OBRA DE HERNÁN ESCURRA
La obra figura en la pág. 197 del libro
ARS LONGA de VICKY TORRES
HERNÁN ESCURRA
UNA VISIÓN URBANA
Él se considera a sí mismo un autodidacta, pues, pese a haber cursado durante dos años estudios de pintura en la Escuela de Be-las Artes, no llegó a culminar su carrera. No por ello la ha abandonado, sin embargo. En sus obras se aprecia no sólo empeño y perseverancia, sino un plan de trabajo, una propuesta que persigue desvelar el alma que anida entre las piedras y los ladrillos de los edificios de nuestras ciudades. Dedica la mayor parte de su tiempo y de su esfuerzo a los paisajes de Asunción y nos revela a través de los colores que aplica a su cielo o a sus aires el estado primero de un mundo estático en el que sus habitantes parecen haberse congelado en el tiempo. Es, a la vez, un desvelamiento y una revelación lo que Hernán Escurra nos presenta en sus cuadros.
Extraña dedicación la de este pintor joven que no se ha dejado engañar por la atracción del tópico. No hay naranjos en la ciudad que nos presenta, ni apenas lapachos, y, si los hay, no son los protagonistas de sus cuadros. Tampoco son protagonistas los hombres, apenas insinuados como sombras que se confunden con el paisaje. El movimiento se ha detenido. Hasta los trenes, símbolos del dina-mismo de la modernidad, llegan o salen a ninguna parte. El verdadero protagonista de los cuadros de este pintor es el silencio: un silencio profundo, aún más sobrecogedor si cabe bajo ese cielo ligeramente rosado que se levanta sobre los azules y grises que forman el suelo de su experiencia artística y de su particular visión del mundo en el que vive.
Pese a considerarse a sí mismo autodidacta, Hernán Escurra, de apenas cuarenta años, fue nombrado en su momento ayudante de cátedra por Pablo Alborno cuando este era director de la Escuela de Bellas Artes. Su técnica es aprendida, sin duda alguna. Sabe distribuir los elementos que integran su cuadro y adecuar las formas y los colores a los ritmos detenidos y pacientes sobre los que fluyen las imágenes que nos presenta, y en esa disposición de los elementos pictóricos con los que trabaja hay una búsqueda de sentido que nos transmite con absoluta claridad. Su pintura nos transmite el silencio de la música y el vacío de las formas, como si lo que realmente importara, aquello que nosotros estamos obligados a descubrir, estuviera más allá de lo que el artista nos presenta. Su pintura nos invita a reflexionar sobre nuestra condición de habitantes de la ciudad. Somos, tal vez, aún más etéreos que los mismos edificios que nos presenta.
Más que paisajismo o simple recreación de arquitectura urbana, Escurra está haciendo una pintura que habla de la condición humana en un medio del que el hombre parece, precisamente, ausente. Esa ausencia, que es el silencio mismo de la ciudad, es la que nos obliga a pensarnos a nosotros mismos.
Esta muestra se presenta en la Galería Agustín Barrios del CCPA del centro como parte del PROGRAMA ARS NOVA de promoción a jóvenes artistas, que organiza la ONG - ORBIS TERTIUS.
FUENTE DEL COMENTARIO E IMAGÉN DE OBRA:
ARS LONGA. Por VICKY TORRES
Arandurã Editorial
Asunción-Paraguay 2004
(429 páginas)
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VICTORIA TORRES J’ROSPIGLIOSI -VICKY TORRES-, limeña, vive en Paraguay desde 1991. Desde entonces se ha destacado entre nosotros por haber ejercido de manera constante y profesional la crítica de arte en diversos medios de prensa asuncenos y por haberse convertido en una de nuestras principales animadoras culturales. Presidente de la ONG ORBIS TERTIUS, bajo su dirección se han multiplicado en los últimos años actividades hoy tan conocidas como los cafés filosóficos y las charlas de café, los recitales poéticos popularizados bajo el nombre de “Vino, chipa y poesía”, los debates sobre los temas culturales más importantes o actuales o la presentación de nuevos valores en el espacio de las artes plásticas. Como crítica de arte se inició en Lima en 1975, ejercicio que no ha abandonado desde entonces.
ARS LONGA no reúne todos los escritos de Vicky Torres sobre arte publicados en nuestro medio, pero sí una gran parte -y, tal vez, la más significativa- de los mismos. Se trata, básicamente, de artículos, muchos de ellos publicados en ABC Color, y de textos especialmente preparados para catálogos. Comprende, no obstante, miradas que van más allá del arte paraguayo y que se internan en el que se ha hecho y se hace en otras partes del continente- y del mundo o se aventuran en reflexiones acerca del misterio siempre fascinante de la creación artística.
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