CARLOS LARA BAREIRO
AUTOBIOGRAFÍA Y MEMORIAS SOBRE UN PROCESO HISTÓRICO CULTURAL PARAGUAYO
Editorial Servilibro, marzo 2009
(Segunda edición aumentada y corregida)
Presentación: Luis Szarán
Asunción - Paraguay
A fines del año 1954, la A.M.P, utilizando su gran experiencia en la política cultural, dio su último y definitivo gran golpe a los solapados antiorquesta del oficialismo, y del pequeño grupo "Consejero". Con amplitud propuso por mi intermedio al maestro Remberto Giménez la fundación de una nueva entidad que pudiera atraer nuevas y variadas fuerzas para acometer la última batalla para conquistar el formidable baluarte cultural, inexpugnable hasta ese presente: “LA ORQUESTA SINFÓNICA NACIONAL O MUNICIPAL”. A decir verdad, este golpe fue irresistible. En pocas semanas ya estaba en marcha una serie de conversaciones con diversas personalidades del ámbito artístico y cultural, siendo algunos de ellos vinculados al oficialismo y por lo tanto, "sin pecado" para éste. De todas las conferencias llevadas cabo en "alto nivel" nació la flamante "ASOCIACIÓN FILARMÓNICA DEL PARAGUAY", hermosa y cautivadora hija de la A.M.P, nacida de las travesuras de ésta, para embelesar a los insensibles "señores", dueños del poder y conquistar así para nuestro país y la cultura en general el preciado instrumento.
La historia de la música sinfónica en el Paraguay tiene orígenes relativamente nuevos. Recién luego de unos veinte años de haber concluido la devastadora guerra contra la Triple Alianza, con el regreso al país del maestro Cantalicio Guerrero (quien luego de haber caído prisionero en la guerra fue enviado a Buenos Aires), se ha podido Organizar la primera Orquesta Nacional, dependiente del Estado.
En la medida en que la nación se iba reconstruyendo, iban; apareciendo los nombres que descollarían en la vida musical nacional, y que realizarían el gran trabajo de afianzar la identidad musical del paraguayo.
Una generación ilustre de músicos se formaría a principios del siglo XX de la mano de los maestros italianos que trabajaron en la Banda le la Policía Nacional, el Instituto Paraguayo y el Gimnasio Paraguayo.
La mayoría de ellos fueron de cuna humilde, y originarios del interior del país. Así empezaron a aparecer en la vida cultural de la república Agustín Pío Barrios (San Juan Bautista, Misiones, 1885), Remberto Giménez (Coronel Oviedo, 1898), Herminio Giménez (Caballero, 1905), y por supuesto, José Asunción Flores (Asunción, 1904) el gran creador de la Guarania, nacido en el barrio más humilde de Asunción.
Unos pocos años después aparece otra brillante generación de músicos integrada por Emilio Bigi (Asunción, 1910), Juan Carlos Moreno González (Asunción, 1916) y el maestro Carlos Lara Bareiro (Capiatá, 1914)
Diversas circunstancias hicieron que varios de estos músicos ilustres hayan tenido que realizar el gran trabajo que les tenía reservado la Historia desde el extranjero, unos debido al destierro obligado, otros por el exilio voluntario, y otros por diversas razones. Gran mérito también han tenido los que se quedaron en el país a batallar a favor de la música sinfónica, con todas las limitaciones de una época en que se formaban agrupaciones sinfónicas para actuaciones esporádicas, sin que se cuente con un plantel estable que trabaje con una temporada de presentaciones y ensayos.
Y es ante estas circunstancias donde se agiganta la labor de Carlos Lara Bareiro, nombre capital en la historia del sinfonismo paraguayo del siglo XX, tanto en su faceta de compositor como en la de director orquestal.
Luego de formarse básicamente en nuestro país, el joven Lara emigra al Brasil para consolidar su formación musical, que allí se hace completa. Pero lo más importante es que el maestro, ya sólidamente formado, regresa a su país para revertir en él los conocimientos adquiridos en el extranjero, y para trabajar "desde el campo de batalla" a favor de la actividad musical paraguaya.
Lara Bareiro será recordado siempre no solamente por su batuta rigurosa y disciplinada en el podio orquestal, y por su humildad y generosidad, sino también por su lucha incansable por dotar al país de una agrupación orquestal sinfónica estable.
Ya en 1952, Carlos Lara Bareiro realizaba una intensa campaña para conformar la Orquesta Sinfónica Nacional. El maestro no ha podido ver su sueño realizado, ya que la conformación de la Orquesta Sinfónica Nacional se ha concretado recién más de cincuenta años después, en el 2004.
Pero Lara hizo el trabajo de base, construyó los sólidos cimientos de la actividad sinfónica del país, al crear, en 1951, la Orquesta de la Asociación de Músicos del Paraguay, que sirvió de base a la que fue la primera agrupación sinfónica estable de la República, la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción, cuya conformación se ha concretado en 1957, dos años después de que el ya célebre maestro haya sido forzado al exilio.
Personalmente, siempre me declaro admirador de su obra y de su trabajo, y me imagino lo feliz que se hubiera sentido si es que hubiera vivido todavía en nuestros días, al ver que Asunción hoy cuenta con nada menos que tres orquestas sinfónicas profesionales, y en el interior del país florece día a día la actividad musical. Todo esto es fruto de la semilla sembrada paciente y sacrificadamente por el maestro Lara Bareiro.
El año pasado, en el marco del II Festival de Música Contemporánea de Asunción, que tuve el honor de organizar y dirigir al frente de mi Orquesta de la Universidad del Norte, he querido homenajear al maestro -así como a otros músicos paraguayos~ conformando el programa "La música del Paraguay del siglo XX", en el cual he incluido su "Serenata", para orquesta. En una apasionante labor de estudio y reconstrucción de la partitura original, conservada en el Archivo Paraguayo de la Música, he podido interiorizarme a fundo en el estilo orquestal del maestro, y he descubierto su diestro manejo de los planos sonoros en su orquestación, que en muchas partes me recordaba a Brahms.
En el campo de la composición, el maestro ha aportado notables trabajos al repertorio sinfónico paraguayo, entre ellos sus célebres Acuarelas Paraguayas, su Concierto para piano y orquesta y su Gran Guarania en do mayor.
La vida musical paraguaya actual es muy distinta a los años en que Lara Bareiro trabajó en nuestro país y en el exterior. Numerosos son hoy los jóvenes que se perfilan para alzar la batuta frente a una orquesta, muchos de ellos formándose en importantes centros musicales del extranjero. Y es importante que estos jóvenes conozcan la vida y el trabajo de Lara Bareiro, para que aprendan su ejemplo de rigor y disciplina, de constante perfeccionamiento, de sana ambición, de sed constante de superación, crecimiento y desarrollo personal, y para que brinden a su patria lo mejor de sí, y para que desde el maravilloso ámbito del podio orquestal, puedan trabajar por un Paraguay mejor, como lo hizo el maestro.
DIEGO SANCHEZ HAASE
Director de Orquesta, compositor, pianista e investigador musical Director titular
Orquesta de la Universidad del Norte, Asunción.
Newton Mid-Kansas Symphony Orchestra, Estados Unidos.
ÍNDICE:
PRÓLOGO – Carlos Lara Bareiro;
SEMBLANZA DEL AUTOR – Gilberto Rivarola, 1996;
PRESENTACIÓN – Luis Szarán, 1996/ Diego Sánchez Haase;
CARLOS LARA BAREIRO, VISIÓN, VIDA, OBRAS – José Luis Miranda Fiori;
CAPIATÁ (1914-1932);
ASUNCIÓN (1932-1943) – Los primeros movimientos realizados en Asunción para una entidad social y cultural de los músicos/ La Banda de Músicos de la Policía de la Capital;
RÍO DE JANEIRO, BRASIL (1943-1951);
INTERMEDIO;
ASUNCIÓN (1951-1955);
EN EL EXILIO (1955);
LA REPATRIACIÓN;
ANEXOS.
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