LA GUERRA CIVIL DEL CENTENARIO 1911-1912
Por ANA BARRETO VALINOTTI
COLECCI脫N GUERRAS Y VIOLENCIA POL脥TICA EN EL PARAGUAY
N脷MERO 9
漏 El Lector (de esta edici贸n)
Director Editorial: Pablo Le贸n Buri谩n
Coordinador Editorial: Bernardo Neri Farina
Director de la Colecci贸n: Herib Caballero Campos
Dise帽o de Tapa y Diagramaci贸n: Jorge Miranda Estigarribia
Correcci贸n: Rodolfo Insaurralde
I.S.B.N. 978-99953-1-337-1
Hecho el dep贸sito que marca la Ley 1328/98
Esta edici贸n consta de 15 mil ejemplares
Asunci贸n 鈥 Paraguay
Febrero 2013聽(106 p谩ginas)
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CONTENIDO
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Pr贸logo
Introducci贸n
Cap铆tulo I
Bajo los nubarrones de una Guerra Civil: Aproximaciones a un contexto pol铆tico y social
Disputas entre facciones pol铆ticas liberales
La tensi贸n en el R铆o de la Plata
Poderoso caballero es Don Dinero: Inversi贸n y capitales en el Paraguay
Grandes Empresas, grandes intereses
Cuesti贸n Financiera
Los Negocios del Ferrocarril
El hecho inmediato: La revoluci贸n de 1908
El golpe del 2 de Julio
El alto precio del orden
Fort铆n Galp贸n
La rebeli贸n colorada de septiembre
Cap铆tulo II
Ca帽ones para un Centenario de Duelo
Manuel Gondra presidente
Sismo jarista
Potestad para reclutar
Insurgencia Radical Gondrista: Villa del Rosario, Bonete y Ca鈥檌 Puente
La muerte de Adolfo Riquelme
Centenario de la Independencia
Gobernando sin apoyo pol铆tico
La intriga de El Diario: el affaire Panisi, o la gota que colm贸 el vaso con agua
Cap铆tulo III
Ambiciones personales, desorden partidario y anarqu铆a reinante. Gobierno de Liberato Rojas
El inicio de la anarqu铆a pol铆tica: el golpe de noviembre
Malversaci贸n del erario p煤blico y esc谩ndalo sobre bonos soberanos
Tejiendo precarias lealtades..
Golpe de Estado del 15 al 17 de enero
"El problema de las cartas en茅rgicas"
Una tercera fuerza revolucionaria: El regreso de Jara
Un sue帽o largamente acariciado: el retorno de los colorados al poder
Cap铆tulo IV
El final de la Guerra Civil
Lo primero: recuperar Asunci贸n a cualquier precio
Un gobierno de facto
De Villarrica al Tebicuary
La batalla de Paraguar铆
La muerte de Jara
Conclusi贸n
Cronolog铆a
Bibliograf铆a
Anexos
La Autora
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PR脫LOGO
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聽聽聽聽聽聽聽聽 LA GUERRA CIVIL DEL CENTENARIO,聽es un aporte historiogr谩fico que permitir谩 al lector, comprender uno de los procesos an谩rquicos m谩s violentos de inicios del pasado siglo en el Paraguay. El proceso hist贸rico ha sido uno de los m谩s inestables, pues en un lapso de dos a帽os hubo 6 gobiernos, provocando una inseguridad tal en todo el territorio paraguayo, que algunos testigos recordaron que dicha situaci贸n lleg贸 a ser similar a la vivida durante la etapa final de la Guerra contra la Triple Alianza.
聽聽聽聽聽聽聽聽 La inestabilidad pol铆tica que estall贸 en enero de 1911, solo se pueden comprender en los acontecimientos acaecidos con anterioridad a ese a帽o, de esa forma la autora comienza por explicar lo acontecido en el pa铆s a partir de la destituci贸n del presidente Benigno Ferreira y la represi贸n desatada durante los a帽os siguientes.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El texto aporta los elementos suficientes para poder entender como los factores econ贸micos fueron sumamente significativos para el estallido de los procesos que desembocar铆a en casi un a帽o de eventos violentos en que perdieron la vida importantes figuras pol铆ticas de la 茅poca. En ese sentido cabe se帽alar que el coronel Albino Jara fue el 煤nico jefe de estado paraguayo que perdi贸 la vida tr谩gicamente en el campo de batalla durante una confrontaci贸n armada interna.
聽聽聽聽聽聽聽聽 La autora a trav茅s del uso de fuentes primarias y secundarias va construyendo un relato en el que se pueden observar las tensiones, los ardides y la violencia utilizada por los miembros de la elite pol铆tica de la 茅poca para lograr sus objetivos, sin que las garant铆as constitucionales sean respetadas. As铆 mismo presenta como los pa铆ses de la regi贸n influenciaban en el conflicto interno ya sea a trav茅s de sus representantes diplom谩ticos garantizando una tregua o bien permitiendo que armamentos, barcos artillados puedan pasar por su territorio con el fin de proveer de elementos b茅licos a uno de los bandos en disputa.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Este libro se constituye en un aporte de relevancia a la COLECCI脫N GUERRAS Y VIOLENCIA POL脥TICA EN EL PARAGUAY, pues el mismo logra explicar de forma breve y concisa un proceso complejo que tuvo diversas aristas y que provoc贸 muerte y dolor en miles de hogares paraguayos.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 Herib Caballero Campos
聽聽聽聽聽聽聽聽 Febrero de 2013
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INTRODUCCI脫N
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聽聽聽聽聽聽聽聽 Quiz谩s nunca olvidar茅, lo que muy a prop贸sito en este momento recuerdo, el consejo de cierto profesor universitario sobre la 茅poca que tom茅 para escribir mi tesis. "Barreto, 驴Por qu茅 el siglo XX? Tome la 茅poca colonial, y retroceda, mientras m谩s lejano el tiempo la sociedad es m谩s peque帽a, m谩s entendible, m谩s asible, pocos actores, poca influencias externas". Bien, debo decir que hasta hoy no le he hecho caso, pero recuerdo pr谩cticamente todos los d铆as, la esencia de su recomendaci贸n.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Este peque帽o trabajo es uno de esos que merecen no s贸lo gigantes esfuerzos de comprensi贸n, sino paciencia y experiencia para ir reconstruy茅ndolo. No decimos con ello que pese a nuestro esfuerzo hemos logrado poder agarrar al hecho: entenderlo, explicarlo pero, -creemos- hemos hecho el ejercicio de poder acercar a quien lo lea el complicado mundo de la pol铆tica, la econom铆a y la sociedad paraguaya del siglo XX.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Siguiendo la l贸gica de este consejo, es explicable que sobre otras 茅pocas hist贸ricas del Paraguay exista mucha bibliograf铆a de an谩lisis, pero 茅sta, el siglo XX a veces se llena de sombras. Es que esas sombras a veces son oposici贸n pol铆tica, a veces son ideas del anarquismo, a veces son pasiones personales, a veces son corporaciones bancarias, a veces son nucleaciones industriales, a veces son lealtades partidarias, a veces son formas de ense帽anza, a veces son el peso de una historia mal contada, a veces realmente pueden ser tantas cosas.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En medio de estas oscuridades hist贸ricas, dif铆ciles de disipar, hemos intentado al menos encender l谩mparas y en algunos casos, dejar mechas y aceite.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Dentro de estas hojas, no hay letras de alegr铆as ni de hero铆smo, no es posible encontrar patriotas. Son cap铆tulos muy dolorosos de la historia, y a veces creo que entiendo (pero no justifico) que esas hojas te帽idas de venganza, odio y traiciones haya sido dada la vuelta como pretendiendo que nunca pas贸. Aunque la Guerra Civil tenga el c贸digo de vencimiento en una fecha concretamente, con la muerte de alguien, espec铆ficamente, 驴Qu茅 seguridad tenemos de que no haya dejado una marca en la sociedad paraguaya, en las mentalidades, en la memoria, como una cicatriz vieja y profunda que se esconde?
聽聽聽聽聽聽聽聽 Quisiera agradecer a la historiadora Milda Rivarola, ya que cuando le cont茅 el tema que deb铆a investigar, me ha cedido amable y desinteresadamente, parte del archivo in茅dito sobre Paraguay que a帽os atr谩s la ocupara transcribiendo y analizando correspondencias diplom谩ticas en el Quaid'Orsay. Esa experiencia como investigadores, acabamos de descubrirla con el uso de este archivo: El encanto de la correspondencia consular, como contraste a la percepci贸n de los paraguayos sobre su propio destino.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Las cartas de quien fuera el representante de Francia en el Paraguay, Monsieur B茅lin, dirigidas a los ministros St茅phen Pichon (25/10/06 al 02/03/11), Jean Cruppi (02/03/11 al 27/06/11), Justin de Selves (27/06/11 al 09/01/12) y Raymond Poincar茅 (14/01/12 al 22/01/13), se encuentran a lo largo de todo el texto, se帽aladas por la fecha enviada, utilizando la abreviatura MAE para el Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Existen pocos historiadores paraguayos que usan en sus an谩lisis este tipo de fuentes, de hecho Rivarola es alguien que se ha especializado en el archivo diplom谩tico franc茅s. Con respecto a 茅sta 茅poca, Juan Carlos Herken ha utilizado correspondencia brit谩nica, Liliana Brezzo correspondencia argentina y Francisco Doratioto correspondencia brasile帽a. A 茅stos tres autores se deben todas las citas sobre embajadas o legaciones y sus representantes en este trabajo.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Si bien contamos con valiosa bibliograf铆a contempor谩nea al hecho, es decir, las que se escribieron en el candor de los sucesos, muy pocos historiadores tienen la tradici贸n de incluir en sus investigaciones necesarios hilos conductores de la econom铆a que nos llevan a veces entender mejor el significado de las lealtades, proximidades, justificaciones al hecho, etc. Para 茅ste periodo han sido sumamente importantes los trabajos de Herken y de Doratioto ya que ambos, cuyos datos de investigaci贸n se citan en 茅ste trabajo, han buscado entender las conexiones entre revoluciones, empresas, bancos y ferrocarriles.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Con el fin de precisar terminolog铆a, hago la observaci贸n de que hemos nombrado como Guerra Civil a un periodo de varias revoluciones, insurgencias, cuartelazos y asonadas, llevadas a cabo, si bien la mayor铆a de las veces por miembros de un mismo partido pol铆tico pero con facciones, de una trayectoria a veces hist贸ricamente opuestas.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Finalmente, quiero agradecer a colegas y amigos que de la manera m谩s amable me han cedido documentos, o conversaciones sobre particularidades de estos a帽os. A Andr茅s Bartrina le debo una ayuda en el trabajo en la Biblioteca Nacional con peri贸dicos y revistas de la 茅poca. A Claudio Fuentes Armadans la apertura de su archivo familiar vinculado a personas que vivieron de manera activa la Guerra del Centenario.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Para el director de la Colecci贸n, Dr. H茅rib Caballero Campos, tengo un agradecimiento muy especial. Historia Pol铆tica no es mi especialidad, pero 茅l ha confiado en que estos hechos sea capaz de armarlos, narrarlos y explicarlos.聽
聽聽聽聽聽聽聽聽 Estas l铆neas finales, en realidad, todo este trabajo va dedicado a la memoria de mi querido abuelo Gabino "Bebo" Valinotti, quien ha fallecido recientemente y con quien, por el hecho de haber sido militar, hemos conversado tantas veces mientras buscaba informaci贸n para este trabajo, sobre c贸mo funcionaba una Vickers, sobre la herida que pod铆a causar un m谩user o, participante de revoluciones como fue, el sentir y obrar de un oficial en combate. Te llevo en el alma, abuelo.
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CAP脥TULO I
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BAJO LOS NUBARRONES DE UNA GUERRA CIVIL:
APROXIMACIONES A UN CONTEXTO POL脥TICO Y SOCIAL
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聽聽聽聽聽聽聽聽 El periodo al que hemos llamado la "Guerra Civil del Centenario" empez贸 a finales de 1910 en Asunci贸n y termin贸 en mayo de 1912 en Paraguar铆, y abarc贸 casi toda la extensi贸n poblada del pa铆s. En apenas 18 meses, se sucedieron seis gobiernos diferentes, por ello es necesario buscar en algunos ejes, retrotray茅ndonos en el tiempo, algunas pistas que ayuden a explicar c贸mo pudieron llevarse a cabo m谩s all谩 del color partidario, sangrientas luchas fratricidas.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 DISPUTAS ENTRE FACCIONES POL脥TICAS
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聽聽聽聽聽聽聽聽 El Partido Colorado y el Partido Liberal surgieron en el Paraguay de la posguerra contra la Triple Alianza, ambos en 1887. Nunca antes en la historia existieron partidos propiamente dichos, aunque s铆, partidarios de l铆deres.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En los primeros a帽os de haber concluido la "Guerra Grande", empezaron para estos l铆deres o caudillos, las pujas por ganar la presidencia y convertirse en gobierno, estas pujas no siempre llevaban a maneras honestas de conseguirlo, el Paraguay independiente hasta entonces solo conoc铆a la experiencia de gobiernos autoritarios donde la oposici贸n nucleada no exist铆a, y la oposici贸n personal, se pagaba con c谩rcel, destierro o muerte.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Estas pujas estaban lideradas por caudillos pol铆ticos que atra铆an sobre s铆 a sus leales de varios y diversos motivos, uno de ellos, no el m谩s importante ciertamente, pero s铆 interesante, era el motivo hist贸rico.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En quienes se afiliaban al Partido Colorado se percib铆a una tendencia mayoritaria, no generalizada, a un sentir nacional, y a una pertenencia popular. Era tambi茅n una caracter铆stica en 茅sta nucleaci贸n que de tener una graduaci贸n militar, era por haber servido al ej茅rcito paraguayo de L贸pez.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Los que abrazaron a m谩s abiertamente a las ideas liberales eran quienes hab铆an vivido fuera del Paraguay antes de la guerra, o si de haberla terminado siendo muy joven, eran enviados a estudiar al extranjero. Era mayor铆a la pertenencia a este partido, hombres que no simpatizaban con formas autoritarias de gobierno, no defend铆an a Francisco Solano L贸pez como conductor, ni a帽oraban la 茅poca anterior con nostalgia.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Por supuesto que estas caracter铆sticas no agotan ni mucho menos las diferencias, pero con el tiempo ser铆an fundamentales para reconocer claramente tendencias pol铆ticas.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Ambos partidos disputaron toda la d茅cada del 70, de los 80 y de los 90 del siglo XIX el gobierno, respondiendo a cualquiera de los poderes del Estado. Hacia finales del siglo XIX se crearon las condiciones de entablar un di谩logo acerca de las posibilidades que ofrec铆an alianzas partidarias en determinados momentos pol铆ticos. Es decir, de ser enemigos ac茅rrimos, pasar a conformar una asociaci贸n ef铆mera. Esto motiv贸 un quiebre, especialmente en el Partido Liberal: pasaba ello por las formas de entender los mecanismos de acceso al poder y la posible negociaci贸n con liderazgos contrarios. No es un dato menor, la edad de quienes se nuclearon en una u otra facci贸n.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El Partido Colorado tambi茅n tuvo sus escisiones pero no viene al caso analizarlas, ya que el periodo que leeremos, los enfrentamientos y las pujas de poder se dar谩n en el seno del Partido Liberal. As铆 nacieron los liberales "c铆vicos", partidarios de alianzas y de antiguos afiliados, y los "radicales", j贸venes por lo general, reacios a cualquier tipo de coaliciones.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Con el tiempo, las facciones ir铆an reagrup谩ndose constantemente en diversas situaciones, pero s铆 se har铆a tradici贸n la pertenencia a una. Por ejemplo, en un momento dado de la historia era f谩cil identificar a los c铆vicos pues eran marcadamente "antilopistas", respond铆an a intereses olig谩rquicos, y mostraban "argentinistas".
聽聽聽聽聽聽聽聽 As铆 eran las diferencias, a grandes rasgos, cuando el poder le sorprende por primera vez al Partido Liberal ya dividido con la revoluci贸n de 1904 en la que ambas facciones concertaron una uni贸n pol铆tica. En 1905 un Presidente c铆vico, Juan B. Gaona, es destituido y asume la Presidencia un radical, el Dr. Cecilio B谩ez. El cambio gener贸 tanto malestar, que en 1906 eligieron, unidos, a un c铆vico, el Gral. Benigno Ferreira.
聽聽聽聽聽聽聽聽 La incomodidad no tardar铆a en empezar, pese a que Ferreira moviliz贸 la econom铆a en un momento bastante delicado, mostr贸 como suyas obras de progreso y se esmer贸 en mejorar la pol铆tica exterior paraguaya; se preocup贸 en instruir militares de forma acad茅mica y de hacer navegables r铆os internos. Pese a ello, su figura "oligarca" o "elitista" molestaba a ciertos grupos radicales que lo ve铆an "desligado" del pueblo.
聽聽聽聽聽聽聽聽 La ca铆da del general Benigno Ferreira fue el momento desde cuando se puede empezar a comprender a qu茅 respondieron esos malestares cuando asum铆a el gobierno un grupo partidariamente igual, pero faccionariamente diferente.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 LA TENSI脫N EN EL RIO DE LA PLATA
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聽聽聽聽聽聽聽聽 "La rivalidad argentino-brasile帽a es en realidad la mejor garant铆a de independencia del Paraguay,"
聽聽聽聽聽聽聽聽 Jos茅 Segundo Decoud.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 Las relaciones entre Brasil y Argentina no solo fueron tensas a finales del siglo XIX; ni en 1908 como veremos m谩s adelante. Antes de ser estados independientes, cuando peleaban las soberan铆as a dos distintas coronas ya enfrentaron problemas que simplemente fueron agrav谩ndose.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Toda la vida pol铆tica paraguaya desde la posguerra debe ser entendida siguiendo esas rivalidades vecinas.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Pero en el tema que nos ocupa, 1908 es un a帽o interesante. Con un buen panorama de finanzas p煤blicas, el presidente brasile帽o Francisco Rodrigues Alves (1902-1906) inici贸 hacia 1904 una reestructuraci贸n de las fuerzas armadas que inclu铆a una moderna escuela militar, una f谩brica de p贸lvora y la instalaci贸n de un arsenal. Adem谩s consigui贸 que se aprueben los fondos con los cuales el Brasil renovar铆a su flota de guerra.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El Brasil pretend铆a modernizar sus barcos en vista a que pa铆ses como Argentina o Chile pose铆an nav铆os m谩s modernos y en mayor cantidad. Por su parte, Argentina entend铆a que un vecino poderoso y en franca carrera armamentista pod铆a constituirse en un peligro -sobre todo por un indisimulado car谩cter imperialista-, as铆 que se lanz贸 al mismo plan: la renovaci贸n de las fuerzas armadas.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Seg煤n Francisco Doratioto, cada canciller ten铆a su versi贸n de los hechos. R铆o Branco sent铆a que deb铆an tener una flota importante para prevenir "insultos", pero que tampoco ayudaba el hecho que cada vez que se iba a comprar armamento, los peri贸dicos brasile帽os le otorgaban mucha prensa lo que hac铆a que en el exterior se vea como una carrera sin fin "y hasta los dientes". Estanislao Zeballos, canciller argentino, opinaba que Brasil buscaba aislar a la Argentina, y que parte de la carrera armamentista era la pol铆tica de levantar construcciones militares en zonas fronterizas. Las rivalidades no solo se fundaban en la compra de armas, sino tambi茅n en los apoyos que pod铆an prestar los dem谩s vecinos y sus gobiernos. O bien, los intereses comerciales para inversi贸n a futuro. Brasil hab铆a sido el protector econ贸mico del Paraguay ya que Bernardino Caballero, Patricio Escobar y Juan A. Escurra le eran socios leales. Pero desde 1904 el panorama de lealtades giraba peligrosamente hacia el otro extremo. Argentina no solamente pasaba a ser proveedora sino pod铆a asegurar la estabilidad a los grandes inversionistas de capital argentino en el Paraguay.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Brasil tem铆a al monopolio argentino. Su historia propia hab铆a empezado en el tiempo de la ocupaci贸n militar luego de la Guerra Grande y permaneci贸 firme a los gobiernos entre otras cosas por la cercan铆a en auxilios que significaba el puerto de Corumb谩. A eso deber铆a agregarse la amistad centenaria, idioma y costumbres en com煤n con Argentina ya que form谩bamos parte de un mismo imperio.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Existe un muy buen ejemplo sobre lo delicada que se pod铆an poner las cosas entre ambos pa铆ses. En abril de 1908 viajaron a R铆o de Janeiro, Cecilio B谩ez e Higinio Arbo con la misi贸n de retribuir la visita del nav铆o TIRADENTES en la asunci贸n del Gral. Benigno Ferreira como Presidente de la Rep煤blica. Sin embargo en Asunci贸n se especulaba que la verdadera raz贸n era manifestar el sentido de amistad con el Brasil y desmentir que Ferreira actuaba como un gobernador argentino. Los periodistas brasile帽os insistieron mucho al canciller si de verdad no hab铆a "otro" motivo para la visita a R铆o; B谩ez respondi贸 que no. En otro momento, Arbo dijo que era una l谩stima que el Paraguay no estuviera ligado con el Brasil a trav茅s de una l铆nea f茅rrea. La visita fue criticada desde ciertas posiciones de la prensa como una estrategia del gobierno argentino para apaciguar 谩nimos. Cuando en otro momento B谩ez fue a Buenos Aires tuvo que dar cientos de explicaciones sobre su visita a R铆o y que la "amistad" con la Argentina no cambiaba en nada. Para julio de 1908 tiempo en que Ferreira cae por un golpe de Estado, en Buenos Aires quedaron seguros de que Rio Branco auspici贸 su salida.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO: INVERSI脫N Y CAPITALES EN EL PARAGUAY
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聽聽聽聽聽聽聽聽 "Para comprender una 茅poca, se necesita comprender su econom铆a. Y para comprender nuestra econom铆a del presente, se necesita comprender la econom铆a del pasado (...) No existe un nivel de sucesos pol铆ticos y otro de estructuras sociales y una coyuntura econ贸mica. Todos los fen贸menos humanos y sociales se pueden estudiar sobre plano triple, coyuntural, estructural y el de los sucesos, y este es esencialmente el trabajo del historiador."
聽聽聽聽聽聽聽聽 Juan Carlos Herken citando a Frederic Mauro en El Paraguay Rural.
聽聽聽聽聽聽聽聽 No pretendemos entrar en detalles para explicar el panorama econ贸mico del Paraguay entre 1908 y 1912, necesitar铆amos por lo menos la mitad de este libro para ello.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Seleccionamos tres apartados que se vieron particularmente afectados durante las revueltas:
聽聽聽聽聽聽聽聽 1. Siempre las navieras y las tanineras eran relevantes en una insurgencia, pues porque en un caso se necesitaban cubrir longitudes o imponer presencia, o transportar tropas y por otro lado se precisaba de soldados.
聽聽聽聽聽聽聽聽 2. La Banca es sumamente importante en una insurgencia pues es la que financia al gobierno pr茅stamos de urgencia, o decide no financiar.
聽聽聽聽聽聽聽聽 3. El ferrocarril se confisc贸 todas las veces por todos los gobiernos para usar netamente en el frente de batalla, y particularmente en 1912 fue decisiva para el ascenso al poder del "gondrismo".
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聽聽聽聽聽聽聽聽 GRANDES EMPRESAS, GRANDES INTERESES
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聽聽聽聽聽聽聽聽 Desde 1909 en adelante, en el control cuasi monop贸lico de los fletes entre la capital paraguaya y la capital porte帽a y la navegaci贸n de los r铆os, estaba la empresa naviera de Nicol谩s Mihanovich llamada en ese entonces COMPAN脥A ARGENTINA DE NAVEGACI脫N. El crecimiento en capitales y en concesiones comerciales de 茅sta empresa -dice Juan Carlos Herken- es sobradamente interesante; de empezar con un vapor de pasajeros, pasa a controlar la empresa naviera LA PLATENSE a finales del siglo XIX.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En 1903 se funda la MIHANOVICH y en 1909 pasa a convertirse en una empresa de capitales trasnacionales. En 1917, se convierte en la 煤nica naviera que hace la carrera Asunci贸n-Buenos Aires, al ir adquiriendo adem谩s la MARINA MERCANTIL ARGENTINA, VIERCI HERMANOS & CO., y posteriormente, la BARTHE & Co. La Primera Guerra Mundial y los gobiernos radicales, hallaron a la empresa de Nicol谩s Mihanovich en el Paraguay controlando el r铆o, y sobre todo, controlando el precio del flete, el cual, comparativamente era sumamente elevado con respecto a otras distancias en el mundo.
聽聽聽聽聽聽聽聽 La MIHANOVICH tom贸 parte activa de toda la Guerra Civil al lado de los gondristas, cediendo sus naves para el traslado de tropas revolucionarias. El acuerdo que se ten铆a previsto era que Eduardo Schaerer deb铆a entregar las obras para la ampliaci贸n del puerto de Asunci贸n, ya que la naviera aspiraba a poder proveer de buques a Matto Grosso o a Bolivia.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Sobre el r铆o, en el norte del Chaco, estaban diseminadas varias f谩bricas de tanino. La f谩brica CARLOS CASADO, por ejemplo, era propietaria en 1910 de m谩s de tres millones de hect谩reas. Ten铆a treinta kil贸metros de v铆as f茅rreas habilitadas y trabajaban unos mil obreros. La taninera constitu铆a una ciudad, ten铆an tel茅grafo, tel茅fono y casas particulares de los administradores y de los peones, escuela, comisar铆a, panader铆a, almac茅n, etc.
聽聽聽聽聽聽聽聽 THE RIVER PLATE QUEBRACHO COMPANY, tambi茅n era una taninera que respond铆a a capitales argentinos. CAMPOS Y QUEBRACHALES: PUERTO SASTRE, era una empresa de la compa帽铆a Mihanovich que ten铆a en el Paraguay doscientas veinte mil hect谩reas de campo y se dedicaba a la exportaci贸n de madera y a la elaboraci贸n del tanino de quebracho. Tambi茅n ten铆an locomotora y cuarenta kil贸metros de v铆as. QUEBRACHALES FUSIONADOS, pose铆a en total tres puertos tanineros: Puerto Max, Puerto Tirol y Puerto Mar铆a. Sus tierras en el Paraguay eran doscientas treinta mil hect谩reas.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Todas estas empresas protestaron con respaldo del canciller argentino ante los diferentes cancilleres que existieron entre 1908 y 1912 por supuestos atropellos a sus intereses. La m谩s en茅rgica fue la THE RIVER PLATE, quien prepar贸 un presupuesto que se lo entreg贸 al Dr. Cecilio B谩ez para ser compensada por la inutilizaci贸n de su locomotora y de las v铆as que los revolucionarios se hab铆an llevado en un asalto a su establecimiento "Palma Chica". B谩ez nunca reconoci贸 atropellos de revolucionarios.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Con Liberato Rojas como Presidente de la Rep煤blica fue otro el problema. Se presentaron a llevarse a los obreros sin la libreta de baja del servicio militar, lo cual gener贸 muchas protestas.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 CUESTI脫N FINANCIERA
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聽聽聽聽聽聽聽聽 "Pedro Jorba, el Presidente del Banco de la Rep煤blica, y el principal comerciante en el Paraguay, probablemente ejerce mayor influencia sobre los destinos del pa铆s que cualquier otro individuo. Es un espa帽ol que lleg贸 al Paraguay hace ya muchos a帽os y ha amasado una gran fortuna. Probablemente maneja entre cerca del 50 por ciento del total de las importaciones y exportaciones, y debido a su posici贸n financiera, extremadamente fuerte y a sus conexiones con el banco, est谩 en condiciones para manipular la tasa de cambio en su propio beneficio. Es una fuerza que el Gobierno debe reconocer y es una espina en el cuerpo de la presente administraci贸n."
聽聽聽聽聽聽聽聽 Annual Polit铆cal Report for Paraguay, 1914.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 Si algo trajo los aires liberales en el Paraguay, fue el establecimiento de Bancos. Operaban con capitales privados o capitales mixtos, ello significaba que interven铆a el Estado como accionista.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El Banco privado m谩s grande era el BANCO MERCANTIL DEL PARAGUAY con veinte a帽os de trayectoria contaba entre los miembros de su directorio al expresidente y senador Juan Bautista Gaona. Era el banco privado con m谩s sucursales; las ten铆a en Concepci贸n, Pilar, Paraguay, Encarnaci贸n, entre otras.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Durante el gobierno del general Benigno Ferreira, se constituy贸 el BANCO DE LA REP脷BLICA, que nucleaba capitales nacionales y extranjeros. Entre los propiamente paraguayos estaban: el BANCO PARAGUAYO fundado en 1905, las casas comerciales Angulo & C铆a., Rius y Jorba y Casaccia e Hijos, y los se帽ores Francisco y Guillermo de los R铆os. El BANCO FRANC脡S DEL R脥O DE LA PLATA Como capital argentino respond铆a la empresa MART脥N & CIA., como capital brasile帽o la MATTE LARANGEIRA y como capital mixto, compuesto a la vez de accionistas de los bancos UNION PARISIENNE y NEUFLIZE de Francia.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El general Ferreira siempre fue parcial en este tema. En enero de 1908 ya autoriz贸 al ministro de hacienda, Adolfo R. Soler a entrar en acuerdos con los representantes del BANCO FRANC脡S DEL R脥O DE LA PLATA y para marzo se aprobaron los estatutos. Las concesiones que se le otorgaron al BANCO DE LA REP脷BLICA fueron calificadas en su tiempo como exageradas.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El BANCO FRANC脡S ten铆a pr谩cticas de monopolio con respecto al gobierno ya que no permit铆a que 茅ste pueda tramitar un pr茅stamo fuera de su intermedio.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Por otro lado, hay que hacer la observaci贸n de que cuando comenz贸 el mandato de Gondra a finales de 1910, todav铆a se estaban pagando deudas de revoluciones anteriores cuyos montos estaban a nombre de prestamistas. Muchos de ellos, se hicieron accionistas de estos bancos.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Se ver谩 m谩s adelante, que cuando Liberato Rojas fue Presidente de la Rep煤blica; estall贸 un esc谩ndalo con un pr茅stamo de urgencia.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 LOS NEGOCIOS DEL FERROCARRIL
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聽聽聽聽聽聽聽聽 La PARAGUAY CENTRAL RAILWAY COMPANY (PCRC) era una compa帽铆a registrada en Londres pero cuyo paquete accionario ten铆a intereses europeos, norteamericanos, argentinos y paraguayos. Detentaba la principal v铆a f茅rrea del Paraguay desde fines del siglo XIX. Representaba adem谩s a la VILLA MORRA TRANWAY COMPANY que brindaba el servicio de tranv铆a a tracci贸n animal y vapor.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En 1906 el 85% de las acciones de la PCRC estaban en manos de Benito Villanueva, diputado y senador argentino y del empresario Manuel Rodr铆guez. Se cre铆a que el general Benigno Ferreira tambi茅n era socio mayoritario, ya que durante su gobierno se puso fin a una larga pol茅mica sobre derechos y pagos que antes hubiera sido imposible de solucionar.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El servicio del ferrocarril en el Paraguay era malo, viejo, lento y caro. Ese a帽o la PCRC se comprometi贸 a extender la l铆nea ferroviaria hasta Encarnaci贸n para ser m谩s atractivo en caso de venta ya que, teniendo en cuenta la inestabilidad pol铆tica, las ganancias no compensaban.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Con el ascenso del gondrismo al gobierno, Rodr铆guez hall贸 trabas a sus inversiones en el Paraguay. Eduardo Schaerer era intendente municipal en 1909 y exigi贸 a las concesionarias del tranv铆a, a empedrar las calles donde transitaban a costos del propietario. Rodr铆guez se neg贸.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Exist铆a otro negocio que tambi茅n desvelaba al representante y era que el Paraguay estaba buscando ofrecer una concesi贸n de luz y energ铆a el茅ctrica. Manuel Rodr铆guez quer铆a todo, adem谩s del ferrocarril y el tranv铆a a tracci贸n, quer铆a proveer el servicio de luz y los tranv铆as el茅ctricos. Buscando apoyo se entrevist贸 con Gondra cuando los radicales gobernaban. El Presidente no se mostr贸 muy a favor de concentrar demasiados servicios en una misma mano, y le explic贸 que eso siempre pas贸 con el ferrocarril por eso el servicio era costoso y deficiente. Adem谩s, los radicales ten铆an un "amigo" tambi茅n interesado en el mismo negocio y era Carosio.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Sorpresivamente apareci贸 un grupo norteamericano muy interesado en la PCRC, y era la ESTRADA DE FERRO S脙O PAULO-RIO GRANDE perteneciente a la BRAZIL RAILWAY Co., cuyo due帽o era Percival Farquhar, un hombre poderoso que a la vez representaba a accionistas de una compa帽铆a en Maine (EE.UU.). El inter茅s del grupo, era controlar completamente la red ferroviaria en el R铆o de la Plata.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Manuel Rodr铆guez hab铆a llegado a un acuerdo con el gobierno argentino que tambi茅n estaba interesado en el ferrocarril, ya que unir铆an Buenos Aires-Asunci贸n por Posadas, as铆 que venderlas a Farquhar resultaba complicado. El norteamericano le hizo saber que conseguir铆a la concesi贸n de tender las v铆as al este para enganchar con las brasile帽as y salir directo al Atl谩ntico. Esa l铆nea se llamaba "Trans-Paraguayo" y era el sue帽o de cualquier visionario millonario, ya que significaba no solo medios de transporte unidos, sino las preciadas maderas de los bosques del Paraguay. Cuando supo Rodr铆guez no dud贸 y se encarg贸 de la venta del PCRC a la BRAZIL RAILWAY Co. Se le permiti贸 quedarse como presidente, y a la par seguir insistiendo para la concesi贸n de la luz y energ铆a.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En Asunci贸n en esos a帽os, muchos pol铆ticos hac铆an lobby para empresarios que so帽aban con esa l铆nea. Cuando cay贸 el gondrismo, y despu茅s se sucedieron Albino Jara, Liberato Rojas, los c铆vicos, etc. Manuel Rodr铆guez busc贸 siempre mantener amistad con todos ellos y financiarles peque帽as ayudas para que, vuelta a la normalidad, se cierren los negocios. Hab铆a, mayormente financiado algunas cosas a los c铆vicos, pero las lealtades de sus hombres no terminaban de convencerlo. Ello cambi贸 cuando los que necesitaban ser financiados eran Eduardo Schaerer y Manuel Gondra, en ambos hombres, especialmente en Schaerer, empresario y pol铆tico, Rodr铆guez ten铆a confianza. La garant铆a que los paraguayos ofrec铆an era la de recuperar el dinero r谩pidamente una vez en el gobierno y concesiones comerciales. Rodr铆guez en representaci贸n de este "grupo" de accionistas, no solo entreg贸 el monto que los revolucionarios pidieron sino que se encarg贸 personalmente de la compra de armas y el transporte de las mismas en barcos que navegaban bajo otra bandera y en operaci贸n encubierta.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 LA CAUSA INMEDIATA: LA REVOLUCI脫N DE 1908
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聽聽聽聽聽聽聽聽 Lo cierto era que el general Ferreira no lograba hacer parte a los liberales ni de su gobierno ni de 茅l mismo. No gobernaba "a espalda de todos", no. Prescind铆a de todos, no buscaba acercarse, crear lazos, sostener lealtades. Es probable que ello irritara a m谩s de un l铆der.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El descontento se sent铆a en todas las facciones liberales, pero no pasaba de conspiraciones y rumores. Nadie dio el paso, era como si todos estuvieran esperando a alguien. Y ese alguien era el Coronel Duarte quien regresaba de Europa donde hab铆a ido para adquirir nuevas piezas de armamento.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 EL GOLPE DEL 2 DE JULIO
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聽聽聽聽聽聽聽聽 A los revolucionarios deb铆a dirigirlos el comandante Patricio Escobar, pero a 煤ltimo momento duda. Estaban varios sublevados militares en la casa de Marcos Caballero Codas, y varios civiles. La consigna era apoderarse de los cuarteles de Artiller铆a e Infanter铆a. Los insurgentes no ten铆an armas, pero dentro de los cuarteles ten铆an amigos que ya estaban entendidos.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Cruzaron Asunci贸n caminando y entraron sigilosamente. Se apoderaron de la tropa que se encontraba durmiendo y tomaron a los oficiales por sorpresa, menos a los de la Infanter铆a que ya estaban sublevados. Todo el nuevo armamento estaba ah铆 y lo hicieron sin disparar una bala.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Hac铆a mucho fr铆o cuando envolvieron con gruesas frazadas las ruedas de las piezas de artiller铆a y se las llevaron empujando a la madrugada para colocarlas frente a la Polic铆a y a la estaci贸n de Bomberos. El coronel Duarte fue apresado y el general Benigno Ferreira se acantona en el Palacio de L贸pez.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Albino Jara da la orden de disparar contra el Cuartel de Polic铆a. Los gubernistas ocupan el Teatro Nacional y la Casa Patri. Toda la ma帽ana del 2 de julio vuelan las balas sobre las calles y las paredes del centro de Asunci贸n. El artillero LIBERTAD bombardea el II de Infanter铆a. Llega la noche y hay bajas en ambos lados. El combate sigue al d铆a siguiente. El LIBERTAD se entrega.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Luego de dos d铆as de intenso combate en Asunci贸n, Ferreira renuncia a la Presidencia y asume su vicepresidente, Emiliano Gonz谩lez Navero, quien respond铆a a los liberales radicales. El costo humano de la revuelta fue de 150 muertos, y m谩s de 300 heridos.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 EL ALTO PRECIO DEL ORDEN
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聽聽聽聽聽聽聽聽 A finales de noviembre la Polic铆a recibe la orden de ejecuci贸n del ampliado estado de sitio. Se allanan viviendas en busca de opositores al Gobierno, poco importa si son liberales y menos si son colorados, civiles o militares. Las c谩rceles se llenan. Muchos buscan el exilio en el litoral argentino, algunos afortunados se recluyen en los consulados y embajadas, los menos favorecidos son enviados a campos de detenci贸n en el Chaco.
聽聽聽聽聽聽聽聽 驴La causa? Un supuesto complot para derrocar al Gobierno.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Militares que hab铆an sido leales al gobierno de Ferreira, fueron torturados. En el caso del sargento Apolinario Esp铆nola, es muerto fruto de una ejecuci贸n sumaria. Se ordena igualmente el cierre de varios medios de prensa. En octubre es publicado en GERMINAL, peri贸dico dirigido a clases obreras, un art铆culo de Rafael Barrett titulado Bajo el Terror donde acusaba al Gobierno por las detenciones arbitrarias. Ello signific贸 para el espa帽ol, un destierro a Corumb谩 (Brasil), y el director del impreso, el argentino Jos茅 Guillermo Bertotto, fue azotado y, como tortura, lo obligaron a tragarse un art铆culo impreso de su autor铆a con salmuera.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Lleg贸 noviembre y el estado de sitio sigui贸 hasta marzo de 1909.

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聽聽聽聽聽聽聽聽 FORT脥N GALP脫N
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聽聽聽聽聽聽聽聽 El 29 de noviembre se procedi贸 a embarcar a 50 presos pol铆ticos en la bodega del ca帽onero LIBERTAD y engrillados llegaron a Bah铆a Negra luego de cinco d铆as de viaje. A intelectuales, doctores o militares al llegar se los expulsa hacia el Brasil. Se subi贸 al resto a unas chatas y remontaron el R铆o Paraguay hasta Puerto Caballo, luego a un punto conocido como Yuquer铆, en la desembocadura del r铆o Verde.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Estaban al mando del Fort铆n el Tte. Eliseo Salinas y el Subte. Gumersindo Pav贸n. Fort铆n Galp贸n fue pensado como campo de detenci贸n y de trabajos forzados. La mayor铆a de los enviados fueron j贸venes colorados con quienes se cometieron tremendos abusos.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 LA REBELI脫N COLORADA DE SEPTIEMBRE
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聽聽聽聽聽聽聽聽 "Todas las fuerzas vivas del pa铆s, ya tan empobrecido, est谩n empe帽adas en la est茅ril contienda pol铆tica entre adversarios que se equivalen perfectamente en defectos de car谩cter y vicios administrativos."
聽聽聽聽聽聽聽聽 Guerra Duval, encargado de negocios del Brasil, 16/09/1909
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聽聽聽聽聽聽聽聽 En septiembre de 1909, las fuerzas coloradas tomaban forma en el exilio. En Buenos Aires se encontraba el general Bernardino Caballero, y acampando en Corrientes, los colorados Jos茅 Gill y Alejo Ram铆rez.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El plan contaba con una red de lealtades que deb铆an, para el prop贸sito, entrar en acci贸n al mismo tiempo. A Puerto Murtinho deb铆an llegar los doctores Eduardo L贸pez Moreira y Cayo Romero Pereira, armar hombres y embarcarse hacia Asunci贸n.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En sur deb铆a ser tomado en Humait谩, que en aquel momento se encontraba al mando del teniente coronel Adolfo Chirife. Gill deb铆a pasarse el r铆o Paran谩 con grupo de asalto de 300 hombres armados. Una delaci贸n y posterior ejecuci贸n se sucede en la plaza militar de Humait谩, con lo que Gill se ve obligado a cambiar de planes. Decide tomar por asalto el puesto de Laureles, que estaba al mando del teniente coronel Am茅rico Ben铆tez y que contaba con f谩cilmente, el doble de hombres que las fuerzas revolucionarias.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El gobierno en la capital paraguaya se moviliz贸, tambi茅n de manera r谩pida y bajo la estrategia de sus jefes militares instruidos en el extranjero, esto significaba disciplina y armamentos. Se reclutan cerca de 3.000 hombres y se puso en ejecuci贸n el plan de defensa: 1.000 hombres marcharon hacia el sur al mando del coronel Albino Jara para contener el avance de Gill, y un n煤mero similar, al mando de Manuel Gondra, enfila al norte para detener a L贸pez Moreira y Romero Pereira que se hab铆an hecho de una flotilla y de hombres, armados pero de forma precaria y que estaban por entrar a aguas territoriales paraguayas.
聽聽聽聽聽聽聽聽 La batalla de Laureles, se libra durante dos d铆as y de una manera sangrienta. Las fuerzas revolucionarias son derrotadas y Gill debe huir hacia Argentina. Cientos de hombres son tomados presos por las fuerzas gubernistas, y la clemencia no existe. Pes茅 a rendirse, todos terminan Torturados y ejecutados.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En el Norte, las fuerzas gubernistas se enfrentaron a la flotilla revolucionaria, 茅stas al encontrarse visiblemente disminuidas, se desbandan en territorio brasile帽o. La prensa paraguaya critica el supuesto apoyo de las autoridades de Puerto Murtinho y de algunas personalidades civiles a los insurgentes colorados. La prensa argentina certifica con ello la hip贸tesis de que R铆o de Janeiro apoya a revolucionarios y finalmente, el gobierno paraguayo entra en un mes de tensi贸n diplom谩tica con Guerra Duval, representante de la legaci贸n brasile帽a en Asunci贸n por esta Cuesti贸n.
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CAP脥TULO II
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CA脩ONES PARA UN CENTENARIO DE DUELO
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聽聽聽聽聽聽聽聽 En el 1910 deb铆an de realizarse las elecciones presidenciales. Y si bien el radicalismo estaba afianzado en el poder, la situaci贸n creada para tal fin, es decir, el exilio y apresamiento de casi toda su oposici贸n, el gasto extraordinario de mantener un Ej茅rcito numeroso, los reclutamientos forzosos y la desastrosa situaci贸n econ贸mica, no eran a futuro, la perspectiva m谩s segura para conservar la autoridad en manos liberales radicales.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Aun as铆, manteniendo incluso lejos a los dirigentes pol铆ticos coloridos y c铆vicos, en filas gubernistas las aguas no estaban tan mansas despu茅s de todo. Manuel Gondra quien se perfilaba como uno de los candidatos, contaba con un buen apoyo por parte de la facci贸n radical que lo ve铆a como el "elemento intelectual", por otra parte, no se pod铆a desconocer la fuerza del tambi茅n posible candidato Albino Jara, Jefe del Ej茅rcito y autor f铆sico de la ca铆da de Ferreira.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 MANUEL GONDRA PRESIDENTE
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聽聽聽聽聽聽聽聽 En un principio, cuando Manuel Gondra hab铆a decidido ser candidato presidencial, Albino Jara prometi贸 apoyar su candidatura, pero exist铆a un problema con respecto a la constituci贸n paraguaya: el electo deb铆a haber nacido en el pa铆s, situaci贸n que con Gondra no se daba puesto que 茅l naci贸 en el Rep煤blica Argentina. Como se demoraba adem谩s en legalizar su postulaci贸n de candidato, ello permiti贸 que el Coronel Jara se presente, como el ex Ministro de Hacienda, V铆ctor Soler, como otra opci贸n. Estos 煤ltimos, no lograban ce帽ir sobre ellos simpat铆as de los diversos sectores del radicalismo, como en cambio s铆 lo hac铆a Manuel Gondra. As铆 es proclamada la chapa presidencial Gondra-Gaona por el congreso en octubre de 1910.
聽聽聽聽聽聽聽聽 La toma presidencial se hac铆a siempre un 25 de noviembre fecha que celebraba la jura de la Constituci贸n de 1870. Hasta ese momento, mucho partidarios de Gondra ve铆an mejor la posibilidad de que el Jara fuera enviado a Europa en calidad de representante ante una misi贸n ya que ve铆an en 茅l, la forma en que lograba formar aliados en el ej茅rcito. El nuevo presidente plante贸 la oferta y Albino Jara la tom贸 de mala manera. El d铆a de la asunci贸n al mando, se acuartel贸 y exigi贸 su reposici贸n al Ministerio de Guerra.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Una vez Ministro, los consejeros pol铆ticos de Gondra, especialmente Adolfo Riquelme, elaboraron un plan por el cual podr铆an "limpiamente" separar a Jara del Gabinete. Gondra tard贸 en llevarlo a cabo por indecisiones, pero Jara se logr贸 enterar del movimiento mucho antes de que el mandatario firme, el d铆a 15 de enero de 1911, un decreto por el cual nombraba a Jara ministro plenipotenciario.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En la noche del 16, el coronel Jara sublev贸 los cuarteles y al amanecer envi贸 una intimaci贸n a Manuel Gondra para una restructuraci贸n completa de su Gabinete apartando a todos sus partidarios de lo contrario, har铆a un golpe de estado. Cuando Gondra analiz贸 la situaci贸n entendi贸 que Jara no estaba solamente acompa帽ado de fuerzas del ej茅rcito, sino de varios civiles y con pol铆ticos de otras fracciones. A la ma帽ana siguiente Manuel Gondra present贸 renuncia al Congreso y Jara bien apoyado por legisladores, asume la Presidencia luego de la votaci贸n en ambas c谩maras.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Resignado y defraudado, Gondra se retira del pa铆s e inicia un exilio en la Argentina.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 SISMO JARISTA
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聽聽聽聽聽聽聽聽 Su gabinete estaba integrado por: el Dr. Cecilio B谩ez en el Ministerio de Relaciones Exteriores; el Dr. Manuel Dom铆nguez, en el de Justicia, Culto e Instrucci贸n P煤blica; Sebasti谩n Ibarra, en la cartera del Interior; en Hacienda, el Dr. Jos茅 Antonio Ortiz; y en Guerra, el coronel Carlos Goibur煤. El problema que Jara representaba -adem谩s de su car谩cter impetuoso- es que constitu铆a una nueva escisi贸n dentro del radicalismo, ya que su mayor apoyo lo consigui贸 de los liberales radicales no agrupados bajo la direcci贸n del "gondrismo". En esos a帽os, dentro del Partido Liberal exist铆an los c铆vicos, los liberales democr谩ticos, los radicales gondristas, y los partidarios de Jara, los radicales jaristas.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Por otro lado, el nuevo Presidente recreaba a su alrededor simpat铆as procedentes de coloradismo y de algunos independientes y constitucionalistas. Tal es as铆, que en vistas de los sucesos futuros, se aboc贸 -con ayuda de sus ministros, especialmente S谩ez- a elaborar la posibilidad de crear un partido oficialista, es decir, uno que lo respalde y cuyos miembros no respondan a antiguas lealtades.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 POTESTAD PARA RECLUTAR
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聽聽聽聽聽聽聽聽 "Forzado nde ko ro ju, ndai katuig眉inte nde ko ndoro jescapai", palabras que los vencidos soldados de las fuerzas revolucionarias jaristas gritaban al momento de rendirse.
聽聽聽聽聽聽聽聽 (Paraguar铆, 1912)
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聽聽聽聽聽聽聽聽 A mediados de 1910, fue tratada en ambas c谩maras legislativas, un proyecto de ley, la del servicio militar obligatorio. Aunque en 茅se momento, no exist铆an cuarteles bien dotados ni siquiera un colegio militar, en la pr谩ctica, la ley en su aplicaci贸n era inviable. Salvo un peligroso y astuto fin.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Cuando fue aprobada por ambas c谩maras, el obispo Juan Sinforiano Bogar铆n, hizo presi贸n sobre Manuel Gondra para que, en un futuro, sean derogadas las disposiciones que inclu铆an incorporar seminaristas y sacerdotes. Originalmente, fueron los senadores quienes introdujeron la modificaci贸n inicial a la propuesta de diputados, 茅sta es, que el clero no fuese excluido.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En el transcurso del tiempo en que esta ley entr贸 en vigencia, sirvi贸 para lo que verdaderamente fue pensada en su momento: hombres en armas para salvaguardar un gobierno leg铆timo. Experiencias anteriores demostraban que era cada vez m谩s dif铆cil arrear varones para defender causas que muchas veces le eran completamente extra帽as. El caudillismo y el color partidario ya no eran motivos suficientes para arriesgar la vida.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Aun as铆, alistar campesinos rancho por rancho, no creemos haya sido la 煤nica raz贸n. Lo que no podr铆amos descartar es la suposici贸n de que la masa obrera y muy especialmente, la patronal no eran colectividades para nada despreciables.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Con la ley del servicio militar obligatorio en mano, el gobierno de turno ante una sospecha de asonada o bien para mantener filas, pod铆a presionar a un grupo industrial (no siempre af铆n a sus intereses) sobre el estatus de sus obreros. 驴Qu茅 CARLOS CASADO, MATTE LARANGEIRA, MIHANOVICH, LA INDUSTRIAL PARAGUAYA, etc., pod铆an darse el lujo de que sus peones sean llevados como soldados? La coacci贸n disminuir铆a con el desinteresado aporte que la directiva empresarial hiciera al grupo, gobernante para su defensa, ll谩mese esto, favores diplom谩ticos, contribuciones en met谩lico o en especias, armamento importado o medios de transporte cedidos.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Las angustias por qui茅n contaba o no, con la libreta del servicio militar obligatorio dur贸 lo que la Guerra Civil, y arrastr贸 tanto a obreros del Ferrocarril, como a campesinos y maestros rurales.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 INSURGENCIA RADICAL GONDRISTA: VILLA DEL ROSARIO, BONETE Y KA'I PUENTE
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"Los dedos de las manos,
los dedos de los pies,
Jara y sus militares son veintitr茅s."
聽聽聽聽聽聽聽聽 El Diario, 6 de marzo de 1911
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聽聽聽聽聽聽聽聽 La relaci贸n entre Albino Jara y Adolfo Riquelme hab铆an cambiado radicalmente desde 1908. La intolerancia mutua se hac铆a cada vez m谩s creciente. Ello llev贸 sin dudar, a uno de los considerados l铆deres del radicalismo a buscar apoyo sin disimulos para enfrentar a Jara por medio de las armas.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En verdad, un gran parte del radicalismo vislumbraba el camino de la revoluci贸n. Eduardo Schaerer, otro l铆der pol铆tico y un interesante grupo de militares -Adolfo Chirife, Pedro Mendoza, Patricio Alejandrino Escobar, Alfredo Aponte, Manuel Rojas, Manlio Schenone, Justo Escobar entre otros-, mayormente dados de baja por Jara, con excepci贸n de Francisco Brizuela y Alfredo Medina, que estaban en servicio.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Eduardo Schaerer viaj贸 a Buenos Aires con el fin de buscar apoyo, y Riquelme qued贸 como l铆der el formado ej茅rcito revolucionario.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El plan era, en corto tiempo, sublevar las zonas militares a cargo de los dos oficiales y hacer un ataque conjunto de fuerzas para no darle tiempo a Jara a combatirlas. El mayor Alfredo Medina se encontraba encargado de Concepci贸n y el capit谩n Francisco Brizuela en la zona de Misiones. Riquelme viaja con recursos suficientes al Norte a fines de febrero, y hacia Misiones, Pedro Mendoza como jefe de operaciones.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En Concepci贸n los aguardaban Medina y Brizuela en el Sur, con la certeza de la sublevaci贸n de sus fuerzas. En el tiempo que les toma preparar a los hombres para entrar en acci贸n, lanza Riquelme un manifiesto p煤blico insurgente, exigiendo la renuncia del Presidente y el regreso de Manuel Gondra como tal. Una vez declarada la revoluci贸n, ambas fuerzan marchan decididamente hacia Asunci贸n.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Manuel Gondra y otros exiliados en Buenos Aires, montan presencia en la antigua estancia Bouvier, un poblado cercano a la ciudad de Clorinda.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El Presidente moviliza r谩pidamente a guardias nacionales y reservistas con el fin de despacharlos por el r铆o para alcanzar a Riquelme. Es designado comandante el coronel Manuel Rojas comandante de la flota. A 脷ltimo momento antes de zarpar, Jara duda de la lealtad de los hombres de Rojas y decide bajarlos a tierra. Descubierto o al menos, sospechoso, Rojas cruza el r铆o y en el Chaco se declara junto a sus hombres partidarios de la revoluci贸n.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Env铆a por precauci贸n a Am茅rico Ben铆tez a controlar las Misiones. Cae preso por los sublevados en San Ignacio, ello toma a Jara por sorpresa, ya que reci茅n ah铆 se entera de la sublevaci贸n de la zona de Medina. Mientras hace esperar la contenci贸n a Riquelme, despacha a dos mil hombres por v铆a f茅rrea bajo 贸rdenes del teniente. Carlos Goibur煤 quien viaja con el militar chileno Maximiliano Joffr茅, un antiguo compa帽ero de Chile que asesoraba al Estado Mayor.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En Asunci贸n, se citan a los representantes de medios escritos para advertirlos que el gobierno controlar谩 de cerca todo lo publicado con referencia a los sucesos a fin de no confundir ni alarmar a la poblaci贸n. El ferrocarril y el tel茅grafo cortaron inmediatamente su servicio regular para ponerse enteramente a disposici贸n del Gobierno.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Brizuela se hallaba en un lugar llamado loma San Antonio, en Ka鈥檌 Puente (hoy Coronel Bogado) atrincherado con unos cuatrocientos hombres cuando divisa al contingente gubernista. En camino se encontraba Mendoza con los restantes. Joffr茅 era de la opini贸n de atacar r谩pidamente y no darles tiempo a unirse.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El choque frontal se lleva a cabo y las mayores bajas se producen en filas revolucionarias, la operaci贸n termina exitosamente para los gubernistas cuando los oficiales huyen hacia el Paran谩. El saldo aproximado es de cien muertos y un mismo n煤mero de heridos que esperaron el socorro de la Cruz Blanca, con el doctor Luis Miggone a la cabeza, que llevaba vagones de sanidad.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Mientras tanto, en Asunci贸n una comisi贸n de damas "pro v铆ctimas de la revoluci贸n", de la parroquia de la Encarnaci贸n, empez贸 r谩pidamente a recaudar fondos para los heridos. Las presidentas del grupo eran las se帽oras Emiliana de Riera y Manuela de Dom铆nguez.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Enterado, Jara solicita la presencia de Goibur煤 en Asunci贸n. En el camino de regreso, existi贸 la acusaci贸n -que podr铆a ser cierta ya que era practicada con regularidad en estos casos- de que los gubernistas tomaban por asalto casas comerciales en el camino para proveerse de diversos art铆culos, aparentemente diciendo de palabra, que el Gobierno se comprometer铆a a saldar la deuda.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Bajo pretexto de salvaguardar los intereses de sus ciudadanos, Buenos Aires envi贸 a Asunci贸n una ca帽onera, dos torpedos y un crucero. Eduardo Schaerer se encontraba en calidad de detenido en Villa del Pilar.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Con respecto a Riquelme. Sin encontrar oponente, logr贸 llegar hasta los l铆mites de Asunci贸n con fuerzas por agua, comandadas por 茅l, y por tierra, al mando de Donato Alonso. 脡ste lleg贸 hasta Paso 脩andejara -entre los partidos de Limpio y Sant铆sima Trinidad-, y se encontr贸 con el mayor Enrique Oliver con una fuerza superior en Artiller铆a e Infanter铆a, cuya refriega resultante termin贸 con un repliegue revolucionario tratando de ganar de nuevo el camino al norte.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Cuando Goibur煤 alcanza las aguas del r铆o Paraguay a la altura de Emboscada, Jara decide comandar 茅l mismo las operaciones contra Riquelme.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Apelando al derecho de angaria requisa barcos de la MIHANOVICH, algunos uruguayos, y brasile帽os. La empresa protesta en茅rgicamente con el apoyo de la embajada argentina en Asunci贸n, lo que obliga a devolverlos. Logra un acuerdo con el Poder Ejecutivo la firma VIERCI HNOS. para el uso de embarcaciones: depositar el monto del precio de los barcos como garant铆a. As铆, Jara dispone de adem谩s del LIBERTAD, de dos vapores y tres chatas. En Villeta, los jefes pol铆ticos requisan la carga de un barco que trasportaba municiones creyendo que ten铆an como destino a los revolucionarios. La ARMER脥A ALEMANA y la FERRETER脥A UNIVERSAL reclaman las cargas como propias. El gobierno decide tomarse un tiempo en verificar si es verdad.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Riquelme decide finalmente, instalar el cuartel revolucionario en el puerto de Rosario utilizando la posibilidad geogr谩fica del barranco para instalar piezas de artiller铆a y aprovechando los esteros de Bonete, para hacer trincheras de resguardo. El resto de los hombres de Alonso logr贸 alcanzar esas posiciones y un n煤mero de oficiales al mando de Adolfo Aponte que ven铆a subiendo el r铆o por las costas del Chaco.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Para el 17 de marzo, Albino Jara se encuentra con sus fuerzas en las cercan铆as de Puerto Rosario comandando el buque Libertad. Goibur煤 desembarca al sur para tomar la retaguardia y se encuentra con que la laguna anterior al estero estaba completamente inundaba, ello resulta una peligrosa trampa, ya que en el avance son descubiertos por las posiciones de los revolucionarios que inician los primeros disparos. El grueso de las tropas, dos mil hombres, se lanzan al estero para tomar las trincheras. El pantano les frena la marcha y la laguna empez贸 a llenarse de cad谩veres. Finalmente, los gubernistas consiguen tomar las trincheras: todos los prisioneros fueron fusilados.
聽聽聽聽聽聽聽聽 La artiller铆a revolucionaria estaba dirigida por el capit谩n Rojas y unos quinientos hombres, con quien Jara inicia una serie de bombardeos, tambi茅n muy superior en n煤mero. Las tropas de Goibur煤 se suman desde la retaguardia este y Rojas no tiene m谩s opci贸n que abandonar la posici贸n con sus hombres e intentar una huida. Jara hace fusilar a los oficiales que llegan como prisioneros.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 LA MUERTE DE ADOLFO RIQUELME
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聽聽聽聽聽聽聽聽 Quedaba Adolfo Riquelme. Tambi茅n tratando de huir, es prendido por fuerzas jaristas, aparentemente tratando de cruzar el r铆o Kuarepoty. Es tomado prisionero junto al periodista argentino de EL DIARIO, Pedro Castaing y junto a varios j贸venes liberales m谩s que los acompa帽aban, son conducidos hasta el cercano pueblo de Villa del Rosario. A Riquelme por su rango se le designa como prisi贸n la torre de la iglesia. Estando reunidos Goibur煤, Mendoza, Oliver y Joffr茅, despachan la noticia de los sucesos a Jara, quien se encontraba en el nav铆o LIBERTAD.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Al caer la tarde de ese mismo d铆a, subi贸 a la torre el teniente Francisco Escobar diciendo a Riquelme que lo conducir铆a a la presencia de Jara. Cuando bajaron, Escobar entreg贸 al detenido al sargento, algunos dec铆an que era N煤帽ez y otros, Giret, cualquiera que haya sido, emprendieron marcha acompa帽ados de un grupo de soldados. En alg煤n momento del camino, Adolfo Riquelme fue comunicado que lo fusilar铆an, y sin mediar m谩s palabras, lo hicieron por la espalda del detenido. Posteriormente lo arrastraron y luego de cavar una fosa, lo enterraron ah铆 mismo. Posteriormente se han querido dar con sus restos, pero al no ser encontrados, qued贸 la sospecha que en horas de la noche fue desenterrado y arrojado al r铆o.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El resto de los detenidos de Villa del Rosario fueron conducidos hasta el LIBERTAD y llevados a Asunci贸n.
聽聽聽聽聽聽聽聽 驴Qui茅n dio la orden de asesinar a Riquelme?
聽聽聽聽聽聽聽聽 Estando a bordo del LIBERTAD, uno de los presos que estuvo con Adolfo Riquelme en Villa del Rosario, Pastor Gim茅nez, record贸 la conversaci贸n que tuvo con Goibur煤, 茅ste hab铆a dicho: "A Riquelme yo lo he hecho matar no solamente para que sirviera de ejemplo a las generaciones presentes sino a las futuras tambi茅n". Como haya sido, posteriormente a 1912, se cree que el soldado que ejecut贸 la orden hab铆a muerto en uno de los tantos enfrentamientos de ese a帽o. Tambi茅n se lo acus贸 a Joffr茅. Jara ya no estar铆a con vida para responder por el crimen y todas las acusaciones finalmente recaer铆an en Goibur煤. Aun as铆, el mero hecho de responderla no quita la responsabilidad directa a Albino Jara.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Adolfo Riquelme fue asesinado de la manera m谩s deshonrosa que puede seguir a un enfrentamiento b茅lico donde el l铆der ha ca铆do prisionero y se ha rendido. Fue fusilado sin proceso, sin aviso, por la espalda, quebrantando una ley t谩cita de caballeros, que se cre铆a exist铆a en el tumultuoso Paraguay. Albino Jara pag贸 muy caro el precio de no haber castigado al verdadero culpable. Cuando en Asunci贸n se supo la noticia, la tristeza, el estupor y el miedo se mezclaron de manera peligrosa. Los hombres del presidente hab铆an cometido un claro signo de barbarie que se presentaba escandalosamente impune.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Al volver a la capital, Jara se empe帽贸 en mostrar el lado calmo de haber sofocado un levantamiento insurgente: disolvi贸 el grueso de soldados de la guardia nacional con ropas nuevas, pago efectivo por la baja y el monto del pasaje para retornar su casa. Elev贸 un plan de pago de indemnizaciones por los perjuicios de la revoluci贸n. Hizo que el diputado Rufino Villalba ofrezca garant铆as para que retornen al pa铆s los exiliados pol铆ticos. En cada plaza p煤blica durante los meses de marzo, abril, mayo y junio, organiz贸 conciertos para festejar lo m谩s parecido a una paz, la que ya no se distingu铆a entre presencia y ausencia pero que hac铆a m谩s de tres a帽os era tan anhelada.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 CENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA
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聽聽聽聽聽聽聽聽 "Jara prorroga por decreto las Fiestas del Centenario de la Independencia hasta el 12 de octubre de 1913, dado que fue el Congreso de esa fecha de 1813 el que declar贸 la Independencia y la Rep煤blica del Paraguay, 鈥榲erdadera fecha de nuestra emancipaci贸n pol铆tica鈥 y no el 15 de mayo de 1811. El Congreso, en oposici贸n, vota una ley declarando feriado del 13 al 20 de mayo de 1911 en homenaje al primer Centenario de la Independencia Nacional."
聽聽聽聽聽聽聽聽 Carta de Belinal Ministerio de Asuntos Exteriores, del 12 de mayo de 1911.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 Aunque se hubiese querido, era particularmente imposible hacer un festejo digno recordando el Centenario de la Independencia paraguaya en aquellos meses de 1911; no solo por el estado comprometedor de las finanzas p煤blicas, que hac铆an dif铆cil planear comisiones de festejo ya que ning煤n Presidente lograba terminar su per铆odo -y desde 1908, apenas si completaban el a帽o-, sino por la carga social que ten铆an las persecuciones pol铆ticas, los arrestos, el exilio y las muertes fratricidas derivadas de enfrentamientos armados. En todo caso, los frecuentes estados de sitio deb铆an de levantarse 煤nicamente para que la gente salga a celebrar a las calles.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Con bastante tino, el Ministro de Instrucci贸n P煤blica de la 茅poca jarista, Manuel Dom铆nguez, resolvi贸 hacer una justificaci贸n hist贸rica del porqu茅 no ser铆a del todo err贸neo trasladar la celebraci贸n a octubre de 1913, ya que en este mes y a帽o el Congreso del d铆a 12 hab铆a proclamado la Rep煤blica declarando resueltamente su independencia pol铆tica, y que, lo acontecido el 14 y 15 de mayo de 1811 hab铆a sido simplemente un golpe que se hac铆a en nombre del Rey de Espa帽a. Posteriormente, existieron tantos decretos sobre el festejo como cantidad de presidentes. Para julio de 1911, Albino Jara hab铆a entregado la Presidencia, as铆 que, hombres de por medio, cuando Schaerer asume el gobierno hizo valer la fundamentaci贸n del festejo de 1913, pero con la salvedad de que no ser铆a la fiesta del Centenario sino de ese particular Congreso. En octubre de 1913 se resolvi贸 constituir una comisi贸n encargada de los festejos que se realizar铆an, finalmente, en mayo de 1914.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Existieron en cambio, manifestaciones espont谩neas y particulares para celebrar esas fechas centenarias. En primer lugar, hay que recordar que el Paraguay hab铆a designado representantes oficiales para asistir a las fiestas del Centenario argentino, as铆 que aquel contacto embarg贸 de entusiasmo los futuros festejos y sus s铆mbolos o representaciones iconogr谩ficas de nacionalidad que en el Paraguay, en realidad era muy nuevos por no decir, casi inexistentes. El pintor Pablo Alborno fue designado en 1910 la persona que deb铆a dar rostro a los pr贸ceres de mayo. Ayudado por historiadores como O'Leary visit贸 y estudi贸 las facciones de los rostros de los descendientes de Yegros, Caballero, Iturbe, etc., e hizo retratos al 贸leo que fueron presentados al p煤blico en la exhibici贸n "Pr贸ceres de la Independencia" bajo el auspicio gubernamental. Para que lleguen a las escuelas, se imprimieron en postales.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Otras empresas gr谩ficas hicieron postales conmemorativas, el Correo lanz贸 estampillas recordando la gesta de 1811, circularon medallas, relojes, prendedores y pines de metales con las representaciones del escudo o la bandera. Arsenio L贸pez Decoud y Ram贸n Monte Domecq confeccionaron 脕lbumes Gr谩ficos sobre el Paraguay actual, en el caso del primero, con una importante secci贸n hist贸rica y de otros temas escritos por la intelectualidad paraguaya. Ambos circularon reci茅n entre 1912 y 1913.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El 13 de mayo de 1911, en el peri贸dico oficialista EL MONITOR apareci贸 el poema de Eloy Fari帽a N煤帽ez, Canto Secular, extenso y con marcados rasgos nacionalistas. Ese mismo d铆a, los edificios amanecieron completamente embanderados igual que algunas casas comerciales como el BAZAR INGLES, tambi茅n el edificio de la CERVECER脥A NACIONAL y el CENTRO ESPA脩OL. El domingo 14, bajo una llovizna se realiz贸 la parada militar luego del Te Deum en la Catedral. Por las noches, aprovechando la iluminaci贸n de las calles se hicieron desfiles con antorchas, conciertos de m煤sica, un baile de sociedad en el Palacio, el CLUB OLIMPIA organiz贸 "juegos ol铆mpicos", Fulgencio R. Moreno dio conferencias de historia, etc.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 GOBERNANDO SIN APOYO POL脥TICO
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聽聽聽聽聽聽聽聽 "Desde que 茅l fue llamado a ejercer provisionalmente las funciones de Presidente de la Rep煤blica, el Coronel Jara concentra toda su actividad en la creaci贸n de un partido 煤nico en el Paraguay. Ese proyecto de concentraci贸n pol铆tica que no carece ni de envergadura ni de originalidad en un pa铆s donde cada ciudadano acaricia, por decir as铆, la esperanza de ser el jefe de un grupo cualquiera, ha fracasado desgraciadamente. El Coronel Jara no escatim贸 ni sus gestiones ni sus esfuerzos en vistas a realizar una concepci贸n de naturaleza a asegurar la unidad de influencias pol铆ticas que habr铆an abierto para el Paraguay una era de tranquilidad y de prosperidad. Desde sus primeras tentativas el Coronel Jara hab铆a encontrado en los jefes de sectas pol铆ticas una cierta tendencia favorable a sus proyectos. Los conservadores, los liberales, los liberales radicales y los c铆vicos parec铆an asociarse a los puntos de vista del primer magistrado, pero el atavismo sin duda de las costumbres pol铆ticas turbulentas, seculares del pa铆s, no han cedido a las loables aspiraciones del Presidente de la Rep煤blica. La actitud conciliante del inicio de los jefes pol铆ticos no hab铆a sido sino una maniobra dilatora para ganar tiempo y organizar otro golpe."
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聽聽聽聽聽聽聽聽 Carta de Belinal Ministerio de Asuntos Exteriores, 16 de febrero de 1911.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 Con la victoria sobre los sublevados, Jara estaba en abril m谩s seguro que nunca que sus fuerzas deb铆an concentrarse en la creaci贸n de un partido presidencial para sentirse respaldado y ya no depender de inseguros y cambiantes bloques partidarios. Hombres de ambas facciones liberales que lo apoyaban -c铆vicos y radicales- no estaban de acuerdo con dejar sus partidos, y los colorados ya no le brindaron apoyo. En el Senado no exist铆a mayor铆a jarista y, sin embargo, actuaban con precauci贸n por el temor a ser disuelto. Por otra parte, parecer铆a que, o la forma sangrienta en que fue llevada la contenci贸n de los revolucionarios, o el vac铆o pol铆tico junto a intrigas y conspiraciones que se hac铆a cada vez m谩s grande, infundi贸 al Presidente maneras m谩s violentas de solucionar problemas internos. En alg煤n momento circul贸 el rumor que la 煤nica manera de volver a un estado de paz era el asesinato de Jara. Carlos Goibur煤, Ministro de Guerra y Marina fue apartado del cargo y enviado en misi贸n diplom谩tica.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En lo concerniente a las relaciones con Argentina, la situaci贸n, que en el nacimiento ya no eran buenas, se pon铆a cada vez m谩s tensa. La prensa porte帽a no dejaba de acusar a Albino Jara de dictador y tirano, incitaba con una invasi贸n militar argentina al Paraguay para lo que instaba a buscar el apoyo del Brasil. Juansilvano Godoi, apenas nombrado representante paraguayo en R铆o de Janeiro tuvo una mala intervenci贸n diplom谩tica, cuando dio un discurso sobre el oscuro papel de Argentina durante la ocupaci贸n del Chaco en la postguerra y que s铆 no hubiera intervenido el Brasil, Paraguay hoy no tendr铆a esa parte del territorio. El embajador argentino en Asunci贸n se escandaliz贸 y Albino Jara inmediatamente solicit贸 la presencia de Godoi en el Paraguay.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En mayo exist铆an en Asunci贸n dos peri贸dicos abiertamente opositores al r茅gimen: EL NACIONAL y EL DIARIO, el primero estaba dirigido por G贸mez Freire Esteves, y el segundo, era propiedad de Eduardo Schaerer. El primero de ellos empez贸 una campa帽a en contra de la creaci贸n del partido 煤nico y a favor de otorgar una ley de amnist铆a a los exiliados. En la noche del 3 de mayo, su director fue obligado a retirarse del Paraguay. Para junio las oficinas y su imprenta fueron clausuradas. EL DIARIO, m谩s astuto, se vali贸 de un hecho real -o ficticio- y le puso al presidente una trampa.
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CAP脥TULO III
AMBICIONES PERSONALES, DESORDEN PARTIDARIO
Y ANARQU脥A REINANTE
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聽聽聽聽聽聽聽聽 GOLPE DE ESTADO DEL 15 AL 17 DE ENERO
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聽聽聽聽聽聽聽聽 El ambiente se hizo insostenible, y fue aprovechada por dos ex jefes de la Polic铆a, Marcos Caballero Codas y Mario Usher, quienes llevaron adelante un plan para deponer a Liberato Rojas en entendimiento con el Cuartel de Polic铆a y los presos radicales que estaban en la c谩rcel p煤blica, entre ellos el comandante Alfredo Aponte. La entrada del militar no pod铆a significar otra cosa que un pacto con los revolucionarios.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El 15 de enero, Liberato Rojas fue apresado y obligado a renunciar. Pidi贸 ser asilado en un barco de bandera brasile帽a y el embajador Lorena Ferreira puso a su disposici贸n un buque que lo llevar铆a hasta Corrientes el d铆a 16, en horas de la tarde.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Caballero Codas, Usher y Alfredo Aponte formaron un gobierno provisorio que respond铆a a la insurgencia gondrista. Lanzaron un comunicado p煤blico, y el ej茅rcito legalista decidi贸 marchar hacia Asunci贸n para enfrentarlos. Cecilio B谩ez solicit贸 ayuda al embajador brasile帽o quien respondi贸 que el Brasil no pod铆a reconocer al triunvirato ya que el Congreso hab铆a sido disuelto.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Lleg贸 desde Villeta el mayor Valenzuela -gubernista- y se produjeron enfrentamientos en una Asunci贸n defendida por revolucionarios voluntarios, algunos enviados desde Pilar y otros reclutados al apuro. El d铆a 16 el embajador alem谩n y el brasile帽o concitaron una reuni贸n entre Valenzuela y Aponte, sin embargo, no hubo entendimiento. Esa noche lleg贸 procedente de Pilar el ADOLFO RIQUELME con Gondra y Schaerer a bordo, dispuesto a bombardear la ciudad, pero se encontr贸 con las fuerzas leales y se iniciaron los tiroteos en el r铆o y en las calles de Asunci贸n.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Toda la ciudad en sus v铆as de entrada ten铆a cantones de defensa organizados por Aponte. Exist铆an dos puntos estrat茅gicos: la Plaza Uruguaya y Sans贸n Kue, en ellas se encontraban la infanter铆a rebelde, ca帽ones y ametralladoras. En medio de todo ello, existieron incidentes diplom谩ticos por cuestiones navales. Mart铆nez Ocampos acus贸 a los gubernistas de disparar adrede sobre el THORNE y una chalupa. Lorena Ferreira hizo lo mismo acusando a la Embajada argentina de escoltar al ADOLFO RIQUELME desde Pilar.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El d铆a 17 vencieron los aliados de Rojas venidos desde Barranco Mercedes, por lo que una vez retomado el poder, el canciller Irala solicit贸 al embajador Ferreira que el Presidente retorne desde Corrientes en una embarcaci贸n brasile帽a. Con la vuelta de Rojas el 22 de enero, el Congreso volvi贸 a reunirse para discutir el asunto, concluyendo que la renuncia del d铆a 15 no era v谩lida, pues no fue entregada a las debidas instancias.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El costo humano de la aventura fue de doscientos muertos y un sinn煤mero de heridos. En su retirada, el ADOLFO RIQUELME sigui贸 rumbo norte con el fin de ocupar Concepci贸n, y un n煤mero importante de soldados que no alcanzaron al barco rebelde, tomaron uno de la Mihanovich, el LAMBAR脡, e hicieron que los llevaran hasta Humait谩.

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聽聽聽聽聽聽聽聽 "EL PROBLEMA DE LAS CARTAS EN脡RGICAS"
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聽聽聽聽聽聽聽聽 "Desde ya hace varios meses me ha llamado la atenci贸n una campa帽a de prensa de los principales diarios de Buenos Aires contra el Paraguay. En los art铆culos de fondo estos peri贸dicos invocaban la importancia de intereses y capitales argentinos invertidos en el Chaco paraguayo y la inseguridad que reinaba en dicho territorio, etc., etc., para reclamar una intervenci贸n eficaz en un pa铆s en el cual la insurrecci贸n hab铆a reemplazado al orden legal. De Puerto Sastre el director mand贸 carta a Mart铆nez Campos por las requisiciones impuestas por las autoridades locales. Mart铆nez Campos env铆a un nav铆o de guerra, el comandante descubri贸 que las requisiciones eran insignificantes.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Est谩 fuera de duda actualmente que la revoluci贸n que explot贸 en el mes de noviembre 煤ltimo ha sido fomentada y subvencionada por los capitalistas argentinos que en caso de 茅xito de la insurrecci贸n se habr铆an asegurado para ventajas especiales en el Paraguay. Concernir铆an a las empresas en el Chaco las concesiones y ventajas."
聽聽聽聽聽聽聽聽 Carta de Belin al Ministerio de Asuntos Exteriores, 27 de enero de 1912.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 Restablecido el gobierno, el canciller Antol铆n Irala dirigi贸 el 18 de enero una nota al embajador Mart铆nez Campos solicitando una explicaci贸n del asilo dado a los sublevados y a desertores del servicio militar obligatorio en sus nav铆os.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El embajador respondi贸 est谩 nota argumentando que el gobierno hab铆a cometido atropellos contra los intereses econ贸micos de empresas y ciudadanos argentinos.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Irala volvi贸 a enviar otra insistiendo sobre el mismo punto y acusando de "conducta diplom谩tica impropia" a los argentinos, especialmente la del comandante naval Eduardo O'Connor. Esa carta terminaba diciendo: "alg煤n d铆a no se podr谩n ya formar en el seno de su noble patria, las revoluciones que destruyen la m铆a".
聽聽聽聽聽聽聽聽 En medio de este entredicho, Liberato Rojas retorn贸 al pa铆s y la flota brasile帽a lo salud贸 con honores militares. La flota argentina permaneci贸 en silencio.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El embajador argentino consider贸 que la carta era ofensiva y suficiente para cortar relaciones diplom谩ticas entre ambos pa铆ses. El canciller argentino Ernesto Bosch autoriz贸 el 24 de enero que el embajador en Asunci贸n dirigiera una nota de intimidaci贸n al canciller donde le exig铆a retirar lo dicho.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Irala present贸 renuncia al ministerio y se mantuvo firme en lo escrito. Asumi贸 el cargo inmediatamente el Dr. Audivert, pero cuando se present贸 a la embajada diciendo que la nota era retirada y que Irala hab铆a renunciado, Mart铆nez Campos dijo que ya era muy tarde.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El 25 de enero, Argentina retira a su embajador y la tropa naval procede a bloquear el r铆o Paraguay desde Concepci贸n al norte hasta Tres Bocas en el sur.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El 27 de enero, el cuerpo diplom谩tico se reuni贸 con el comandante de la flota argentina para validar los acuerdos de impedir el bombardeo naval revolucionario sobre Asunci贸n. El mismo se rehus贸 a firmar ya que dijo que ante la ausencia de embajador en el Paraguay ya no exist铆an acuerdos. Argentina sum贸 barcos a su flota con dos acorazados y dos destructores.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 UNA TERCERA FUERZA REVOLUCIONARIA: EL REGRESO DE JARA
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聽聽聽聽聽聽聽聽 La fuerza despachada por Liberato Rojas hacia el Sur bajo mando de Oliver y Sosa, luego de cruzar todas las Misiones y el 脩eembuc煤 llegaba a Humait谩 que se encontraba guarecida por Chirife y Escobar. Los mil quinientos hombres, en Infanter铆a y Artiller铆a, atacaron las posiciones de los revolucionarios, y luego de un sangriento enfrentamiento de horas y numerosas bajas revolucionarias, logran la rendici贸n de ambos oficiales militares.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Es comunicada la acci贸n al coronel Albino Jara a nombre de quien ponen a disposici贸n Humait谩 para empezar una campa帽a contra el gobierno de Rojas y los radicales gondristas. Enterado, se pone en marcha en el barco LUDOVICO con doscientos hombres armados para alcanzar a Oliver y Sosa que lo esperaban. En Asunci贸n, secretamente, Carlos Isasi se puso en contacto con Jara prometi茅ndole fuerzas leales, como la del comandante Hip贸lito N煤帽ez si decid铆a subir hasta Asunci贸n.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 UN SUE脩O LARGAMENTE ACARICIADO: EL RETORNO DE LOS COLORADOS AL PODER
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聽聽聽聽聽聽聽聽 "Lo incre铆ble de la v铆spera es la realidad del ma帽ana en el Paraguay."
聽聽聽聽聽聽聽聽 Belin al Ministerio de Asuntos Exteriores, 2 de febrero de 1912.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 Cuando Liberato Rojas regres贸 a Asunci贸n, pol铆ticamente termin贸 apoy谩ndose por completo en la fuerza pol铆tica colorada. Cuando el Presidente empez贸 a mostrar demasiada simpat铆a con los colorados, y nombr贸 a Romero Pereira jefe de Polic铆a sin escandalizarse por las medidas de 茅ste queriendo apartar a todos los liberales del gobierno, el Dr. Alejandro Audivert renunci贸 a Relaciones Exteriores donde fue reemplazado por Daniel Codas, quien sin embargo se encontraba sin respaldo pol铆tico.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Valenzuela, quien hab铆a llevado a cabo la retoma de Asunci贸n, fue preso de intrigas de conspiraci贸n y Rojas lo mand贸 encarcelar. Esto present贸 un mejor panorama para Romero Pereira, quien articul贸 el golpe de Estado con el cual deb铆an apartar a Rojas del Ejecutivo.聽聽聽聽聽聽聽聽
聽聽聽聽聽聽聽聽 El plan empezaba asegurando las fuerzas en Villeta del mayor Eugenio Garay, quien deb铆a marchar sobre Asunci贸n, prosegu铆a instalando cantones, el primero fue el Colegio Nacional, donde se acuartel贸 el capit谩n Bonifacio Caballero con Infanter铆a y Artiller铆a. En la tarde del 27, oficiales liberales ser铆an invitados a un brindis en el cuartel de Polic铆a, los cuales deb铆an ser puestos detenidos de inmediato. El capit谩n Ponce de Le贸n, jefe de un grupo de Artiller铆a, fue entregado por sus oficiales sublevados.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En la ma帽ana del 28 de febrero, el presidente Liberato Rojas renunci贸 a la presidencia y solicit贸 ayuda a la Embajada brasile帽a pues tem铆a por su vida. Los revolucionarios comunicaron a Lorena Ferreira que la respetar铆an, pero que Rojas quedar铆a preso pues deb铆a explicar d贸nde estaba el dinero del pr茅stamo del BANCO DE LA REP脷BLICA y el de la emisi贸n de billetes. Llega con su tropa Garay a la ciudad y Romero Pereira convoca al Congreso quien debe aceptar la renuncia de Rojas y nombrar ese mismo d铆a al Presidente provisorio, cuyo 煤nico candidato era Pedro P. Pe帽a, m茅dico de profesi贸n y miembro de la comisi贸n directiva del Partido Colorado.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Pedro P. Pe帽a, conform贸 su gabinete con Fulgencio R Moreno en Relaciones Exteriores, Eduardo L贸pez Moreira en Interior, Eugenio Garay ministro de Guerra y Marina, Rogelio Ur铆zar en Justicia e Higinio Arbo en Hacienda. Hip贸lito N煤帽ez abandon贸 Asunci贸n en actitud de sublevaci贸n dirigi茅ndose al encuentro con las fuerzas jaristas.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Luego de la toma presidencial, las cosas no perfilaban bien para el gobierno de Pe帽a. Ten铆a en ese momento dos insurgencias: una al norte con Gondra, quien estaba bien armado y con una fuerza de mil trescientos hombres, y una al sur con Jara, cuyos datos no conoc铆a con exactitud.
聽聽聽聽聽聽聽聽 La situaci贸n propia de los gubernistas era que pose铆an un ej茅rcito maltrecho y desarmado. En tiempo r茅cord, Romero Pereira siti贸 Asunci贸n e hizo inspeccionar casa por casa buscando armas y reclutas, el resultado fue cerca de tres mil hombres precariamente armados y cuatro ca帽ones.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Ante tal situaci贸n, recurri贸 al embajador Lorena Ferreira pidiendo que interceda en la entrega de mil fusiles que se hab铆an comprado en Matto Grosso y que deb铆an ser entregados en embarcaciones paraguayas en Puerto Murtinho.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Para esos tiempos, el ministro R铆o Branco hab铆a fallecido y ocupaba actualmente su lugar el ministro Lauro M眉ller, quien orden贸 a su embajador en Asunci贸n no s贸lo atender a Pe帽a con la compra de fusiles, sino dio v铆a libre para transportar a las tropas legalistas hacia el sur. As铆 qued贸 el gobierno colorado en la capital, ensayando de qu茅 manera har铆a frente a los revolucionarios gondristas.
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CAP脥TULO IV
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聽聽聽聽聽聽聽聽 DE VILLARRICA AL TEBICUARY
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聽聽聽聽聽聽聽聽 Antes de llegar efectivamente a Humait谩, los c铆vicos ya buscaron un acercamiento con Jara ofreciendo apoyo, pero fue reci茅n cuando cay贸 el gobierno de Liberato Rojas en manos del Partido Colorado que ambas facciones finalmente pudieron empezar las tratativas.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Jara emprendi贸 la marcha desde Humait谩 cruzando esterales hasta llegar a Ka鈥檌 Puente y sigui贸 al norte hasta Villarrica donde instal贸 su cuartel central. Carlos Isasi y el coronel El铆as Ayala se presentaron en el Guair谩 y propusieron a Jara integrar un comit茅 revolucionario bajo la presidencia del Gral. Ferreira. El Coronel fue claro: el ej茅rcito revolucionario s贸lo responder铆a a 茅l, y de vencer a los gondristas, tampoco se compromet铆a a entregar la conducci贸n presidencial a nadie. Al ver que Jara no mov铆a su postura, El铆as Ayala da por concluida la reuni贸n y se retira. Carlos Isasi resuelve apoyarlo junto con el comandante N煤帽ez, el Dr. Arbo y Ernesto F. Urdapilleta asentando en Encarnaci贸n un comit茅 civil.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En Villarrica se encontraba retirado Antonio Taboada, l铆der de los c铆vicos a quien Jara solicit贸 apoyo. El jefe liberal le puso condiciones, como por ejemplo, que el poder deb铆a entreg谩rselo a un civil, que al finalizar Jara deb铆a ir a Europa y llamar a elecciones. De la reuni贸n sali贸 acordado un pacto.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Al mismo tiempo, los colorados exiliados en Corrientes, c铆vicos y jaristas, firmaban un acuerdo para llevar adelante la revoluci贸n contra el gobierno gondrista. Algunos de los que suscrib铆an eran Francisco Bareiro, Cayo Romero Pereira y Enrique Solano L贸pez.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En Villarrica, controlando las v铆as f茅rreas hasta Encarnaci贸n estaba Jara preparando su ej茅rcito. El tiempo no jugaba a favor suyo. Logr贸 reunir m谩s de mil quinientos hombres y emprendi贸 marcha, la pr贸xima parada ser铆a la Azucarera Tebicuary, lugar al que lleg贸 el 5 de mayo. Este lugar estaba muy cerca de donde acampaban los gubernistas, es decir en Ybytim铆.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Albino jara hizo un recuento r谩pido de lo que pose铆a. Iban muy mal armados, cada hombre solo pod铆a disponer de unos 100 tiros. La artiller铆a estaba compuesta de viejos ca帽ones y las municiones tambi茅n eras escasas. Para viajar liviano y sorprender Asunci贸n, decidieron no llevar carretas.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Al d铆a siguiente, por la noche, Jara reuni贸 a sus oficiales y traz贸 el plan a seguir: usar dinamita para un ataque sorpresa, volar unos cuantos puentes de la v铆a f茅rrea, marchar por Ybicu铆 y tomar la ruta a Paraguar铆 por Acahay. Simular un ataque en Paraguar铆, y por la noche marchar con el grueso hacia Asunci贸n. En la capital, dec铆a Jara, tendr铆a refuerzos desde el Pilcomayo. Nadie objet贸 el plan y al d铆a siguiente se pusieron en marcha.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Un ingeniero que viajaba con Jara tuvo una idea y decidieron ponerla a "rodar". Cerca de Ybytim铆, el 7 de mayo, apareci贸 un tren con un vag贸n cargado de dinamita, pero llevando una bandera blanca, a m谩xima velocidad y completamente ciego. El teniente Garc铆a prepar贸 una l铆nea defensiva de ca帽ones, pero la velocidad con que llegaba hizo imposible poder disparar. Detr谩s, a unos tres kil贸metros se encontraba una chata en la que estaba emplazado un Vickers 76 a cargo del teniente Sosa, quien una vez que recibi贸 la orden, hizo disparar con tres tiros el poten ca帽贸n antia茅reo. Uno de ellos encendi贸 como mecha al tren.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Son贸 una detonaci贸n que ilumin贸 el cielo e hizo volar a la m谩quina diseminando por doquier miles de trozos de hierro y madera. La carga de dinamita sacudi贸 en un radio de 30 metros, 4 de profundidad. A continuaci贸n, se dispararon dos tiros m谩s hacia las posiciones revolucionarias a modo de dejar en claro el mensaje del fracaso.

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聽聽聽聽聽聽聽聽 LA BATALLA DE PARAGUAR脥
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聽聽聽聽聽聽聽聽 "Morir o entrar a Paraguar铆:'
聽聽聽聽聽聽聽聽 Albino jara.
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聽聽聽聽聽聽聽聽 El 9 de mayo, Jara levant贸 el campamento revolucionario del Tebicuary y se encamin贸 hacia Paraguar铆 siguiendo m谩s o menos el curso natural del r铆o Tebicuary y tomando luego la vieja ruta por Acahay. Durante todo el camino las tropas gubernistas tuvieron espor谩dicos encuentros. Era, aparentemente, incierta la ruta real que tomaba Jara y su pr贸ximo destino, pero Chirife parec铆a adivinar todos los puntos por donde podr铆a pasar y enviaba caballer铆a de avanzada.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Tuvo intenci贸n de inutilizar el puente ferroviario sobre el r铆o Tebicuary, as铆 que este hombre de Encarnaci贸n, experto en dinamita, coloc贸 los explosivos por debajo de una locomotora. El efecto, sin embargo, no fue el deseado, la m谩quina se sacudi贸 violentamente, pero no descarril贸 y el puente tampoco sufri贸 da帽os mayores. En un segundo intento sin mucho 茅xito, se volvieron a colocar cargas directamente en la plataforma: a los costados y en el centro, las primeras detonaron y la segunda cay贸 al agua.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Creyendo que las fuerzas gubernistas se encontraban en Ybytim铆, mand贸 al mayor B谩ez y un grupo de hombres con la misi贸n de demoler los puentes de la v铆a f茅rrea entre Sapucai y Escobar y as铆 cortar la comunicaci贸n de los legalistas. B谩ez regres贸 y dio aviso al Coronel que la orden fue cumplida. El puesto de comando revolucionario lleg贸 entonces en la estancia de don Saccarello, a mitad de camino entre Acahay y Paraguar铆. La tropa procedi贸 al aseo y se pas贸 un resto de d铆a distendido, la noche del 10 fue particularmente fr铆a.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En la ma帽ana del 11, llegaba hasta ellos la humareda, producto de la quema de pastizales que los gubernistas hab铆an hecho. Al mediod铆a, Jara y su mando militar fueron a almorzar al casco principal de la estancia. Estaba presente Francisco Bareiro, ex ministro de Hacienda, tratando de convencer al Coronel de no asaltar Paraguar铆 -un plan asumido ya cuando estaban en la Azucarera-, pues ten铆a informaci贸n de que Chirife estaba en aquella ciudad, ya que unos carreteros le exhibieron pases firmados por el militar. Dicen que Jara prometi贸 continuar a Asunci贸n por el camino de Yaguar贸n. Orden贸 al coronel Am茅rico Ben铆tez preparar a la tropa, y casi a las tres de la tarde, marcharon hacia Paraguar铆.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En alg煤n momento de la tarde, en uno de los costados, divisaron el cerro Mba'e o Cerro Porte帽o, como se lo conoc铆a ya que ah铆 hab铆a sucedi贸 la batalla por la defensa de la provincia cuando la invasi贸n de Belgrano en 1811.
聽聽聽聽聽聽聽聽 La milicia gubernista, ya desde abril, contaba con m谩s de 3.500 hombres y se encontraba al mando del comandante Manlio Schenone. Hab铆an elegido a la ciudad de Ybytim铆 como centro estrat茅gico, pero cuando se supo que los revolucionarios hab铆an abandonado el Tebicuary, se replegaron completamente en la zona de Paraguar铆, mucho antes y m谩s r谩pido de lo que Jara se pudo haber imaginado.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Hasta ah铆 tambi茅n se hab铆a trasladado el Ministro de Guerra, Manuel Gondra, quien supervisaba de cerca las operaciones en compa帽铆a de su junta militar compuesta por Patricio Alejandrino Escobar, Adolfo Chirife, Manlio Schenone y Pedro Mendoza.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En horas de la tarde, el jarista capit谩n Garaycochea se encontr贸 a orillas del arroyo Mba'e y con la caballer铆a gubernista al mano del teniente Salinas. Luego de un corto tiroteo, Salinas, al sentirse sobrepasado, decidi贸 dejar el puesto.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Quiz谩s entusiasmado por la refriega en el Mba'e, Jara decidi贸 cambiar planes. Organiz贸 el ataque a Paraguar铆 de la siguiente manera, infanter铆a: al mayor Enrique Oliver le qued贸 encargada la columna derecha, a N煤帽ez la izquierda y el mayor Sosa, rodeando a la brigada del capit谩n Conrado Holdenberg -apoyado en el Cerro Porte帽o- deb铆a quedar al centro. La caballer铆a qued贸 dividida en tres secciones: una al mando del coronel Gill, otra bajo 贸rdenes del mayor B谩ez y una tercera en retaguardia. Jara quedaba al mando junto a Am茅rico Ben铆tez. Esa misma noche empezaron las escaramuzas entre ambos bandos, los revolucionarios avanzaban peligrosamente comprometiendo a las fuerzas leales cuyos jefes y soldados de posiciones de vanguardia ca铆an prisioneros. La prontitud del ataque no hac铆a otra cosa que obligar a retroceder a los hombres de Schenone, ya muchos de ellos ten铆an pavor de s贸lo saber que Jara se les ven铆a encima. En un momento dado, Gondra decidi贸 que era mejor evacuar la estaci贸n de ferrocarril.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Por otro lado, en filas revolucionarias, el 铆mpetu del avance no condec铆a con el plan de ataque. Los jefes llevaron a sus columnas de manera inversa y no lograron mantener el contacto entre s铆 en la l铆nea de fuego -indispensable en un ataque nocturno-, por otro lado, la oscuridad obligaba a perder municiones de manera innecesaria. Esto oblig贸 al Coronel a detenerse en un terreno llano y abierto al llegar al arroyo Yukyry -distante unos ocho kil贸metros al sur de Paraguar铆- y decidir continuar la refriega apenas se inicie el amanecer. En las filas gubernistas, la situaci贸n de pausa permiti贸 un replanteamiento de las fuerzas. La luz de ma帽ana har铆a entrar en combate no s贸lo a las piezas de artiller铆a estrat茅gicamente posicionadas en los cerros adyacentes -ten铆an piezas de ca帽ones de monta帽a-, sino al grueso de hombres disponibles que f谩cilmente doblaban a los jaristas.
聽聽聽聽聽聽聽聽 La ma帽ana sorprendi贸 a los revolucionarios completamente descubiertos. Por momentos, los jaristas defendieron su posici贸n en la toma del puente y el camino de acceso a la ciudad. Schenone, jefe de la primera zona militar, supervis贸 la ubicaci贸n de sus bater铆as de ca帽ones y en diversos momentos orden贸 una reubicaci贸n y avance, por ejemplo, del batall贸n del capit谩n Ibarra por el lado del cementerio para sorprenderlos por el ala izquierda. Las v铆as f茅rreas eran defendidas por Vargas y Mello y en ese sector, tambi茅n los revolucionarios principiaban una retirada.
聽聽聽聽聽聽聽聽 No eran las ocho de la ma帽ana y las r谩fagas de ametralladoras literalmente llov铆an sobre hombres y armas del jarismo. No fue posible, por la supremac铆a del ej茅rcito, por los armamentos y por la posici贸n del terreno, mantener el fuego por m谩s de dos horas. Se produce una desbandada general en filas revolucionarias.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Schenone observ贸 desde una colina que los insurrectos estaban vencidos y orden贸 una recia persecuci贸n. La caballer铆a y la infanter铆a se lanzaron a cazar a la destrozada milicia de Jara. En el campo, entre las pasturas, los heridos se las ingeniaban para alzar algo blanco, s铆mbolo de la rendici贸n, los que no pod铆an, levantaban la mano. La vida de los mismos, no siempre fue perdonada.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En las adyacencias al puesto donde hab铆an acampado las fuerzas jaristas, los hombres de Schenone encontraron mulas y caballos muertos, valijas, calzoncillos, camisas coloradas, botas, gorras, paquetes sanitarios, inyecciones hipod茅rmicas, p贸lvora de ca帽贸n; en algunas carretas que pertenecieron a la intendencia encontraron encajes para mujeres, az煤car, caf茅, yerba, cajones de dinamita, saquitos de t茅 y casi veinte loros habladores. La artiller铆a revolucionaria constaba de cuatro ca帽ones paraguayos, un ca帽贸n KRUPP modelo 1885, un ca帽贸n QF de 1 libra MAXIM NORDENFELT, dos ametralladoras VICKERS y dos ametralladoras 1904.
聽聽聽聽聽聽聽聽 A las cuatro de la tarde, todas las fuerzas gubernistas se encontraban ya en Paraguar铆
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聽聽聽聽聽聽聽聽 LA MUERTE DE JARA
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聽聽聽聽聽聽聽聽 El coronel Albino Jara fue alcanzado por una bala en el vientre y ella afect贸 贸rganos vitales. Muy mal herido, lo subieron a un caballo con la intenci贸n de alejarlo del campo de batalla, pero al ver que no pod铆a mantenerse erguido, lo bajaron, y cuatro hombres hicieron la vez de una angarilla, esto es una camilla hecha de frazada y sostenida a pulso. Lograron hacerlo llegar hasta la estancia Saccarello, ah铆 fue atendido a los apuros por el Dr. Nicanor Frutos, cirujano de la sanidad revolucionaria.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Con una tosca curaci贸n, Jara se despidi贸 de todos sus hombres y emprendi贸 huida con un hermano suyo hacia Acahay mientras un grupo de soldados de caballer铆a al mando del teniente Torres sali贸 en persecuci贸n suya y finalmente le dio alcance en un rancho pr贸ximo a la entrada del pueblo, ya que el Coronel, debido a su estado, no pudo continuar la retirada. Vencido, fue trasladado a una casa, y ah铆 solicit贸 la presencia de la se帽ora de Luraghi para atenderle las heridas. El deseo, aunque le fue concedido y la mujer viaj贸 desde el cercano pueblo de Tavapy, no hizo mejor铆a en la salud del militar, as铆 que el teniente Torres hizo preparar una carreta para que el herido llegue hasta Paraguar铆.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Albino Jara estaba abatido en todo el amplio sentido de la palabra. El viaje en carreta fue penoso, lento y sufrido para el herido. Cuando lleg贸 al pueblo, fue llevado al puesto de la Cruz Roja y le brind贸 los primeros auxilios el cirujano Dr. Alejandro Arce. Jara pidi贸 que lo atendiera el doctor Cayetano Masi, demanda que se le fue admitida, pero que no alcanz贸 a llegar. Bajo asistencia m茅dica, Manuel Gondra qued贸 todo el tiempo a su lado. Vinieron a verlo oficiales y algunas damas de sociedad que hicieron las veces de enfermeras. Una mujer, sin embargo, viaj贸 a Paraguar铆 s贸lo para hacerle una pregunta. 驴D贸nde hab铆a mandado enterrar a su hijo Adolfo? Era la mam谩 de Riquelme. Dicen que Jara hac铆a negativas con el rostro hasta que la se帽ora se puso a llorar y a implorarle informaci贸n, a lo que 茅l tuvo que hablar para decirle que no hab铆a dado esa orden.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Albino Jara soport贸 toda lo noche del 14 los terribles dolores del vientre herido. Gondra lo acompa帽贸 en su lecho de herido hasta que al d铆a siguiente dej贸 de existir.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Ese otro saldo humano. Si de muertos inocentes se pudiera hablar, el tiroteo mat贸 a tres ni帽as, a causa de balas perdidas. Una de ellas mientras buscaba refugio con su madre fue alcanzada por un proyectil que atraves贸 la ventana de su casa.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Las bajas de esta batalla se contaron en n煤mero de cincuenta, pero los heridos se acercaban a m谩s de cuatrocientas almas. R谩pidamente desde Asunci贸n, por v铆a f茅rrea, lleg贸 la Cruz Roja con ocho vagones del ferrocarril que fueron transformados en coches-sanitarios, ya que los heridos eran evacuados hasta el Hospital Militar de la capital. La Cruz Blanca ten铆a montado un hospital en Paraguar铆. En ambos casos se ten铆an m茅dicos, farmac茅uticos y voluntarios auxiliares.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En Asunci贸n, las parroquias, como la de San Roque y el Teatro Nacional, se convirtieron en hospitales no s贸lo atendidos por mujeres, sino tambi茅n cuya colecta de fondos las organizaban ellas. Y ello sucedi贸 por espacio de casi un a帽o ininterrumpidamente.

CONCLUSI脫N
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聽聽聽聽聽聽聽聽 Tanta violencia pol铆tica, cerca de cinco mil muertos, un sinn煤mero de heridos inclu铆a a la sociedad misma, el odio devenido del color partidario y las finanzas del pa铆s maltrechas debieron haber sucedido por muy poderosas razones cuyas consecuencias merecen un profundo an谩lisis fuera de este s贸lo trabajo.
聽聽聽聽聽聽聽聽 A modo de esquema, podemos se帽alar algunos ejes. En primer lugar, la puja del poder liberal.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Hay que se帽alar que la llamada "Era Colorada" que dur贸 hasta 1904 ha mostrado como pasado que la historia puede repetirse, y en ella, los mismos vicios que la vivieron los liberales en 1912. La competencia y el ascenso de facciones dentro de la estructura partidaria ha sido, la mayor铆a de las veces utilizando todas las armas posibles, l铆citas o no.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Esta lucha iniciada en 1905 y peleada durante siete a帽os, dio como resultado el triunfo de dos radicales. Al gobierno de Eduardo Schaerer le sigui贸 el de Manuel Franco y con ambos podr铆amos hablar de una d茅cada en calma.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El precio de la paz no s贸lo inclu铆a desplazar a los c铆vicos, sino a los propios colorados quienes fueron sobradamente batidos en el gobierno de Pedro P. Pe帽a.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Contenidas las fuerzas dentro del Partido y con la oposici贸n s贸lo quedaba un punto igual de inquietante: reducir los liderazgos dentro del ej茅rcito.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En 茅ste sentido podr铆amos decir que la muerte de Albino Jara era imprescindible para ponerle el punto final al periodo de anarqu铆a. El carisma del coronel, las simpat铆as y las lealtades que le prestaban sus iguales era capaz de poner en jaque cualquier gobierno civil. El enfrentamiento brutal de Paraguar铆 fue la manera simb贸lica en que se dio por terminada una guerra que empez贸 aquella noche de invierno en la Asunci贸n de 1908 y culmin贸 en la tambi茅n fr铆a ma帽ana de mayo en 1912.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En un segundo punto, deber铆amos apostar m谩s al an谩lisis que busque comprender en claves de geopol铆tica, luchas que a veces se presentan como problemas internos.
聽聽聽聽聽聽聽聽 La injerencia durante la guerra civil del Brasil y la Argentina debe ser tomada con precauci贸n ya que a veces el representante de la embajada respond铆a a intereses que no necesariamente se ajustaban por completo a su canciller铆a y s铆 a ciertos grupos empresariales. Poder identificar y armar redes del funcionamiento del poder pol铆tico y econ贸mico internacional contribuye a poder comprender ciertas acciones de pol铆ticos locales.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Dentro de lo que llamamos grupos de poder econ贸mico, interpretar el mecanismo que usaban los grandes empresarios para poder hacer negocios u obtener exclusividad vendiendo, comprando y financiando revoluciones no deja de ser un ejercicio tan interesante con el que, hasta podr铆amos ver el presente, por ejemplo, el espectacular cr茅dito que otorg贸 Manuel Rodr铆guez para financiar a los radicales la lucha armada del a帽o 1912 y una vez ganada, con el ascenso de Eduardo Schaerer, los gastos se cargaron a la deuda interna y deuda externa paraguaya a ser pagada durante largos a帽os.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Claro que queremos preguntarnos: 驴De qu茅 manera puede ser ventajoso financiar una insurgencia para planes pol铆ticos a largo plazo, si la poblaci贸n no ver铆a-por ejemplo- obras p煤blicas de un dinero destinado a pagar esa deuda? 驴Qu茅 ense帽anza no verificable t谩citamente deja un pa铆s cuyos pol铆ticos del pasado han sido expertos en lo que hoy conocemos como tr谩fico de influencias? y la 煤ltima 驴Se financiaba a revolucionarios con el fin de hacer buenos negocios o adem谩s, "se le miraban los dientes", es decir, los financistas apoyaban "causas justas"?
聽聽聽聽聽聽聽聽 Queremos cerrar este trabajo con un hecho que particularmente nos ha llamado la atenci贸n: el uso de fuerzas civiles armadas. Durante todo el siglo XIX se les llamaba "montoneras", m谩s tarde, hacia mediados del siglo XX pasaron a llamarse "milicianos". Estas, las montoneras, estaban constituidas por grupos de gente a caballo, guiados por caudillos regionales que interven铆an en revoluciones o guerras civiles.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En todo lo largo de estos a帽os en que hicimos el recuento en los diarios, existieron montoneras que engrosaron filas gubernistas, o filas insurgentes, dependiendo del momento hist贸rico.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En los peri贸dicos se mencionan en innumerables veces nombres de caudillos de distintas localidades y partidos pol铆ticos y las fuerzas y caracter铆sticas de cada grupo, es decir, el n煤mero que la compon铆a -puede ser exagerado, claro- y si estaban munidos de sus propios pertrechos. Entendemos as铆 que eran muy importantes no s贸lo por representar hombres y armas, sino por el conocimiento del terrero y la posibilidad de conseguir provistas como ganado vacuno.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Creemos que todos estos precarios datos, pero sobretodo la identificaci贸n de los caudillos abre un abanico de posibilidades para confeccionar un mapa sobre lealtades y la esencia de las mismas en todo el curso de las insurgencias que dominaron la escena nacional entre 1870 y 1960.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Dicen que como muestra es necesario s贸lo un bot贸n. En los primeros d铆as de marzo de 1911 cuando el gubernista Jara enfrentaba al insurrecto Riquelme, en las zonas de Quiindy, Acahay, Mbuyapey y Quyquyh贸, se movilizaron montoneras que no respond铆an en espec铆fico a ning煤n bando, y que esperaban o un momento propicio para tomar partido, o un momento para ajustar cuentas con antiguos rivales en nombre de la anarqu铆a reinante, o bien, pisar la fina l铆nea del bandidaje social.
聽聽聽聽聽聽聽聽 El "apaciguamiento", noticias recurrentes en los peri贸dicos, y que se llevaba a cabo luego de cada per铆odo de anarqu铆a, significaba por lo general la intervenci贸n de los principales caudillos partidarios.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Es probable que la memoria que los adultos mayores guarden de las revoluciones y el paso de los rebeldes por el pueblo con la consabido brutalidad del robo, incendio y violaciones, m谩s que responder directamente a tal o cual partido, hayan sido producto de la confusi贸n en el gobierno y el actuar de motu propio de una montonera.
聽聽聽聽聽聽聽聽 Lamentamos y por ende, exhortamos a j贸venes investigadores a tomar como ejemplo que para la investigaci贸n de este tema, si bien hemos recurrido a un gran n煤mero de fuentes in茅ditas, contempor谩neas y bibliogr谩ficas, est谩n ausentes de manera irrecuperable, la percepci贸n social de la guerra en la memoria de las personas que la vivieron.聽
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BIBLIOGRAF脥A
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Fuentes in茅ditas
Archivo
Francia. Minist茅re des Affaires Etrangers.
Paraguay, Politique Int茅rieure, II Volume 1910-1916
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Fuentes contempor谩neas
Peri贸dicos y diarios
LA CAPITAL. Diciembre, noviembre. 1910
EL D脥A. Agosto y octubre. 1911
EL DIARIO. Enero, febrero, marzo. 1911
LA CAPITAL. Enero, febrero, marzo, abril, junio. 1911
EL IMPARCIAL. Mayo. 1912
LOS PRINCIPIOS. Enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto. 1912
EL TIEMPO. Enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio. 1912
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Revistas
CR脫NICA, revista quincenal ilustrada. 1913. N煤meros: 32 y 33.
EL MAESTRO CIRUELA, semanario ilustrado. 1909. N煤mero: 1
LA SEMANA, ILUSTRADA. 1911. N煤mero: 1
ROJO Y AZUL, revista ilustrada. 1912. N煤meros: 303, 304, 305, 323, 348, 349, 350, 354.
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OTRAS PUBLICACIONES
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Boyce, W.D. 1911. Illustrated South America. Chicago-New York. Rand McNally & Company.
Card煤s Huerta, Gualberto. 1911. Arado, pluma y espada. Barcelona. Imprenta Domenech.
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Monte Domecq, Ram贸n. 1911. La Rep煤blica del Paraguay en su primer Centenario 1811-1911. Buenos Aires. Compa帽铆a Sud-Americana de Billetes de Banco.
P茅rez Mart铆nez, Marcelino y L贸pez Decoud, Arsenio. 1984. Cartas del Destierro. Asunci贸n. Ediciones Mediterr谩neo.
Picturesque Paraguay. 1911. Sport, Pionnering, Travel. A land of promise, Londres. Ch. H. Kelly.
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FUENTES SECUNDARIAS
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Yubi, Javier. 2010. Revoluciones del Paraguay, 脕lbum Fotogr谩fico. Asunci贸n. Servilibro.
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LA AUTORA
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聽聽聽聽聽聽聽聽 Ana Montserrat Barreto Valinotti naci贸 en la capital del Paraguay en setiembre de 1978. Curs贸 la carrera de Historia en la Universidad Cat贸lica Nuestra Se帽ora de la Asunci贸n, y su tesis de licenciatura sobre el AN脕LISIS DE DISCURSO EN LA CONSTRUCCI脫N DE NACI脫N, se encuentra resumida en el art铆culo Abnegaci贸n y patriotismo en la figura de la pr贸cer Juana Mar铆a de Lara. Construcci贸n e idealizaci贸n de la "matrona" como perfil femenino ideal en el Paraguay de inicios del siglo XX, en PARAGUAY: IDEAS, REPRESENTACIONES E IMAGINARIOS (Secretar铆a Nacional de Cultura, 2011).
聽聽聽聽聽聽聽聽 Su campo de inter茅s y trabajo investigativo es la Historia Social, la Historia de las Mentalidades, la Historia de Mujeres y el An谩lisis de Discurso. Fruto de ello fueron la biograf铆a de Elisa Alicia Lynch (Colecci贸n Protagonistas de la Historia, El Lector, 2011) y MUJERES QUE HICIERON HISTORIA EN EL PARAGUAY (Colecci贸n LA MUJER PARAGUAYA EN EL BICENTENARIO, Servilibro, 2011).
聽聽聽聽聽聽聽聽 Ha dirigido la investigaci贸n "Voces de Mujer en la Historia Paraguaya, 200 a帽os despu茅s" (2011-2012) ejecutado por la Asociaci贸n Trinidad y la Asociaci贸n de Investigaci贸n y Especializaci贸n sobre Temas Iberoamericanos (AIETI) en convenio con el Ministerio de la Mujer y el Ministerio de Educaci贸n, cofinanciado por la Uni贸n Europea.
聽聽聽聽聽聽聽聽 En t茅rminos educativos, ha ense帽ado en colegios secundarios, centros de formaci贸n docente y se ha desempe帽ado como asistente de c谩tedra a nivel universitario. Ha trabajado en la adecuaci贸n de contenido del texto escolar Historia y Geograf铆a (Editorial En Alianza, 2011)
聽聽聽聽聽聽聽聽 Es mam谩 de Silvio y de Renato.
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Albino Jara聽
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LA HISTORIA DEL VIOLENTO CENTENARIO DE LA REP脷BLICA (ART脥CULO DE ABC COLOR)
Pocas veces la historiograf铆a nacional se ha ocupado de manera espec铆fica de aquel tiempo del centenario de la independencia nacional en el que el pa铆s estaba sumido en una de las m谩s terribles etapas de violencia de las que se tenga memoria.
Por ello mismo, los editores de la Colecci贸n Guerras y violencia pol铆tica en el Paraguay encomendaron a la historiadora Ana Barreto la elaboraci贸n de un libro sobre el tema. As铆 sali贸 鈥淟a guerra civil del Centenario鈥, que aparecer谩 el domingo 17 con el ejemplar de nuestro diario.
De acuerdo con lo que se帽ala la misma Ana Barreto en el inicio de su obra, el periodo al que hemos llamado la 鈥淕uerra Civil del Centenario鈥 empez贸 a finales de 1910 en Asunci贸n y termin贸 en mayo de 1912 en Paraguar铆, y abarc贸 casi toda la extensi贸n poblada del pa铆s. En apenas 18 meses, se sucedieron seis gobiernos diferentes; por ello es necesario buscar en algunos ejes, retrotray茅ndonos en el tiempo, algunas pistas que ayuden a explicar c贸mo pudieron llevarse a cabo m谩s all谩 del color partidario, sangrientas luchas fratricidas.
La autora de este apasionante libro, Ana Montserrat Barreto Valinotti, naci贸 en Asunci贸n en setiembre de 1978. Curs贸 la carrera de Historia en la Universidad Cat贸lica 鈥淣uestra Se帽ora de la Asunci贸n鈥, y su tesis de licenciatura sobre el 鈥淎n谩lisis de discurso en la construcci贸n de naci贸n鈥 se encuentra resumida en el art铆culo 鈥淎bnegaci贸n y patriotismo en la figura de la pr贸cer Juana Mar铆a de Lara. Construcci贸n e idealizaci贸n de la 鈥榤atrona鈥 como perfil femenino ideal en el Paraguay de inicios del siglo XX鈥澛; ideas, representaciones e imaginarios (Secretar铆a Nacional de Cultura, 2011). Su campo de inter茅s y trabajo investigativo es la historia social, la historia de las mentalidades, la historia de mujeres y el an谩lisis de discurso. Es la autora de la biograf铆a de Elisa Alicia Lynch (Colecci贸n Protagonistas de la Historia), entre otros libros.
Fuente: Art铆culo publicado en el diario ABC COLOR
Publicado en fecha : 13/ febrero/ 2013
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