MONDO CANE: LAS REPRESENTACIONES DEL PERRO EN LA HISTORIA DEL ARTE

Por JULIÁN SOREL

Desde Anubis, dios cinocéfalo (de cabeza de chacal o perro, pero de cánido), hasta el cachorro gigante de Jeff Koons y Zero, el can fantasma de The Nightmare Before Christmas, Huesos, escuálida mascota Simpson, Snoopy, Pluto, el sibilante, risueño Patán de Hanna & Barbera, Scooby Doo y tantos otros, incontables ejemplares de su raza polimorfa cruzan a cuatro patas todos los milenios de la historia del arte y la cultura.

Izquierda: mágica imagen medieval de un perro,

conservada en el Museum Meermanno (MMW), de La Haya./ ABC Color

A la derecha, un galgo que cruza la obra atribuida a Pisanello Retrato de una princesa de la casa de Este,

pintada entre 1435 y 1449./ ABC Color

Dúo bicolor del fresco Pandolfo Malatesta rezando a su santo patrón (1451),

de Piero della Francesca./ ABC Color

Níveo can de la Biblia de Borso d’Este, o Breviario de Ercole (1455),

de Taddeo Crivelli./ ABC Color

Asoman el hocico en mitos y religiones. Nos miran desde los cuadros de Edward Hopper, Durero, Goya, Renoir, etcétera. Persiguen su cola, yacen a los pies del amo o ante el umbral de su morada u otean la caza en tapices y códices medievales. Familiares enigmas, reflejos impenetrables de lo que en parte somos y señas crípticas de lo que ignoramos de nosotros mismos, a veces están divinizados y otras son lo más cotidiano. En mil películas y cuentos de hadas los vemos antropomorfizados y con voz, actuando de maneras bastante humanas, y otras veces nos parecen lo más rudo e inocente del estado natural. Son lo más próximo y elementalmente íntimo, y al mismo tiempo son un misterio. En la ficción más antigua y en la más moderna, en frisos y bajorrelieves de templos arcaicos y en el anime y los videojuegos, sus mil y una representaciones alzan la pata y ladran: «¡Presente!». Dejan sus pulgas en canciones, historietas, series de televisión, chistes, fábulas y hasta en la cerámica popular. La forma en que los concebimos nos habla en gran parte de nuestras ideas, en cada época y cultura, sobre algunos valores (la lealtad, la amistad) y sobre el animal que somos y no somos: sobre nosotros mismos. Meten, ya dignos y graves, ya alocados y extravagantes, sus hocicos, sus patas, sus colas y sus colmillos en la pintura, el cine, la fotografía, la publicidad, el cómic, el diseño gráfico, industrial, etcétera. Su imagen es una parte importante de la dimensión estética de todas las sociedades humanas hasta hoy. El perro, el callado y discreto, fiel compañero de nuestra especie, está presente en toda nuestra historia, siempre en un rincón o al lado, pero está en cada momento del desarrollo de la humanidad, en todo lugar y época, dispuesto siempre a morir por nosotros, los seres humanos, y siempre alegre de acompañarnos. Veamos aquí algunos ejemplos pictóricos de su presencia universal en la cultura y en el arte, breve homenaje de hoy a un modesto pero incondicional compañero.

Publicado el Domingo 06 de Julio del 2014

Suplemento Cultural del diario ABC COLOR

Fuente en Internet: www.abc.com.py

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