Portal Guaraní - LA ESENCIA DE LOS JARDINES JAPONESES (Ensayo de EMI KASAMATSU)

Como muchas artes japonesas, el diseño del jardín japonés tuvo también su influencia de la religión budista. A través de esta religión que se introdujo en el Japón en el año 552 DC, se ha logrado definir la creación del jardín japonés como una pequeña representación del cosmos budista. Esa recreación del universo budista consistió en que debe haber en todo jardín una pequeña elevación que represente el Monte Sumeru que era el centro del universo, un estanque que simbolice el lago sagrado Munetsunochi, a estos se suman la colocación de las rocas en el estanque que representan las nueve islas y ocho mares creados por el budismo. Estas islas de acuerdo a la tradición taoísta es el lugar de los inmortales. Más tarde con la inspiración del budismo zen, los grupos de piedras colocadas simbólica y asimétricamente dieron un rol activo y distintivo del jardín japonés.-

Durante el reinado de la emperatriz Suiko (612 – 622), quien amaba la naturaleza y sus artes conexas, introdujo el puente que cruza el estanque con una ligera curvatura en el centro, esto dio un realce especial y único al jardín, cuyo diseño sigue como una de las características centrales del jardín japonés, junto con la lámpara de piedra. La emperatriz hizo colocar por primera vez el puente en el jardín ubicado en el ala sur de su palacio.-

Otra de las características innovadoras de los jardines japoneses es el karesansui (jardines secos). El uso tradicional del agua en el estanque se sustituye por arena o piedrecillas blancas y se coloca entre las rocas como si demostrara la circulación del agua. Este simbolismo filosófico cultural se plasma en el diseño del jardín y en la colocación adecuada y exacta de las rocas como si fuera la expresión de una fuerza espiritual interna, el control de la emoción y la transmisión de la energía a través de esta rígida disciplina de arte como si quisiera que fuese una victoria corporal sobre el sufrimiento humano. El jardín seco hace jugar la imaginación e invita a una profunda concentración, el agua seca que corre entre las rocas es dibujada cuidadosamente con rastrillos de bambú como si fuera agua mansa y en constante movimiento y otras que circula alrededor de las rocas como el caso del Jardín de Ryuanji, asimismo el templo de Daitokuji, ambos en Kyoto, Japón. Estos diseños se consideran también como jardines de meditación. A través de los siglos el concepto jardín japonés siguió afianzándose con nuevas creatividades en grandes extensiones de terreno como parques y plazas, así como también en los escaparates comerciales y de instituciones relevantes en los que el jardín ocupa un sitial de honor. Las residencias tradicionales de familias japonesas cuentan con jardines interiores cuidadosamente diseñados y cuidados, que trasponen las puertas como una continuidad de las habitaciones al mundo exterior.-

Así vemos que el propósito fundamental del jardín japonés, difiere en su concepción original de los demás jardines del mundo occidental, que sirven más bien para la ornamentación muy refinada con diseños únicos del espacio y lugar de esparcimiento. El jardín japonés no busca la simetría ni el colorido, ni una aparente perfección en el diseño, sino la expansión espiritual, como un lugar de purificación del alma, un lugar de comunicación con el ser superior, un lugar de ofrenda. De acuerdo a la creencia sintoísta, las divinidades se manifiestan en todos los objetos de la naturaleza como las montañas, los valles, las piedras, las flores, el agua y los árboles. Por lo tanto, con estos elementos se crea un microcosmos, un transporte del mundo exterior de la naturaleza toda y el concepto de la universalidad a un pequeño espacio donde se aprecian los elementos que deben conjugar armoniosamente utilizando la creatividad y la imaginación.-

Para muchos, con este tipo de diseño se incursiona en lo meramente natural o la naturaleza misma, y para el mundo occidental no cumplen la función primordial de un jardín, pues con la inexistencia de la simetría, poco color, poca variedad de plantas y flores, no existe la distribución equitativa y paralela de sus materiales.-

¿Dónde radica el fundamento de este arte oriental, representado por el jardín japonés? Está en la filosofía de vida de cada japonés que sabe convivir armoniosamente con la naturaleza y la considera amiga y beneficiaria de su vida toda, por lo cual expresa un profundo respeto y admiración por toda la variedad de cambios de las estaciones que ameniza la vida cotidiana y el ambiente que los rodea.-

Estamos en la era de multiculturalidad, de integración e interacción con las diferentes expresiones de artes y costumbres: se ha eliminado el tema de la raza por etnias para sopesar el término de discriminación racial y diferenciación cultural. Es importante, por lo tanto, conocer lo que piensa el otro, lo que expresa y crea el otro para que la comprensión y el entendimiento sean cada vez más estrechos en este mundo en el que todavía el egocentrismo y cierta marginalidad existen, con consecuencias muchas veces funestas.-

La búsqueda de la paz está tan cerca y a la vez distante, mientras la comprensión humana y la integración cultural no se transversalicen en forma altruista y la aceptación del otro cultural no se evidencie en su plenitud, el mundo seguirá su curso de igual manera.-

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