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Compilación de Mitos y Leyendas del Paraguay - Bibliografía Recomendada

  INSTRUMENTOS MUSICALES – JUEGOS - USOS Y COSTUMBRES – PSICOTRÓPICOS - ITAKUATIARA - Por DIONISIO GONZÁLEZ TORRES

INSTRUMENTOS MUSICALES – JUEGOS - USOS Y COSTUMBRES – PSICOTRÓPICOS - ITAKUATIARA - Por DIONISIO GONZÁLEZ TORRES

INSTRUMENTOS MUSICALES – JUEGOS - USOS Y

COSTUMBRES – PSICOTRÓPICOS - ITAKUATIARA.

Por DIONISIO GONZÁLEZ TORRES

 


            INSTRUMENTOS MUSICALES

 

            1. DE PERCUSIÓN O DE CHOQUE

 

            Mbaraká: maraka: hecho de una calabaza o porongo, hy'á, con piedrecitas o cuentas dentro, con un mango de madera, que se hace sonar agitando. La maraka suele ser muy adornada, con dibujos a tinta, punzón o al fuego o con colgantes de plumas. Por extensión se llama mbaraká a nuestra actual guitarra.

            Aguaipú: es el nombre de una mbaraká o sonajero ritual religioso.

            Takuá: takuapú (de: takuara pú), ya citado; un bastón para marcar el ritmo de la danza ritual y en ceremonias religiosas, utilizado por las mujeres. Está hecho de un tronco de takuara o bambú de unos dos metros de longitud, con dibujos pintados, grabados con punzón o al fuego y puede llevar en la extremidad superior un sonajero o adornos de plumas. Se lo utiliza golpeando sobre el suelo.

            Ya citamos, también, entre los adornos, los sonajeros o cascabeles atados a los brazos, piernas, cinturas, cuello, hechas de cuentas (de conchas, de piedrecitas, cáscaras o cápsulas de frutas secas, de dientes de animales, etc.) ensartadas en un hilo o cuerda.

 

 

            2. DE VIENTO, DE SOPLO

 

            Mimbý: flauta. Vertical: hecho de palo ahuecado, sin nudos, con embocadura para soplar (en escotadura, borde a bisel, etc.) con un agujero atrás, para el pulgar, y varios (hasta 5-6) en el frente para los otros dedos. Según Gómez Serrato, citado por Boettner, maderas para flautas son el guajapá en el Chaco y el pajaguá petý en la Región Oriental.

            Horizontal o travesera: hecha de takuara cuyos nudos fueron eliminados, cerrada arriba, con un orificio superior para soplar, en la cara de arriba y otros varios en la misma cara para los otros dedos; en la cara inferior hay uno o dos orificios para los pulgares.

            Las flautas son, generalmente, adornadas con dibujos o grabados. Las horizontales pueden ser hechas de huesos largos, con longitud de 10 a 20 cms.; se llama kongoera la flauta (y la trompeta) hecha de hueso. Las pequeñas suelen tener una cuerda de algodón para colgarlas al cuello.

            Variedades de mimbý: mimbý guasú, mimbý chué, mimbý tarará: una bocina o trompeta guerrera.

            La flauta nasal está hecha de una calabaza (hy'á) pequeña, con un orificio en la parte más gruesa, para soplar con la nariz, y dos orificios cerca de los extremos, para cerrar con los índices.

            En algunas parcialidades se usaba la flauta doble y en otras la flauta de Pan (por influencia del contacto con civilizaciones andinas). Se trata de dos o más flautas acopladas, de tipo vertical, hechas de palos ahuecados. Los tubos son de longitud diferente y tienen embocadura en un extremo y están cerrados en el otro.

            Mimby tarará: gruesa bocina, de guerra.

            Angu'á: trompeta.

            Turú: trompeta de takuara, bocina. Puede ser hecha también de cáscara enrollada en forma de espiral, de jutai: jatai: jatová (Hymenae courbaril. Leguminosa). Puede ser fabricada también de calabaza (hy'á) con una boquilla de takuara. Más recientemente, se fabrica de cuerno de vacuno.

            Kongoera: se llama a la flauta y la trompeta hechas de hueso.

            Uatapú: es una bocina usada por los indígenas para atraer peces.

            Guatapý: bocina hecha de caracol de mar, grande.

            Jombyá: bocina (en tupí de la costa atlántica).

            Pyryryma: entre los juguetes citamos un trompo hecho de una pequeña calabaza con un orificio, que al girar da un sonido de tono uniforme (el trompo común es yvyrapyryryi).

            Tyvuñe'ẽ: tuvuñe’ẽ (también: turuñe'ẽ: ñembepy): silbato. Instrumento de soplo consistente en un trozo ovalado de madera, excavado en el centro y con dos canales que conducen a dos orificios; por el superior se sopla como una flauta y el lateral se cierra con un dedo índice, obteniéndose una sola variante de tono.

 

            3. DE CUERDA

 

            Guyrapa'i: yvyrapa'i. Es un pequeño arco de una cuerda, de uso individual e íntimo, que se toca para tener inspiración para componer versos y música. La cuerda es de hilo de algodón o de cerda y se tañe con golpecitos dados con un palito o una paja. Entre los Kaiová hay el guyrapa'i doble: dos arcos pequeños con cuerda que se tocan raspándolas como el violín y el arco. El arco de abajo, masculino (que hace las veces del violín) está hecho de la planta yruku'ý (considerada masculina) o de yvyrá-rakuã'i y la cuerda de pindó o pindoryvi (torcida). El arco de encima, femenino, como el arco del violín, está hecho de ysypó-kopi'er'ỹ o de katiguá, y la cuerda de hilos de cáscara de pindó o de cáscara de takurí pará, una takuarilla de corteza manchada (Egon Schaden) o de cáscara de pindó.

            Mbarimbáu: kajuave; kaiuave: es usado entre los Mby'á Guaraní. Es un arco monocorde de boca; arco de madera con cuerda de cuatro o cinco hilos de algodón o de cerda. Una de las extremidades del arco es asegurado con los dientes, haciendo la boca de caja de resonancia. Se tañe la cuerda con una varilla o paja o con los dedos. Es instrumento de uso personal e íntimo. Se lo usa también soplando con la boca, con mayor o menor fuerza, sobre la cuerda asegurada entre los dientes.

            Gualambáu: arco de calabaza. Es un arco que tiene cerca de una extremidad, atravesándolo, un porongo (hy'á) que sirve de caja de resonancia. La cuerda, de liña, es tañida con una varilla o paja y para obtener alguna ligera variación del sonido se toca la cuerda con los dedos de la mano izquierda.

            Kurugú: es un tambor, de tamaño variable, hecho de trono ahuecado con parches de piel de animales (de lagarto: tejú, de venado: guasú). Se usa percutiendo con las manos o con palillos. Se lo fabrica también de barro; un recipiente de barro, de tipo kambuchí, con parche de piel de animal.

 

 




            ENTRETENIMIENTOS. JUEGOS

 

            Practicaban algunos juegos como el tokaé.

            El juego de bolitas, con frutos de mbokajá.

            De peteca de paja de maíz (chala): mangá, mbopé.

            Trompo hecho con una pequeña calabaza, con un orificio, que al hacer girar, da un sonido de tono uniforme: pyryryma; el trompo común que hoy se usa: yvyrá pyryryi.

            Tikicuela, con frutos de mbokajá o piedrecitas.       

            De la pelota: joki, manga apu'á, bola o pelota hecha de goma (del mangaysý) para chutar.          

            Tarapotana: pelota hueca de goma.

            Mbotó: es un juego colectivo, con una pelota (mbotó) hecha de chala de maíz. Este juego era practicado cuando empezaba a madurar el maíz en las plantaciones, para acelerar la maduración, se consideraba un medio mágico para tal fin.

            El uso de bolas de goma para jugar fue citado por Charlevoix.

            El mangayso es la goma o látex extraída de la planta mangavý o mangaví (Hancornia speciosa. Apocinácea) y del kurupika'ý (Sapium longifolium. Euforbiácea), planta gumíféra.

 

            COSTUMBRES

 

            Saludo lagrimoso. La práctica de recibir a visitantes con el saludo lagrimoso fue descripto por Gandavo, Thévet, Jean de Léry, Yves d'Evreux, D'Orbigny, etc.

            Según unos, el llanto es un homenaje a los parientes muertos; según otros, las lágrimas derramadas expresan el placer que sienten al recibir a los visitantes.

            Estos son recibidos por un grupo de mujeres, con los cabellos desparramados, llorando a gritos y derramando muchas lágrimas, y hablando entrecortadamente de las cualidades o virtudes del huésped y preguntando de dónde viene, cómo le fue, etc. El huésped debe responder también llorando, o al menos fingir que lo hace, y soltar profundos suspiros.

            Luego el dueño de casa lo saluda, le pregunta si quiere comer, y si es así, le sirve lo que haya y bastante kau'ý.

            Si el huésped pernocta en la maloka u oga se acuesta en una hamaca, y se prende una o más fogatas cerca, para no sufrir del frío o de la humedad de la noche.

            En casi todos los pueblos guaraníes, cuando llegaba un huésped, de la misma tribu o extranjero, lo ponían en una hamaca y las mujeres lo rodeaban a llorar y tocarlo, le daban la bienvenida y contaban los acontecimientos ocurridos en la tribu. El huésped debía llorar o al menos suspirar profundamente y cubrirse el rostro.

 

            USO DEL PETỸ (TABACO)

 

            El uso del petỹ, en diversas formas, no era muy acentuado entre los Guaraní. Fumaban las hojas enrolladas, en forma de cigarros, triturados para fumar en cachimbo, o aun pulverizadas, para uso como rapé.

            Secaban las hojas del petỹ (Nicotiana tabacum L.) al sol y las enrollaban en forma de cigarro; o las desmenuzaban para fumar en cachimbo. Tragan el humo y después lo sueltan con eructos ruidosos.

            Las pipas son hechas de barro o de fruta de jekitivá (Carinaria excelsa. C. brasiliana), con un tubito de madera o de takuarilla.

            En Brasil central, la sp. Carinaria Carajarum Toledo, árbol silvestre es llamado cachimbero por los indígenas.

            Otra forma de uso era el rapé. Trituran las hojas secas del petỹ en un morterito de madera o de cáscara de fruta (por ej. de castaña: Bertholletia excelsa: castaña de Pará) con mano mortero de palo. Si necesitan secar la hoja pueden hacerlo a fuego lento en un plato de arcilla.

            Guardan el petỹ-ku'í (polvo de tabaco) en un caracol munido de un tubo de takuarilla desde donde aspiran, o mediante un tubo donde de takuarilla o dos huesos de ave unidos.

            A veces mezclan el polvo de tabaco con cenizas de maderas. En algunas parcialidades se usa rapé de semillas de kurupa (una Piptadenia), mezclado o no con polvo de tabaco.

            Usaban también el petỹ-ku'í o petỹ-ñamoi (de los antepasados): es el polvo de tabaco mezclado con cenizas (hugué -la parte blanca-) de guajayví y de ky'ỹi o kumbarí; no usaban como rapé, sino poniendo una pequeña porción entre la encía y el labio inferior.

 



            TEMBETÁ

 

            El tembetá, tembetara, tembeitá o barbote es un adorno labial usado por los individuos de muchas tribus: es un cuerpo introducido en un orificio practicado en el labio inferior. Análogamente, en ciertas parcialidades (los Nambikuara) se usan dichos adornos en las orejas y aun en las alas de la nariz. El uso del labrete o bodoque labial o tembetá es más generalizado que el auricular y lo es usado por hombres.

            La perforación del labio se realiza en ceremonia especial, de gran fiesta religiosa con presencia de parientes y amigos, poco antes de la pubertad, si bien que en algunas parcialidades se hace a los 4-6 años de edad. Lo hace el padre o un pariente de respeto, el ñanderú o un jefe religioso con un punzón de hueso o de madera; de a poco se va dilatando de modo que al llegar a la edad apropiada pueda usar el definitivo.

            El tembetá es hecho de madera, hueso, resina vegetal, petrosilex, piedra, cuarzo, de minerales (en colores), dientes de onza, jabalí, etc., según quien lo usa y el rango. La forma varía: circular o en disco (teniendo a veces pegado en el centro con cera una piedrecita en color), cilíndrica, cónica, tubular, en clavo de madera o canuto de ocho a diez cms. de largo con una base más ancha para quedar detrás del labio. Es frecuente el uso de resina de jatayvá (Hymenaea stigonocarpa Mart.) o de tembetarý o mbavý (Xanthoxylum hiemale y otras spp. (Rutáceas) recogida en canuto de caña que se deja secar y luego se corta longitudinalmente. De la madera de tembetarý también se fabrican bodoque o discos auriculares. El tembeta(ra)yva, tembeta'ý, mbavý es el árbol del tembetá, spp, de Zanthoxylum.

            En algunas parcialidades cuando el joven va a casarse se pone un tembetá circular de piedra. Las mujeres no usan tembetá.

            A veces el tembetá es adornado con plumitas o de él cuelgan hilos con cuentas blancas.

 


            NAMBIKUÁ

 

            Las orejas se perforan y distienden para el uso del bodoque o disco por razones de identidad o emblema tribal, estéticas, mágico-religiosas, etc. La simple perforación de las orejas se realiza a poco de nacer el niño, usando pequeños huesos puntiagudos o espinas, y es practicada por el padre. En el orificio se deja un palito para que no se cierre y se va aumentando paulatinamente el grosor de éste o usando rollos de madera, discos de takuara (que a veces son estirados con peso); hasta alcanzar el de cinco a siete cms. ya en forma de bodoque o disco. Entre los Orejones el diámetro es a veces muy grande.

            El bodoque auricular es usado, generalmente, sólo por los hombres. Cuando llega a la edad adulta se coloca el botón o bodoque de adulto, hecho de madera (de algarrobo: yvopé: Prosopis Fiebrigii Harms y otras del género Prosopis. Leguminosas) adornado o no, coloreado o no (generalmente con urukú: Bixa Orellana), con o sin incrustaciones, con el diámetro definitivo.

            Incisiones. Los Guaraní aplicaban incisiones con fines terapéuticos, a veces en función mágica-protectiva. A las mujeres, cuando llegan a la pubertad, se les practican incisiones en el bajo vientre, en los costados y en los muslos. A los jóvenes se aplican incisiones en ceremonias de iniciación de rito guerrero.

            Los adultos practican incisiones en las piernas y brazos en función mágico atractiva y contra el cansancio antes de salidas para cazas colectivas o de emprender largas marchas o expediciones guerreras.

            El jaichá mbobó o incisión se practica con espinas gruesas, espolón de pez raya, punzones de madera o con una piedra afilada, itájaichá, caliente.

            Constricciones. Es frecuente el uso de cuerdas finas hechas de fibras de ortiga brava arrolladas en las pantorrillas con la finalidad de tener piernas fuertes. En ciertas parcialidades las mujeres usan la constricción de las piernas desde la pubertad durante toda la vida.

            Depilación de cejas. La depilación del cuerpo, cejas, pestañas era comúnmente practicada por los Guaraní. La de las cejas era seguida de pintura. La depilación general se realiza en el joven al llegar a la pubertad, en la ceremonia de iniciación.

            Para depilar usan el raspado con una lámina de takuara, con pinzas hechas con palitos achatados. Los Chiriguaná usaban pinzas de plata de origen andino.

            Barba. Bigote. Varias parcialidades guaraníes usaban barba, como los Guarajos, Mbajá (poco poblada) o bigote, como los Xarajes, Mby'á (poco poblado).

            Ya nos referimos al pintado del cuerpo y tatuaje.

 


            INSCRIPCIONES LAPIDARES

 

            Los Guaraní-Tupí no conocieron la escritura alfabética, pero, en varios lugares de su hábitat se hallaron inscripciones lapidares, litogrifos prehistóricos y grabados en rocas, peñascos, piedras, o en paredes y techos de cavernas ya citados desde fines del siglo XVI y comienzos del XVII por Brandonio, Elías Erckmann, el P. Ivo d'Evreux, que no han podido ser descifrados. Fueron hallados también en áreas habitadas por Karirí, de lengua y etnia diferente, de cultura inferior, de agricultura incipiente, no bien asentados, no estando los autores de acuerdo sobre si son Arawoko, Gé, Karaiba.

            Estos itakuatiá fueron hallados en Brasil, particularmente en Ingá (los mejor estudiados), en Paraiba, Bahia, Pernambuco y otras regiones del N.E. brasileño, en Amazonas, Minas Gerais, Mato Grosso, cerca de Cuyabá (Morro do Triunfo, Mujorlino, Ponte de Pedra por Max Schmidt), São Paulo (en Itapeva).

            Max Schmidt y Guido Boggiani hallaron grabados rupestres (de ideogramas y protonúmeros) en áreas habitadas por tribus Paresis y Caduveo, en Alto Paraguay y zonas de Mato Grosso.

            En nuestro país fueron hallados en el Amambay, en el Departamento de Concepción (en cerro Ypir, cerro Kysé, cerro Perõ, en Takuatí), en el cerro Jarigua'í.

            Son signos grabados, grabados y pintados, sólo pintados, generalmente en rojo, al parecer hechos con instrumentos de piedra con punta y dispuestos en sentido vertical u horizontal, en parte parecidos a la escritura cuneiforme; formas elementales que se repiten, líneas quebradas, onduladas, círculos concéntricos, círculos con radios, figuras geométricas y otras parecidas a letras de alfabeto latino, griego, a números arábigos.

            ¿Qué significación tienen estos itakuatiara?

            Hay autores que creen que esas inscripciones o son simples manifestaciones de pasatiempo, de recreación de los indígenas, o tal vez tengan carácter funerario o quieran significar el nombre de un muerto (Teodoro Sampaio). Para otros (Stradelli, por ej.) podría tratarse de una escritura ideográfica; o de carácter informativo, de comunicación, ritual, símbolos de ritos extintos o conceptos mitológicos.

            Hay quienes creen que se trata de una forma de escritura de algún pueblo que por acá anduvo y que migró o desapareció, ciertamente de pueblo de cultura superior.

Se han hallado algunos caracteres parecidos a alfabetos antiguos, a signos de las tablillas de la isla de Pascua y hasta se ha pretendido hallar en esas inscripciones semejanza con ideogramas de la escritura de los lolos, pueblo primitivo chino (Pereira Junior).

            Según estudios de Angyone Costa, José Imbelloni, Pereira Junior, los itakuatiara son signos de naturaleza ideográfica, muy parecidos o idénticos a los de las tablillas de la isla de Pascua o Rapa Nui (los Kohan-rongorongo, así llamados por los aborígenes) cuyos habitantes eran de origen no muy claro: melano-polinesos según unos, de Malasia según otros y hasta de origen americano del sur para algunos. También se opinó que los itakuatiara son más antiguos que las tablillas de la Isla de Pascua.

            Como se sabe, en la isla se hallan grandes estatuas de piedras (los moai, de hasta 8 mts. de altura), algunas no terminadas, de figuras humanas y otras menores de madera (los toromiro), figuras humanas, y las tablillas de madera, esculpidas en ambas caras, en forma lineal horizontal, de signos, objetos, plantas, animales.

            Llama la atención las figuras de animales inexistentes en la isla, particularmente la de una serpiente (naja) que no existió en Brasil ni en la Isla de Pascua.

 

 

Lane, Federico. Cachimbos dos indios Karajá. Revista do Museo Paulista. Nova Serie. Vol. IV. São Paulo, 1950.

West, George A. Tobacco, Pippes and Smoking Customs of the American Indians. Bull. Publ. Mus. city of Milwaukee. 17:155.1955.

Imbelloni, José. Estado actual del problema que plantean las Tabletas de Isla de Pascua. Revista Geográfica Americana. Buenos Aires, Año I, N° 1. 1933. 2ª. edición.

Costa, Angyone. Indiología. 2º edición. Río de Janeiro. 1943.

Pereira Junior, José Anthero. Algunas Itacoatiaras Paraibanas. Itacoatiara en Ingá. Revista do Arquivo Municipal. São Pabulo. Brasil. N°s. 78-94-95-1944; 103-104.1945.

Thompson, W. J. Te pito te henua, or Easter Island. Washington. 1891.

 

 

 

 

PLANTAS PSICOTRÓPICAS Y ENTORPECIENTES USADAS POR LOS GUARANÍ

 

            I. PLANTAS PSICOTRÓPICAS

 

            Desde tiempo inmemorial todos los pueblos y en todas las latitudes usaron, al menos en ceremonias religiosas o en ocasiones especiales, sustancias euforizantes, estimulantes u oníricas, psicotrópicas, etc., de origen vegetal. Entendemos por psicotrópicas los fármacos o medicamentos que actúan sobre la función, la conducta o la experiencia psíquica.

            Los indígenas americanos usaron, también, estos productos, derivados de la riquísima flora de este continente. Muy conocidos son:

            La coca (Erytroxylon coca, Eritroxilácea) usada especialmente por los aborígenes que habitaban en los Andes y en el altiplano andino; de ella se obtiene la cocaína.

            El mescal o peyote (Lophosphora Williamsii) un cacto que crece en México y el sur de los Estados Unidos, que contiene mescalina.

            El hongo Psilocibe mexicana, del que se obtiene el alcaloide psilocibina; etc., etc.

            Nos ocuparemos de las plantas usadas por la gran familia Guaraní de propiedades narcóticas, alucinógenas o estimulantes.

            Pariká o angico, angico verdadero, más conocido por kurupa'u. Piptadenia macrocarpa Benth.; P. rígida; P. peregrina. Leguminosas Mimosáceas. Árboles de madera de ley, taníferas y resiníferas. De sus semillas, que se emplean machacadas, aspiradas o bebidas, se ha aislado la bufotenina o bufonina.

            Esta droga, derivada del indol. es la 5-hidroxi-N.N. - dimetiltriptamina, componente que se encuentra en las semillas de la Piptadenia peregrina y P. macrocarpa, y de otras plantas, así como en las secreciones glandulares de sapos del género Bufo.

            Los efectos psicotrópicos se producen con dosis de 2-10-15 mgs. por kilo de peso corporal, según los individuos. Es droga muy poco usada como tal.

            La psilocibina, obtenida de hongos del género Psylocibe, especialmente del P. mexicana, y su isómero, la psilocina (el hidróxido en posición 4) tienen parentesco químico con la bufotenina, pues la psilocibina es el ester fosfórico, de la hidroxi-dimetil-triptamina.

            La P. peregrina: kurupa'y-kurú: morosyvó-pytã.

            Bertoni cita las propiedades narcóticas de estas plantas y que nuestros indígenas usan la P. macrocarpa y la P. peregrina por estas propiedades. "Lo que en general es ignorado, es la propiedad narcótica de estas especies que los indios aprovechan para hacer sus kurupá, en todos los países donde haya Piptadenia. Esta propiedad puede ser aprovechada para otra cosa que obtener visiones, pues es del orden de la del opio, con cierta diferencia característica, que hace esperar una utilización especial. Aunque no sea de especial aplicación a la medicina, el kurupá es otro recurso que el médico guaraní sabe emplear en ciertos casos. El kurupa'y es un narcótico y no un hechizo, como Montoya pretende. El uso de los kurupá se liga a la práctica del hipnotismo".

            Montoya registró: "Curupa'y: árbol conocido, especie de algarrobo, y lo mismo dicen a los hechizos. Acurupay beña, hace hechizos. Ambo curupay, hechizar. Aporoybó curupay pype, idem".

            Sánchez Labrador también se ocupó de esta planta:

            "Curupay... Los indios Mbayás, cogían las baynas secas, antes de abrirse, las molían y quebrantaban y encerrados en una cabaña sin respiradero, con arte indecente hacían entrar el humo de las que quemaban, no sólo por las narices, sino también donde se desahoga el vientre de los excrementos. Perseveraban en este brutal divertimiento al fuego, al humo, y al calor de sus cuerpos, trasudando, y llenándose de humo y de furor; luego salían como un toril embriagados a hacer reír a unos, llorar a otros, vengando en esta furiosa falta de juicio sus imaginados agravios. Al presente hacen el mismo uso los Omaguas, indios del río Marañón, y les dura la embriaguez 24 horas. Llaman también a dichas baynas curupá, porque hablan la lengua guaraní. Toman el humo por las narices con un cañón, que tiene la figura de una Y griega o que termina en horqueta, metiendo en cada nariz un pie de ella. Dicen que en este tiempo tienen visiones gustosas. Esta operación, seguida de una violenta aspiración les pone en estado de ridículos, pero pasa esto en aquella nación por un hecho gallardo".

            Mandrágora-tupí. Es una planta de la familia Solanáceas, de la que los indígenas preparan una bebida, un aguardiente, que produce alucinaciones y después torpor, y que usan en sus fiestas religiosas. El abuso de dicha bebida puede producir un cuadro de delirio, confusión, incoordinación motora y de la palabra y psicosis grave, furiosa. El cuadro puede ser, según Ulrich, de serios trastornos, como: "delirio, locura furiosa, alteración de la sensibilidad y del raciocinio, que puede ir hasta la total confusión de las cosas y objetos e incoordinación en el empleo de las palabras con notable disminución de inteligencia-paranoia".

            Jajé: es el producto obtenido por hervido de tallos de la planta amazónica Haemadictyo amazenicum; produce alucinaciones.

            Kaitái: kai-taí. Es una liana de la que se prepara una bebida, que produce euforia, jovialidad, movimentación continua, alucinaciones auditivas y visuales, pérdida de la noción del tiempo y del espacio.

            Ysió. Es una especie de cardo. Se prepara una bebida de su savia o de trozos de la planta. Produce alucinaciones visuales (combinación de colores), sonambulismo, impotencia.

            Kaapeva. Es el producto obtenido por hervido del tallo de otra planta amazónica, Banisteria caapi. Produce alucinaciones.

            Syiñandy: ceibo. Mulungú en Brasil; chopo en Argentina. Erithrina cristagalli L.; E. falcata; E. mulungú; F. Dominguesii Hassl. Leguminosa Papilionáceas. El ceibo contiene el alcaloide erithrina, de propiedades sedantes y narcóticas.

            M. S. Bertoni registra sobre esta planta: "El narcótico que puede facilitar la hipnosis sin ningún peligro es la cáscara del Ceibo o Syi ñandy (Erithrina spp.) gran calmante nervioso sin malas consecuencias".

            Floripón: datura. En Brasil: trompeta olorosa; en Argentina: trompetilla. Datura suaveolens Humb. et Bonpl. Solanáceas (floripón blanco); datura fastuosa L. (floripón morado o doble). Planta originaria del Perú, de propiedades narcóticas, sedantes y antiespasmódicas.

            Es tóxica y contiene un alcaloide o principio, la daturina.

            Se usan las flores secas para preparar cigarrillos antiasmáticos o para quemarlos sobre brasas y aspirar el humo. Las flores frescas, machacadas y mezcladas con grasa o sebo de vela se aplican sobre abcesos para madurarlos y abrirse. Doscientos gramos de flores y secas y maceradas en un litro de alcohol de 60° o caña sirve para friccionar en casos de reuma y dolores articulares o musculares.

            Se llama también floripón el estramonio o chamico: Datura stramonio L., Solanácea. Es una planta que crece en los huertos, escombros, cerca del agua; tiene flores blancas y cápsulas espinosas. Las semillas y hojas contienen atropina y otros alcaloides, y la daturina. Las hojas se fuman para tratar el asma, o se quema y aspira el humo.

            La Datura ferox, una Solanácea, es también un estramonio; contiene daturina y atropina y sus frutos son venenosos. Las hojas, generalmente mezcladas con las de salvia se fuman para tratar asma.

            En Brasil son sustituidas, a veces, por la Datura arbórea y la Datura suaveolens (trombeteiras o cartucheiras, por sus corolas en forma de cartucho). Tienen propiedades similares.

 

            II. ENTORPECIENTES USADOS EN LA PESCA

 

            Es sabido que los Guaraní pescaban usando diversos procedimientos: la pesca a mano, con arco y flecha (hu'y); (yvó), lanza (my), liña y anzuelo (pindá), red (pysá), cedazo (yrupé); y también con barrajes de ramas o estaqueado (ka'á-mbajá), y empleando plantas entorpecientes (tingui: tinguy: timguí) machacadas y echadas en el agua.

            Son generalmente, plantas tóxicas que contienen rotenona; machacaban las cortezas, ramas, hojas o frutas, y echaban en el agua retenida por el barraje. Al cabo de cierto tiempo los peces entorpecidos, eran recogidos con las manos o con cedazos.

            Estas plantas entorpecientes son conocidas con el nombre genérico de tinguí: tinguy, y quedó en el uso el vocablo "tinguisar" para indicar su empleo y acción.

            Registramos los siguientes entorpecientes o tinguí:

            Ysypo-timbó: ajaré. Son varias especies de Sapindáceas de los géneros Paullinia y Serjania, que constituyen los timbó o tinguí sarmentosos; son, en general tóxicas, capaces de "tinguisar" animales de sangre fría, como los peces, por el alcaloide retonenona que contienen. Sirven también en aplicaciones locales, para tratar enfermedades y parasitosis de la piel.

            Paullinia pinnata L.; ysypó-kururú; kururú-apé; P. elegans Camb.; Serjania lethalis St. Hil.; S. meridionalis St. Hil.; glabrata Kuntz; S. caracasana Willd.: Ysypó de agua. Todas de la familia Sapindáceas.

            Son plantas trepadoras, leñosas, tóxicas, que contienen rotenona; las frutas son también tóxicas.

            Timbó-ysypó: Tephrosia cinerea. Leguminosa. Arbusto de raíz tuberosa y flores violáceas en cachos. Es planta tóxica y narcótica, que en Brasil llaman anil bravo.

            Guajaná timbó: guatimbó: Camptosema pinnatum Burth.: Piscidia erythrina Velloso. Leguminosa, Papilonácea. Es un timbó cuya raíz contiene rotenona y se usa machacada, para pescar.

            Karajá-bola: Talicia esculenta Rdl. En Brasil: ojo de buey. Árbol de fruta comestible. La planta machacada sirve para adormecer peces.

            Kupikay: hierba del género Xyris, de las Xiridáceas.

            Andá: Planta de la familia Euforbiáceas. Joannesis princeps V., llamada coco de purga. De la corteza se extrae un principio, la joannesina, enérgico purgante y diurético. Los indígenas machacaban la cáscara del andá y echaban al agua para entorpecer peces.

            Kuri'y-vaí: piñón purgante. Atropha curcas L. Euforbiácea. En Brasil: curcas, piñón bravo, piñón del Paraguay. Planta lactífera y tóxica de frutos amarillos, también tóxicos; suele usarse para formar cercados. Las semillas contienen un aceite acredulce, fuerte purgante, que tiene aplicaciones industriales.

            Los indígenas usan esta planta para matar peces.

            Sánchez Labrador así se refirió a ella: piñones purgantes fuertes de uso peligroso; también vomitivo. La dosis es de medio a un piñón y se usa como catártico y en la hidropesia y como vermífugo.

 

 

 

Bertoni, Moisés S. La Civilización Guaraní. Higiene. Medicina Guaraní. Pto. Bertoni, Alto Paraná. Paraguay, 1927.

Montoya, Pde. Antonio Ruiz de. Vocabulario y Tesoro de la Lengua Guaraní (o más bien Tupí). Viena-París. 1876.

Ruiz Moreno, Aníbal. La medicina en "el Paraguay natural del Pde. José Sánchez Labrador". Edición de la Universidad Nacional de Tucumán, 1948.

González Torres, Dionisio M. Catálogo de Plantas medicinales del Paraguay. Asunción, Paraguay. 1981.

González Torres, Dionisio M. Toxicomanías. 1° Congreso Brasileño de Criminología, Londrina, X. 1973.

Fuente: CULTURA GUARANÍ. Por DIONISIO GONZÁLEZ TORRES. Editorial SERVILIBRO. Dirección Editorial: Vidalia Sánchez. Diagramación: Gilberto Riveros Arce. Asunción, Paraguay, mayo de 2007. SEGUNDA EDICIÓN.



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