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BEATRIZ GONZÁLEZ DE BOSIO

  ISABEL CABALLERO DE BEDOYA, NIETA DEL CENTAURO - Por BEATRIZ GONZÁLEZ DE BOSIO - Domingo, 31 de Enero de 2021


ISABEL CABALLERO DE BEDOYA, NIETA DEL CENTAURO - Por BEATRIZ GONZÁLEZ DE BOSIO - Domingo, 31 de Enero de 2021

ISABEL CABALLERO DE BEDOYA, NIETA DEL CENTAURO

 

Por BEATRIZ GONZÁLEZ DE BOSIO

 

beagbosio@gmail.com

Isabel, descendiente de aquel guerrero afortunado de la Patria Vieja, en palabras de Arturo Bray, sargento de Caballería al iniciarse la Campaña de Mato Grosso en 1864, lucirá los entorchados de General de División al término de la Guerra de la Triple Alianza, a quien le cupo librar tantas batallas y salvarse de la trama de negras intrigas que costaron la muerte a muchos valientes compatriotas.

Ausente de Cerro Corá, por circunstancias de aprovisionamiento de ganado, cuando las tropas del General Cámara aniquilan a los últimos famélicos soldados paraguayos y también al Mariscal Presidente, al anciano vicepresidente Sánchez, al valiente general Roa, así como al adolescente hijo del Mariscal, Panchito.

Relata Isabel que su abuelo Bernardino Caballero fue posteriormente capturado y llevado preso a Río de Janeiro como trofeo viviente del heroísmo paraguayo.

En la capital imperial sus dotes personales atrajeron la atención del ministro de Relaciones Exteriores, Visconde, de Río Branco, quien procedió a cortejarlo para volverlo amigo del Brasil en la esperanza de que un futuro liderazgo del General permitiera el ejercicio de la influencia brasileña. Bernardino se alojó en una pensión cercana al Puerto, hoy derruida y muy visitada por brasileños que admiraban al sobreviviente paraguayo.

Así trabó amistad cercana con el hijo del Canciller y futuro Barón de Río Branco, José María da Silva Paranhos (h), fundador de la Escuela de Itamaraty en las relaciones exteriores brasileñas.

A su retorno a Asunción, al ahora General de División pronto le cupo posiciones de relieve en la política como inspector de Armas, ministro del Interior y brevemente Ministro de Justicia Culto e Instrucción Pública en la fecha fundacional del importante Colegio Nacional en 1877.

Elevado a la Presidencia provisional y a la Presidencia constitucional de la República, lideró en lo que se dio en llamar la reconstrucción nacional, que puso en pie nuevamente a la postrada nación, derrotada en la Guerra Guasu.

Legado político

Fue el fundador de la Asociación Nacional Republicana, Partido Colorado, en 1887, con otros ilustres sobrevivientes de la contienda. El cofundador, José Segundo Decoud, imprimió en los estatutos partidarios la ideología liberal que acompañaría a la ANR por las próximas décadas.

Existe un himno al Partido Republicano cuya autoría es de Juan E. O’Leary y Juan Carlos Moreno González.

Se sabe que luego hay un giro en la ANR, cuyos inicios se remontan a la guerra de comunicados durante la Revolución liberal de 1904 cuando el sector caballerista en el gobierno acusa a los sublevados de no haber hecho contribución alguna a la defensa patria.

Era el inicio del nacionalismo con eje en la Guerra de la Triple Alianza.

Señala el historiador Claudio Fuentes Armadams en un estudio sobre análisis de discurso, en cuanto al vocablo legionario, que el partido ideológicamente liberal deviene en doctrinariamente nacionalista en una evolución discursiva republicana que culmina con la llegada al poder partidario del escritor Juan Natalicio González.

Pero es de destacar que el contenido doctrinario del nacionalismo exaltando el heroísmo paraguayo se debe al movimiento revolucionario de 1936, por Guerra del Chaco, liderado por el coronel Rafael Franco, que llega al paroxismo con el traslado de los restos de Solano López al Panteón Nacional de los Héroes.

Bernardino Caballero ejercerá una gran hegemonía política y siempre sometida a los dictados de la constitución porque jamás intentó modificarla para perpetuarse en el poder, y las veces que se presentó de candidato lo hizo sin salirse del marco de la Carta Magna.

Luego del primer magnicidio

Me relataba Isabel acerca de su abuela, Concepción Díaz de Bedoya de Gill, viuda del presidente de la República Juan Bautista Gill, víctima del primer magnicidio de la historia paraguaya, aquel 12 de abril de 1877, a escasas cuadras del Palacio hacia el que se desplazaba en la sola compañía de su edecán.

…El magnicidio generó una profunda inestabilidad política. La gran crisis subsecuente se originó en octubre de ese año con la masacre de los sospechosos de la muerte de Gill, que estaban muchos engrillados en la cárcel pública, hoy sede de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica, donde perecieron, entre otros, el héroe de la toma de los acorazados brasileños, José Dolores Molas, y el excanciller Facundo Machaín.

Los verdaderos culpables, sin embargo, estaban en el exilio argentino, lejos de la venganza del Gobierno. Se trataba de Nicanor Godoi, hermano de Juan Silvano, eminente figura de la cultura nacional.

Jocosamente, señaló Isabel que Concepción, su abuela, fue primera dama dos veces, pues se casó con Bernardino Caballero en 1879, a tan solo dos años de su viudez. Y tuvieron dos hijos, su padre Ramón Víctor Caballero y Díaz de Bedoya (1880-1979), médico de formación y con perfeccionamientos en París, donde se desempeñó como representante del Paraguay por años, y Melchora Rudecinda Caballero y Díaz de Bedoya (1882- s/d) que se casaría con un diplomático argentino de apellido Saguier.

Ramón, su padre, nació en Asunción el 7 de marzo de 1880, y partió el día de su cumpleaños, el 7 de marzo de 1979, en París, a los 99 años. Se casó con Marta Cahen, francesa parisina. Marta Cahen (1893–1988) también falleció en París a los 95 años. De esa unión nació Isabel en 1928.

Sus padrinos de bautismo fueron Mauricio Berthomier y quien luego sería esposa del general Manlio Schenoni, Adela Jacquet. Isabel asistió a un colegio que fue el Convento Oiseaux, donde hizo parte de su escolarización. En 1939 recibió su primera comunión en París.

Isabel recordó, durante nuestra amena conversación, un viaje en 1944 a Londres en compañía de su gobernanta Mary Mighell, cuando París ya estaba liberado. Pensaba abordar ahí el barco que la traería a Sudamérica, pero luego de un año en Inglaterra regresó nuevamente a París. Aprovechó para estudiar y perfeccionar su inglés.

Le tocó vivir los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Aunque se refugiaron en La Rivière Francesa cuando ello, con lo que evitó aquella ocupación nazi con sus diarios desfiles militares bajo el arco del triunfo para ratificar la supremacía de Alemania.

Recuerdos de Asunción

Su madre, Marta Cahen, vino a Asunción en 1961. Amaba el Paraguay a través de su esposo Ramón.

Isabel se casa con Juan Spinelli, ciudadano argentino, en 1970, a los 42 años. Y de esa unión nace Juan Gilberto Spinelli Caballero, en 1971, quien a su vez tiene un hijo llamado Lorenzo con la ciudadana portuguesa de Lisboa, Sofía Costa Freire. Lorenzo vive en Portugal con su madre y visita de tanto en tanto Asunción y el Conosur, y el balneario de Punta del Este, Uruguay.

Me relata que el Parque Caballero actual era la casa de fin de semana de la familia. Los De Bedoya eran los dueños originales del Parque Caballero como los Vianna fueron los dueños del Jardín Botánico.

Su padre, don Ramón Caballero, vivió en París desde 1911 hasta 1978 con interrupción en los años 1914/1916 de la Primera Guerra Mundial y vivió cerca del local antiguo de la Unesco en el distrito VIII arrondissement de París, una hermosa residencia en altura.

Ramón Caballero de Bedoya fue el gran diplomático en París por mucho tiempo, incluso durante la Guerra del Chaco, ejerciendo también la representación ante la Liga de las Naciones en Ginebra. Aquella entidad multilateral, continuadora del Congreso de Viena de 1815, y precursora de la contemporánea Naciones Unidas.

Paraguay se sintió menoscabado cuando, ante las victorias de sus ejércitos en el Chaco, la Liga de las Naciones, aparte de declararlo agresor, quería forzar la paz a través de concesiones impuestas que resultaron inaceptables. Ello motivó que para 1934 la decisión de retirarse de la Liga ya estuviera tomada por el presidente Eusebio Ayala y el canciller Luis A. Riart, ante la abierta parcialidad de esta, en el conflicto del Chaco.

Comenta Isabel que su padre se crio con sus medio hermanas Gill y se quisieron mucho. Elisa (casada con Mateo Morínigo), Elvira (casada con Eduardo Fleytas), Luisa (casada con Manuel Pratts), Juan Andrés (casado con Elodia Aguínaga Riera, luego con Ernesta Maciel) y Juan Bautista (casado con Adela Heyn).

Particularmente las recuerda a Elvira Gill de Fleytas y a Elisa Gill de Morínigo.

Cuenta que la actual casa del Partido Colorado, en 25 de Mayo nº 842, perteneció a la tía Elvira Gill, casada con Eduardo Fleytas, candidato en la única elección bipartidaria de la era constitucional bajo la Carta Magna de 1870. Fleytas también fue presidente del Banco Central del Paraguay.

También refiere que Bernardino Caballero tuvo sobrinos destacados en la política finisecular del siglo XIX, que formaban parte de su facción, como el vicepresidente Marcos Morínigo, que culminó el mandato de Juan G. González, y el también vicepresidente Facundo Ynsfrán, trágicamente asesinado en una sesión del Parlamento en 1902.

Su padre Ramón Caballero de Bedoya –prosigue su relato– era un estudioso, pero no dejó obra editada. Sin embargo, tuvo importantes trabajos sobre el idioma guaraní.

Un sobrino nieto suyo también tuvo destacada actuación en la diplomacia, Hugo Saguier Caballero, quien fue dos veces vicecanciller y ejerció la jefatura de Misión en varias capitales así como en la OEA y la ALADI.

Señaló que quisieron mucho a Marcos Caballero Codas, padre de Carlos Caballero Gatti, candidato presidencial del febrerismo, padre a su vez del otro candidato presidencial Guillermo Caballero Vargas, del entonces flamante Partido Encuentro Nacional.

Bernardino Caballero es la gran figura nacional con amplia aceptación de la sociedad dejando atrás la era de intransigencia partidaria que también restaba méritos a próceres civiles como Eligio y Eusebio Ayala.

Distinguidas figuras

Esta conversación con una descendiente del Centauro nos permitió analizar en amena charla el devenir y la descendencia de tan distinguidas figuras históricas hoy esparcidas por el mundo. Ramón Caballero, a pesar de volverse prácticamente francés, nunca olvidó sus raíces llegando a estudiar a fondo el idioma vernáculo.

Su servicio a las relaciones exteriores marcaron huella. Isabel, ciudadana del mundo al igual que su descendencia, celebró en 2018 sus 90 años en Estoril con total alegría y lucidez, rodeada de sus más cercanos y distinguidos invitados.

Parte de la descendencia del general Bernardino Caballero se quedó en el terruño y algunos alcanzaron cierta prominencia como Rigoberto Caballero que fue senador líder parlamentario en la época de gobierno de partido único, pos Guerra Civil de 1947. El Hospital Policial, en la avenida Mariscal López, hoy lleva su nombre.

El doctor Bernardino Caballero (h) figuró en el Gabinete revolucionario del coronel Rafael Franco en 1936 representando a una de las facciones.

El general Francisco Caballero Álvarez (Pancholo) combatió en la guerra civil de 1947 y tiene una polca que lleva su nombre, conocida como una de las favoritas de su camarada don Alfredo Stroessner.

Bernardino Caballero, un soldado raso de indudable carisma y mucha sagacidad natural, en el desenlace de la Guerra Guasu fue ocupando sitios de relevancia hasta imponer un liderazgo inesperado, al punto de que toda la era de la reconstrucción nacional es conocida como la etapa política caballerista. Y si bien fue cofundador del Partido Colorado, este prefiere darle en solitario todos los méritos omitiendo la figura del mentor intelectual de Caballero, José Segundo Decoud, el gran diplomático de nuestra historia.

Isabel se siente profundamente paraguaya, y como muestra de afecto visita el terruño con mucha frecuencia para fortalecer los afectos y ratificar sus raíces.

Operado del ojo en Buenos Aires

El Gral. Bernardino Caballero fue operado de cataratas por el profesor doctor Pedro Lagleyse. Lo hizo en una habitacion del Hotel Royal, de la Calle Corrientes 782, (hoy demolido ) donde se hospedó entre Febrero y Marzo de 1902. La publicación de la revista Caras y Caretas alude a la trayectoria del afamado oftalmólogo, que efectuaba operaciones a domicilio. En la ocasión acompañó al Centauro el doctor David Lofruscio.

 

Fuente: Revista Dominical ABC Color

Domingo, 31 de Enero de 2021

Páginas 8 al 11

www.abc.com.py

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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