Portal Guaraní - COLECCIONISTA DEL TIEMPO - Por MARISOL PALACIOS

El 29 de noviembre se cumplen 100 años del nacimiento de un hombre que dedicó su vida a la recuperación de la memoria histórica. Carlos Pusineri Scala recopiló objetos del pasado, restauró edificios históricos y propició importantes museos.

Ni bien ingresamos al museo Carlos Pusineri Scala, nos encontramos con numerosas piezas. Así se revelan ante nuestros ojos antiguas planchas de ropa de todos los tamaños, máquinas de escribir, santos y otros objetos artísticos e históricos de la colección personal de don Carlos.

El historiador nació en Asunción, el 29 de noviembre de 1919. De profesión contador público, pero coleccionista de vocación, comenzó a atesorar objetos históricos desde niño. Estudió restauración y él mismo hacía los arreglos de las piezas. “Toda su vida se dedicó a recuperar sitios y construcciones de gran valor histórico, como la Casa de la Independencia; el Museo Doctor Francia, de Yaguarón; el Museo de Pilar, las Ruinas de Humaitá, la Casa Bernardino Caballero y la Fundición La Rosada en Ybycuí. Además, ordenó los objetos del Museo del Colegio Nacional de la Capital, el Fuerte de San Carlos y el Oratorio Cabañas”, comenta su hija María Lilia. “También juntó los objetos del laboratorio de física y química del Colegio San José”, acota Claudio, otro de sus hijos.

Don Carlos dejó numerosas piezas de gran valor artístico e histórico de su colección personal, que hoy se encuentran en el museo cuyo predio adquirió en 1998, pero que comenzó a armar al año siguiente con el fin de crear una fundación. Su muerte, el 13 de agosto de 2002, interrumpió sus planes. “Mi abuela se quedó con el resto de las cosas, pero cuando ella falleció, las trajeron todas aquí”, cuenta su nieta María Rocío González Pusineri, presidenta de la fundación que los descendientes decidieron impulsar para continuar con el legado de Pusineri Scala.

En el 2010, con los fondos del Bicentenario, los herederos del historiador pudieron hacer la ampliación edilicia y el equipamiento del museo. También realizaron un inventario y encontraron documentos muy valiosos. Un año después, cumplieron con el lanzamiento del museo. “Lastimosamente, hoy no puede estar abierto al público por falta de fondos. Solo lo abrimos cuando hay gente interesada”, revela Rocío.

Al montar el museo, los herederos de don Carlos decidieron que sus objetos personales y su dormitorio permanecieran como estaban en su casa. Rescataron sus cosas de niño: su merendero de la escuela y algunos juguetes “que él cuidaba ya desde pequeño”, comenta Rocío. Como abuelo, siempre les contaba anécdotas para incentivarlos a interesarse en la historia. “Él era muy divertido”, recuerda.

El 29 de noviembre se celebrará el centenario del nacimiento del historiador paraguayo. “Como todos los años, realizaremos un cóctel a beneficio de la fundación que lleva su nombre y que gestiona el museo. Con lo recaudado, se solventan los gastos de los servicios básicos del museo, que cuenta con una biblioteca, piezas de filatelia, colección de medallas y numismática, tallados y pinturas de arte sacro y popular, objetos arqueológicos, enseres etnográficos, rarezas y fotografías.

La celebración se realizará a las 20:30, en la explanada del World Trade Center, donde se proyectará un documental narrativo de su vida con varias entrevistas. También habrá un show musical con instrumentos nativos y sonidos indígenas latinoamericanos.

Carlos Pusineri Scala tuvo más profesiones: historiador, numismático, arqueólogo y docente. En el 2002, la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción le otorgó el título de doctor honoris causa y, en 1995, el Gobierno le concedió la medalla de Honor al Mérito. “Se dedicó muchísimo a la investigación científica. Fue el primer director del Museo Casa de la Independencia, escribió para los periódicos y publicó varios libros; el principal es Historia de la moneda paraguaya”, subraya la historiadora Adelina Pusineri, otra de sus hijas.

Un gran orgullo para los hijos y nietos es sentir que su legado sigue vivo. “Hay personas que se nos acercan y nos dicen que él les inculcó su estilo de enseñanza, su manera de ver las cosas, su profundo humanismo y su sensibilidad extraordinaria en una época en que la gente tiraba las cosas viejas y él las atesoraba”, agrega Adelina.

María Lilia recuerda que su padre también fue un gran defensor del patrimonio histórico de Asunción. “Nuestra capital, creo, que fue su mayor amor. Tanto que, coincidentemente, fue enterrado un 15 de agosto (Día de la Fundación de Asunción)”.

Entre las anécdotas recuerdan que, hace tiempo, la comunidad anglicana le consultó si demolían su antigua capilla, pues estaban construyendo una nueva. Él les contestó que de ninguna manera. “Construyan en la esquina la nueva, pero conserven esta. Es una reliquia”, les dijo. “Hasta ahora le agradecen”, cuentan María Lilia y Antonio. Y todos casi al unísono afirman que ese museo se creó, en gran parte, gracias a la esposa de don Carlos, Lilia de Madariaga de Pusineri, quien “aceptaba todo lo que él traía”. Sus cosas, afortunadamente, quedaron para seguir formando parte de nuestro acervo histórico, para que las generaciones futuras puedan conocerlas, atesorarlas y disfrutarlas tanto como lo hacía don Carlos Pusineri Scala.

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

EL IDIOMA GUARANÍ, BIBLIOTECA VIRTUAL en PORTALGUARANI.COM

(Hacer click sobre la imagen)