EL NUEVO Y BELLO RESTRO DE UNA DISTINTA ENCARNACIÓN
Por PEDRO GARCÍA GAROZZO
Todo aquello que vimos, conocimos y disfrutamos de la vieja ciudad está o bajo agua o bajo tierra. Los nostálgicos que peinan canas sienten el impacto y hasta escuché a alguno decir que ya no es tan linda como antes o que es víctima del progreso.
Quien conoció la vieja Encarnación, la Zona Baja, el estadio Villa Alegre o la antigua zona comercial y hoy llega hasta la misma pero transformada ciudad, se encontrará con una realidad muy distinta. Es como estar en una urbe diferente con transformaciones pronunciadas pero altamente positivas en su inmensa mayoría, porque lo que desapareció renació con vigor en reubicaciones que le aseguran un mejor presente y futuro.
Hoy Encarnación se convirtió en una ciudad eminentemente turística y ya no solo por su reconocido carnaval, sino precisamente por los cambios experimentados, por sus playas, abarrotadas en la temporada estival, incluso invadidas por visitantes de la otra orilla, la argentina.
La infraestructura que se ha montado en el sector le torna sumamente competitiva con respecto a balnearios de otros países sudamericanos, porque no solo se puso a la vanguardia en el país en este sector, sino en condiciones para competir con los de otras latitudes con las obvias ventajas que ello representa para nuestra gente que a bajo costo puede disfrutar de las bondades de un lugar ciertamente paradisiaco, que empieza a recoger sanas divisas en esta reconocida industria sin chimenea.
Todo aquello que vimos, conocimos y disfrutamos de la vieja ciudad está o bajo agua o bajo tierra. Los nostálgicos que peinan canas sienten el impacto y hasta escuché a alguno decir que ya no es tan linda como antes o que es víctima del progreso. Me permito disentir, porque si bien se han perdido lugares emblemáticos que ya no están, y es cierto que Encarnación presenta una fisonomía distinta, hoy luce un rostro hermosamente rejuvenecido, renovado y multiplicado en belleza.
Los comercios de la Zona Baja fueron reubicados en el circuito comercial y los pobladores de viviendas afectadas en flamantes casas destinadas en el emprendimiento de reubicación.
Entre los escenarios que caracterizaron a la capital de Itapúa antes de la metamorfosis experimentada, está el emblemático estadio de la Liga Encarnacena dé Fútbol, escenario incluso de competencias oficiales sudamericanas, que quedó enterrado totalmente por las transformaciones que la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) introdujo para hacer posible la monumental obra de la represa.
Pero en ese mismo sitio se yergue un nuevo escenario que vuelve a ser todo un símbolo de la distinta pero todavía más atractiva y más deportiva capital de Itapúa de
hoy: el estadio de fútbol de playa, deporte que se ha identificado plenamente con la ciudad, que ya ha albergado cuatro competencias oficiales nacionales hasta ahora realizadas y tres ediciones internacionales de la Copa Ciudad de Encarnación.
El escenario fue elogiado por el propio titular de la delegación de Brasil, que disputó una serie internacional con nuestra albirroja. Marcio Coutinho lo calificó como uno de los escenarios mejor dotados para la práctica de esta creciente modalidad en todo el continente. El visitante brasileño destacó que solamente en Sao Luiz do Maranhao, epicentro de múltiples eventos de este porte en el vecino país, se cuenta con un estadio de arena fija y definitiva. Los restantes son campos provisorios pues los implantes para torneos aunque se hagan en la misma ciudad y a veces a escasos metros de distancia de sus antecesores, son mutables y andariegos por naturaleza. La hermosa lumínica, con cuatro torres, que se inauguró en ocasión de la IV Copa Nacional de fútbol de playa, completa lo único que le faltaba al espectacular estadio, por lejos el mejor del Paraguay y único con las apuntadas características que lo distinguen. Ojalá que se mantenga y mejore más aún si se puede.
IMPONENTE Y HERMOSO
El entorno que le rodea es realmente un regalo para la vista, con un decorado excepcional de la propia playa San José que lo alberga, con su antiguo molino y su silo semienterrados, la silueta de imponentes edificios del sector opuesto y la incesante población de bañistas que le dan vida propia y festiva al balneario con actividades múltiples de recreación y deportes náuticos o de arena.
Por la noche, las luces de la ciudad que se desplaza hacia arriba, la que antes se conocía como Zona Alta, sobresaliendo la preciosa Catedral, hacen tan imponente y hermoso como de día el grato paisaje.
Por otra parte, Encarnación no solo se ha erigido en la Capital del Carnaval, del Verano y del Fútbol de Playa, sino de las más diversas modalidades deportivas náuticas con sus tres playas céntricas (San José, Mbo’i Kae y San Isidro) abarrotadas de bañistas, deportistas y turistas. Toda la isla que hoy es esta nueva Encarnación -a imagen de Manhattan, unida por numerosos puentes a zonas que acaban de separarse por las aguas- está circunvalada por camineros y en buena parte también por ciclovías que permiten la práctica del pedestrismo en las mejores condiciones existentes y en un ambiente sano y edificantemente ecológico. Cómo no hacer deportes hoy en Encarnación, cuando su actual estructura es una constante invitación para cultivar el sano ejercicio que preserva la salud, ¡al aire libre y a plena naturaleza!
DIÁLOGOS IMPROBABLES, PERO NO IMPOSIBLES. Por MONECO LÓPEZ
Fuente: Correo Semanal del diario ÚLTIMA HORA
Publicado en fecha: Sábado, 2 de Marzo del 2013
