CINTOS Y ARREADORES

 Desde El Ybytyruzú

Por CAIO SCAVONE

caio.scavone@abc.com.py

No sé si solo a mí me llega la brisa desde un cuadrante desconocido, pero por lo menos se viene con tanta esperanza de limpiar este ambiente paraguayo rancio y podrido que desde hace tantos años le tiene hastiado a todo el pueblo. Yo por lo menos recuerdo que desde la era stronista la trama criolla comenzó a tejerse en base a lo torcido, a lo ruin, a lo sucio, a la degradación, a la corrupción, a lo roñoso y a lo miserable.

La ejemplar escuela de Alfredo Stroessner siguió latente y su hechura de manejar el país con la más alta descalificación siguió en el molde hasta hace poco, cuando ya nadie tenía la esperanza de ver a los sinvergüenzas y roñosos autodeclararse culpables de todas las trapisondas juntas que llevaron hacia la ruina, y lo siguen haciendo, al Paraguay.

Se repartieron tierras como sorpresitas de cumpleaños infantiles, fue implementada una supuesta reforma agraria que solamente generó pobres y miseria, los empleos públicos estaban reservados exclusivamente a los afiliados al Gobierno de turno, aunque esto continúa como si recién empezase, los milicos hacían y deshacían el país a su antojo y paladar (más con el paladar, porque no se cansaban de masticar el contrabando de todo tipo de mercaderías desde el Brasil y la Argentina, y gran parte del narcotráfico estaba también cobijada debajo de sus uniformes y armas).

Y si la educación actual es tan deplorable, uno se imagina la mediocridad que reinaba en una época pasada. Pero, por lo menos no se derrumbaban los techos escolares tras su inauguración. La atención sanitaria era patética y lastimosa. Tampoco en eso se ha avanzado en demasía. Colapsan los hospitales y los caros remedios salen siempre victoriosos en el Paraguay, ya que siempre vencen en contubernio con las corruptas autoridades sanitarias de turno para que el pueblo necesitado sea quien quede eternamente vencido. En la época pasada los medicamentos no quedaban vencidos, pues sencillamente no había.

La agricultura de los pequeños productores se sustentaba en el algodón y al desaparecer este rubro también se esfumó el ingreso familiar. Se procuró con el arribo de algunas especies como el sésamo y todo eso cesó con el nombramiento de ministros agrícolas ladrones que llenaron sus bolsillos con proyectos millonarios dirigidos a gente del mismo tenor y que ejecutaban los presupuestos con la armoniosa melodía de la corrupción.

Muchas de las cosas “democráticas” de hoy no cambiaron con relación al Paraguay del pasado. Mucha gente no se plegó a la nueva ventisca y siguió como si nada de cambio haya llegado. Hoy te graban lo que decís y ya no vale “lo que yo dije no vale” y solo la prensa le persigue a los inmundos que oprimen al pueblo trabajador.

Ya se le puede disparar a matar a los que entran a la casa o negocio con fines de robar al prójimo y que algún fiscal y juez, sinvergüenzas como solo ellos, ya no nos podrán sentenciar con varios años de cárcel. Ya es un logro.

Lo que considero como lo más rescatable de estos días es la detención de connotados miembros del gobierno: un senador y un ex Fiscal General junto a la parentela de ambos. Por lo menos ya podrán decir en breve: che ningo preso kue.

En la lista de espera figuran varios que están en la categoría de intocables por eso hacen falta varios Eliot Ness con fiscales y jueces probos e inflexibles para que todos queden arrestados. Un enorme arreador podrá juntar a todos los sinvergüenzas que tiene el Paraguay, ya que para tantos corruptos al cinto de Payo ya no le da el cuero.

Fuente: ABC Color - Edición Impresa

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Sección OPINIÓN

Martes, 09 de Octubre de 2018

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