaptación a distintos medios, personalidades y caracteres, esto se pone de relieve cuando la fácil adecuación lo lleva a triunfar en Europa, Asia, África y muchísimos otros territorios conquistados por su simpatía, adaptabilidad y comprensión del teko de otras nacionalidades. Solamente estoy preocupado, pues cuando vengan los marcianos no sé qué semblanteada harán a los mismos, pero estoy seguro que en poco tiempo el marcianito estará sentado en una rueda de terere... Y bueno, el paraguayo es cordial, amable y logra la empatía con mucha facilidad, el argel es una excepción a lo habitual, pero, como en el caso de las brujas, que "las hay, las hay".

La argelería va de contramano con el auténtico "teko" del paraguayo, es una forma particularísima de ser y actuar de "algunos" ciudadanos, sean estos compatriotas o extranjeros. En ese sentido la argelería no conoce de límites ni fronteras.

Algunas personas deberían poner en su cédula de identidad, "de profesión: argel", algunos con doctorados y maestrías cum laude en "argelería".

Yo no sé si el argel nace o se hace, lo único que sé es que algunos se perfeccionan al máximo con el transcurrir del tiempo, para hacerles la vida imposible a los demás.

Pareciera ser que su temperamento fue modificado, y que en su torrente sanguíneo circulan en demasía los gestos, ademanes, expresiones y comportamientos tan pesados... pero tan pesados que romperían cualquier balanza industrial, ¡cuyas manecillas con tal peso podrían usarse como ventilador!





EL ARGEL DISCURSEADOR


Comencemos por este personaje. Su manifestación es aquella por la cual siempre está dispuesto a lanzar una arenga, pesadísima por demás, como dice mi secretaria Kathia Morínigo: “Es aquel que se siente el indicado para hablar en todas las situaciones y se siente capaz, muy capaz de hacerlo cuando la realidad es absolutamente diferente, ya que

la gente no quiere ni verlo ni escucharlo”. Al argel discurseador le gusta mandar al diablo y tirar malas ondas desde cualquier púlpito, atril o podio. Aprovecha cualquier circunstancia

o situación para oponerse terminantemente a cualquier proyecto. Cuando llega el momento en una jornada, charla o conferencia, a la hora de hacer preguntas el primero que levanta la mano es él, y su pregunta nunca es una pregunta, más bien es una cantinfleada y una

intervención de media hora para que la gente al final no sepa cuál es la pregunta.

El argel discurseador mezcla la chicha con la limonada, a los Santos Evangelios con la revista Play Boy, con citas memoriosas de TeVeo o Selecciones, habla tan acaloradamente que, aunque el tema sea Santa Teresa de Calcuta, manda a todos a la p… Su principal manifestación de argelería está en que no le gusta nada, no apoya nada y critica al por mayor a los que proponen ideas y acciones por más sensatas que parezcan y sean. Este argelado usa un discurso enojoso, hasta rabioso y disparatado, y con este ánimo, lo único que pretende es castigar, ensombrecer, “ningunear” a quien propone sueños, proyectos y acciones.


La estructura del discurso o la oratoria de este argel es la siguiente:


Apertura: momento en el cual dispara sus primeras palabras agrias,

amargas y contundentes contra personas y proyectos.


Desarrollo: es el momento de la estructura oratórica en el cual pretende “argumentar” sus tonterías y calamidades y allí permanentemente sale a relucir el famoso yo; como por ejemplo: yo pienso, yo siempre digo, hagan como yo, yo propongo… yo, yo, yo.


Cierre: en esta estructura del discurso prácticamente tira por el suelo a personas y proyectos; es la culminación de las negatividades y por poco nos trata de burros a todos los que no pensamos como él. Al argel discurseador le da lo mismo lanzar su furibundo ataque

en un velorio, en un nacimiento, o en una despedida de soltero donde sea y cuando sea. Lo único que quiere es mandar al diablo a todo y a todos. Al argel discurseador no le aguanta ni su señora. Por eso sale a discursear en cuantas esquinas, bares y cafetines haya por el barrio.

Todos conocen su mala onda, pero nadie sabe donde recarga su batería de Argelería.




EL ARGEL RETOBADO

Según el parecer de mi secretaria, "es ese argel que cuando algo no le parece se pone amenazante y es capaz de llegar a los puños con tal de tener la razón". Así como hay caballos y en general animales ariscos difíciles de domesticar y se los llama retobados, así también existen retobados con una argelería tremenda que empeoran cualquier situación, en lugar de buscar soluciones consensuadas.

Lo único que quiere el retobado es llevar adelante lo que él cree conveniente. Le molestan en demasía algunas decisiones de los demás; entonces pude hacer o no hacer las cosas, y si las hace, las hace murmurando, protestando y despotricando contra quien dio la orden o indicación.

El retobado no solamente es arisco, es difícil de tratar y más difícil de convencer de un tema con el cual no está de acuerdo. Normalmente es terco como una mula y se encabrita, se exaspera y todo su cuerpo transmite su disconformidad sobre el punto que no le apetece. Es un argelado que molesta porque es como un zumbido en los oídos y clava espinas de aquí para allá, corcovea como un caballo y rumia como una vaca. Realmente molesta mucho a los demás, pero algunos pocos creen comprenderlo y le dan la razón o simplemente no entienden lo que está pasando, este personaje busca adeptos y trata de convencerla hasta a su abuela. Esta tipología difícil de manejar por su carácter y personalidad, no actúa así por ignorancia ni por emotividad poco agraciada; como dijimos, puede llegar hasta los puños si se discute mucho con él. Lo mejor es aceptarlo como es, tratar de terminar la conversación cuanto antes y en la próxima no darle intervención.

Realmente eso es todo lo que hacemos siempre con cualquier argel, pero el retobado no solo habla sino que actúa; por eso es más peligroso.

Frase célebre

"La sonrisa y la alegría son el mejor medicamento que existe sin receta médica".

Reflexión

Como ya explicamos en el capítulo "La risa remedio infalible", el mejor medicamento contra la argelería son, sin duda alguna, la risa, la sonrisa y la alegría; pero lo más importante de esta receta infalible es que no exige receta profesional médica. Este medicamento no tiene contraindicaciones y la dosificación y el tratamiento dependen única y exclusivamente de cada persona.

¿Estás poniendo sonrisa y alegría en tus relaciones?

¿Procuras tratar con alegría y amabilidad aún en las más duras de las controversias?

¿Necesitas una receta para saber reír?

¿Murió alguien de sobredosis de risas, sonrisas y alegrías?

PARÁBOLA DEL ÁGUILA

"Érase una vez un hombre, que mientras caminaba por el bosque, encontró un aguilucho. Se lo llevó a su casa y lo puso en un corral, donde pronto aprendió a comer la misma comida que los pollos y a conducirse como estos. Un día un naturalista que pasaba por allí le preguntó al propietario por qué razón un águila, el rey de todas las aves y los pájaros, tenía que permanecer encerrada en el corral con los pollos.

-Como le he dado la misma comida que a los pollos y le he enseñado a ser pollo, nunca ha aprendido a volar -respondió el propietario-. Se conduce como los pollos y, por tanto, ya no es un águila.

-Sin embargo -insistió el naturalista-, tiene corazón de águila y, con toda seguridad, se le puede enseñar a volar.

Después de discutir un poco más, los dos hombres convinieron en averiguar si era posible que el águila volara. El naturalista la tomó en sus brazos suavemente y le dijo: "Tú perteneces al cielo, no a la tierra. Abre las alas y vuela". El águila, sin embargo, estaba confusa; no sabía qué era y, al ver a los pollos comiendo, saltó y se reunió con ellos de nuevo.

Sin desanimarse, al día siguiente, el naturalista llevó al águila al tejado de la casa y le animó diciéndole: "Eres un águila. Abre las alas y vuela". Pero el águila tenía miedo de su yo y del mundo desconocido y saltó una vez más en busca de la comida de los pollos.

El naturalista se levantó temprano al tercer día, sacó al águila del corral y la llevó a una montaña. Una vez allí, alzó al rey de las aves y le animó diciendo: "Eres un águila. Eres un águila y perteneces tanto al cielo como a la tierra. Ahora, abre las alas y vuela".

El águila miró alrededor, hacia el corral, y arriba, hacia el cielo. Pero siguió sin volar. Entonces, el naturalista la levantó directamente hacia el sol; el águila empezó a temblar, a abrir lentamente las alas y finalmente, con un grito triunfante, voló alejándose en el cielo.

Es posible que el águila recuerde todavía a los pollos con nostalgia; hasta es posible que, de cuando en cuando, vuelva a visitar el corral. Que nadie sepa, el águila nunca ha vuelto a vivir vida de pollo. Sin embargo, fue un águila, pese a que fue mantenida y domesticada como un pollo".

Comentario

Esta parábola refleja muy bien la situación de cada uno de nosotros y del hombre de hoy. Este ha perdido su identidad y el sentido de la vida. ¿Quién es el hombre? ¿Cuál es el sentido de su vida? ¿Quién soy yo? La respuesta no es fácil ¿Soy águila o soy pollo de corral? Mi conciencia me dice lo primero, mi forma de vida tal vez lo segundo. Como el aguilucho, el hombre ha perdido identidad. A fuerza de vivir en el corral y de comer la comida de los pollos, ha traicionado su verdadera esencia y se ha rebajado. Ya no sabe lo que es. Ha perdido el sentido de la actividad y de su vida.

El hombre, como el águila, es el rey de la creación. Posee un corazón grande capaz de anhelar lo sublime. Tiene alas para perseguir lo más alto. Sin embargo, se ha encarcelado en el corral; la sociedad de consumo lo tiene atrapado en sus fauces voraces. Y es que es mucho más fácil y placentero ser pollo que águila. El pollo posee la seguridad del corral, la comodidad de las rejas que delimitan su espacio, el cuidado de su amo, la tranquilidad del alimento asegurado, la protección frente a las vicisitudes de la vida. El águila, sin embargo, debe asumir el riesgo de moverse en un espacio sin límites, tiene que estar alerta para no caer en manos del cazador que la convertiría en trofeo de caza o en pieza de museo, tiene que luchar frecuentemente en la soledad y en un ambiente adverso, por proteger y defender su vida de quienes quieren someter. Pero el pollo ha perdido su libertad, la ha entregado a cambio de unos granos de trigo que llenen su buche hambriento, es explotado y sometido al sucio mercado de la compra y venta. El águila, en cambio, es libre, sus alas le permiten surcar los cielos y explorar horizontes siempre nuevos.

¡Qué triste es ver al hombre, como el aguilucho, en el corral comiendo la comida de los pollos y llevando la vida de estos, cuando su corazón y su mente están hechos para cosas más grandes!

La tarea no es fácil; en parte, porque estamos convencidos de ser pollos o porque no conocemos cuál es realmente nuestra identidad; en parte, porque nuestros amos, la comodidad, la dependencia y el consumismo, no nos dejan salir. Sentiremos miedo, indecisión; tendremos que luchar contra la inercia, que una y otra vez tratará de devolvemos al corral. Únicamente el aire limpio de la montaña y la contemplación de ideales tan nobles y altos como el sol, podrán desplegar nuestras alas y hacer cantar el grito triunfante de la liberación.

Recordaremos con nostalgia nuestra vida de pollos y sufriremos la tentación de volver al corral. Pero quien realmente descubre su vocación a la libertad y encuentra un claro sentido de su vida, jamás dará un paso atrás en su decisión de llevar una existencia auténticamente humana.

-En este momento de tu vida ¿con quién te identificas más, con el águila o con el pollo?

-¿En qué conductas somos pollos? (consumo, religión, sexualidad, aburrimiento, seguridad, miedos, estudios, pandillas, soledad, ocupación del tiempo, cansancios, valores, insolidaridad,...)?

-¿Que sería volar? (respeto, juicio crítico, libertad, ausencia, de miedo, ideales, trascendencia, sentido de la vida, amistad con Jesús, ser uno mismo, dedicación a los otros, alegría profunda, decisiones,...).

-¿Qué te impide volar? ¿Qué habría que hacer para volar? (solo, con alguien, en grupo...).

-¿Cómo es ese sol que todo lo calienta e ilumina que aparece en la parábola?

-¿Cómo hacer para sentir su calor, su luz y su fuerza?

-¿Cuál es el sueño de tu vida?

James Aggrey




EL VECINO ARGEL

¿Quién no tiene un vecino argel? Aquel que siempre está molesto por cualquier cosa y dispuesto a poner las cartas sobre la mesa y sacando chispas con cualquier vecino si fuera necesario.

Hoy el problema es la humedad de la pared. Mañana le angustia el ruido de nuestros perros o gatos o de los chicos jugando. Pasado mañana es el humo del asado... y así se pasa todo el santo tiempo renegando y pesadeando con dimes y diretes. Nunca le das el gusto, nunca arregla las cosas por las buenas y con un diálogo fraterno. Siempre con amenazas de denuncias, juicios, abogados, querellas y contra-querellas. El vecino argel es ese que apenas amanece nos tira indirectas y se empeña en oscurecemos el día; es el que rezonga y rezonga, el que apenas saluda... si es que te saluda, el que te habla mal de otros vecinos y siempre está cabreado. Es clásico que el vecino argel siempre esté en desacuerdo con la comisión vecinal o grupos de vecinos.

Este pobre argelado presenta siempre sus ideas regadas de abundante crispación, nerviosismo y mala onda, creando un ambiente desagradable, tenso y chocante en todo el barrio.

Hubo casos en Asunción del Paraguay en que un vecino argelado le disparó cuatro tiros a su amable vecino porque estaba cansado de que el árbol de yuapovo dejara caer sus frutos en su vereda. Fue todo un drama familiar, del vecindario y de la comunidad.

Qué épocas hermosas aquellas en que nos sentábamos en las veredas del barrio a compartir comentarios, chistes, chismes, alegrías y zonceras. Recuerdo a mis abuelos o a mis tíos sentados en el barrio de la italianada saludando a todos los vecinos mientras mecían suavemente su sillón de mimbre, eran otras épocas amigos, otras épocas.

Ahora prácticamente ya no conocemos a nuestros vecinos, vivimos tan atrapados en la individualidad que el celular y las redes sociales nos cubren todo el día de urgentes convocatorias. Indudablemente, el ser humano está cada día más solo, ¡porque él así lo quiere! Por eso el vecino argel ya prontamente se comunicará por vía mail, celular y otros aparatitos.

El compartir la sopa paraguaya, el mbeju, el mate o el cocido serán cosas de un pasado cordial, ameno, pero definitivamente pasado, pisado y olvidado.

Frase para meditar

"Vacía ya tu estantería de toda argelería"

Reflexión

Sacudámonos las malas ondas y enfrentémonos a la construcción de un hombre nuevo. Un hombre con valores, un hombre con principios: solidario, empático y servicial.

Parábola: Los malos vecinos

Había una vez un hombre que salió un día de su casa para ir al trabajo y, justo al pasar por delante de la puerta de la casa de su vecino, sin darse cuenta se le cayó un papel importante. Su vecino, que miraba por la ventana en ese momento, vio caer el papel, y pensó:

-¡Qué descarado, el tío va y tira un papel para ensuciar mi puerta, disimulando descaradamente!

Pero en vez de decirle nada, planeó su venganza, y por la noche vació su papelera junto a la puerta del primer vecino. Este estaba mirando por la ventana en ese momento y cuando recogió los papeles encontró aquel papel tan importante que había perdido y que le había supuesto un problemón aquel día. Estaba roto en mil pedazos, y pensó que su vecino no sólo se lo había robado, sino que además lo había roto y tirado en la puerta de su casa. Pero no quiso decirle nada, y se puso a preparar su venganza. Esa noche llamó a una granja para hacer un pedido de diez cerdos y cien patos, y pidió que los llevaran a la direccion de su vecino, que al día siguiente tuvo un buen problema para tratar de librarse de los animales y sus malos olores. Pero éste, como estaba seguro de que aquello era idea de su vecino, en cuanto se deshizo de los cerdos comenzó a planear su venganza.

Y así, uno y otro siguieron fastidiándose mutuamente, cada vez más exageradamente, y de aquel simple papelito en la puerta llegaron a llamar a una banda de música, o una sirena de bomberos, a estrellar un camión contra la tapia, lanzar una lluvia de piedras contra los cristales, disparar un cañón del ejército y finalmente, una bomba-terremoto que derrumbó las casas de los dos vecinos...

Ambos acabaron en el hospital y se pasaron una buena temporada compartiendo habitación. Al principio no se dirigían la palabra, pero un día, cansados del silencio, comenzaron a hablar; con el tiempo, se fueron haciendo amigos hasta que finalmente un día se atrevieron a hablar del incidente del papel. Entonces se dieron cuenta de que todo había sido una coincidencia y de que si la primera vez hubieran hablado claramente, en lugar de juzgar las intenciones de su vecino, se habrían dado cuenta de que todo había ocurrido por casualidad y ahora los dos tendrían su casa en pie...

Y así fue, hablando, como aquellos dos vecinos terminaron siendo amigos, lo que les fue de gran ayuda para recuperarse de sus heridas y reconstruir sus maltrechas casas.

Comentario

Muchas veces nubes negras opacan nuestras vidas. Sin damos cuenta que el infinito azul del cielo está un poco más allá de esas tristes nubes.

La argelería llena de nubes oscuras nuestras relaciones con vecinos y amigos, nubes que presagian tormentas, tempestades y hasta calamidades, pero la actitud de un individuo no depende de nubes, ni siquiera de tormentas o calamidades. La actitud positiva, agradable y cordial da fuerzas al individuo, a la comunidad y a la sociedad para enfrentar los más fuertes terremotos.

Japón es un ejemplo de cómo los tsunamis más terribles y calamitosos no pueden contra los valores y fortalezas de un pueblo, pues está nuevamente de pie y mirando el futuro con esperanzas y proyectos de sueños y realizaciones.

No permitamos que pequeñas nubes pasajeras cargadas de energías negativas y argelerías destruyan las relaciones de convivencia y armoniosa coparticipación de la actividad barrial.



ARGELERÍA DE LA SUEGRA

No sé cómo, ni por qué se instaló en el inconsciente o muy consciente colectivo esa cuestión de la argelería de las suegras. Pero que hay suegras argeles, bien sabemos que las hay, como las brujas.

La suegra argel es una institución por la que no me tocó pasar, pero siempre escucho comentarios, chismes y chistes de pasillo que nos hablan del tema.

Kathia, mi asistente, me señala en el transcurso del dictado de este capítulo: "Es esa que cuando vos decís algo nomás ya mira todo hacia arriba haciendo gestos con su ojo y su boca, o negando con la cabeza, es esa que te hace sentir toda cohibida que no tenés ni ganas de hablar cuando vas a su casa y aníke luego que te ofrezcas para ayudarle, te dice que ya está todo, que ella se levantó temprano, que ya hizo todo.

Una suegra es argel cuando siempre le parece mal lo que hace su yerno o su nuera; lo único que trata es de enderezar al extraño personaje que entró a su familia, según sus usos y costumbres y sus leyes rigurosas de convivencia. Ya sea con gestos o palabras, susurros y murmullos, siempre da a entender lo mal que estamos haciendo las cosas o cómo nos comportamos.

Cuando mira a su yerno o su nuera, los escanea de punta a punta, les hace la radiografía y, por qué no, también la ecografía. Una mirada de suegra argel basta para comunicar mil cosas. A su pobre hija o hijo; le calienta la cabeza con frases como:

-"Yo te dije que te merecías más".

-"Ya me parecía que no era para vos".

-"Yo no tengo nada contra ella, pero me parece que no corresponde a tu perfil".

La suegra argel es metiche, y si es por ella, nos trata como una marioneta, títere o muñeco de ventrílocuo.

Para algunos hijos o hijas la palabra de su mamá es ley, por eso ella interviene orondamente en los matrimonios, noviazgos y parejas. Siempre está como una directora de tránsito, un agente de Policía o una ambulancia en alerta para tocar su sirena y alertar a su pobre hijo o hija de las calamidades del tercero en discordia.

Especialista en gestos, muecas y sonrisas irónicas, su rostro no puede disimular cuando algo no le gusta.

Así también existen las suegras bonachonas, alegres y simpáticas que nos hacen la vida llevadera y la pareja feliz.

Es la que siempre está consensuando, mediando y limando asperezas. Es una conciliadora por excelencia y su onda es siempre positiva; por lo tanto, muy diferente a la suegra argel.

Una te espera con una sonrisa al llegar a tu casa y la otra con un palo de amasar por si las moscas.

Frase para reflexionar

"Triste puedo estar solo; para estar alegre necesito compañía".

Reflexión

A la hora de elegir los gobernantes, es mejor escoger a uno sencillo y honesto, en vez de a uno muy emprendedor pero malvado o corrupto.

Parábola: Las ranas pidiendo un rey

Cansadas las ranas del propio desorden y anarquía en que vivían, mandaron una delegación al Dios Zeus para que les enviara un rey. El Dios Zeus, atendiendo su petición, les envió un grueso leño a su charca.

Espantadas las ranas por el ruido que hizo el leño al caer, se escondieron donde mejor pudieron. Por fin, viendo que el leño no se movía más, fueron saliendo a la superficie y dada la quietud que predominaba, empezaron a sentir tan grande desprecio por el nuevo rey, que brincaban sobre él y se le sentaban encima, burlándose sin descanso.

Y así, sintiéndose humilladas por tener de monarca a un simple

madero, volvieron donde Zeus, pidiéndole que les cambiara al rey, pues éste era demasiado tranquilo. Indignado Zeus, les mandó una activa serpiente de agua que, una a una, las atrapó y devoró a todas sin compasión.

Comentario

Bien sabemos que la convivencia con otros seres humanos no es fácil..., mucho menos si la cotidianeidad carcome los cimientos de una relación.

Por eso... y para eso, la virtud de la empatía (el ponerse en el lugar del otro) es fundamental para sobrellevar o llevar inteligentemente nuestras relaciones humanas.

Practiquemos la virtud de la empatía y sembremos en nuestro entorno cordialidad, buenas ondas y alegría; no siempre tendremos éxito, pero por lo menos habremos hecho todo lo posible y hasta lo imposible para mantener sana una relación y apartar el virus de la argelería.



EL ARGEL MEMORIOSO

Inunda las conversaciones de anécdotas, historias y narraciones que vienen de la nebulosa del pasado y que él las recuerda como si fuera ayer.

El pobre es argel y memorioso al mismo tiempo, pues dispara su ametralladora de recuerdos sobre nosotros, sobre cualquier tema, tomando el micrófono como si fuera propiedad privada; no suelta el mismo hasta que haya llegado a la época de preescolar de Don Gaspar Rodríguez de Francia. Es así como se remonta mucho más allá de lo que imaginamos y hasta el asado se enfría y la cerveza se calienta de solo esperarlo para que termine el prólogo. El mismo puede dominar uno o dos temas, ya sea, por ejemplo fútbol, historia o esoterismo. De cualquier manera él deja caer la perinola en el tema que a él le agrada, para desembuchar y desenfundar su artillería de historias, historietas, anecdotarios y terribles pasillos históricos de un pasado que ya se fue.

Indudablemente al comienzo nos llena de asombro y admiración, pero pasada una hora ya queremos ponerle un tapaboca o hacerle gárgaras de poxipol. El tener memoria es una virtud, talento y don que yo envidio de verdad, pero que hagan gala de esta virtud por demasiado tiempo y con extremados detalles, o reiterativamente, es cansador, abrumador y hasta algunas veces infartante. Lastimosamente el mundo se mueve vertiginosamente y no podemos sometemos a una perorata por largo tiempo. Como dice el refrán: "Lo bueno, si es breve, es dos veces bueno". El argel memorioso, como lo señalé, no es una mala persona. Él cree estar contribuyendo y haciendo feliz a los demás con sus largas historias del pasado, pero debe comprender que hay muchas personas que están en otra "onda", en otra edad, o en otro ritmo. Por eso las relaciones humanas son delicadas, difíciles y hasta un desafío diario. El memorioso pasa a ser argel desde el momento que exagera o desde el mismo momento en que polariza y monopoliza el micrófono para contar sus anécdotas, historias e historietas.

Existen casos muy simpáticos de encuentros con memoriosos que tomaron el micrófono a las diez de la noche, y terminaron con la última anécdota, allá por las cuatro de la madrugada, y tenga en cuenta que con unas cuantas copas de más, un chorizo atragantado y la amenaza del alcotest, a esa hora ya no le podemos ver más al tipo y lo único que queremos es salir corriendo de esa cátedra de historia. Lo mismo pasa con el relator de fútbol, que cada vez que un jugador toma la pelota, nos presenta el historial de su vida desde espermatozoide hasta llegar al club al cual pertenece. Esto incluye anécdotas, casos y cosas que al comienzo son entretenidas, pero que no nos permiten visualizar todo el partido, ni manejar el karacú del asunto. Como decía un famoso profesor de Derecho: "Recuerden, chicos, recuerden, que lo accesorio sigue a lo principal". Es decir, que siempre debemos fijamos en lo principal y tener en cuenta que lo accesorio viene como complemento, nada más.

Frase célebre

Winston Churchil dijo: "Pasé más de la mitad de mi vida preocupándome de cosas que jamás van a ocurrir.

Reflexión

Preocupémonos de ser buenas personas que lo demás vendrá por añadidura. Tener buena memoria nos hace privilegiados, pero abusar de ella en momentos inoportunos, nos hace aburridos y pesados.

Parábola: "Puedo hacerlo"

Había una vez dos niños que patinaban sobre una laguna congelada. Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación. Cuando, de pronto, el hielo se reventó y uno de los niños cayó al agua. El otro niño, viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo. Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron: "¿Cómo lo hizo? El hielo esta muy grueso, es imposible que lo haya podido quebrar con esa piedra y sus manos tan pequeñas!". En ese instante apareció un anciano y dijo: "Yo sé cómo lo hizo...". "¿Cómo?", le preguntaron al anciano, y él contestó: "No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo". No dejes que nadie te diga hasta dónde puedes llegar. Cada uno se marca sus límites. Recuerden, si creen que pueden, lo harán. No duden de ustedes mismos y luchen por lo que quieren lograr.

Comentario

Tener memoria es una gracia de Dios. Abusar de la memoria para hacerle la vida imposible a los demás es una reconocida argelería. No podemos invadir todos los territorios auditivos con nuestros pensamientos, recuerdos y exageraciones memoriosas. El diálogo, para ser fructífero, debe ser una permanente retroalimentación, donde el arte de escuchar, preguntar y opinar tengan debidamente su intervención en un glorioso coloquio.

El respetar las pausas y los silencios es muy formidable. Se cae en la argelería cuando monopolizamos el micrófono y nos creemos con derecho a centralizar en nuestra persona toda la atención del entorno.

Asimismo, cae pesado que uno hable solamente del pasado y se olvide del presente vivido por otros. Por eso, es bueno tener conciencia de que en un diálogo de 20' (veinte minutos) debemos mantener el micrófono de nuestro lado cada 5' (cinco minutos) y dar pie para que el otro hable también 5' (cinco minutos). Si es un diálogo entre varios es importante tener la capacidad de síntesis y en cinco o diez minutos terminar de exponer nuestras ideas y estar dispuestos a escuchar la propuesta de otros.

Le sugerimos no caer terriblemente pesado hablando cuarenta y cinco minutos o una hora sin pausas ni respiros.

Toda intervención debe ser corta y contundente para que nuestra opinión quede plasmada en el corazón y en la mente de nuestros escuchas.



EL ARGEL INTEMAUTA

Según Isaac Salina Martínez, colaborador nuestro a través del Facebook, esta clase de argel es el tipo de persona que creó una cuenta en YouTube, Facebook, Twitter y otros medios, solamente para pasarse la vida plagueando por cosas como: los políticos roban, los réferes vendidos, profesores que no enseñan, calles con baches y un sinfín de cosas que son recurrentes temas de sus eternas críticas. Ahí no termina todo. Resulta ser que el "argel intemauta" es tan argel que si contradecís su posición te desafía como si le estuvieras debiendo mucho dinero hace un buen tiempo, pero a la vez, si estás de acuerdo con lo que dice y se lo hacés saber, también te desafía porque solo él tiene la razón y no se puede pensar como él.

Según mi asistente Kathia, el internauta es el que postea cada 3 ó 5 minutos y se pasa todo el tiempo conectado, todos los días y hasta muy tarde. Cuenta todo lo que le ocurre: si se enojó, si se peleó con alguien. Cobra un salario sin trabajar, prácticamente, porque siempre está online y sube fotos a las que le pone un comentario y allí empieza a explayarse.

Es realmente argel aquel que se pasa el santo día desgranando teclitas de su BlackBerry o Samsung Galaxy s3 y está concentrado en la pavada y en lo accesorio y no en lo principal. Entre el terere, el vicioso mensajito y los chismes de corrillos se le va la hora laboral... y se le va la vida.

No está construyendo nada, y encima es argel porque se lo mira..., porque se le habla e interrumpe, y también porque no se le habla. Nunca se le da el gusto; siempre está refunfuñando.

Frase célebre

"Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces estás peor que antes".

Confucio, filósofo chino (551 a.C/ 478 a.C).

Reflexión

Toda la vida es un comenzar de nuevo. Arremete el hoy como si fuera el último día de tu vida. La computadora, el terere, las redes sociales son altos y grandes distractores del trabajo y de la vida cotidiana.

Parábola: Dos pájaros diferentes

Según la revista "Quote", los buitres y los chupamirtos vuelan sobre el desierto. La única cosa que los buitres "ven" es carne podrida porque es lo que andan buscando. A los buitres le encanta este tipo de dieta. Pero los chupamirtos ignoran el olor de carne muerta. En vez de esto, ellos buscan las flores llenas de color de las plantas del desierto. Los buitres viven de la vida que era. Ellos viven del pasado, se llenan con lo muerto y con cosas que ya pasaron. Pero los chupamirtos viven de cosas del presente. Ellos buscan nueva vida. Se llenan de cosas frescas y cosas que tienen vida. Cada pájaro encuentra lo que anda buscando. Así es también con nosotros, los seres humanos.

Comentario

Ya sea que utilicemos nuestro diálogo personal o la informática actualizada para poluir de argelerías nuestra transmisión de datos, nos convierte definitivamente en argeles, pesados y, hasta si se quiere, indeseables interlocutores. Por eso debemos ser prudentes y medidos en nuestras opiniones, comentarios e intervenciones.

No podemos soltar alegremente la lengua o teclear en la computadora como si fuera un piano que más que piano de cola traerá muchísima cola nuestro propio comentario. Hasta nos pueden demandar por difamación y calumnia o acoso virtual si exageramos en nuestras expresiones de argelería.

Nadie quiere escuchar argelerías, así que no nos pasemos quejando de todo lo que nos rodea o de las cosas que nos ocurren, que lo que vamos a conseguir es que nos eliminen de listado de contacto y mental y espiritualmente sintamos que nuestra intervención no fue nada agradable para el otro intemauta.

La tecnología está a nuestro servicio, hagamos buen uso de ella. No nos esclavicemos en la misma.





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