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RODRIGO COLMÁN LLANO

  DÉCADA DE 1970 (POESÍA – NARRACIÓN - TEATRO) Por IGNACIO ROLDÁN MARTÍNEZ y RODRIGO COLMÁN LLANO


DÉCADA DE 1970 (POESÍA – NARRACIÓN - TEATRO) Por IGNACIO ROLDÁN MARTÍNEZ y RODRIGO COLMÁN LLANO

HISTORIA DE LA CULTURA PARAGUAYA

DÉCADA DE 1930

POESÍA – NARRACIÓN - TEATRO

IGNACIO ROLDÁN MARTÍNEZ y RODRIGO COLMÁN LLANO.

 

 

DÉCADA DE 1970

El análisis de textos muchas veces requiere el estudio de sus contextos: aquellos de los cuales se informan, aquellos con los cuales dialogan, aquellos a los cuales regresan para nutrirlos. El contexto de la década del 70 es particularmente turbulento, y sus rasgos esenciales, la generación de brechas y la ideologización radical.

Así, no se puede entender a los autores y los textos de esta década sin tener en consideración el recrudecimiento del régimen dictatorial stronista, fortalecido por el Operativo Cóndor, consecuencia a su vez de la consolidación de otros regímenes autoritarios en la región. El afianzamiento de estos regímenes tiene su patrocinio en la realidad crítica de la Guerra Fría: el mundo se halla escindido en dos bloques, el Capitalismo y el Comunismo. "Quien no está con nosotros está contra nosotros" parece ser la consigna que radicaliza posiciones. La enorme fractura maniqueísta de la hora genera polos irreconciliables en lo filosófico, económico, político... Este clima es propicio para el caldo de cultivo de los gobiernos totalitarios, representantes tanto de una ideología como de la otra.

En ese contexto inmediato de Paraguay, cercado por el regional y global, es en el que respiran y buscan inspirarse - sin ahogarse-, con acentos de rebeldía, los poetas del 70. Estos escritores son, según Vallejos, "en su mayoría de extracción burguesa: clase media acomodada, que replantean la lucha social y política" (1996: 38). Asimismo, Vallejos y Suárez coinciden en señalar una corriente de doctrina católica que impregna, como uno de los núcleos semánticos, los textos de estos poetas. "La juventud no sólo denuncia, sino que anuncia el nuevo mundo que se viene" -cita Vallejos- es uno de los lemas de raigambre espiritual del que los poetas abrevan en su búsqueda de erguirse como porta-voces del reclamo, del germen de revolución, artística e intelectual en este caso.

YVYPORA, de JUAN BAUTISTA RIVAROLA MATTO, supone, junto con YO EL SUPREMO, la incursión en un subgénero narrativo que por aquel entonces define gran parte de la narrativa latinoamericana: el histórico. La regresión al pasado, en gran parte desmitificadora, sirve para explicar el momento presente. De ahí que en estas obras predomine la búsqueda de la identidad y que, con frecuencia, canalicen voces críticas -de otra manera amordazadas- con respecto a la realidad política del momento.

La dictadura propicia también, de modo no querido, el auge de un teatro independiente que, bajo esta modalidad, busca canales de expresión que burlen la censura. Merece la pena mencionar iniciativas como el TEATRO EXPERIMENTAL DE Asunción (TEA) de TITO JARA ROMAN; el TEATRO POPULAR DE Vanguardia (TPV) introductor de técnicas brechtianas, fundado por Oscar Wespel, Antonio Pecci, Rudy Torga, Erenia López, Humberto Gulino, Ramón Del Río y otros; y el TEATRO ESTUDIO LIBRE (TEL) de RUDY TORGA; LA FARÁNDULA, instalada en 1977 por HÉCTOR DE LOS RÍOS en la histórica estación de ferrocarril; el TEATRO CALLEJERO, con TERESA GONZÁLEZ MEYER, MIGUEL GÓMEZ y MONCHO AZUAGA. A estas iniciativas habría que añadir los grupos TIEMPOOVILLO, ENSAMBLE, LABORATORIO y ATY ÑEE.

Nombres como AGUSTÍN NÚÑEZ, RICARDO MIGLIORISI, MAURICIO SCHUVARTZMAN, GLORIA MUÑOZ, CARLOS CRISTALDO, EDDA DE LOS RÍOS, RAQUEL ROJAS, ANTONIO CARMONA y ALCIBIADES GONZÁLEZ DELVALLE renovaron la escena en momentos particularmente difíciles.

Mientras, la crítica y el ensayo encuentran representación en HUGO RODRÍGUEZ-ALCALÁ por medio de HISTORIA DE LA LITERATURA PARAGUAYA (1970) y NARRATIVA HISPANOAMERICANA (1973); también por medio de LA PALABRA Y LOS DÍAS (1970) e IMÁGENES DE UN TIEMPO EN FUGA (1971), crónicas y mosaicos costumbristas, de GERARDO HALLEY MORA; o de LA NARRATIVA LATINOAMERICANA (1970) y NARRATIVA PARAGUAYA Y LATINOAMERICANA (1976) de JUAN FELIPE BAZÁN.

De FERNANDO ALEGRÍA es LITERATURA Y REVOLUCIÓN (1970); y de JUAN BAUTISTA RIVAROLA MATTO, "LA LITERATURA PARAGUAYA DE HOY" (1971), en Tiempo de hoy.

Textos sobre folklore paraguayo encontramos en VISIÓN DE PATRIA (1972) de DARÍO GÓMEZ SERRATO.

Pertenecen también al género ensayístico o crítico BORRADORES DE ESTÉTICA (1973) de BACÓN DUARTE PRADO; LA IDEOLOGÍA DEL DOCTOR FRANCIA y «EL HORIZONTE IDEOLÓGICO EN YO EL SUPREMO», ambos de 1975, de ADRIANO IRALA BURGOS; LITERATURA PARAGUAYA DEL SIGLO XX (1976), ya en su tercera edición, de JOSEFINA PLA; LO HISTÓRICO Y LO ANTI-HISTÓRICO EN EL PARAGUAY (1976) de EPIFANIO MÉNDEZ FLEITAS; "LOS INTELECTUALES FRENTE A LA DICTADURA: LA REPRESIÓN CULTURAL EN EL PARAGUAY" (1978) de BAREIRO SAGUIER, en Nueva Sociedad, 35.

Asimismo, en esta década (1977) sale a la luz la revista ÑEMITY, cofundada por FELICIANO ACOSTA, NATALIA DE CANESE y TADEO ZARRATEA, con el lema "Hagamos del Paraguay un país verdaderamente bilingüe".

 

POESÍA

EMILIO PÉREZ CHAVES, citada por Suárez como el abanderado intelectual de los escritores del 70, señala que los poetas de esa década trabajan por "la redención del Paraguay a través de la militancia política y cultural" (Suárez, 2006: 97). Así, realizan su oficio en la búsqueda de una voz propia, original que traduzca a los símbolos del arte la complejidad acuciante de la realidad de su tiempo.

Las rutas de expresión de sus voces, sin contar aún los libros propiamente dichos, fueron propiciadas por los suplementos culturales de Abc Color y La Tribuna, así como por las revistas CRITERIO y FRENTE. También se da la segunda época de ALCOR, 1971, con la publicación de un solo número, ya en formato de libro.

A continuación, se discurrirá sintéticamente sobre algunos de los principales poetas y textos líricos de esta década.

RENÉ DÁVALOS. Poeta, narrador y ensayista, se caracteriza además por su rol de líder estudiantil y cultural. Producto de esa tarea es la revista CRITERIO, de la cual es cofundador. La misma se publica desde 1966 hasta 1977. Sus cortos años de vida le fueron suficientes para dejar una encendida estela de su paso: fallece a los pocos días de cumplir 23 años en un accidente automovilístico. Si bien los críticos le sitúan en esta promoción, lo cierto es que el libro de versos que deja publicado: BUSCAR LA REALIDAD, data de 1966. Además, se pueden mencionar sus contribuciones en verso, desperdigadas en numerosos suplementos y números de revista de esos años.

GUIDO RODRÍGUEZ ALCALÁ. Su tarea cultural abarca varios ámbitos de expresión: poesía, narración, ensayo histórico, periodismo, crítica e historia literaria. Su contribución lírica se inicia a partir de la década del 60 con la publicación de los poemarios ya mencionados, a los que ahora añade LABOR COTIDIANA (1979). Además, como es asiduo colaborador de la cultura, cuenta con otros poemas publicados en periódicos y revistas a lo largo de las décadas. Cabe mencionar su aporte a la crítica literaria mediante, entre otros, Literatura Del Paraguay (1980). Se destaca en el ámbito de la novela histórica, debido al rigor de sus estudios en esa área del saber que permea sus textos de ficción. Emilio Pérez Chaves es, para algunos historiadores de la literatura paraguaya, el vocero intelectual de esta generación. A su tarea de poeta, ensayista, narrador y crítico literario une su rol de docente universitario. Llega a ser codirector de la revista ÉPOCA y miembro del consejo directivo de CRITERIO. Es, además, jurado habitual de concursos literarios. Publica ensayos y narraciones en antologías y revistas literarias no sólo nacionales sino también internacionales. Publica en 1976 el libro de poemas EL FÉNIX DEL RECUERDO.

La poesía encuentra un ancho caudal de publicación en esta década. La mayoría de los volúmenes pertenece a poetas de otras promociones o generaciones:

*. ITINERARIO DE AMOR (1970) de JOSÉ ANTONIO BILBAO;

*. COPLAS (1970) de FRANCISCO PÉREZ-MARICEVICH;

*. del reconocido mentor de la Academia Universitaria de la Promoción del 50, P CÉSAR ALONSO DE LAS HERAS, son QUÉ CERCANO TU RECUERDO (1970), SILENCIO (1973), ROSARIO Y VÍA CRUCIS (1979);

*. LOS POROS DEL VIENTO (1970), ASTILLAS DE SOL (1971), PLAYA DEL SUR (1974) de RODRIGO DÍAZ-PÉREZ;

*. EL FUEGO (1970) de MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ;

*. ANTOLOGÍA DEL SILENCIO (1970) y METAL ES LA FRAGANCIA (1974), de SANTIAGO DIMAS ARANDA;

*. POEMAS (1970) de JUAN MANUEL MARCOS;

*. DESDE ABAJO ES EL VIENTO (1970), CLAREA EL FIRMAMENTO (1975), CHILE SERÁ VICTORIA (1976), todos de LUIS MARÍA MARTÍNEZ;

*. CASA PERDIDA (1971) de JACOBO RAUSKIN;

*. PALABRAS DE LOS DÍAS (1972) y EL CANTO DEL ALJIBE (1973), de HUGO RODRÍGUEZ ALCALÁ;

*. VIRAZÓN (1972), LA COSECHA DEL VIENTO NORTE (1974) y EL AMOR EN LA BRISA DEL SUR (1975), de ELSA WIEZELL;

*. MBOI YAGUÁ (1973), poemario en guaraní, de RAMIRO DOMÍNGUEZ;

*. EN UNA LEJANÍA (1973), y EN ESTE MEMORIAL (1975), de WILLIAM BAECKER.

Otras publicaciones líricas que se suceden son:

*. LUZ NEGRA (1975), en el que JOSEFINA PLA aborda con clara cualidad lírica la crisis y la búsqueda;

*. DESTIERRO Y ATARDECER (1975), de ELVIO ROMERO;

*. ANTOLOGÍA MÍNIMA (1975), GUARANIA DEL DESVELADO [1954-19791 (1979) de CARLOS VILLAGRA MARSAL;

*. 27 SILENCIOS (1975) de AUGUSTO CASOLA;

*. LOS MORADORES DEL VÓRTICE (1976) de YULA RIQUELME DE MOLINAS;

*. POEMAS (1977) de ÓSCAR FERREIRO;

*. LA TIERRA SIN MALES (1977), poesía social de RAQUEL CHAVES;

*. MÁS POESÍA (1977) de JORGE CANESE;

*. RECOPILACIÓN (1977), POEMAS (1978) y OTROS POEMAS Y UNA ELEGÍA (1979) de JOSÉ MARÍA GÓMEZ SANJURJO;

*. A LA VÍBORA DE LA MAR (1977) de RUBÉN BAREIRO SAGUIER;

*. DEL TIEMPO GRIS Y LOS FUEGOS (1977) y LOS OTOÑOS (1978) de MIGUEL ÁNGEL CABALLERO FIGÚN;

*. VIVIR ES DECIR (1977), por medio del cual DORA GÓMEZ BUENO ahonda la temática amatoria que caracteriza su producción lírica;

*. Memoria Del Tiempo (1977) de JUAN ANDRÉS CARDOZO;

*. ASÍ ES MI NOCHEBUENA (1978), de JOSÉ LUIS APPLEYARD;

*. PIOLÍN (1979) de GLADYS CARMAGNOLA; y

*. EL TIEMPO, ESE CÍRCULO (1979) de ESTEBAN CABAÑAS.

 

NARRACIÓN

En esta década se publican algunas de las narraciones más decisivas de la literatura paraguaya, tanto por su calidad expresiva como por su riqueza conceptual. Esto sucede en consonancia con el cenit de la narración en las letras hispanoamericanas: el centro de la escena lo ocupan los textos de escritores de mucho oficio como Vargas Llosa, García Márquez, Asturias, Roa Bastos, Fuentes, y otros también notables; al seguir la senda rica ya trazada por Rulfo, Borges, Cortázar, Carpentier, Bioy Casares, Onetti, etc., que los precedieron en la reinvención del arte de narrar.

 

LINCOLN SILVA aporta a la narrativa sus novelas, señaladas por Méndez-Faith como textos innovadores en lo técnico, REBELIÓN DESPUÉS y GENERAL GENERAL, de 1970 y 1975, respectivamente. Ambas abordan los problemas sociales y políticos del Paraguay, en particular el rol del gobierno despótico de Stroessner que representa la dictadura más larga de Latinoamérica (1954-1989). La sátira y el humor se alían en ambos textos. Asimismo, su rol en el ámbito del periodismo también es relevante.

Novelas publicadas en esta década, pero pertenecientes a autores de diferentes promociones o generaciones son las que siguen. De 1970 es YVYPÓRA de JUAN BAUTISTA RIVAROLA MATTO, desmitificadora, en su intento de objetividad, de la versión idílica de la Guerra de la Triple Alianza.

De 1971, la novela de tema nativista EL MANGAL, de NOEMÍ NAGY.

En 1973, JESÚS RUIZ NESTOSA publica LAS MUSARAÑAS; más tarde "HUIDA", cuento distinguido con el Premio Hispanidad (1974), y entrando en la siguiente década EL CONTADOR DE CUENTOS (1980).

En 1974, JORGE RITTER publica LA TIERRA ARDÍA, mientras que JUAN FELIPE BAZÁN, el volumen de cuentos LA IMAGEN INVISIBLE DE UNA VISITA (1974) y más tarde la novela EL VALLE DE LAS TORMENTAS (1975).

Mención aparte merece una novela extraordinaria publicada en 1974: YO EL SUPREMO, de AUGUSTO ROA BASTOS. Si la síntesis de una novela es improbable; la síntesis de una novela inagotable como ésta, imposible. En primer lugar, porque se la considera una novela total, novela de novelas, por su propósito fundado en una ejecución exquisita de encerrar el universo en el ámbito de sus páginas. Por eso, se la compara a otras novelas de ambiciosa secuencia y largo alcance: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha de Cervantes, Cien años de soledad de García Márquez, Ulises de Joyce. También a uno de los cuentos absolutos de Borges: "El aleph".

Además, esta novela representa una de las cimas del ejercicio de la metaficción: dentro del marco del texto de ficción se reflexiona, analiza y teoriza sobre la naturaleza, el propósito y la misión de la ficción misma, de la literatura. Roa señala que en la irrealidad del signo lingüístico se cuenta la realidad del mundo, en un ejercicio no sólo literario sino también filosófico, en el cual se intenta contar la "verdad" de la realidad por su reverso: la ficción.

La aventura de la lectura se configura por la propia aventura de la escritura: la figura del narrador -y no la del Supremo- destruye y recrea el mundo de lo narrado, por medio de la torsión extrema del lenguaje y el sentido del relato.

Es apreciable una riqueza y complejidad en los tres niveles de la narración: sintáctico, semántico y pragmático. En lo sintáctico, porque se cuenta la historia por procedimientos barrocos, desde la propia enunciación de las frases, de la cadena lingüística del texto, hasta la estructura compleja de todo el relato. En lo semántico, por el ejercicio a través del cual se intenta extraer todo el sentido posible de los vocablos, de las frases, muchas veces originando interpretaciones originales, nuevas, contradictorias. En lo pragmático, por el desafío que se propone al lector, quien debe realizar un trabajo hermenéutico, de búsqueda e interpretación del sentido (o sentidos) del texto.

Este ejercicio requiere trabajo consciente y arduo de parte del lector, por, como queda dicho, la complejidad de la lengua, por la estructura inestable, por la pluralidad de voces. La propia novela semeja un palimpsesto: texto sobre el cual se escribe otro texto, u otros textos, borrando el texto anterior (aunque no totalmente); así se construye un texto de muchas capas, de múltiples significaciones. Esto se pone en evidencia por medio de un narrador ubicuo, que cuenta la historia desde distintas perspectivas, que la escribe por medio de numerosas manos.

Estas numerosas perspectivas, representadas por distintos puños y letras que redactan un manuscrito laberíntico y organizado por el narrador, construyen una auténtica novela polifónica. También, representan la negación de la verdad oficial, del poder absoluto, ya que algunas voces se erigen contra el discurso o la interpretación de Francia, el Tirano.

Así, se da cabida a los núcleos temáticos del relativismo, del perspectivismo. Se destruye el marco de referencia, de interpretación unívoca y se reconstruye (o deconstruye) un discurso que pone la verdad oficial en sospecha.

Por último, si bien es una novela histórica o novela de dictador, el tratamiento y resolución del problema no son semejantes a los propuestos habitualmente por este subgénero; por ejemplo, en El Señor Presidente de Asturias, El recurso del método de Carpentier, El otoño del patriarca de García Márquez o La Fiesta del Chivo de Vargas Llosa. En estas novelas se presenta al Presidente, Dictador o Tirano como una entidad, ya mítica, ya histórica, que encarna el mal y descarría. En la novela roabastiana el Supremo aparece como un personaje que no es todo luz ni tampoco completa sombra: es gris, problemático, complejo; y, por tanto, resiste sinnúmero de lecturas entre los extremos de la idealización y el rechazo.

Otras novelas de la década son ANDRESA ESCOBAR de ANA IRIS CHAVES DE FERREIRO, y LOS HEREDEROS de CASACCIA, ambas publicadas en 1975. Con esta última, el autor de LA BABOSA, LA LLAGA y LOS EXILIADOS retorna a Areguá para hacer habitar en ella a los herederos decadentes de los Huerta y los Villalba Bogado. La villa a orillas del lago aparece nuevamente configurada como isla carcelaria o tumba en la que urdir revoluciones inconsistentes y en la que sucumbir ante la sospecha de un incesto, símbolo de endogamia, que desmiente el esplendor de la época de los gobiernos liberales. Nuevamente, Casaccia configura con maestría el espacio narrativo (la villa de Areguá misma, el espacio doméstico), en conjunción con núcleos temáticos propios del psicoanálisis y del existencialismo.

Salen también a la luz los siguientes volúmenes de cuentos, valorados por la crítica, tanto nacional e internacional: LOS MONÓLOGOS, de APPLEYARD, y CUENTOS Y ANTICUENTOS, de MARIO HALLEY MORA, ambos publicados en 1971; OJO POR DIENTE, Premio Casa de las Américas, de BAREIRO SAGUIER, y ROGELIO: CUENTOS Y RECUERDOS, de NOEMÍ NAGY, ambos publicados en 1972; y CUENTOS Y MICROCUENTOS, de MARIO HALLEY MORA, en 1976.

APPLEYARD demuestra con sus cuentos que no sólo ejerce un dominio de la construcción poética, sino también del tejido de las narraciones; BAREIRO SAGUIER insufla en sus relatos su sapiencia en el territorio de la teoría y la crítica literaria, en las cuales es consumado maestro; Pla apunta que los relatos del volumen de Nagy están "aureolados de nostálgica, fina poesía" (1976:42); inventiva, humor y destreza de construcción lucen en los cuentos, microcuentos y anticuentos de Halley Mora.

 

TEATRO

Es frecuente que se sucedan, con respecto a esta década, las reflexiones de críticos e historiadores literarios que dan cuenta del atraso del teatro, frente a la presencia cada vez más frecuente de poemas de autores paraguayos en antologías internacionales y, sobre todo, frente a la lectura y el estudio de textos narrativos de esta década en distintos puntos del globo. Pla, quien es una de las más reconocidas estudiosas de la escena paraguaya, señala, ya en la segunda mitad de la década estudiada, que el teatro sigue caminando en la "etapa del consumo interno". Asevera, asimismo, que se asiste a la espera de la "obra de nivel internacional" que quiebre los límites de la mediterraneidad cultural en el arte de la escena (1976: 64).

Vallejos enfoca este tema desde una perspectiva distinta: "En realidad fuera más exacto decir que lo que esperan las obras de nivel internacional es su difusión extrafronteras. Hombres como RUDI TORGA, RAQUEL ROJAS, ATONIO PECCI, TONI CARMONA, MONCHO AZUAGA, JUAN BAUTISTA RIVAROLA MATTO, JOSÉ LUIS ARDISSONE y EDDA DE LOS RÍOS han dado un formidable impulso al teatro desde la década del 70, adquiriendo incluso presencia regional" (1996: 63).

En todo caso, es preciso señalar que los representantes de esta generación (PÉREZ CHAVES, VERA, GUIDO RODRÍGUEZ ALCALÁ...) no publican ni estrenan obras teatrales durante esos años, porque construyen textos de otros géneros. Por eso, se debe recurrir a publicaciones o estrenos de escritores que pertenecen a otras décadas pero publican en ésta, para historiar la producción del momento. Así, se registran nombres relevantes de la escena paraguaya, que se hacen presentes en esta década:

MARIO HALLEY MORA, en 1970, presenta INTERROGANTE (Vallejos data en este año esta pieza, mientras que Pla lo ubica en 1968) y UN ROSTRO PARA ANA. Halley Mora, después de haberse iniciado en un teatro ligero y popular, da un golpe de timón hacia una dramaturgia más seria, sustentada en la creación de personajes genuinos, portadores de una voz creíble, por medio de la cual articulan diálogos de calidad poética y resonancia social. La cualidad principal de la voz de sus personajes es la síntesis: delineamiento de ideas, ideologías e identidades de amplio sentido por medio de un decir medido, breve, en muchas ocasiones casi lacónico. En su teatro ocupan lugar de privilegio el ingenio, la ironía, la calidez humana, la cercanía al destino de los sufrientes. Por todas estas características, no es difícil percibir resonancias del arte de Correa en el suyo. Además, se torna junto a Plá, con el correr del tiempo y sus contribuciones en el género, en el autor más prolífico de la dramaturgia paraguaya.

De 1972 es EL GRITO DEL LUISÓN de ALCIBÍADES GONZÁLEZ DELVALLE, pieza dramática reconocida por varios críticos como una de las más notables dentro del marco de su temática costumbrista y social. En ella se representa, como apunta Pérez-Maricevich, la naturaleza real del cautiverio del campesinado: el relativismo moral, la superstición, la ignorancia y el miedo (Vallejos, 1996: 61). Del mismo autor, en ese mismo año además, es HAY TIEMPO PARA LLORAR.

También de 1972 es la publicación de PRELUDIO, escrita por MARIELA DE ADLER. De ese mismo año es LA ENCRUCIJADA DEL ESPÍRITU SANTO de JOSÉ MARÍA RIVAROLA MATTO. La crítica, en referencia a su obra en general y a ésta en particular, valora la capacidad de RIVAROLA MATTO como analista y dilucidador de la cultura e identidad del paraguayo y, además, del ser humano de su tiempo (Vallejos, 1996:59). Se valora además su manejo del humor, que destensa las escenas más dramáticas, con lo que posibilita una vivencia catártica del hecho teatral. Esta obra en particular aborda el tema de las misiones o reducciones jesuíticas.

Además, publican o estrenan en esta década con recepción crítica favorable NÉSTOR ROMERO VALDOVINOS, quien presenta LA TORTA y MBOCAYÁ HA'EÑO, ambas de 1972 (esta última pieza representa una de las obras teatrales de mayor éxito en la historia de Paraguay); y MONCHO AZUAGA, quien se hace presente en la escena con Y NO SÓLO ES CUESTIÓN DE MARIPOSAS, y EN MOSCAS CERRADAS, ambas de 1976.

En 1973 se presenta el montaje teatral LÓPEZ, de JUAN MANUEL MARCOS. Mientras que Edda De Los Ríos estrena ¿QUÉ HACEMOS ESTA NOCHE? (Mención Especial de la Crítica, 1975) y ESTA NOCHE NOS QUEDAMOS EN CASA (Premio Diario Hoy, 1977).

Merecen particular atención dos obras de teatro en verso: CANTATA HEROICA A PEDRO JUAN CAVALLERO y FANTASÍA CORAL, ambas de 1976, pertenecientes al poeta, ensayista y dramaturgo RAMIRO DOMÍNGUEZ.

Por último, mencionemos la prolífica carrera durante la década de CRÍSPULO MELGAREJO. Se hace presente con las siguientes obras de su autoría: OÚMA LA DÓLAR (1977), LOS COMPADRES NUEVA YORGUI (1978) y LOS COMPADRES DETECTIVES (1978). En co-autoría con NENECO NORTON firma El Gringo De La Loma (1968) y ESCUELA PYJHARÉ (1972). Junto a MARIO HALLEY MORA da a conocer EYÚ LUNE.. (1976), OCA UVA APARTE (1976) y DIVORCIO A LO PARAGUAY (1977).

 

Fuente:

HISTORIA DE LA CULTURA PARAGUAYA – 2ª PARTE

FRANCISCO PÉREZ-MARICEVICH , IGNACIO ROLDÁN MARTÍNEZ ,

RODRIGO COLMÁN LLANO , CARLOS SOSA RABITO y AMALIA RUIZ DIAZ

COLECCIÓN : LA GRAN HISTORIA DEL PARAGUAY, 17

© Editorial El Lector

Director Editorial: Pablo León Burián

Coordinador Editorial: Bernardo Neri Farina

Director de la Colección: Herib Caballero Campos

Diseño de portada: Celeste Prieto

Diseño Gráfico: César Peralta G.

Corrección: Nidia Campos

Portada: Gabinete de Pintura de Héctor Daponte.

Colección del Ateneo Paraguayo.

Fotografías de los Autores.

El Lector I: 25 de Mayo y Antequera. Tel. 491 966

El Lector II: San Martín c/ Austria. Tel. 610 639 - 614 258/9

www.ellector.com.py

Esta edición consta de 15 mil ejemplares

Asunción – Paraguay (162 páginas)

 

 

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